El niño pelirrojo de ojos blancos corria con todas sus fuerzas, mientras sentía una ligera punzada al escuchar los gritos de la pelimorada, quería volver por ella, claro que quería, pero el no podría hacer nada, por el contrario, podría incluso ponerla en un estado más vulnerable, fue cuestión de unos minutos para que se detuviera entrando a otro edificio, dejándose caer abrazándose a la mochila de la chica.

—Yo... Que dijo que hiciera...? -cuestionó en voz baja mientras temblaba con levedad- se la llevaron por mi culpa, y si le hacen algo? Yo no quería... -comenzando a sentir ganas de llorar se abrazó un poco más a la mochila, presionando algo por accidente que lo hizo exaltarse.

Se escuchaba simplemente como una transmisión de radio fallida, pero para aquel niño, era algo totalmente desconocido, por lo que abrió con cuidado la mochila para ver aquel "peculiar aparato".

—Que...? -cuestionó en voz baja cuando de repente sintió su cuerno comenzar a brillar un poco, dejando ver al frente a un hombre.

—Hola pequeño, mira, eso es un comunicador... Si quieres usarlo solo debes presionar esos botones de al lado y decir algo -mencionó con calma el hombre.

—Usted es agradable... Usualmente mi quirk no trae gente agradable... Disculpe pero... La señorita me dijo que hiciera algo de presionar un botón en la antena... Pero no sé que es una antena...

—La antena es esa cosita larga, debe ser ese botón -señalando- ten cuidado pequeño -mencionó desapareciendo.

—Gracias... -emitió por lo bajo soltando un suspiro para solo presionar aquel botón sin pensarlo demasiado, dejando en poco el transmisor a un lado para buscar entre la mochila viendo lo que había, topansode con un traste que contenía un bento, con cuidado decidió abrirlo para probarlo un poco- sabe... Sabe muy bien -soltó cerrando los ojos unos momentos para seguir comiendo de aquel traste- Kawaru-san... Solo... Solo espero que estés bien -murmuró abrazándose a la morchila en silencio mientras comenzaba a sentir sueño, poco a poco cerrando los ojos.

Fue entonces, cuando sus sueños, si es que así se le podían llamar, comenzaron, si con alguien podía tener algo en común, era con Mabel, porque si, al cerrar los ojos, no podían ver más que al fantasma de su pasado atromentandolos noche tras noche.

—Mi niño... No te preocupes, yo no dejaré que te pase nunca nada malo -habló su madre mientras lo cargaba, pese a tener 2 años en aquel entonces, su dulce voz jamás la podría olvidar.

Era una habitación del color del cielo, con algunos juguetes, a veces, aún se preguntaba cómo es que todo podía cambiar en un abrir y cerrar de ojos.

La escena se obscurecio, todo se veía negro mientras gritos de fondo se hacían presentes, podía escuchar a su madre a la lejania, gritando con desesperación un "no se lo lleven", seguido de un golpe en seco.

—El sujeto 689 no parece ser muy apto para los experimentos -el escenario había cambiado por completo, estando el niño en una especie de celda- pero finalmente a mostrado un quirk... -se escuchó la voz de un hombre.

—Que tipo de quirk es? Considerando su composición y ausencia se resistencia probablemente termine siendo desechable -dijo una mujer.

—Por lo visto, puede traer gente muerta con su cuerno, parece sacado de película de terror -mencionó.

—Permite ver a gente muerta? -cuestionó con incredulidad la mujer mientras anotaba algo- sabes... De hecho creo que le será muy útil a Kenji -dijo más bajo.

Todo lo que el niño podía hacer, era estar en silencio, rogando por dentro que no lo deshecharan, queriendo que todo fuera un mal sueño y estuviera en los brazos de su madre en esos momentos.

Nuevamente el escenario cambio con brusquedad, estando el niño de rodillas frente a una silla, dónde podía ver a un hombre de cabello morado escribiendo en su escritorio.

—Es el niño del que le hablamos, el puede traerlas ante usted señor Kenji, con el suero "semi limit"  puede ser más fácil ya que apenas a manifestado su quirk... -se escuchó a la mujer decir detrás del niño.

Los ojos blancos del pequeño pelirrojo, no tardaron en encontrarse con los carmesí de aquel hombre quien lo miraba fijamente desde su escritorio, gracias a que la habitación no era muy iluminada, no podía enfocar bien su rostro, hasta que aquel hombre encendió la lámpara de su escritorio.

Aquel hombre ante el, tenía el cabello ligeramente largo y de color morado, era ondulado este mismo, su rostro se veía ya con algunas arrugas por la edad, acompañadas por varias cicatrices en el rostro, incluso una quemadura, además de que sus dientes al abrir la boca era como ver el osico de un animal salvaje, podría decirse que los compararía con los de un perro o un lobo, si tuviera que resumirlo en una palabra, sin duda sería "intimidante" poco a poco este se puso de pie para acercarse, mientras que el niño sentía como se le erizaba la piel ante cada paso.

Iwao: me parece que... Tu y yo nos veremos muy seguido pequeño -mencionó con aquella voz escalofriante y grave, formando una sonrisa igual de siniestra en su rostro, permitiendo ver sus filosos dientes.

Escenas comenzaron a pasar rápidamente, entre golpes, maltrato, días sin comida e inyecciones.

Iwao: Yo sé que pronto encontraremos a nuestra niña, a progresado tanto Masumi... Mírala -hablaba frente al niño mostrando una imagen recortada del periódico acerca del evento deportivo de la UA- el mocoso de Enji la venció pero una vez que esté conmigo la formaré bien para que sea la mejor -decia con emoción- y mira, esta fue de hace poco promocionando la agencia del imbécil de Toshio, claro que necesita a nuestra hija para darle publicidad -mencionó sacando otro recorte- de hecho hace poco me enteré que estaría en una misión importante, ¿no es un orgullo?

El niño se sentía algo cansado, una vez más, como ya era costumbre, aquel hombre lo obligaba a traer ante el, la presencia de la que fue su esposa en vida, pero ya sabía de memoria, que eso solo significaba que el hombre se desquitaria con el.

Masumi: Porfavor ya deja de atormentarla, déjala vivir su vida en paz Iwao, te lo suplico, si aún queda una parte de ti, si es que aún queda algo de quién eras... Olvídate de ella -se escuchó desesperada- que se supone que harás cuando ella se niege a tu causa? Cuando te diga las verdades a tu cara?

Iwao: entonces la mataré... -dijo con toda la simpleza del mundo- porque entonces no sería nuestra hija amor... Nuestra hija no escogería un mal camino... Sabe lo que es correcto -sonriendo.

Masumi: no has hecho suficiente ya? -dijo en un sollozo.

Fue entonces cuando un fuerte golpe contra el niño se hizo presente causando que Masumi desapareciera de golpe, no tardó en sentir con fuerza las manos del hombre en su cuello.

Iwao: ella no es mi Masumi! Quiero ver a mi esposa real! Mi Masumi... Mi Masumi jamás me diría algo así.... Ella me apoyaría en todo! A qué se supone que estás jugando?! -le gritó apretando el agarre.

—Y-yo... p-porfavor... M-me duele... -dijo con dificultades el niño dejando caer un par de lágrimas por el dolor.

Iwao: ESO DEBISTE PENSAR ANTES DE MENTIRME! -le gritó a punto de volverlo a golpear.

Hikari: Mabel está en el hospital -mencionó entrando al lugar sin inmutarse ante la escena.

Iwao: Cuántas veces... Te eh dicho... QUE TOQUES ANTES DE ENTRAR?! -volteó soltando al niño para ver con las pupilas como de animal salvaje a Hikari.

Hikari: y yo te eh dicho que controles tu temperamento o vas a matar a tu única forma de conexión con Masumi -mencionó como si nada con unos papeles en las manos para dejarlos en el escritorio- parece que su misión fue un éxito, fue para rescatar a una niña pequeña de un lugar donde experimentaban en ella, sin duda unos mounstros no crees? -dijo con ironía- no fue nada grave, pero debe estar en observación unos días por un asunto con su quirk... Y parce que está vez no necesitamos hacerla sentir abandonada -rascandose la nuca- a sus amigos no les informaron, All Might es tan inútil como siempre en la ecuación, está con Midoriya Izuku, oh, y Toshio no quiere ir a verla, la está evitando

Iwao: -suspira rendido levantándose para acercarse al escritorio- bien, revisaré bien el informe, llévate al mocoso de aquí -ordenó- y nada de comida... Es un bastardo que se cree muy listo -pronuncio con odio.

La escena cambio drásticamente a la celda, estando sentado de nuevo en el piso, silenciosamente tratando de descifrar que es el error que había cometido para terminar allí, quizas era el mero hecho de nacer, en su mente así lo era, siquiera sentía que su cuello sangraba con levedad de las marcas que le había hecho Iwao con las uñas, pero sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando el castaño de hace unos momentos entro en la habitación, incandose a su lado para simplemente comenzar a poner vendajes en su cuello.

Hikari: será mejor que comas rápido, o las ratas lo robaran -advirtio dejando un bolillo frente al niño, el cual rápidamente lo tomó comenzando a devorarlo- si no le sirvieras tanto... Estarías muerto, se agradecido con tu quirk -declaró apartándose para quedarse sentado contra la pared.

—Porque me ayudas...? -cuestionó el niño mientras comía de aquel pan.

Hikari: si mueres, Iwao comenzará a joderme a mi, al menos lo mantienes entretenido un rato -dijo con simpleza.

—A mi... Mabel algún día me rescatará? Algún héroe? -cuestionó sin importarle la respuesta tan egoísta que le dió antes.

Hikari: Lo dudo... Sabes? A esa niña que salvaron, solo supieron de su existencia porque se toparon con ella en un intento de escape de la niña -mencionó viendo a la pared en calma- pero para que tú escapes tendrías que hayar una manera de dejar tu celda o uno de los entrenamientos, encontrar la salida sur que no está vigilada por alguna razón personal de Iwao y correr mucho, además de rezar para que algún héroe se topara en tu camino... Ridículo no?

—Si... Ridículo -mencionó el niño más bajo, pero, no era imposible, y el lo sabía.

Unas escenas rápidas sucedieron, el niño tratando de escapar y siendo atrapado, los castigos empeorando, pero por alguna razón, la esperanza se mantenía, mientras que ese castaño frecuentaba más la celda.

Hikari: hay un caos afuera, me sorprende que no destruyeran este lugar... Ahora casi no hay gente, si los héroes encuentran a alguien lo mandan a sus refugios -comentaba comiendo.

— Eso significa que si escapara... Probablemente me encontrarían no es así? -algo emocionado.

Hikari: si, pero es ridículo o no? -viéndolo de reojo comió un poco más- el rastreador puede ser conflictivo... Tendrías que encontrarte con alguien como Kawarugirl o Erementaruherō, si no... Puede que mueras -relajado.

— Mabel es Kawarugirl no es así? Eso le dijiste en tu reporte al señor Kenji...

Hikari: que escuchador me saliste eh -burlon- si... Es ella... La que tanto busca Iwao... Hace poco volvió de Australia, quien sabe si este en servicio

La imagen cambio rápidamente al niño corriendo tan rápido como podía, siendo perseguido.

"NIÑO! NIÑO!" se escuchaba a lo lejos mientras todo se volvía borroso, las voces se distorsionaban, hasta que.... despertó.

Toshio: NIÑO! -tomandolo de los hombros- dónde... Dónde esta Mabel? -preguntó jadeando cansado.