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The Weight of the Sword

Planeta Alejado, sistema estelar controlado por los Noxs, 38 años antes de los eventos de la tercera parte de Galaxy RT

En una base de repostaje, dos de ellos, dos Noxs disparaban a una figura encapuchada mientras esta, con una espada Katana de considerable tamaño reflectaba las balas a los lados o simplemente las cortaba, los Noxs no retrocedían, se acercaban.

-¡Ven aquí niña bonita, veamos si tu habladuría es solo eso!- Le dicen, la figura pareció transportarse y dejó un espejismo de ella detrás, los Noxs no tardaron mucho en darse cuenta pero para ese entonces ya era algo tarde y la aparente chica ya estaba detrás de ellos. Alzando su espada se la clavó a uno de ellos en el hombro, logrando romper la parte delgada de la armadura, con un rápido movimiento le pateó detrás de la rodilla y lo hizo caer, en ese momento le cortó la cabeza y esta se separó del casco y máscara, revelando la cara del Nox que rodó un metro.

El otro Nox movió su arma para dispararle a la cabeza pero ella se teletransportó de nuevo detrás del Nox, pero este ya esperándolo lanza una patada hacia atrás y le atinó en la quijada, quitándole la capucha y revelar una adolescente de unos quince años, con piel morena y cabella largo negro en afro, pero amarrado a una cola para poder revelarle el rostro, sus ojos amarillos brillando ligeramente mientras su cara se ponía de mal humor.

-Chanakiana rastrera, debía saberlo- El Nox dice mientras ella se levanta rápidamente, apuntándole con su espada -Si tanto quieres una pelea te daré la pelea de tu vida, ya que acabará con ella- El Nox dice mientras suelta todas sus armas de fuego y granadas, posicionándose a sí mismo en pose de combate tradicional Nox, una garra arriba perpendicular frente a su rostro y una vertical frente a su abdomen, con las piernas listas para moverse rápidamente –Lástima, eras el mejor avance del proyecto del Gas Eucloriano hasta la fecha, y en vez de unirte a un propósito mayor a la vida misma, simplemente huiste cobardemente y te uniste a ese insecto de Sobroo, la Materia Negra no perdona acciones como esa, niñita-

-La Materia Negra me sabe a mierda, ahora solo quiero matarlos a todos ustedes y encontrar a Zakfu, así que dime done está y tu muerte será rápida, y eso es más de la misericordia que estoy dispuesta a darte- Ella dice mientras toma su espada en una mano, la libre, mientras la otra con una cubierta de mano roja de bordes dorados se posicionaba delante. La chica se quitó la capucha para revelar que traía un tank-top negro sobre sus pantalones grises ligeramente abombados –Dime ¿Cuánto miedo le tiene Zakfu a los Chanakianos que se esconde de una niña?-

-Existe una diferencia entre miedo, cobardía, y ser inteligente... Aparte ¿De verdad cree que tú, una simple niñita con la cara dulce como tú, le cause una pizca de preocupación a Lord Zakfu? Eres solo una inconveniencia, una piedrita en el zapato, aparte que trajiste más beneficios que desventajas, un paso más cerca a crear humanos de nuestra causa, perfectos, y bueno, su hijo Wakfu ha propuesto nuevos diseños para armas y son mil veces más efectivas que las que usaron para matar a toda tu villa de pelos verdes- El Nox dice, ganándose de forma inmediata un gruñido casi animalesco de la Chanakiana que hizo que sus ojos brillaran rojos y con lo blanco de su ojos ahora negro por momentos, sus genes Euclorianos actuando por la rabia -¿Lo ves? No puedes ni negarlo, el Imperio Nox te ha hecho lo que eres hoy, un monstruo no muy diferente de nosotros, una máquina de matar, sin sentimientos verdaderos-

-¡Cállate!- Ella estalló y se lanzó sobre el Nox, rápidamente moviendo su espada hacia abajo y que el enemigo tuviera que bloquear con una de sus garras, su longitud demostraba que este Nox era un comandante, ya que cada una media medio metro y un poco más.

Ambos empezaron un aguerrido combate donde por el momento el Nox estaba a la defensiva, moviendo cada una de sus garras de arriba, abajo o a los costados, Ikaku intentaba penetrar la defensa con un punto abierto pero el Nox no dejaba ventanas despejadas.

En unos ataques luego el Nox movió la espada al costado con su garra izquierda, la hoja le pasó un centímetro del rostro y este aprovechó para apuntar su enorme extremidad y empujarla hacia delante en dirección a la cabeza de la Chanakiana, esta apenas pudo respirar y se teletransportó de nuevo para evitar ser atravesada, saliendo detrás a unos metros y respirando pesadamente mientras el Nox se botaba las tripas de la risa.

-Patético, ¡Es demasiado!- El Nox dijo antes de lanzarse de nuevo al ataque, ahora él estaba a la ofensiva mientras movía sus garras a todos lados de forma agresiva, Ikaku apenas tenía tiempo de esquivar o bloquear, el Nox se seguía riendo mientras dio una vuelta delante, usando sus garras como punto de balance impulsó su cuerpo hacia delante y empezó a girar como si de una cierra se tratase , Ikaku se movió por debajo de el pero con un rápido movimiento este bajó su centro de gravedad y movió la garra por el suelo, creando chispas y dirigiéndose a los pies de la chica, afortunadamente esta simplemente saltó de nuevo y aterrizó con fuerza.

-¿Quieres que te diga las claves del estilo Nox de combate marcial?- El Nox le preguntó mientras le trató de aplicar una patada, ella solo se movió hacia abajo y a un costado antes de tratar de cortarle la pierna al Nox, este contestó por saltar y esquivar la espada por muy poco, este aterrizó a un lado y se pone en posición de nuevo –Agresividad, no dejes que el oponente tenga un respiro, déjale sin oportunidad de poder respirar al próximo ataque- Le dice y empieza a atacar con estocadas constantes a los que Ikaku les costaba más y más esquivar.

-Atracción, sucumbe ante la Materia Negra y ella te cantará la más dulce de las canciones, que te dará el poder para derrocar a tus enemigos ¡Sin, una, excepción!- El Nox alzó su pierna y la pateó en el estómago, haciendo que ella tosiera fuertemente mientras se sostenía el estómago.

-Y lo más importante, es poder, expresa poder, superioridad, que todos tiemblen ante tu presencia, algo más o menos ¡Así!- El Nox le pateó de nuevo pero en la cara, haciendo que ella se tambaleara hacia atrás –Esas son las claves para el estilo Nox, el que importa, el mejor, y el que te dará la última vista de tu inútil, desgraciada, y patética excusa por vida-

El Nox levantó su garra, listo para decapitar a Ikaku, y cuando bajó su brazo parecía que lo había logrado pero la Chanakiana se quitó del camino al último segundo con su teletransportación, el Nox bufó y volteó a mirarla.

-Todo eso por unos segundos más de tu corazón palpitando- Este dice antes de moverse hacia ella de nuevo, ella le mira antes de sonreír de forma confiada.

-Unos segundos me bastan- Ella dice mientras levanta su espada de nuevo en la misma posición de antes, con la otra mano reta al Nox y este se le lanza encima, ambos empiezan a chocar espada contra garra en un duelo aún más caliente que antes, ya no se sabía quién estaba a la defensiva o quién estaba a la ofensiva, las chispas volaban por todos lados y los pasos de ambos daban a ver que estaban en una danza muy organizada, una danza letal.

Pero en un movimiento la morena detuvo un ataque en X por parte de las garras del Nox y le abrió los brazos empujando hacia arriba con su espada, el Nox se tambaleó un poco hacia atrás, ella aprovechó y le pateó en el estómago.

-Agresividad- Ella le dice antes de bajar su espada y cortarle gran parte de la espalda, el Nox suelta un grito corto de dolor y Ikaku le planta una patada en el rostro, y antes de que caiga al suelo lo toma del hombro lo azota contra el suelo, haciendo que la tierra se agrietara por el impacto.

-Atracción- Ikaku dice y los ojos se le transforman en uno de un Bio-Humano de verdad, brillando en rojo y negro antes de teletransportarse alrededor del Nox y dejándolo rodeado de espejismos, de todos lados y todos los ángulos, el Nox se levantó y miró alrededor ahora confundido sin saber dónde estaba su rival.

Ikaku alzó su espada y le cortó en la espalda de nuevo, al voltear el Nox ya no estaba la chica, y de nuevo algo le cortó pero en el hombro, luego en el estómago, y en la pierna y así continuamente mientras las capas de su armadura se abrían lentamente. Cuando los espejismos fueron lentamente desapareciendo el Nox ya estaba muy malherido.

-Y poder- Ella dice antes de darle un golpe fortísimo al Nox, haciendo que saliera volando contra una nave Augus y casi abollándola, el engendro cae al suelo y se apoya de una mano y de sus rodillas al caer, Ikaku se acerca a él con sus ojos ya normales y se ríe –¿Pasé el examen?-

-Si, lo...- El Nox dice con la otra mano en su estómago mientras se trataba de levantar, Ikaku se acerca más y levanta su espada listo para decapitarle, ella sonríe con mucha confianza -... Casi lo pasas- El Nox dice.

Ikaku alza la ceja derecha y rápidamente baja su espada, pero sin previo aviso el Nox saca una pistola de su cinturón y le dispara en el estómago, Ikaku se detiene con una mirada de sorpresa y lentamente mira hacia abajo, mirando como la sangre le sale del agujero del tamaño de un durazno.

-Casi lo pasas pero- El Nox se levantó y le miró, mofándose mientras le apuntaba con la pistola Necron, nueva al armamento Nox ideado por Wakfu –Uno no debe revelarle todos los secretos a alguien, y te faltó el engaño, hacer creer que tu enemigo tiene la ventaja cuando en realidad tú la tienes- El Nox dice mientras se acerca.

Ikaku suelta su espada y se sostiene la herida antes de que el Nox le dispare de nuevo, ella grita y cae a una rodilla, el Nox lo hace de nuevo y ella aprieta los dientes con sangre saliendo entre ellos, el Nox se le acerca de nuevo y está justo sobre ella, riéndose mientras suelta la pistola ya sin municiones.

-Me darán una buena bienvenida por tu cabeza- Este dice y levanta ambas garras para terminar con el trabajo de una vez por todas, pero en su agonía Ikaku se mostró feliz, el Nox no pudo ni bajar las garras cuando dos hilos rojos le amarraron las manos y otro lo atravesó por el estómago -¡Hnng!-

-Engaño ¿Verdad?- Ella dice mientras se levanta, los tres disparos en su estómago expulsaban lo que parecían ser hilos de cristal escarlata, ella se levantó y tomó su espada antes de darse un corte en la palma de la mano, logrando que saliera una gran cantidad de sangre mientras los agujeros en su estómago se cerraron. La sangre de la palma salió dispara hacia el Nox y lo atravesó una y otra vez mientras los otros dos le dejaban las manos inmóviles, el Nox solo soltaba cortos gruñidos y bufos de dolor mientras la sangre le atravesaba el estómago. Ikaku se acercó a él y le quitó la máscara y casco para verlo a los ojos, el rostro igual al de sus creadores excepto que tenía boca –Ahora dime ¿Dónde está Zakfu?-

El Nox le miró y su sonrisa se hace grande.

-¿Crees que te lo diré?- Él dice mientras Ikaku solo se enoja más, metiendo la mano en el Nox y haciendo que su sangre se esparza por dentro de este.

-¿Dónde, está?- Ella pregunta más severa que antes mientras las piernas y brazos del Nox empiezan a ser atravesadas por agujas, desde dentro hacia afuera y haciendo que el Nox arquee la cabeza y espalda por el dolor.

-¡No, te lo voy... A decir!- Insiste, Ikaku ya pierde la paciencia y las agujas se van más y más adentro hacia el torso -¿¡Y sabes por qué?!-

-¿Por qué?- Ikaku pregunta con todo rastro de serenidad perdido de su rostro, el Nox se empieza a reír y le mira de nuevo.

-Porque yo soy fuerte... Nosotros somos fuertes, a diferencia de tu especie- Los ojos de Ikaku se llenaron de rabia -¡Ellos rogaron por su vida, porque son débiles, no aceptan la muerte con valentía!-

-¡Dime donde está!- Ikaku dice y las agujas, ahora considerablemente mayor en tamaño le llegan hasta el pecho al Nox.

-¡Jamás!- El Nox le dice y le acerca la cara -¡Y si muero por ello, que así sea!- Junta sus frentes y le sonríe de forma desquiciada -¡Vamos, te reto, Chanakiana maldita, tu madre de seguro está muerta y pudriéndose, luego de sufrir más de lo que te puedas imaginar, y la próxima serás tú, zorra!-

Ikaku ya pierde el control y con un grito desalmado hace que el Nox explote en mil pedazos, los trechos de piel metálica saliendo por todos lados y a cada ángulo antes de que empieza a llover sangre sobre Ikaku, su propio líquido vital tiñendo sus ropas de carmesí y haciendo que su pelo tintado de negro se empapara.

-¡GAAAAAAAAHHHHH!- Ikaku gritó hacia el cielo, desde la distancia se escuchó el eco e hizo que animales aéreos nativos del planeta salieran volando por el estremecimiento que el estruendoso bramido...

///

Luego de usar unas granadas para explotar la base de repostaje, Ikaku tomó su propia nave y voló por unos minutos sin rumbo, su rabia la cegaba por momentos y buscaba lo que sea para poder distraerse, y cuando encontró ese oasis en lo que era un planeta rocoso, la tentación de simplemente hundirse en el agua fue demasiada.

-Agua de manantial aquí voy- Ikaku se dijo antes de aterrizar cerca del oasis, mirando alrededor primero para ver si había señales de algún Nox u otro ente malévolo, o simplemente un mirón...

Al no encontrar a nadie o nada sintió un gran alivio, tomó su espada y se dirigió fuera de su transporte hacia el oasis, el ver el agua clara le dio un sentido de calma y se quitó los zapatos, sintiendo el suelo de piedra helado bajo sus pies le dio escalofríos pero siguió caminando, poniendo su calzado sobre una roca siguió con su camino hasta llegar al agua, puso un dedo dentro y encontró que estaba helada, y sorpresivamente a ella le encantaba el agua a temperaturas frías, aunque claro que una ducha caliente era algo a lo que ella no se negaba cuando se le ofrecía.

-Perfecto- Ella dice antes de empezar a desvestirse, las pocas plantas alrededor del oasis le brindaban aunque sea un poco de privacidad y le daban cubierto, y al quedar completamente careciente de ropa, se lanzó al agua de un chapuzón.

Al volver a la superficie se sopló el pelo fuera de la cara, aunque no bastó dado lo largo que lo tenía, así que se lo tuvo que quitar con ambas manos, ella se relajó y simplemente flotó en el agua helada con ambos ojos cerrados...

Estuvo así pos casi media hora, casi meditando en su estado de solitud y momentánea paz, esa siendo la palabra clave, momentánea... En sus pensamientos empezó a darse cuenta en el lío en el que probablemente se había metido.

Su mentor, maestro y fiel tutor era muy inteligente, demasiado para su propio gusto, y no tardaría nada en darse cuenta de que había entablado combate con Noxs de forma directa.

"No empezamos combate, lo evitamos a toda costa"

"La venganza solo te llevará a un camino de desolación, no te sentirás completa luego de cumplirla y perderás todo en el camino"

"Debes ser sabia sobre tu destino, Ikaku"

Ella se mordió el labio y abrió ambos ojos, mirando al cielo estrellado del planeta y suspirando profundamente, le molestaba lo que Gladios decía sobre la venganza ¿Acaso ella debía dejar ir a Zakfu sin ningún castigo?

Eso del karma era falso para ella, el castigo debía venir de uno mismo o nunca llegaría a aquellos que se la pasaban haciendo fechorías...

-Mensaje entrante- Dijo la voz de su nave, ella se puso las manos en la cara, ese debía ser él.

-Hablando del Rey de Vespa... Reproduce el mensaje- Ikaku dice en voz alta y la nave procesa el comando de voz, en unos segundos una voz calma pero seria se empieza a reproducir sobre los megáfonos de la nave.

-Ikaku, llevo buscándote por horas, tienes tu rastreador de emergencia apagado y cerraste tus comunicaciones, me preocupas y requiero verte en este mismo instante, por favor reúnete conmigo en Cyclops- Efectivamente, esa voz era de su maestro Gladios que le pedía con no aparente urgencia que se vieran pronto, Ikaku soltó un suspiro y empezó a golpear el agua por la rabia, luego de unos segundos salió del agua y sacudió su cabeza a de lado a lado para secarse el cabello, el cual se le esponjó de vuelta a su forma de afro, ella se hizo la cola de caballo de nuevo y tomó su ropa y espada, saltando dentro de la nave.

Rápidamente fijó su curso al planeta volcánico y oscuro de Cyclops, y la nave despegó a velocidades más allá que aquella de la luz.

//

Gladios esperaba de brazos cruzados el regreso de su alumna, su dedo dando golpecillos contra su brazo gracias a la preocupación, y estaba muy preocupado... Ikaku solía desaparecer así, lo hacía cada vez más a menudo y a veces duraba días enteros fuera del radar, Gladios quería hablarle al respecto y esperaba poder ayudarla, temiendo lo peor, claro estaba...

En el pie de una montaña rota a la mitad conectada por un mero puente de tablones de metal y cables de acero oxidados por los elementos y su edad, el sensei Sobroo de gran edad se había posicionado, su espada en su vaina cubierta por la manta el que siempre usaba en la cintura para cubrirla, el viento moviéndola un poco.

Luego de unos segundos pudo divisar entre las estrellas como un punto blanco se acercaba, pronto pudiéndose diferencias de los astros por su cercanía y forma. La nave de Ikaku aterrizó frente a la suya unos pocos segundos luego y esta soltó un "hisss" al soltar aire presurizado por su tren de aterrizaje.

Gladios se sintió aliviado, y si tuviera boca hubiera soltado un suspiro de alivio, observó como la compuerta se abría para revelar a su joven aprendiz saliendo de la nave.

-Ikaku, que alegría que estés bien- Gladios dice y se acerca, Ikaku le mira con un rostro de molestia, algo que Gladios no terminaba de entender -¿Dónde estabas?-

-Recargando combustible- Ella dice cortante mientras camina hacia él, Gladios le observa antes de rápidamente observar los costados de la nave, llenos de marcas de láser –Me atacaron unos piratas de camino aquí-

Gladios sintió como su alumna mentía, aparte que tenía una camisa larga puesta, y a Ikaku no le gustaba la ropa que no le dejase mostrar aunque sea un poco de piel... Sus pantalones estaban manchados de sangre, y no sangre de otros, su sangre.

Y luego vio su espada, tenía sangre en ella también, además de rastros plateados y negros... Se había enfrentado a un Nox, o a varios.

-No le mientas a tu maestro- Gladios le dice con un tono algo más severo, y el ceño de Ikaku se frunce más de lo que ya estaba.

-No lo hago- Ella le objeta. Pero en un rápido movimiento Gladios toma su espada y le levanta la camisa levemente a Ikaku, revelando las cicatrices con contorno negro que tenía en el estómago, la chanakiana empuja la espada lejos -¡¿Qué te pasa?!-

-Peleaste contra Noxs, eso pasa- Gladios dice mientras mueve su cabeza de lado a lado, decepcionado-Ikaku, escúchame...-

-¡No, tú escúchame a mí!- La Chanakiana dice tomando a Gladios desprevenido y logrando sorprenderlo, el Sobroo incluso tuvo que dar un paso atrás -¡Ya me harte de ti y tu prohibición contra la venganza y que mate Noxs, esos tipos no deberían ser ni considerados seres vivos!-

-Ellos son criaturas creadas para un propósito del que no tienen control, no es su culpa ser como son- Gladios dice manteniendo una actitud calma pese a la ira de su aprendiz.

-¡¿Qué mierda dices?! ¡Esos bastardos saben muy bien lo que hacen, sabían perfectamente que estaban haciendo cuando tomaron a mi familia, a mis amigos, a toda mi aldea y la metieron en calabozos mugrientos, para matarlos Gladios, matarlos!-

-La venganza que buscas no te llevará a ningún lado, y solo te causará sufrimiento, al igual que a otros que están y que no están involucrados-

-¡Pero es lo que mi familia querría!- Ikaku dice mientras sus ojos se ponen negros con rojo de nuevo, Gladios se pone una mano en el rostro, pero lo que Ikaku dijo casi lo hizo perder toda la paciencia que tenía.

-Si vas a insistir en que pare mi venganza contra los que asesinaron a mi familia... Entonces no eres mi maestro- Ella dice poniendo una mano en el mango de su espada, Gladios le mira a los ojos –Eres mi enemigo-

-¿Qué dices Ikaku?- Gladios dice mientras le mira, poniendo ambas manos al frente de el para tratar de apaciguar a su iracunda pupila... O al menos, él todavía la consideraba su pupila.

-Ya aprendí todo lo que debía de ti, no te necesito más- Ella dice mientras quita la cubierta de su espada y la lanza a un lado, rápidamente asumiendo la misma posición que había tenido contra el Nox –Pero... Como agradecimiento, supongo que te daré una muerte digna de lo que tratas de imitar-

-¡Ikaku escúchate, piensa en lo que haces!- Gladios dice, queriendo evitar el conflicto con todo lo que tenía.

Pero Ikaku ya había hecho una decisión y era terminal, ella miró a Gladios y apretó los dientes con todas sus fuerzas, reprimiendo recuerdos placenteros que vinieron a su mente... Ella dio un paso al frente y en un instante se movió frente a Gladios, dando un corte hacia abajo con su espada, el Sobroo observó antes de moverse a la derecha con poco esfuerzo.

Ikaku movió su espada a un lado y luego trató de atinarle una patada al Sobroo en el rostro, pero ambos ataques fueron ágilmente evadidos, de cierto modo eso hacía más furiosa a la chanakiana, pensaba que Gladios trataba de demostrar que él era superior, la realidad siendo completamente diferente.

Gladios volvió a esquivar a otro tajo y se dio cuenta de que Ikaku se teletransportaría pronto, así que cuando el cuerpo de ella se volvió espejismo él se dio la vuelta listo para evitar otro corte, pero nada vino, sino que a la distancia la chica estaba preparando su próximo ataque.

Ikaku tomó su espada con ambas manos y esta se iluminó de una energía verde, ella grita y mueve su espada hacia abajo. De la espada sale una onda verde que se dirige hacia Gladios y dejando un rastro quemado detrás, el Sobroo apenas y le da tiempo de hacerse a un lado y al final la onda impacta contra la nave de Ikaku, haciéndola explotar.

Ikaku maldijo por destruir su transporte, pero más por no atinarle al Sobroo.

-¡Ikaku, detente por favor!- Gladios le imploró mientras ella saltaba hacia arriba para bajar y tratar de cortarle de nuevo, fallando.

-¡Cállate y quédate quieto!- Ikaku dice mientras le lanza un puñetazo, Gladios mueve su palma hacia delante y mueve los nudillos de la chica a través de su brazo para desviarlo con gracia, luego usa su otra mano y con esa palma le da en el estómago, impulsándola hacia atrás unos cuantos metros.

-¡No quiero hacerte daño, por favor detente!- Gladios le ruega mientras se pone en posición de combate, pero para usar ataques hechos para no hacer daño, Ikaku gruñó antes de cortarse fuertemente en la mano y lanzarle miles de hilos de sangre a Gladios quien empezó a eludir con saltos y piruetas ágiles.

-¡Si quieres detenerme tendrás que herirme!- Ella dice mientras corre hacia delante manteniendo la presión, ambos siguen escalando la colina y se aproximan al puente, dejando tras de ellos una estela de caos.

Gladios da una serie de saltos hacia atrás hasta llegar al borde del abismo, mirando hacia atrás para ver la caída de más de mil metros hacia abajo, un rio bajo de ellos, el samurái tomó carrera y saltó al puente justo antes de que Ikaku le lanzara otra onda de energía, rozándolo por meros milímetros.

A Ikaku se le cerró la herida en la mano y saltó al puente y casi le corta el brazo al Sobroo, quien seguía esquivando.

-¡Ya deja de moverte!- Ikaku le dijo -¡No tienes oportunidad, y el mundo ya no te necesita, necesitan a alguien que haga algo sobre los Noxs, no que se la pase de pacifista!-

Entre ambos se movieron por el puente de manera lenta, Gladios aun evadiendo y bloqueando ataques, Gladios seguía tratando de cambiarle el parecer a Ikaku, pero lo que dijo luego, le demostró que ella no tenía salvación...

-¡Matare a todos los que se interpongan, inocentes, o culpables, yo voy a matar a Zakfu!-

Ikaku alzó su espada y de nuevo esta se iluminó de verde, le iba a dar un golpe a quemarropa, con un grito estruendoso bajó la espada y todo se iluminó, dejándola ciega por momentos mientras la intensidad del resplandor se disminuía, Ikaku abrió los ojos esperando ver su arma incrustada profundo dentro del cuerpo de su antiguo maestro, ella ya había terminado con esto...

Pero lo que encontró, fue a Gladios deteniendo la espada con la suya, y como esta lentamente se activó con plasma ardiente. Ikaku gruñó antes de moverse hacia atrás y lanzar otro cuchillazo, que Gladios bloqueó de nuevo antes de entrar en un duelo de espadachines.

Los sonidos de metal chocando contra plasma resonaban en el acantilado con potencia, Ikaku estaba más que decidida y lanzó una estocada que Gladios esquivó, cuando estuvo a su lado el Sobroo le dio un golpe en la espalda y la hizo caer al suelo, Gladios pateó su espada lejos.

-¡Agh!- Ikaku se teletransportó y tomó su espada de nuevo, repitiendo la acción por detrás de Gladios que no tuvo que mirar para detener el ataque, Ikaku se quedó pasmada y lo hizo de nuevo y con el mismo resultado, entre ambos seguían ese patron con Ikaku fallando en atinarle siempre, se estaba desesperando y Gladios mantenía su temple -¿¡Por qué no mueres?!-

Gladios detuvo un ataque una vez más y movió su espada hacia arriba para hacer que tambaleara, Gladios le pateó en el mentón y luego con un giro en el pecho y la mandó a volar unos metros, cayendo en el puente con fuerza y tosiendo por la repentina expulsión de oxígeno de sus pulmones.

Al levantar la mirada su cara se tornó a una de sorpresa cuando vio a Gladios acercando su espada a las líneas oxidadas de metal que sostenían el puente.

-No... No serias capaz- Ikaku dijo y Gladios le miró, sin decir nada cortó la línea y rápidamente la otra, ambos empezaron a caer directo hacia el rio debajo de ellos, Ikaku miró como se acercaba al suelo a una tremenda velocidad, trató de pensar rápido y tomo su espada, cortándose la palma de nuevo y con un grito de dolor soltó inmensas cantidades de sangre, que se cristalizaron en forma de rampa y la atraparon, ella salió deslizándose hacia el agua y aterrizó sobre ella con fuerza, apenas pudiendo tomar oxígeno por la repentina entrada al cuerpo acuoso tuvo que nadar con todas sus fuerzas, y al salir tomó un respiro fuerte antes de nadar hasta la parte menos profunda donde el agua apenas le podría llegar al tobillo, tosiendo fuertemente y muy mareada por la pérdida del vital líquido corporal, buscó por todos lados a Gladios.

Sus respuestas fueran atendidas cuando escuchó pasos en la distancia, pasos húmedos, con el ligero chapoteo de las gotas golpeando el agua junto a una suela. Ikaku miró como Gladios caminaba alrededor de ella a una buena distancia, sosteniendo su espada y la de ella también.

Ella se trató de levantar pero falló miserablemente, cayendo sobre su retaguardia y sosteniéndose la cabeza, tampoco podía teletransportarse ya que sus poderes no le respondían, estaba vulnerable. Gladios se detuvo y le miró fijamente, clavando la titánica espada Chanakiana en el suelo y apuntando la suya hacia ella.

Ikaku ahogó un grito y se arrastró hacia atrás un poco, Gladios empezó a caminar hacia ella y aceleró gradualmente hasta estar corriendo a toda máquina, la chica empezó a hiperventilarse y cerró los ojos cuando Gladios lanzó el tajo final...

Solo... Que nada pasó, excepto en sensación húmeda en su mejilla, cuando abrió los ojos Gladios estaba detrás de ella inclinado ligeramente hacia delante con su espada erguida en frente de el, el plasma se había apagado, él lo apagó al último segundo.

-Yo no... Podría matarte... No soy lo suficientemente fuerte para eso- Gladios dice guardando su espada sin voltear a mirarle aún, Ikaku con los ojos abiertos como platos y la boca igual de abierta solo podía escuchar –No soy fuerte para ser un maestro, y no soy fuerte para cambiar tu destino...-

Gladios empezó a caminar lejos de Ikaku.

-Traté, de verdad traté... Quería pensar que, capaz podía salvarte, pensé que podía ayudarte como mi maestro me ayudó a mí, que podía sacarte de ese abismo- Gladios dijo con una voz rota y baja, que había perdido toda esperanza –Pero fallé...-

Ikaku se le quedó mirando mientras él seguía caminando, guardando su espada y apretando los puños.

-Pero tu camino es... Irremediable, si hay algo sobre ti es que eres imparable, eres fuerte, más de lo que yo podría llegar a ser.... Mi única esperanza es que, por un milagro, cambies en tu parecer- Gladios se detuvo y miró a Ikaku sobre su hombro.

-Te deseo lo mejor, Ikaku, de verdad te deseo lo mejor...- Gladios siguió caminando luego de decir esas últimas palabras y Ikaku se le quedó mirando en el suelo, temblando y tratando de levantarse, gimiendo levemente por el dolor y sosteniéndose la cabeza...

Cuando por fin se logró levantar caminó lentamente hacia donde estaba la nave de Gladios, sosteniendo su espada y cojeando ligeramente, esperando al llegar solo ver a su nave ardiente, pero al llegar vio la nave de Gladios en ese mismo lugar, pero sin rastros del dueño.

Ikaku le miró y suspiró con molestia... Pero aunque no lo quiera admitir, con mucha tristeza.

Ya no sabía que había hecho, si estaba bien, o si estaba mal... Pero ya lo había hecho, y eso no lo podía cambiar, tomó el estuche de su espada y la guardó en este, se subió a la nave y salió del planeta a toda velocidad.

*

*

*

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Leia, días después de la batalla en el Sector 1-9-AZ

Ella quería que no fuera cierto, pero sí lo era, y ahora ella estaba frente a una estatua gigantesca en su honor junto a un General Guardián.

Ikaku miraba la estatua de Leia, ahora con 52 años pero aun con su apariencia juvenil y un cuerpo incluso más atractivo al que tenía antes, vistiendo pantalones dorados con símbolos en ellos y solo unas vendas para cubrirle los senos, además de que ahora su cabello le cubría los ojos, y claro que aún tenía su larguísima espada en mano...

-Hola... Gladios- Ella dijo mirándola estatua, era muy temprano por la mañana así que no había mucha gente cerca del monumento hecho en memoria de los dos héroes –Ha pasado... Mucho-

Las palabras le faltaban a Ikaku, no las encontraba, apretó los dientes antes de empezar... A sollozar, las lágrimas le empezaron a caer por las mejillas, puso su espada a un lado y se arrodilló, poniendo la frente al suelo y las manos a cada lado de esta con las palmas al suelo.

-Lo siento... Lo siento tanto...-

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