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El Poder de la Avaricia (1)

Spice City, alguna vez una ciudad símbolo de paz, cuna de héroes de todos los tipos, ahora estaba envuelta en llamas, sus calles estaban ahogadas en sangre fresca y el polvo alzado por los edificios derribados.

-¡Corran corran!- Se escucha una voz seguida por gritos de pánico, cuando se revela la escena, un joven de piel morena y rastas estaba disparando hacia una nube de humo, ese joven era Nino Bolt que escoltaba a una muchedumbre de civiles que había sacado de una tienda -¡Sigan por la calle Sigil Road hacía la cuarta avenida, tomen el metro hasta la estación central del este!-

Sus disparos no eran hacia solo la nube de humo, sino a lo que había detrás de ella, de allí salió una figura altísima, de unos dos metros cincuenta con un casco de extraña chapadura, arrastrando una espada titánica de unos tres metros de largo por el suelo.

Nino apretó la mandíbula, esta cosa había estado destruyendo el lado oeste de la ciudad desde que empezó todo esto.

-Maldito monstruo- Nino dijo vaciando sus cargadores sobre la titánica figura, pero las balas parecían rebotar de esta, Nino siguió disparando hasta que ambas de sus pistolas emitieron un "click", justo en ese momento maldijo en voz alta.

-Uwraah- La figura alzó su espada y la bajo con fuerza sobre Nino, que pudo esquivar por tan poco que le cortó un poco de pelo, Nino apenas y tuvo tiempo de levantarse antes de ser dado por la cara de la espada en el rostro, que lo lanzó a un muro con fuerza.

-¡Agh!- El gritó "Algo definitivamente se rompió" pensó con grima, abrió los ojos y ahogó otro grito al agacharse y evitar una decapitación por parte de la bestia, dio unas vueltas hacia delante ignorando el dolor en sus costillas, evitando ahora las pisadas que le ahora trataban de aplastar.

-¡Nota mental, nunca volver al sector oeste!- Nino dijo antes de sacar una soga de su cinturón y usarla para escalar el costado de un edificio, amarrando el extremo de la cuerda a un tubo para así poder escalarlo –Mierda... ¿Dónde están los otros? Sabía que separarme del grupo era mala idea... Genio Nino, eres un maldito genio-

Nino continuo maldiciéndose a sí mismo antes de mirar abajo, y sus ojos se ensancharon al ver como la criatura tomaba un auto con su mano libre y lo lanzaba como si nada hacia él, el jamaiquino dio una serie de saltos para esquivar el auto, pero no pudo esquivar el otro que le dio al tuvo e hizo que se desplomara al suelo, usando uno de sus cuchillos para colgarse pero dislocándose el hombro en el frenazo.

-¡Aaahhh, maldita sea!- Nino dijo sosteniéndose el hombro que le colgaba, luego mirando hacia arriba para ver como esa... Cosa se acercaba, Nino maldijo sacando varios clavos para puntos de presión y activando su Ultra-Visión, pero al ver el cuerpo de esa cosa, a pesar de que parecía humano... No tenía nada de humano.

Su interior, era ardiente, más caliente que un volcán y rostros fantasmagóricos se podían ver mezclados los unos entre los otros adentro de esa bestia, no tenía puntos de presión... Esa cosa de verdad era de las profundidades del infierno.

Pero Nino no se rindió y lanzo cuatro clavos hacia la criatura, los clavos ni pudieron penetrar la piel de la cosa esa.

-Poder... Mío... Dame tu poder- La cosa dijo, su voz siendo algo frenada por su extraño casco, se acercaba de nuevo lentamente arrastrando su espada por el suelo, esta creaba una grieta a su paso.

-... No gracias, estoy bien con mi poder- Nino dijo antes de sacarle el dedo medio al monstruo, esto pareció solo enojarlo y alzó su espada "Yo y mi gran bocota" Nino dijo antes de sacar su pistola y recargarla con una mano lo más rápido posible, y apuntando empezó a disparar a su pecho mientras la bestia bajó su espada a toda velocidad "... Damn, al menos Nina está a salvo"

"Perdón Tomoe, no nos veremos de nuevo..."

Nino cerró los ojos esperando ser cortado a la mitad, aun sosteniendo su pistola arriba y vaciando balas... Pero algo lo forzó a abrir sus ojos.

-¡Nyaaa!- Y así de sorpresa, cierto chico gato se abalanzó sobre la bestia -¡Aléjate de mi futuro marido!- Rainer exclamó mientras se agarraba de la espalda de la criatura usando sus garras para aferrase.

-¡Grrr, urahwaa!- La cosa se movía de lado a lado tratando de quitarse al gatuno de encima, parecía una especie de rodeo extraño.

-¡Kaboom!- Rainer exclamó antes de presionar un botón en su guante, en ese instante varios vehículos se encendieron y aceleraron hacia esa cosa -¡Trágate esto!- Rainer saltó con una pirueta de la espalda de la bestia y los autos empezaron a chocar en la criatura.

-¿Eh, Rainer?- Nino preguntó extrañado mientras su "amigo" aterrizaba frente a el, poniendo una mano en su cintura mirando a Nino por encima de su hombro -¿No estabas en el centro de ayuda este?-

-¿Y dejar a mi novio que no es novio morir? Ni hablar, estás encadenado a mí por siempre- Dijo el gato con una risa gatuna, que le dio escalofríos a Nino por todos lados.

-Hubiera preferido ser cortado a la mitad...-

-Oh cállate, nya- Rainer dijo tocando los botones en su guante de nuevo –Y ahora... ¡Fuegos artificiales!- Los cables de electricidad del subterráneo se empezaron a sobrecalentar -¡Kaboom!- Rainer repitió los cables se encendieron en llamas, mezclados con el gas de las tuberías la calle explotó, Rainer y Nino se cubrieron los ojos.

-Admito que eso fue asombroso- Nino dijo antes de guardar su pistola.

-Gracias- Rainer hizo una reverencia a mejor estilo del ballet –A tu servicio... En más formas de una~

Nino se aguantó las ganas de vomitar y sacudió la cabeza rápidamente para quitarse las náuseas.

-Solo... Vamos al centro este, ya aclaré este lado de la ciudad con los Profesores, me dijeron que fuera a ese lado luego de terminar de aclarar los bloques- Nino dijo mientras caminaba en dirección a el gatuno –Aparte, necesito más municione y clavos-

-Si, Tomo te está esperando por allá- Rainer dice –Está muy preocupada, no voy a mentirte- Rainer dijo con la misma expresión plasmada en su rostro, Nino suspiró pesadamente antes de tomar su hombro y con un tirón se lo puso de nuevo en su lugar.

-Ack, si, lo se... Vamos- Dijo con una mano en su costado, su costilla rota no ayudaba a la tarea, y Rainer se notaba incluso más preocupado –Estoy bien Rainer, solo vamos, no pasará mucho tiempo antes de que este lugar este lleno de esas cosas de nuevo-

-... Si, vamos- Rainer dijo y ambos empezaron a correr en dirección al este, Rainer en cuatro "patas" y Nino de forma normal, pero algo asustaba más a Nino que todos los demonios que los rodeaban a todo momento.

"Maestro... ¿Dónde diantres estás?"

* * *

El lado este de la ciudad era un infierno total, de forma literal y figurada, los militares trataban de mantener a las criaturas del inframundo a raya junto a los héroes, que también trataban de sacar a los civiles de la ciudad hacia los transportes.

Por el norte estaba el epicentro de todo, el portal de donde salía todas estas criaturas, María Rossi siendo la fuente del portal...

-¡Hua!- Tomoe decía pateando a un Revenante en la cara y esquivando a toda velocidad disparos de Mortandantes, rápidamente eliminándolos con su sublime agilidad y rapidez.

-Oe, cálmate Tomo- Shigeru, su hermano, dijo mientras usando su poder gravitatorio levantaba a los enemigos y los hacía a un lado con extrema facilidad, aplastándolos bajo una presión increíble.

-¡Cállate!- Tomoe dijo antes de patear en el rostro a otra criatura y mandarla volando a otro grupo -¡¿Cómo voy a estar calmada?!-

-¿Por qué me preocupo?- Shigeru se preguntó a si mismo luego de suspirar pesadamente. Ya llevaban más de medio día peleando sin parar, el lado este era el más poblado de toda la ciudad y aparte el más cerrado, el centro de evacuación lleno hasta las tripas y con más gente llegando por los caminos de seguridad hechos por el subterráneo, este era el centro que más debían proteger, el este ya había colapsado y se enviaron a un grupo de héroes para rescatar a cualquier superviviente o civil rezagado.

En ese equipo estaban tres de los cuatro profesores del CSH, además de un estudiante, y claro que ese era Nino...

Le había dicho a Tomoe que solo iba a dar apoyo a los profesores, además de que tenía que sacar a sus vecinos del Garbage District en sector oeste, le había prometido volver antes de que ella pudiera decir "Hai"

La chica había dicho Hai más de mil veces, estaba muriendo de la preocupación, y su forma de desquitarse era con todas las criaturas infernales que aparecían y sus rostros.

-¡Hai!- Tomoe dijo pisandole la cara a un Alma del Limbo, y otra vez, y otra y otra hasta que su bota se llenó de sangre -¡Shine, shine, SHINEEEEEE!- Dijo gritando de la rabia, hasta que se hartó y solo pateó al alma lejos.

-¡Tomoe cálmate!- Shigeru le gritó, pero ella solo le ignoraba antes de correr como nunca había corrido en su vida.

-¡¿Dónde está Rainer?! ¡Dijo que volvería con Nino hace media hora! ¡¿DÓNDE ESTÁ?!- Dijo saltando y dándole una patada voladora a dos Revenantes, su velocidad tan veloz que casi los decapita de la patada.

-¡¿Te quieres calmar?! ¡Él va a llegar!- Shigeru dijo esquivando un disparo de fuego, levantando su mano y aplastando a el Mortandante bajo más de veinte toneladas de presión.

Tomoe volteó para refutarle a su hermano adoptivo, pero detrás de la figura de Shig pudo notar a otra silueta, una muy familiar, seguida por un montón de disparos de francotirador que rebotaban en eco por la ciudad, además de un montón de gritos afeminados. Los ojos de Tomoe se iluminaron cuando por fin pudo ver a Nino, mal herido pero, era Nino... Y Rainer agarrado de su espalda.

-¡¿Te quieres bajar?!- Nino preguntó y Rainer negó con la cabeza.

-Nah ah- Contestó el compañero de Nino antes de que este se lo quitara de encima -¡Nyaaa!-

-Sarnoso...- Nino dijo mientras ponía su rifle en su estuche que cargaba en su espalda, sosteniéndose de nuevo el costado -... No lo debí haber tirado... Ahora que lo pienso-

-¡Nino!- Esa voz logró que Nino volteara la mirada, sintiendo como un peso se salía de su pecho, al ver a Tomoe corriendo hacia él, y saber que había mantenido su sorpresa de regresar incluso si había sido gracias a Rainer. -¡Nino, Nino!-

-¡Tomo!- Nino dijo abriendo los brazos a pesar del dolor, la nipona no gastó tiempo en lanzarse hacia él y ambos terminaron en el suelo -¡Hmmf!- Nino aguantó el dolor todo lo que pudo para amarrar ambos brazos en su pareja.

Ambos se quedaron allí por lo que ellos sintieron que fueron horas, Shig no quería interrumpir el momento y usaba sus poderes para mantener a toda criatura lejos de ellos, y aunque Rainer se moría de los celos, muy profundo dentro de él no podía evitar y estar feliz por ambos.

Y Aunque a Nino le hubiera encantado quedarse así mor mucho más rato...

-... Tomo no aguanto el dolor, por favor bájate...- Dijo con la voz bajita por la falta de aire y el dolor, Tomoe se alarmó y se quitó de encima.

-¿Daishoubu? ¿Qué te pasó? ¡¿Dónde estabas?!- Ella preguntó alarmada mientras le ayudaba a levantarse, poniendo un brazo del menor sobre su hombro mientras este buscaba el aire para poder contestarle.

-Larga historia, créeme no quieres oírla- Nino dijo tratando de desviarla del tema, pero Tomoe no se iba a quedar con eso.

-Tengo tiempo de sobra ¿Verdad, Shig?- Ella preguntó mirando a su hermano, que con un pulgar arriba lanzó a volar a una armadura Leviatán que se abalanzaba sobre ellos.

-Yep, estás solo bro- Shig dijo mirando la ojeada letal que le daba su mejor amigo.

"Te odio" Nino masculló en voz baja y Shig solo le contestó con una risa y labios de pato, logrando que Nino rodara los ojos mientras caminaba con ayuda de su pareja a las tiendas médicas que habían improvisado el ejército.

-¿Crees que estará bien, nya?- Rainer preguntó a Shig mientras se acomodaba el pelo y se paraba al lado de su compañero, quién solo se rio de forma libre antes de mirarle.

-Nop, está perdido-

* * *

-¡Baka! ¡¿Por qué te separaste de los profesores?!- Tomoe le regañaba a Nino jalándole de la oreja y gritándole al más alto volumen que su voz pudo crear, Nino solo se quejaba y trataba de soltarse del agarre de hierro que ella tenía sobre él.

-¡Ayayayay, había gente atrapada en un centro comercial, y luego apareció una cosa!- Nino dijo mientras se trataba de soltar, vistiendo solo pantalones y botas y con vendajes sobre su abdomen y hombros, aparte de curitas en sus heridas y cortes que prácticamente cubrían todo su cuerpo lleno de cicatrices.

-¡¿Qué cosa?!- Tomoe le volvió a gritar.

-¡No lo sé, era una de esas bestias infernales! Pero esta era... Diferente, no era como las otras, era enorme, más que el Profesor Mateo por mucho, tenía un casco muy extraño y una espada larguísima, como de cinco metros o algo así- Nino dijo recordando su corto combate contra la bestia –Decía algo de tomar mi poder o algo así, y me tenía contra las cuerdas hasta que Rainer llegó-

Tomoe le soltó la oreja y miró a Nino a los ojos, suspirando mientras se cruzaba de brazos y piernas.

-Al menos ya estás a salvo, te quedarás aquí hasta que todo termine, no estás en condiciones de pelear más- Ella dijo con voz algo más relajada pero aun preocupada y ciertamente un poco tensa, Nino no pudo hacer más que fruncir el ceño.

-Ni de locos, no te voy a dejar allá fuera peleando por mí- Nino dijo tratando de levantarse, pero solo pudiendo morderse el labio por el dolor que sentía en sus costillas y soltando una maldición, Tomoe lo volvió a sentar y se cruzó de brazos.

-¿Acaso crees que no soy capaz de lidiar con esas cosas?- Djo alzando una ceja, ganándose un suspiro pesado de su novio.

-Sabes que no me refiero a eso Tomoe- Él dijo mirándole, ahora fue Tomoe la que suspiró y se agachó un poco para estar en nivel con Nino.

-Voy a estar bien Nino, si tenemos suerte todo esto terminará muy pronto y nos podremos ir... A Jamaica, como lo prometimos-

-... Y a Japón- Él dijo tomando su mano, ella sonrió con honestidad y ambos se inclinaron hacia delante un poco, enlazando sus labios de forma tierna y cálida, el Jamaiquino pasando sus dedos por el pelo lacio de la nipona y la susodicha repitiendo el mismo proceso por las rastas negras y las otras tintadas de rubio, se tomaron un tiempo para respirar entre cada rose de sus bocas y con un ligero enredo de lenguas antes de soltarse... Ambos juntaron sus frentes y se miraron a los ojos.

-Te hice una promesa antes de irme, hazme la misma promesa- Nino le dijo aún sin soltar su mano.

-Prometo volver, lo juro- Ella dijo apretando su agarre y Nino sonrió, Tomoe se levantó y con suma lentitud se soltó de Nino, le plantó otro beso en la cabeza antes de empezar a caminar hacia la salido, Nino solo pudo observar y suspiró con impotencia en su mente, solo mirándose de nuevo en un espejo y maldiciendo en voz baja.

-Maldita... Sea...

* * *

Por afuera de las tiendas seguían los ruidos de la guerra, incesantes. Shigeru movía las manos como si dirigiera una orquestra mientras levantaba, aplastaba, lanzaba y giraba tanta bestia se le pusiera delante.

Rainer por su lado solo pateaba y cortaba, gritando en horror mientras miraba como se le arruinaba la pintura de las uñas, gruñendo mientras solo continuaba, maldiciendo a todo lo que pudiera.

Tomoe al salir de la carpa no tardó nada en resumir su festival de patadas a velocidad supersónica, agradeciendo el entrenamiento de su antiguo maestro para mejorar su velocidad. Luego de que Nino volviera ya se había calmado mucho más, y ahora sus movimientos eran más coordinados además de precisos y concisos, Shigeru le miró antes de sonreír un poco resumir su atención a la batalla.

-¡Chicos!- Escucharon una voz familiar y voltearon a ver a Fernando, corriendo con ambas de sus espadas en mano mientras cortaba a los Revenantes, los chicos se sintieron mil veces más aliviados al ver que el último de su grupo estaba a salvo, aunque si con muchos cortes y magulladuras leves.

-¡Fernando!- Se acercó Shigeru para poder asegurarse que su amigo estaba bien, aparte para revisar si había confirmado sus sospechas... aparentemente si.

-Ella... Ella está en el lado norte... Ella es el portal- Fernando dijo con la voz decaída, mirando hacia abajo sin el valor de mirar a Shigeru a los ojos, Shig había tenido razón desde el principio y María fue una infiltrada en el CSH desde el principio, ella era el portal del infierno a la tierra, la carta de la victoria de Lucifer.

-Fer... Vamos, tienen que tratarte... No había nada que hacer al respecto- Shigeru dijo mientras ponía una mano en el hombro de su compañero, el de Jaén solo pudo asentir –Vamos, irás a las carp- Una ola de disparos interrumpieron la conversación de ambos además de un festival de alaridos de dolor que eran abruptamente cortados.

-¡¿Qué es esa mierda?!- Escucharon a un soldado decir antes de soltar una tormenta de balas, este también fue detenido de forma repentina. Fernando y Shigeru voltearon a ver que ocurría y salieron a toda velocidad en dirección al sonido.

-¿¡A dónde van?!- Rainer preguntó antes de seguirlos, Tomoe les miró y los siguió igualmente, dejando el trabajo de defensa a los de verde.

El grupo mermado de héroes se dirigió hacia el lugar de la conmoción, subiendo una pequeña colina antes de por fin revelar todo lo que estaba pasando, y decir que los dejó en shock sería una atenuación de lo que de verdad sentían.

Rainer reconoció a la misma criatura que había hecho explotar casi al instante, pero parecía que nada le había ocurrido absolutamente nada, ni una marca de quemadura, ni hollín en su casco ni partes negras en su ropa. Ese monstruo movía su espada a diestra y siniestra contra los militares que disparaban hacia él, rebanados a la mitad o perdiendo parte de su cuerpo en el intento de detenerlo.

-¡¿Pero cómo?!- Rainer se preguntó mientras observaba, todos le miraron.

-¿Qué es esa cosa?- Shig preguntó y Rainer se trató de controlar lo mejor que pudo para no entrar en pánico y poder contestar.

-¡Lo vi cuando fui por Nino, le lancé docenas de autos encima y le hice explotar toda una tubería de gas encima, debería estar muerto!- Rainer les dijo mientras todos voltearon a ver, la bestia miró a un militar antes de hechar su espada para atrás y moverla rápidamente en una estocada, el pobre hombre no tuvo tiempo de reaccionar antes de ser atravesado por la espada de lado a lado, el extremo de la espada sobresaliendo de su espalda un metro entero, el hombre vomitó sangre y los ojos se le rodaron hasta mirar detrás de su cabeza, y aunque a los cuatro héroes le daban ganas de saltar a la acción y ayudarle, algo los detuvo en seco.

El hombre de repente se iluminó en color rojo y se transformó en un líquido carmesí, casi como la sangre, y en instantes fue absorbido por la espada, todo el proceso de empalamiento a absorción no duró más de dos segundos, y los soldados se quedaron aterrados por el acto.

La espada tocó el suelo y toda la sangre alrededor se movió hacia la hoja, rápidamente siendo absorbida y haciendo que la bestia soltara un rugido gutural y grotesco.

-¡Maaaas, quiero maaaaas!- Dijo antes de salir corriendo hacia el resto de los soldados que en temor empezaron a disparar de nuevo, el monstruo por alguna razón parecía moverse incluso más rápido que antes y levantó su arma, abalanzándola hacia abajo.

-¡Shig!- Fernando dijo mirando al asiático, este contestó solamente con un movimiento de la cabeza y lo lanzó hacia delante a toda velocidad, Fernando aterrizó delante de los soldados y alzo ambas espadas, bloqueando la espada del contrario -¡Moveos, ya!- Dijo antes de que los soldados se salieran del camino, Fernando apretó la mandíbula con toda sus fuerzas y sus rodillas empezaron a temblar mientras empezaba a bajar, la fuerza de esa cosa era demasiada para él.

Shigeru actuó rápido y levantó varios autos y contenedores de basura y los lanzó hacia delante, logrando que la bestia se desestabilizara un poco y dándole una ventana de escape a Fernando, que dio una voltereta hacia un lado para evitar el afilado borde. Los cuatro se prepararon para una batalla intensa viendo como esa cosa movió los autos como si fueran bolitas de papel.

-Sea lo que sea esa cosa, no va a caer fácilmente- Shigeru dijo mientras Fernando alzaba sus espadas al aire, llenándolas de luz antes de enviar dos tajos de energía solar hacia la criatura, que con su espada bloqueó ambos ataques, Rainer tocó dos botones en su guante y el suelo alrededor se electrifica con los cables subterráneos.

-Debería estar inmóvil- Rainer dijo, pero su testamento fue falso ya que el monstruo solo caminó hacia delante como si nada -¡O tal vez no!- Rainer dijo antes de tocar dos botones más, las tuberías de agua estallaron y con fuerza empujaron a la bestia hacia atrás.

-¡Voy a por el!- Fernando dijo antes de correr hacia el monstruo, Tomoe le siguió y entre ambos empezaron a atacar, aunque por más que quería Fernando no podía dar ni un solo corte, parecía que la piel de esa bestia era impenetrable, Tomoe no tenía mejor suerte ya que sus patadas no hacían nada, entre ambos les costaba esquivar los cortes y golpes del altísimo ser que hasta trataba de pisarlos.

-¡Intentemos algo diferente!- Tomoe dijo antes de que Fernando diera una serie de pasos atrás, ella se empezó a mover tan rápido que creaba varios clones, intentando distraer y confundir al oponente mientras Fernando cargaba sus espadas de luz una vez más.

-Grrrrr, dejen de jugar conmigo- Dijo, chispas aparecieron a su alrededor antes de que una llamarada altísima saliera a su alrededor, Tomoe casi grita y se echó para atrás, Fernando igualmente aunque tuvo que cubrirse con sus espadas.

-¡Eso no lo había hecho antes!- Rainer dijo, el agua de las tuberías se había evaporado con la llamarada y creó una nube de vapor dejando a tanto Tomoe como Fernando ciegos de donde la cosa podría estar. Shigeru se puso muy nervioso y saltó hacia delante a pesar de las protestas de Rainer.

Tomoe miró alrededor quedándose cerca de Fernando, cuando de repente siente como el vapor se mueve detrás de ellos y viendo como la hoja de la espada se acerca a la cabeza de su amigo, ella por instinto se lanza hacia él y lo quita del camino, viendo como la espada les pasa por encima por un centímetro y cortando un poco del pelo de Tomoe.

Fernando se movió acorde y con sus espadas empezó a bloquear los tajos del oponente que estaba frente a ellos, Shigeru levantó un pedazo de suelo y lo lanzó hacia este pero con un simple movimiento del brazo el trozo se despedazó al entrar en contacto.

-¡¿Pero qué mierdas eres?!- Fernando preguntó antes de que él y Tomoe esquivaran un corte vertical hacia abajo, el titánico ser pareció fijarse en él ya que le siguió en vez de a Tomoe.

-Avaritiam- Este dijo simplemente, aparentemente esa era su nombre, Fernando maldijo en voz baja antes de lanzarle un tajo poderoso hacia el ser de más de dos metros de altura, pero que a sorpresa del resto esquivó el ataque y se movió hacia delante con un salto en estocada, Fernando reaccionó rápido y se movió a un lado, dando una serie de saltos hacia atrás para hacer distancia entre ellos.

-Avaricia, eso explica, pero también eres un goloso- Fernando se mordió la lengua un poco, y algo lo sacó de sus pensamientos al sentir como algo líquido corría bajo se mejilla, al tocarse la zona con su dedo se dio cuenta que era sangre, al parecer la espada había logrado darle un corte.

-Grrrrrr, más...- Dijo y este levantó su espada, Fernando alzó una ceja en confusión al igual que el resto de sus compañeros, pero el habla se les drenó de la garganta cuando la espada de Avaritiam se iluminó en un color dorado, como las de Fernando cuando toman la luz del Sol.

-¿Pero qué cojones?- Fernando preguntó antes de que Avaritiam lanzara un ataque de luz mucho más grande de lo que Fernando jamás había hecho en su vida, no había chance de esquivar así que solo pudo bloquear, el impacto lo mandó volando unos cuantos metros e impactó una camioneta, hundiendo la puerta considerablemente y gritando brevemente por el dolor.

Los tres compañeros del español miraron con caras de sorpresa a su amigo derrotado, pero el sonido de más ataques los sacó de trance y tuvieron que escapar de la combinada de flashes de luz.

Rainer corría en cuatro patas y miró a una serie de tanques vacíos, se cubrió tras un quiosco y tocó sus guantes, los tanques apuntaron sus torretas hacia Avaritiam y empezaron a disparar, estos lograron hacer que esta callera a una rodilla luego de varios impactos, sin advertencia la tierra se movió y los tanques se volcaron.

Tomoe dio varios saltos debido al nuevo terreno inestable y se quedó sobre el terreno alto, viendo como Avaritiam les buscaba, ella gruñó antes de lanzarse hacia él lo más rápido que pudo y empezar a dar ataques.

-¡Hnng, grr, gah!- Avaritiam se tambaleaba un poco por cada golpe que Tomoe proporcionaba, corriendo tan rápido que dejaba marcas de humo en su paso, Shigeru estaba muy ocupado ayudando y revisando a Fernando para fijarse... -Niña... Tonta- Avaritiam miró a Tomoe y movió su espada, Tomoe no tuvo tiempo de frenar y fue directo a la espada que le dio un brutal corte en la pierna, ella siguió recto por casi diez metros rodando y golpeándose hasta detenerse.

Ella se miró la pierna e instantáneamente se arrepintió, viendo que el corte era increíblemente profundo y casi le llegaba al hueso, sintió como lágrimas le llegaban a los ojos y el dolor era inconmensurable. Shigeru desvió su mirada de Fernando hacia su hermanita y se le cayó la quijada.

-¡Tomoe!- Dijo viendo como ella se levantaba, apoyando su peso en la pierna sana y mirando hacia abajo, cuando se atrevió a mirar arriba Avaritiam ya estaba de pie, no pasó ni un instante y este ya estaba frente a ella, ella grita a sus adentros al ver que ahora ese ser era igual de rápido que ella...

Avaritiam le miró por un segundo antes de darle una patada con la suela en el estómago a la japonesa, que solo pudo vomitar sangre y bilis a la fuerza del golpe, saliendo disparada a otro kiosco y golpeando el muro con un crudo 'crack', sintió como le salía sangre de la parte trasera de su cabeza, no pudo procesar más ya que Avaritiam la pisó contra el muro e hizo que el quiosco cayera junto a ella bajo su bota con punta de metal.

-¡Ve!- Fernando le dijo a Shigeru, quién volteó a verlo -¡Yo estoy bien, ve y ayúdala!- Dijo, Shigeru no lo pensó mucho antes de irse volando hacia el colapsado Kiosco. Rainer salió de su escondite antes de seguirle.

Tomoe gritaba tanto que pensaba que le explotaría un pulmón, pero el pie de ese maldito sobre su cabeza era demasiado doloroso, ya ni podía moverse.

-Ahora tu poder será mío...- Avaritiam le relató mientras alzaba su espada, listo para clavarla al suelo con ella, ella solo lloró llamando a su hermano y para cuando el monstruo iba bajando su espada, la mano se le quedó tiesa, volteando a mirar a la clase encontró a Shigeru apuntando sus manos hacia él y manteniendo la mano en su lugar –Molestos...-

-¡Aléjate de mi hermanita!- Este dijo antes de levantarlo y lanzarlo contra un árbol, respirando de forma agresiva por la nariz y mostrando los dientes como animal rabioso, este miró a Rainer y le apuntó a Tomoe -¡Aléjala de aquí!-

-Pero no me grites nya...- Rainer dijo antes de llegar con Tomoe –Ay no...- Este dijo mirando el terrible estado en el que se encontraba su amiga, este sintió una enorme rabia pero tuvo que resignarse y con esfuerzo levantó a Tomoe, corriendo lejos mientras por el rabillo del ojos como Shigeru se quitaba los guantes, sus ojos se agrandaron, tenían que irse lejos y ya.

-Esto se pondrá feo para ti- Shigeru dijo tronándose los nudillos mientras flotó hacia Avaritiam que se levantaba del árbol usando su espada como soporte, pareciendo muñeco de trapo por su forma rara de levantarse antes de erguirse.

Es suelo alrededor de ellos se encendió en llamas, el pelo de Shigeru se movía acorde al viento con cenizas flotando frente a su rostro inclemente hacia Avaritiam, cuyas ropas imitaban perfectamente la caballera de su joven oponente.

-Morirás- Avaritiam dijo y se movió un milímetro hacia delante, en una fracción de segundo recorrió la distancia de diez metros como si no fuera nada más que treinta centímetros de una regla, Shigeru movió la mano y arrancó todo un pedazo de parque, (Si, todo un pedazo del parque) para lanzar volando a la abominación frente a él.

-Te podría decir lo mismo- El japonés dijo antes de ir volando hacia él, dando comienzo a lo que sería un épico encontronazo...

* * *

Nino estaba estresado, y eso era decir lo mínimo, mientras la enfermera le revisaba los reflejos en los ojos pasando una linterna frente a estos, las pupilas de Nino se dilataban y encogían respectivamente, la enfermera tomó un paso atrás y guardó la linterna.

-Parece que estás relativamente bien, quitando tus costillas rotas, pero eso se debería sanar solo en una semana o dos si descansas, lamentablemente no estás apto para irte de vuelta a la acción- Ella dijo y el ceño se le frunció a Nino de nuevo, y estaba a punto de reclamarle pero una especie de alarma sonó y la enfermera giró la cabeza.

-¡Necesitó una enferma ya!- Esa voz era de Rainer, Nino miró en la dirección del gatuno y activó su Ultra-Visión para ver a través de las carpas, y lo que vio no le gustó para nada... Bueno ¿A quién le gustaría ver a su novia toda ensangrentada y desfallecida?

Nino se levantó de golpe, y aunque la enfermera lo trató de sentar de nuevo este simplemente la empujó fuera del camino y fue lo más rápido que pudo hacia Rainer.

-¿¡Qué coño fue lo que pasó?!- Le preguntó iracundo mientras Rainer ponía a Tomoe en una camilla, Fernando no tardó en entrar detrás de Rainer sosteniéndose un hombro.

-Es esa cosa con la que peleaste, sigue con vida- Fernando le dijo antes de mirar a un doctor -¡Dame unas vendas ya!-

Nino se quedó sin habla antes de mirar a Tomoe y luego a la enfermera que lo estaba tratando hace momentos, dándole la mirada más fulminante que pudo darle -¡Tú, ven y ayúdala!-

La enfermera no quiso ni chistar, este chico no estaba jugando, se apresuró a la camilla y la llevó dentro de la carpa donde lo había tratado hace poco, llamando a unos doctores de urgencia, ese corte en la pierna era tan profundo que era probable que hubiera llegado a la femoral, se podría desangrar si seguía así.

Nino ahora miraba como su pareja se desangraba frente a sus ojos... Alguien iba a pagar, el no pensaba simplemente quedarse allí sin hacer nada, pero antes que eso el se acerca a Tomoe y le toma la mano.

-Oye, Tomo, soy yo Nino... Vamos yo sé que eres más fuerte que esto, debes serlo, despierta y yo estaré contigo... Sé que vas a despertar- Le dijo, con esperanzas de que la hubiera escuchado, le dio un beso en la frente que duró un poco más de lo normal y al romperlo se le quedó mirando un poco, suspirando antes de voltearse, segunda despedida del día... Eso no era bueno.

Fernando afuera se estaba amarrando el hombro con vendas para mantenerlo en su lugar, pensaba volver allá afuera y parecía que no era el único que pensaba eso, ya que Nino caminó hasta un maletín y sacó todo tipo de calmantes para el dolor, metiéndoselos todos al mismo tiempo.

-¡Oye cuidado, te puedes dar una sobredosis!- Fernando dijo mientras se acercaba, pero Nino hacía de oídos sordos antes de tomar dos inyecciones de adrenalina y dándoselas a si mismo, gritando y tronándose el cuello. Luego de eso salió a la armería donde tenían sus armas, claro poniéndose su camiseta y chaqueta antes.

-AL que le dará una sobredosis es a él, una sobredosis de plomo- Nino dijo entrando a la carpa llena de armas, buscando las suyas y tomando sus dos pistolas, su rifle, municiones... Muchas municiones, sus cuchillos, sus clavos y como algo extra dos correas llenas de granadas.

-¿Y qué piensas hacer con eso?- Fernando le preguntó mientras entraba detrás de el, Nino le miró.

-Son granadas, las granadas hacen boom... Así que haré que él haga boom, mucho boom- Nino dijo antes de dirigirse a la salida y mirando a Fernando con una mirada asesina, nada de héroe en ellos –Y si quieres venir conmigo eres bienvenido, pero no te interpongas-

-Voy contigo ¿Qué te crees? ¡Tomoe es mi amiga también!- Fernando dijo antes de tomar una correa de granadas para el mismo –Y no dejaré que un chaval con aires de Pyramyd Head le haga daño sin consecuencias-

-Bien... Y wow te la mamaste con eso de Pyramyd Head- Nino dijo aguantándose la risa antes de salir caminando, con Fernando sonriendo detrás de él mientras le seguía.

-Tengo mis momentos-

(Continuará)

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