Sad Bandit, por Ai:

En el reino de Clash Royale, la Bandida, conocida por su valentía y destreza en la batalla, llevaba consigo un secreto doloroso que ocultaba detrás de su fachada intrépida. En las noches silenciosas, cuando el campo de batalla estaba en reposo y las estrellas brillaban en el cielo, la Bandida se retiraba a la soledad de su campamento.

En una de esas noches, mientras el viento susurraba entre los árboles y la luna se alzaba en su esplendor, la Bandida se encontró en su campamento, perdida en sus pensamientos. En su mano sostenía un viejo medallón desgastado, un tesoro que había mantenido oculto durante años. Era el único recuerdo que le quedaba de su familia, que había sido arrebatada por un ataque sorpresa cuando era solo una niña.

Las lágrimas se acumularon en los ojos de la Bandida mientras acariciaba el medallón, recordando las sonrisas cálidas y las risas alegres de sus padres. Habían sido valientes defensores de su aldea, pero habían perdido la vida en un intento desesperado de protegerla a ella y a su hogar. La Bandida se culpaba a sí misma por no haber estado allí para defenderlos.

A medida que las lágrimas caían, la Bandida miró las estrellas y susurró palabras de amor y arrepentimiento hacia el cielo. Anhelaba la oportunidad de decirles cuánto los amaba y cuánto los extrañaba. Cerró los ojos con fuerza, deseando que pudiera tener un último abrazo y una última conversación con ellos.

A lo largo de los años, la Bandida había aprendido a canalizar su dolor en su destreza en la batalla. Se convirtió en una luchadora formidable, una fuerza a tener en cuenta en el campo de batalla de Clash Royale. Sin embargo, su corazón seguía cargando el peso de su pérdida, y las noches solitarias eran un recordatorio constante de la ausencia de sus padres.

En un enfrentamiento particularmente intenso en el campo de batalla, la Bandida se encontró luchando junto a aliados inesperados. A medida que sus movimientos se sincronizaban con los de sus compañeros, la Bandida sintió una chispa de conexión y camaradería que había estado buscando en vano.

Después de la batalla, mientras el campo de batalla se calmaba y los compañeros celebraban la victoria, uno de ellos se acercó a la Bandida. Era un guerrero con cicatrices de batalla y una mirada de comprensión en sus ojos. Compartió su propia historia de pérdida y superación, revelando cómo había encontrado la fuerza para seguir adelante.

La Bandida escuchó con atención, sintiendo una conexión profunda con las palabras del guerrero. Por primera vez en mucho tiempo, compartió su propia historia, hablando de su infancia y la trágica pérdida de sus padres. A medida que hablaba, sintió cómo la carga en su corazón se aligeraba, como si finalmente estuviera liberando el dolor que había llevado consigo durante tanto tiempo.

El guerrero extendió una mano en un gesto de solidaridad, y la Bandida la aceptó con gratitud. En ese momento, se dio cuenta de que no estaba sola en su dolor y que había encontrado un nuevo sentido de pertenencia y conexión en el reino de Clash Royale. Con un nuevo sentido de propósito, la Bandida se unió a sus compañeros en la lucha por la justicia y la paz, sabiendo que su pasado la había preparado para enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en su camino.