La lavadora se desencajó de su rincón y empezó a seguirme por la casa tratando de atraparme, las puertas se abrían y cerraban de par en par, esquivé a la lavadora en el balcón cuando ya casi me atrapaba en su frenética carrera, pero en este lance la casa enloqueció: La escoba y la fregona apuntaban en mi dirección, la nevera se abrió estrepitosamente y comenzó a arrojar los alimentos en todas direcciones a modo de proyectiles teledirigidos y los platos empezaron a estrellarse contra el suelo.
La lavadora se descuidó de mi por un momento e intenté abrir la puerta de la escalera para huir, pero la llave se resistía y giraba a toda velocidad hacia el cierre. Los libros salieron disparados de la librería buscándome como objetivo, la enciclopedia impactó en mi y me tumbó, me rehice rápidamente para evitar más golpes y me asomé al balcón tratando de pedir auxilio, pero mi voz se ahogaba entre los árboles y la frontera de mi casa y nadie pudo advertir mi demanda de auxilio.
A todo esto la lavadora volvió a perseguirme por la casa y en uno de sus envistes la regateé y se estrelló contra los barrotes de balcón, la lavadora había dejado de ser un problema, pero la escoba y la fregona seguían apuntándome como proyectiles intentando alcanzarme, traté de salir al balcón de nuevo para pedir auxilio. En esto me vi en el suelo al lado de mi cama, había caído de la cama y tarde unos instantes en percatarme que había sido una pesadilla.