Indeleble, 
aquello que no puede ser borrado ni olvidado.

He tratado todo este tiempo de poder sacarte de mi mente, 
pero parece que eres indeleble.

Cuando pienso que realmente ya te he superado, 
apareces sigilosamente y te quedas por ahí dando vueltas.

Como aquellas canciones pegadizas que ni queriendo te puedes sacar de la cabeza.

Así es, eres indeleble.

¿Quién diría que un pequeño instante podría cambiarlo todo? 
¿Quién diría que un pequeño detalle sería el detonante de un sinfín de desvelos?

¡Oh Musa Malechora!

Qué insensible eres al meterte en mis sueños y atormentarme mientras estoy despierto.

Diría que eres como un huracán, pero por lo menos ellos arrasan todo a su paso sin dejar vida alguna y dejando solo destrozo.

Tú, en cambio, pasas desordenando todo pero plantando vida en todo lo que tocas, dejando sensaciones e ilusiones.

Eres como la primavera, que hace que todo florezca. 
Eres como la primavera, cálida y fresca al mismo tiempo.

Aunque luego de que te vas, cual primavera, dejas paso al despiadado verano que te deja en llamas y en sequía, suplicando un poco de agua del cielo para calmar el sufrimiento.

Dejando huellas y cicatrices imborrables.

Porque sí, eres indeleble en mi corazón.