"Los niños a veces muestran conductas agresivas, cuando empiezan a sentirse rechazados. Se forma una inseguridad en ellos al ver el mundo de forma peligrosa, hostil y amenazante..."

Una mujer castaña salía de un edificio de la mano con su hijo, se notaba cansada, agotada, realmente no quería seguir con nada.

Soltó un momento a su hijo, caminando sin rumbo y dejando al niño atrás y solo podía escuchar murmullos, palabras incomprendidas ... O tal vez palabras que no quería escuchar por ser verdad.

Un tiron y estaba en el suelo sobre alguien.

Iba a ser atropellada sino la hubieran jalado.

[ .... ]

"¡Ya cállate maldita sea!"

Así inicio todo...

—Padre... ¿Podemos hablar?

Y luego...

—¿Padre? Sumire... En tu vida me habías llamado padre... Normalmente dices papá...

—Te ví enojado... Papá

El hombre suspiró y la miró de una forma fría...

—¿Papá? ¿Me has llamado papá? ... Sumire, ¿Cuándo te volviste tan insolente? ¡¿Por qué me llamas padre o papá sino somos nada?!

—¿Qué? ...

—¡¿Eres sorda o qué?!

—¡Es que no entiendo! Has estado enojado desde que regresaste con mamá... No te entiendo ¿Qué hice?

—¡Seguir aquí! Como eres estúpida Sumire... ¿No te das cuenta que ya no te quiero aquí? Ni a ti, ni a tus hermanos... Ya están grandes y solo siguen aquí aprovechandose de mí

La mujer estaba en completo shock, no creía lo que pasaba.

—Escucha bien... Estoy harto de ti y tus hijos, tu niña es una maldita rebelde que siempre está en dirección o en problemas, tu hijo es igual o peor, solo es un caprichoso que no sabe cuidarse, incluso es rídiculo que todos los niños ya sepan sumar, leer y hacer otras cosas y el simplemente es un retrasado que deja en mal a la familia

—¡Ya cállate maldita sea!

Y la misma mano que me acaricio con cariño cuando me sentía vulnerable... Fue la misma mano la que me lastimó.

—¡¿Cómo te atreves a levantarme la vos?! Maldita recogida, te di un hogar, comida ¿Y así me agradeces? maldita sangre... Eres una aprovechada, deberías agradecer por vivir aquí, tú y tus hijos solo están aquí por mí... Y sino te hubieras revolcado con el hijo de mi hermanastra, ahorita estarías en la calle...

—La sangre no importa cuando hay amor... ¿No fue lo que dijiste cuándo lloré por querer complacerte?

Hubo un silencio, la mujer se sujetaba su mejilla enrojecida por el golpe que recibió.

—Solo tenía diez años... Y yo quería cumplir todas tus espectativas... Quería ser la hija agradecida ... Pero ya veo que me equivoqué... Ojalá nunca te hubiera conocido

—Ojalá nunca te hubiera recogido de la calle

—... Pudrete en tu casa, prefiero la calle a tener que seguir aquí

—Entonces regresa al lugar que eres maldita callejera

Dijo sin importar lo destrozada que estaba la mujer y arrastrándola a la salida.

—Regresa a la calle maldita callejera que solo le abre las piernas a cualquier hombre que ve, solo te importa tener dinero, nunca has sido una buena mujer y te diré por qué... Por qué desde que llegaste a esos callejones, tu único objetivo era buscar una entrada a la familia Minamoto... ¿Me equivoco? —la mujer vio al suelo— Ves, es verdad... Tu solo sirves para arrastrarte, claramente tienes la etiqueta de "Trepadora" te trepas en cualquiera con tal de sobrevivir... Lo hiciste conmigo para un hogar, con Hana por dinero, con Keitaro por el apellido.... Tu jamás dejarás de ser eso... Me enferma haberte llamado hija...

[ ... ]

Un niño lloraba mientras trataba de escribir, una niña mayor a él trataba de ayudarle...

—Tu puedes... Solo sigue las planas de la maestra...

—¡Ya no quiero! No puedo, el ahuelo tiene razón, no puedo, no puedo, no me sale, no puedo hacerlo, soy un caso perdido

La menor se apartó de su hermano al ver como le aventaba los lapices y más materiales al rostro.

Ya no te esfuerces...

—Tu también quieres demostrarle que eres "digno" de su sangre...

Murmuró la mujer castaña para luego ir por su hijo y abrazarlo.

[ ... ]

Actualmente...

Una mujer iba llorando mientras veía por la ventana de un auto.

—Me hubieras dejado...

—Y que nuestro hijo viera como ese auto mataba a su madre...

—¿Podrías cuidarlos?

—Sumire... Nos divorciamos... Amo a mis hijos... Pero ellos aman a su madre... Puedo cuidarlos... Pero ellos necesitan a su madre...

—Yo ya no quiero verlos...

—Que estúpida... Solo dices eso por qué ese imbécil te "rebajo" ...

—¿A dónde me llevas?

Poco después llegaron a una residencia muy conocida por la castaña.

—Al hogar de tu verdadera familia... Puedes rendirte y morir de tristeza, dejar a tus hijos solos... O puedes bajar, limpiar tus lágrimas y seguir por tus hijos... Y no dejarlos sin una familia... ¿Sabes como se siente no?

Ella bajó del auto junto a sus hijos.

Sumire con Derek y Alex... Ellos son su única familia.