Los personajes de Boku no Hero Academia no me pertenecen, solo el amor que les tengo.

Esta historia contiene lemon, están advertidos.

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Tras cerrar la puerta detrás de sí, Todoroki entra al departamento que comparte con su pareja.

—Estoy en casa —dice en voz lo suficiente alta para que lo escuche su compañero; pero sin llegar a gritar.

—Bienvenido —escucha que le responden; sin la usual alegría en la voz de la que estaba acostumbrado desde la sala.

Preocupado, se dirige hacia la habitación para encontrarse a Inasa cabizbajo en el sillón. Le despierta una cierta extrañeza que estuviera usando un traje, pero decide no mencionarlo. Tal vez era algo que solía usar cuando le iba mal en el trabajo para subir su humor o simplemente se lo puso porque se le antojaba. Después de todo desde hace poco comparten vivienda y no conoce del todo sus costumbres. Tampoco creía que las marcas puestas en el calendario tuvieran algo que ver.

— ¿Te encuentras bien? —pregunta adentrándose en la habitación.

—Si, no te preocupes —responde al tiempo que levanta la mirada. Esta era sin duda triste; como también la sonrisa que intentaba darle para despreocuparlo.

— ¿Recibiste mi mensaje? En el camino de vuelta me encontré a Midoriya y a Iida, me invitaron a cenar para ponernos al corriente —dice mientras se va acercando hasta el contrario. Cuándo finalmente llega a su altura, decide sentarse sobre sus rodillas como tanto sabe que le gusta. Sigue hablando:— ya que no habíamos arreglado nada, acepte —Inasa afirma con la cabeza y besa sus labios. Todoroki comienza a sentirse angustiado, pero no llegaba a entender la razón— ¿Sucede algo cariño?

— Hoy era nuestro aniversario. Del día que empezamos a salir. —finalmente dice con una mirada triste que se pierde en los ojos heterocromaticos— pero no importa. —finaliza con una sonrisa, aquellas tan resplandeciente de las suyas; para poder tranquilizarlo.

— ¿Para ti era importante? —las fechas que eran para celebrar algo solía olvidarlas o no tomarle importancia; mientras que su pareja recuerda los cumpleaños de cada persona que hubiera conocido, hasta aquellos que solamente vio unas contadas veces. Todoroki observa como Inasa afirma con la cabeza apenado, y recuerda la bella salida que habían tenido para esa ocasión el año anterior.

Comienza a sentirse culpable, lo último que estaba buscando era hacer sentir triste a la persona que ama. Pasa sus piernas alrededor de Inasa y lo abraza, este corresponde el abrazo y apoya su cabeza en su pecho, inspirando con fuerza para drogarse en su aroma.

—Lo lamento —susurra, Inasa afirma más el abrazo.

—No te preocupes.

Todoroki se separa del abrazo y toma el rostro de su pareja. Comienza a llenarlo de besos acompañados de disculpas. Inasa sonríe en respuesta dejándose hacer, después del quinto beso que llegó a su mejilla, toma el rostro de su hermoso novio y une ambos labios; queriendo dar a entender que ya lo había perdonado. Aunque a sabiendas de su humor, ni siquiera se había llegado a enojar porque sabía que no lo había olvidado adrede.

Disfrutan la unión de labios que se sienten tan perfecto y natural contra el otro, Inasa acaricia la mejilla de Todoroki en un suave masaje hasta llegar a la quemadura, que sólo a alguien de belleza tan impoluta como quien tiene sentado a sus rodillas podría adornarle. Todoroki esta bien con el suave toque de labios, pero desea más. Empieza a abrir delicadamente la boca que su pareja no espera para invadir. Con la mano que no acaricia la cicatriz la dirige hacia la espalda y desde ahí hasta la espalda baja. Apretando el trasero a medida que el beso se intensifica.

Todoroki se separa por un instante del beso para quitarse su molesta camisa, como también ayudar a Inasa a que hiciera lo mismo con sus prendas de arriba. Tras un problema de botones el más alto pierde la paciencia y destruye el caro trozo de tela para volver a atraer los labios contrarios sobre los suyos. Todoroki lidera la dirección del beso, tomando entre sus manos el rostro de su pareja y con este derritiendose mientras lo abraza contra su cuerpo, de una forma temerosa; haciéndole saber que lo tiene prisionero y no quiere ser rescatado.
Inasa va bajando la mano que acariciaba la cicatriz, acariciando toda la piel expuesta en su recorrido; hasta situarla en su espalda. Empuja, acercandola. Mientras con su otra mano pasa a los niveles del pantalón. Tocando lo que no puede ver, pero si está ansioso de sentir. En ningún momento deja de ser cautivo del beso, ya que sabe por experiencia que Todoroki es muy bueno en darlos. Siente como su lengua comienza a tener el frio que a su cuerpo le estaba haciendo falta, no tiene ninguna duda que la boca de Todoroki es una maravilla pérdida que no desea que nadie además que él conozca.

Sujeta con firmeza una de las nalgas de Todoroki mientras observa como el mismo muerde su labio, separándose unos centímetros para que pudiera verlo a los ojos. Aquellos que podrían llevarlo a la perdición si se lo proponían. Cuando iban a unirse nuevamente en el beso, oyeron el timbre y Todoroki sin importar la situación en la que se encontraban, se separa del beso y sillón para acercarse a responder el portón eléctrico.

Inasa no se preocupa por la interrupción, y se sienta de una forma más cómoda en el sillón. Se escucha la voz de Shoto hablando y en minutos un golpe en la puerta del departamento. Todoroki abre sin importar su falta de ropa superior, ni las marcas que pueda tener en su cuerpo. Tras la puerta se encontraba un mensajero con un ramo de rosas rojas en un brazo y en el otro de rosas blancas. El héroe sonríe al verlas y se gira para ver a Inasa.

—Gracias —su pareja solamente le sonríe de vuelta y tapa la risa que se estaba comenzando a deslumbrar al ver que el mensajero comienza a entender la situación que había interrumpido.

Shoto firma los papeles ante una mano temblorosa del empleado y cierra la puerta sin esperar que el otro se vaya, ya con los ramos en su posesión.

—Son hermosas —dice Todoroki, buscando con la mirada algún jarrón para ponerlas. Inasa se acerca a su lado y se las quita de las manos para dejarlas en la primer superficie que encuentra.

— ¿Y si le buscamos lugar después? —dice desabrochando los pantalones del otro, Todoroki sonríe y hace lo propio con los pantalones del más alto.

Ya sin pantalones y solamente en calzoncillos, ambos se dirigen a la habitación que comparten. Todoroki mas adelantado, ya que Inasa decide desprenderse de la última prenda antes de entrar a la habitación. El mitad albino rodea la cama y se acerca hasta la mesa de luz que se encuentra del lado de la cama de su pareja, sacando un pote de lubricante del primer cajón. Se lo queda observando por unos instantes en los que Yoarashi no puede hacer más que observar su espalda. Finalmente se gira. Su novio abre los ojos en par en par y grita cayendo al suelo de rodillas, mirando con una tristeza terrible el pote vacío. El rostro de Shoto es adornado por una insignificante sonrisa —que para el contrario lo vale todo— y rodea la cama acariciando sutilmente la piel de su novio cuándo pasa a su lado; hasta llegar hasta la otra mesa, la de su lado de la cama.
—Por suerte recordé comprar — dice cerrando el cajón y subiéndose a la cama.
Inasa, con su rabo imaginario moviéndose detrás suyo, salta sobre la cama situándose sobre Todoroki. Yoarashi está sobre las piernas de su pareja, con su miembro al desnudo chocando contra los calzoncillos del hombre más bello que haya visto. Sus brazos están a ambos lados de la cabeza dividida en dos colores y observa como su sombra oculta por completo al contrario; tentado a correrse, para que no sea opacado por completo la perfección de los ojos que lo miran. Todoroki actúa antes de que piense más. Lleva su mano hasta la que esta puesta a su derecha y empieza a recorrer el fuerte brazo que en las noches lo abriga. Sube hasta el hombro y su otra mano se une al juego viajando hasta el estómago, hacía arriba. Llega a los fuertes pectorales y acompaña a su amiga en el hombro contrario. Todoroki estaba fascinado por el cuerpo de su amante. La fuerza de sus músculos, la estética de sus brazos y el temblor que le hacían sentir al abrazarlo o cuándo el mismo lo hacía, como si su novio fuerza un oso de peluche gigante que le gustara abrazar en las noches de tormenta. Sigue subiendo con ambas manos por su cuello, acariciando la nuez de Adán y situándose en ambas mejillas.
—Bésame —dice, Inasa no tarda en cumplir la orden.
Apoyando el antebrazo en el colchón para acercarse, es él quien esta vez toma posesión del beso. Separándose cada tanto para alimentarse se los suspiros de su amado. Apoya todo su peso sobre su pareja, refregando su desesperada entrepierna contra la suave ropa interior, que va copiando la apariencia contraria. Estirandoce, comenzando a notar urgencia. Todoroki muda sus manos del rostro, hasta las nalgas y caderas. Acercando más hacia sí su cuerpo, acelerando el movimiento de choque entre sus miembros. Dejando suspiros ahogados entre ambos con cada roce.
Inasa se siente insatisfecho, necesitaba disfrutarlo por completo. Tras hacer un movimiento de piernas y levantando la cintura de su pareja, hace que este rodee sus caderas con sus piernas; y en medio del inagotable beso, aventura su mano debajo del calzoncillo de su novio. Acaricia suavemente las nalgas mientras busca el punto de encuentro entre sus cuerpos, lo aprieta contra si mientras dejan el beso a la mitad para que el contrario le pase el lubricante y se saque rapidamente la molesta tela que los separa.
Nuevamente sus lenguas se dan las buenas noches y su mano se baña exagerandamente de la sustancia del pote. Lleva un dedo y empieza a acariciar alrededor de la entrada, dudosa de aventurarse a jugar. Todoroki refriega su miembro contra el suyo dando su aprobación. El dedo, aceptando la bienvenida se abre paso. El beso se termina con el paso del segundo dedo. Todoroki lo abraza contra sí, dejando suspiros entrecortados en sus oídos que no provocan más que los dedos se vayan abriendo paso con más rapidez; sumando otros dos compañeros para jugar. Todoroki librera un suspiro más largo mientras sus piernas dudan de sus movimientos y sus caderas se alzan al ritmo de Inasa, que va dando besos en el cuello de su pareja y una mordida cuándo aleja la mano y finalmente lo penetra. A pesar de haber estado con cuatro dedos, no son comparables al tamaño de su pareja. Que lo hacen enloquecer y reprimir gritos con cada fuerte estocada que lo testabiliza, lo sucumbe, lo hace perderse en el cuerpo fuerte sobre sí. Inasa aleja por un instante sus cuerpos, pero manteniendo su unión, y gira a Todoroki como si de una muñeca se tratará. Dejándolo boca abajo; para seguir con aún más fuerza que antes. Todoroki se agarra con fuerza de un almohadon y lo abraza. Levantando las caderas, sintiendo como la mano que no apreta su cuerpo se dirige hacia su pene; masturbando con brusquedad mientras su interior no para de ser atacado repetidamente. Llenandolo, llevándolo en sensaciones de las que no quería volver.
Inasa sigue golpeando diferentes puntos dentro suyo y quedándose en el especial que Todoroki le ayuda a encontrar. De inclina y besa la espalda de su amante, susurra palabras románticas. Juramentos de amor, halagos a cada sentido de su persona. Que lo ama, que lo ama y que lo ama. Mientras vuelve una y otra vez a unir sus cuerpos.
—Shoto —finalmente dice algo diferente tanto por su bajo tono como temblorosa voz. Todoroki con esfuerzo se levanta de su posición para estar a la altura de su pareja, que se había levantado de su anterior posición inclinada. Nota que cada vez va haciendo las estocadas menos frenéticas.
— ¿Que? —responde. Pasando la mano tras su cabeza, sintiendo un pequeño beso en su nuca.
—Me vengo. —suelta con dificultad, besando sobre sus finos cabellos— Nos olvidamos del condón —detiene sus movimientos, y aprieta el cuerpo de Todoroki contra sí. Con una mirada desesperada de lujuria — ¿Quieres que termine fuera? —por su mirada era más que obvio que él no, pero sabía que eso luego generaría incomodidad en su pareja.
Todoroki lo observa y se separa de su unión dejándo al otro con una expresión destruida. Se acuesta boca arriba y se sujeta de los barrotes de la cama. Inasa sonríe al momento que sus miradas se encuentran.
—Supongo que te lo debo por haber olvidado la fecha —tras la última palabra Inasa vuelve a penetrarlo, estira la pierna de Todoroki sobre el cuerpo contrario y nota como este lo acompaña con los movimientos. Se sumerge más y más en su eterna adicción con repetidos movimientos. Acaricia el pene de Todoroki hasta ver su sustancia bañando su mano al tiempo que su gemido enloquece sus oídos.  Finalmente lo atrae por el cuello,
acercandolo, para un beso que los acompañe en los últimos movimientos.
Inasa finalmente termina y se acuesta junto a su pareja que acomodaba la almohada, que antes apretaba, debajo de su cabeza. Yoarashi acomoda su cabeza sobre el pecho contrario y lo abraza, cayendo lentamente en el sueño junto a la respiración de su amado. Mientras tanto Todoroki observa el techo, acaricia la cabeza de su pareja; disfrutando los pequeños pinches que son su corto cabello. Amoldando su respiración a la tranquila que siente sobre sí, que constantemente llena sus días de alegría y amor puro.
Tras un par de movimientos rebuscados para no despertar a quien dormía encima suyo, llega a dar con una cobija para cubrir a ambos. Deja un beso en la nunca de a quien le propondría matrimonio en unos días, obligándose a recordar esa fecha.

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Es interesante, porque esto no es para nada lo que tenia planeado XD 

Estuve todo el día intentado escribir alguna de las historias que tenia pausadas y esto comenzó como un simple y adorable drabble para practicar la escritura y ponerme en ambiente.

No soy de escribir lemon y no pense que el primer InaTodo que escribiría seria uno XD pero bueno, amo la pareja, así que me alegra publicar cualquier cosa de ellos que tienen tan poco material.

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Lo anduve editando bastante. Debe seguir teniendo errores (soy un asco, lo sé) pero por lo menos no tan notorios como antes. Además que agregué otra cosita al final ❤