• Nightmares •
En un habitación se escuchaban gritos, la luz de la casa se encendió. Una joven en bata de dormir caminaba adormilada hasta la habitación.
Cargó a un niño de cuatro años entre sus brazos.
—Tranquilo pequeño, mamá ya está aquí—murmuró suavemente— Solo es una pesadilla...
[ .... ]
Se escuchó un grito, después hubo total silencio.
Si me preguntaran que ocurrió ese día detrás de aquella puerta... Me soltaría a llorar como un niño, ni si quiera podría describir como me sentí en ese momento... Sus palabras se grababan en mi mente, como si en piedra esculpiera.
Un chico castaño estaba sentado abrazando sus rodillas en una cama, retazos de tela cubrían sus heridas a su alrededor se esparcían plumas casi blancas, la sangre las hacía imperfectas.
Solo quiero terminar con está pesadilla, cada vez que cierro los ojos mi mente divaga unos segundos en la nada y después...
"¡Ave estúpida jamás serás libre!", "Por tu culpa todos mueren", "¿Crees que alguien haya afuera va a aceptarte como eres?", "Mírate al espejo pequeño monstruo".
Levantó su cabeza de entre sus rodillas y miró a su lado derecho, ahí había un pedazo de espejo, miró su reflejo.
Veo mi rostro demacrado, se marca la cuenca de mis ojos, las ojeras son seña del cansancio que cargo, estoy cansado... Creo que sí soy un monstruo después de todo... Nadie aceptaría a un chico que... Que se convierte en un animal, que al sentirse emocionado aparecen pequeñas flores sobre su cabeza o que al enojarse la vida a su alrededor pierde color... Es cansado vivir... Quiero dormir.
El chico se acostó en posición fetal con la esperanza de dormir un poco.
...
Gritos se escuchaban a media noche, un chico de doce años miraba adormilado la puerta de una habitación.
—Otra vez una pesadilla...
En su cuarto un castaño se aferraba a las sábanas con fuerza mientras gritaba, de sus ojos caían lágrimas y sin que él se diera cuenta, su cuerpo liberaba pequeñas plumas manchadas de sangre.
Duele... Es dolorosa está depresión, es un círculo del que no puedo salir, un círculo del que jamás saldré.
[ .... ]
De sus labios caía un líquido tinto, el olor a alcohol se hacía presente en la habitación, una joven de su edad le miraba a lo lejos.
—Solo el alcohol lo mantiene tranquilo en las noches—mencionó un chico pelirrojo—.
—Claro, duerme todos sus sentidos y solo así descansa
Escucho a mis hermanos hablar, doy gracias que ya estoy perdiendo la consciencia por el alcohol.... Solo escucho como se retiran y entonces...
El chico caminó hasta la ventana, la abrió y se asomó a ver el cielo nocturno, las estrellas en el manto oscuro brillaban más que nunca.
—No quiero seguir bebiendo, no me gusta el alcohol... Sabe horrible—dejó la botella a un lado y miró el cielo— Por favor, quien sea que me escuche, incluso si Dios me escucha y hace milagros... Por favor, quiero ser libre...
Tal vez sean los efectos del alcohol, no lo sé, solo espero ser libre, es lo único que deseo... Miro las estrellas por que una vez en un sueño alguien me dijo que debía creer en ellas, que siempre mirara a las estrellas y les contara mis deseos, solo así se volverían realidad...
—¡Deseo vivir como humano! ¡Deseo dejar de ser un monstruo! ¡Solo quiero ser normal!
Esa noche durmió en el suelo del balcón, el alcohol que consumió lo hacía estar tranquilo y alejar las pesadillas, aquellos sueños que jamás iban a dejarlo en paz, para él, dormir era sumergirse en un mundo oscuro, donde siempre gritaba a media noche de miedo y en las mañanas despertaba con los ojos rojos por haber llorado inconscientemente, ¿Cuáles serían sus sueños?
[ ... ]
Un chico castaño estaba sentado, terminaba de arreglarse para dormir, observaba el cuarto... Un lugar limpio, con ventanas, luz... Observaba esos detalles que parecían insignificantes, pero para él... Alguien que siempre estuvo en lugares que le recordaban a una jaula, esos detalles eran más que perfectos para mantenerse tranquilo, casi tranquilo....
Me siento frente a la ventana antes de dormir, me siento seguro ahora que vivo con Suga sin embargo, tengo miedo de ir a la cama, cerrar los ojos y volver a tener pesadillas. Solo recuerdo como mis huesos y sangre caían... Sobre pienso las cosas, pero así es como he vivido, espero poder dormir y no tener pesadillas... ¡Pobre de la persona con la que duermo! Que Dios se apiade de él que tendrá que soportar mis gritos...
—Por favor, que está noche no haya pesadillas...—murmuró para sí mismo—.
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