Mi vida era tan vacía, sin sentido, sin motivos, sin sueños, sin metas, sin color.

Todo era tan monótono para mí, hacia lo que todos hacían, estudiar, trabajar, ir a fiestas, tener tanto la ropa como el teléfono de moda, escuchar al cantante del momento, pero aun así nada me llenaba.

Mis compañeros de clase en ocasiones me molestaban porque decían que era una persona muy retraída, extraña, oscura o por el simple hecho de no tener pareja. Pero para mí todo era tan inútil, las parejas, los amigos, todo era algo inútil en mi vida. . . hasta que te conocí. Parecía claro, q todo es más fácil contigo pues tú eres mi luz. Desde que te vi mi vida cambio por completo, amo cada cosa de ti, tu baja estatura, era perfecta para caber en mis brazos, tus manos pequeñas y suaves contrastaban con las mías grandes y ásperas, tu piel tan suave y clara como porcelana, tu sedoso y brillante cabello, tus ojos destellaban como estrellas al verme, pero sobre todo tu preciosa sonrisa, esa que me dabas a mí y solo a mí.

Que fuera de mí si yo no te tuviera aquí, para confrontar la vida cada día y así poder existir. No quiero llevar una vida de falsedad que no me llena porque contigo todo va muy bien, no quiero ni pensar que fuera de mí si mi corazón no fuera para ti, así como el tuyo era mío.

Sabía todo de ti, lo que te gustaba y lo que no, lo que te aterraba, lo sabía todo de ti; como te gustaba el chocolate pero no el amargo, que detestas el color rosa, que te aterran las películas de terror, que te comer pero odias cocinar, que adoras leer libros, que adoras a los perros pero desde que tuviste un gato los prefieres a ellos, que odias el café solo, tienes alergia al maní, pero sobre todo se lo más importante . . . las rosas, amas las rosas de todos los colores, rojas, blancas, amarillas, azules, negras, amas tanto las rosas que querías un jardín lleno de ellas y yo te amo tanto que decidí crear un jardín de rosas solo para ti, un enorme jardín de rosas solo para hacerte feliz.

Pero no todo era color de rosas, había una persona que robaba tu atención, una persona que te apartaba de mí, una persona que te hacía reír y te estaba enamorando, lo veía en tu mirada.

Mi situación no era fácil, pero clame y llegaste a mí, te logre recuperar, tenía tu atención, tus ojos solo me veían a mí, tu voz solo decía mi nombre, tu sonrisa solo sería mía, tu solo me pertenecerías a mí en cuerpo y alma.

Como el color de rosas, era la preciosa sangre que corrió por el calvario de tu cuerpo al darme la solución.

Ha pasado ya tanto tiempo de esa vez, cada vez que venía a verte recordaba nuestra historia, todo lo que pasamos para llegar a estar juntos en este enorme jardín de rosas donde mi corazón es para ti, donde en medio de este enorme jardín, justo en todo el centro en un hermoso ataúd de cristal, estaba la más hermosa de todas las rosas. . . tu.