Solo los sabios conocen... A Noriyori, el joven amante del Samurai Hira Tomori... El joven que se suicidó para detener la guerra entre los Minamoto y los Hira.

Cuenta una pequeña historia, que el samurai tras perder a la persona que más amaba, hizo un trato con la muerte... Devolverle a su amado a cambio de servirle a está.

Se dice que solo los descendientes de sangre directa de Tomori y Noriyori, tienen el don de "revivir" a personas que aman, pero estas no regresan como humanos, ellos suelen regresar como espíritus y en algunas ocasiones, no en una forma totalmente humana, sino con partes de la naturaleza.

—¿Por qué firmaste un trato con la muerte?

—Por que no estoy dispuesto a morir enamorado

—...¿Te gusto incluso sino soy humano?

—En el amor y la enfermedad, en las dificultades y las alegrías, quiero tomar tu mano y nunca soltarla, quiero caminar a tu lado y burlar a la muerte con nuestro amor eterno

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Un chico albino se encontraba sentado viendo la luna, sonreía tranquilo.

—Luna... No me abandones por favor... Y escucha lo que quiero confesarte...

El joven suspiró, volteo a ver que no hubiera nadie más en su habitación.

—Quiero confesarte que cuando cumpla veintiun años, inciare mi etapa de "inmortalidad" igual que Noriyori, por favor no me abandones, quiero que me acompañes con tu brillo todas las noches... Todos tenemos un ciclo de vida, pero fue tan grande el amor que tenía mi madre por mí, que no estaba dispuesta a perderme... Fue tan grande el amor de mi abuelo hacía ella, que no estaba dispuesto a perderla y así como ella ahora baila bajo tu brillo todas las noches en aquel castillo... Yo quiero que me acompañes hasta que termine mi ciclo... Tal vez no siento amor como un humano normal, pero estoy dispuesto a amar a quien me pongas enfrente... Luna, los dos sabemos que en mi vida pasada, como Derek, tuve a la mejor pareja que pude desear y eres testigo de todas las noches en las que me arrodille pidiendote que me cumplieras el sueño de enamorarme...

Hizo una pausa, cerro los ojos y se arrodillo.

—Luna, te pido porfavor que quien sea mi enamorado antes de entrar a mi etapa de inmortalidad, lo cuides tanto como las veces en las que pedía que cuidaras de Suga, por que los dos sabemos que mis charlas contigo siempre eran pidiendo por la seguridad de él... Por eso, ahora como Junko, te pido que cuides de mi pareja y cuando sea la hora de dejarlo... No lo hagas perder la felicidad... No lo hagas olvidar que siempre puede tomar mi mano para levantarse...

Se levantó y abrió los ojos.

—Luna, ¿Soy una persona bella?

El chico se apartó de la ventana e ingresó al cuarto, sacó un espejo y se acostó en su cama.

Cuenta la leyenda... Que Noriyori al reencarnar, lo hizo como un Nigromante de hielo, su castaño cabello era cubierto por flores blancas de hielo, su piel brillaba como los copos de nieve al caer y ser atravesados por los primeros rayos de la luz del sol, sus ojos oscuros se hicieron claros, un azul como el cielo del invierno... Se dice que era un ser muy bello incluso despues de la muerte.

Mi madre también era una nigromante, una joven de cabello blanco, que al reencarnar, dicen que su cabello era cubierto por plumas tornasol azules, algunos decían que era un pequeño colibrí humano, pues al verla bailar bajo la luz de la luna, está parecía un pequeño colibrí.

Las reglas de la familia Hira son solo tres y muy simples:

Primero, nadie puede regresar a la vida sino tiene veintiun años, igual que el principe Noriyori.

Segundo, aceptaras estar vínculado a un objeto de valor, de está forma, no tendras problemas al caminar por el mundo humano.

Tercero, reencarnaras con la forma de la naturaleza de tu alma.

Yo, Hira Junko... Acepto estas reglas y acepto vivir como un ser inmortal hasta que alguien de mi sangre rompa mi vínculo.

El chico albino se miraba al espejo, sonrió con cierta melancolía por un recuerdo que tuvo.

—Es hora de decir adiós a mis recuerdos... Gracias Suga por ser pareja de Derek en su vida pasada, gracias por ayudarlo a tomar decisiones por más díficiles que fueran para él, no sabes cuanto te amaba ese chico y si alguien quiere comprobar dicho amor, tendría que leer las cartas que nunca se atrevió a entregarte, cartas que decían ser simple papeleo de su trabajo—rió bajo por aquel recuerdo— Gracias Alonso por ser mi amigo... Estoy seguro que serás un rey exceleten, principe del invierno... Pero es hora de que yo acepte mi destino como Akira, no como las personas de mi pasado...

Luna, estoy dispuesto a acpetar mi destino como el nuevo Nigromante de la familia Hira, pero antes de hacerlo, debo esperar dos años más y prometo que para ese entonces, estaré más que listo para aceptar mi camino entre los humanos en mi forma inmortal.

Tomori Hira y Noriyori Minamoto, los enamorados que burlaron a la muerte o tal vez... Solo decidieron juntar a "La vida" y "La muerte" con amor.