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6° La marca (Corregido)

—No te preocupes, te salvaré la vida...-

—Al..lejakte de de... De mí- decía mientras trataba de luchar.

Por la golpiza que me había metido Jotaro Kujo, no podía ver bien, así que no sabía quién me estaba diciendo eso, estaba bastante aturdida, había caminado unas cuantas calles hasta que esa voz me alcanzó, no me pasó nadie por la cabeza en ese momento, pero, no recuerdo nada hasta que llegué a mi casa.

[Josuke]

—_______! Despierta, no te mueras, joder, ahora que hago, ya la curé y sigue desmayada.- dije algo asustado.

“Que hago que hago?” pensaba desesperado, no la podía dejar ahí tirada hasta que despertara, ni la podía llevar a un parque porque no sabía hasta cuándo despertaría.

Rápidamente puse a trabajar mi cabeza de chorlito y en seguida pensé en Yukako, era ella su amiga no?

Tomé a _______, y la llevé conmigo hasta un teléfono público.
Pero no sabía el número de Yukako, revisé los bolsillos y la mochila de la desmayada y encontré al fin el número de ella, así que marqué.

~biiiip~

Sonaba y sonaba el teléfono, pero nadie descolgaba, hasta que al fin lo hicieron.

|Aloo?~|-

—¡Hola!, Yukako?- pregunté.

—|Ah, mi hermana está en su habitación, ¿Quién la llama?- preguntó la voz de un niño al otro lado del teléfono.

—Josuke Higashikata, necesito hablar con ella, es urgente, por favor llámala.- dije algo desesperado.

—|Claro, un segundo    ....    ¡Yukako te llama algún idiota por el teléfono, dice que es urgente!, Espere un momento ya viene-

"Maldito niño te escuché" pensé.

—Muchas gracias.- dije algo molesto.

—|Cállate tonto, dame eso, ¿Quién llama?- dijo enojada Yukako.

—Soy Higashikata!-

—|Agh, tú qué quieres, déjame en paz- y colgó el teléfono.

—No espera no cuelg.... ¡JODER!- grité.

Marqué de nueva cuenta.

~biiiip~

—|Si eres tú de nuevo Higashikata te voy a colg- interrumpí antes que colgará la llamada.

—Yukako, es sobre _______, necesito saber la dirección de su casa.- dije rápidamente.

—|Umm, claro, te la doy...

Y así hasta que se dignó a darme su dirección, pero me dí cuenta que había sido eso una mala desición, vivía hasta el otro lado de la ciudad, sería mucho camino en el tren y de seguro iría lleno, era la hora pico, todos salían de sus trabajos y escuelas, pero como ya había pedido la dirección y supuse que viviría con alguien tuve que llevarla hasta allá.

La tomé del brazo e hice que se recargara en mi hombro lo más posible, el trayecto en el tren a su casa fue demasiado incómodo, la gente nos veía raro y encima casi se me caía un par de veces la pobre, pero al final pudimos llegar hasta su estación correspondiente y caminar hacia su edificio.

Una vez ahí una vecina estaba parada en la puerta, cuando me vió llegar con la chica inmediatamente se metió al edificio y yo tuve que subirla solo, cabe aclarar que ella es una persona de complexión delgada, pero parecía ejercitarse, por lo tanto pasaba más de lo parecía.

Una vez llegué a su departamento toqué el timbre y me abrió una señora de baja estatura, con el pelo ondulado y de piel morena.

—______! ¿Qué le pasó?!, Acaso viene ebria?- preguntó la mujer.

Supuse que era su madre, la verdad no se parecía nada a ella, yo creo que se parecía más a su padre, fuera del cabello algo ondulado no se parecían en nada.

—Uhhh, no viene ebria señorª-

—Espera, ¿Tú quien eres?, Eres su novio?, Oh no, no me digas... Usaron protección?!- gritó.

—¡Yo no soy su novio señora!- respondí alterado.

—Quwe... Ehhh, mamá, que... HIGASHIKATA!- gritó la rubia.

—Eh!, Que bueno que despertaste ______, te traje a t- cuando iba a decir eso, me interrumpieron ambas.

—Sueltame Higashikata, no me debiste de haber salvado!- gritó.

—Salvado de qué _____?!- gritó la señora.

—A ti que te importa!-

—Esas no son maneras de hablarle a tu madre! Niña grosera.- respondió enojada su madre.

—Bueno, ya te traje, ya me voy...- quise dar un paso atrás, cuando...

—Largo!- dijo la rubia.

—Quedate!- gritó la mujer mayor.

—Ehhh, no creo que sea buena idea, ya se hace tarde y...- quería poner una buena excusa, pero su madre insistía en que me quedara.

—No te preocupes, te puedes quedar y le puedes avisar a tu madre con nuestro teléfono.- me sonrió.

—Mamá! No, es un... No quiero que se quede aquí, ughhh!- ______ tomó sus cosas y enseguida se fue a su cuarto, cerró la puerta de un golpe y su madre me invitó a pasar.

—Pero hija! No ves que me hace muy feliz que traigas a un chico a casa!, Yo pensé que eras... Ya sabes, del otro lado- comentó y le fue a su puerta a gritar —me vas a dar nietos y eso me hará feliz!- gritó como loca, traté de escapar pero no me dejaba ir la mujer.

—¡Sigue soñando!- gritó la chica a través de la puerta.

Yo me negué a quedarme, no quería más problemas, sin embargo la mujer me insistía, me quedé a comer algo que preparó.

—Toma, llevaselo a mi hija- me dió una charola con una sopa y el guisado.

—Mejor lléveselo usted...- respondí.

—Por favor- me dio una sonrisa radiante y no tuve de otra más que hacerle caso.

Así que le lleve la comida a la chica.

~toc toc~ toqué a su puerta, —Tu mamá te manda comida...- dije.

—De verdad no te haz ido?, Te dije desde hace como una hora que te fueras Higashikata.- respondió enojada.

—Mira, te dejo tu comida y me voy, está bien?- esperé a que abriera la puerta, pero no lo hacía.

Pensé en poner la charola en el suelo del pasillo, o entregarla de nuevo a su madre, pero después de un corto tiempo abrió y me dejó pasar a poner la charola en la mesita, pero en ese lapso corto de tiempo su loca madre nos encerró a ambos en su habitación.

______ comenzó a golpear la puerta con mucha fuerza, pero ya no se escuchaba a su madre detrás de la puerta.

—Joder que le pasa a esta vieja loca!, Y genial, ahora estoy encerrada contigo aquí hasta quien sabe que hora, odio sus arranques de locura... Bla bla bla- decía y decía reclamos de su madre.

Sin darme cuenta ya me había sentado en su cama a escuchar sus reclamos, quejas y quejas de años, "debería de ir a un psicólogo" pensé, eran bastantes problemas los que había tenido con su madre.

Hacía bastante calor en su habitación, teniendo en cuenta que tenía las ventanas tapadas con madera, quien sabe por qué, pero ella decidió quitarse su gabardina del uniforme escolar, cuando la ví.

—Oye, que tienes en la espalda...- pregunté curioso.

"Seguro es un tatuaje", pensando en la vida que ella llevaba.

—Uh?, Es una marca de nacimiento, la heredé de mi padre, ¿Por qué?- arqueo una ceja en señal de duda.

—Umm, bueno mira- me quité mi chaqueta también y le mostré la misma marca en el mismo lugar.

—Pero... ¿Por qué?, ¿Cómo?, Es decir, que tantas probabilidades había de que tuviéramos la misma marca en la espalda tu y yo?- dijo.

Se quedó un rato mirando al vacío, pensando, pero pareciera que no podía ligarlo con algún suceso.

—Solo tu la tienes?- preguntó.

—No, Jotaro y el viejo también la tienen, al igual que mi media hermana, la madre de Jotaro- respondí.

—Entonces eso es de herencia familiar, pero, yo no tengo ningún lado sanguíneo que me una a ustedes.- dijo ella algo extrañada.

—Mira, mañana después de clases podemos ir con Jotaro y el viejo, ellos saben de esas cosas- comenté.

—No, después de lo que hice no me querrán ver la cara nunca, Kujo me ha de odiar.- dijo algo decaída.

—______, ¿Por qué nos atacaste?- pregunté.

—Tengo mis razones, por más estúpidas que sean, lo siento, creo que la causa de mi padre está más que perdida, yo no sé porque demonios tuve que escucharlo antes de morir.- llevó sus manos a su cara para taparse, parecía que tenía mucha vergüenza.

—¿Cómo fue que conseguiste tu stand?-

—Por herencia... Hace como 11 años me dió una fiebre inexplicable que- la interrumpí.

—Que casi te mata, sí, a mi igual, y de ahí despertó mi stand, tengo entendido que a la madre de Jotaro también, y es por eso que partieron a Egipto, para matar al culpable.- dije.

—Sí, matar a mi padre, que fue el causante de todo en primer lugar, pero que lazo tienen conmigo?- preguntó la chica.

—Yo que sé, debemos preguntar...- cometí una ligera pausa, haciendo que se sintiera un silencio incómodo.

—No le cuentes a nadie esto, pero, desde que mataron a mi padre mi vida ha ido de mal en peor, tal vez fue lo mejor asesinarlo, pero para nosotras no... Ahora ya no puedo hacer nada más que aceptar que nunca volverá y que sus intenciones eran estúpidas, en algún momento se iba a cansar de ser inmortal.- dijo algo triste.

Tal vez podía entenderla, es decir, el viejo nunca había estado conmigo, no sabía de él hasta hace un mes, que mamá me haya contado de él no quiso decir que lo quisiera incondicionalmente, a final de cuentas, nos dejó solos.

Pero con ella era otro caso, su padre era un loco que trataba de asesinarlos a todos, y tengo entendido que logró matar a tres, pero a ella su padre si la cuidaba.

Y había otra cosa, aún me causaba intriga lo de las tablas en la ventana.

—Por qué hay tablas en tu ventana?- pregunté curioso.

—Porque soy un vampiro.- contestó

—Y me vas a chupar la sangre del cuello? Ajajaja... Aja...-

—Que fantasioso es eso que dijiste, mi padre me dió de su sangre, tan solo una gota, con eso tuve para volverme algo extraño, haz visto porque evito tanto el sol, bueno, con el paso de los años gracias a eso necesito lentes, pero no los uso por incomodidad, en un lapso no tan grande de tiempo me quedaré completamente ciega.-

De verdad me había explicado, pero de nuevo nos quedamos en silencio.

Ella se acercó a la puerta y de una patada la tiró.

—Sal de aquí, te veo mañana después de clases, Higashikata.- me extendió la mano hacia afuera para que saliera.

—Y repara mi puerta antes de irte, por favor.-

—Uhh, claro- respondí.

Claro que reparé su puerta, que más podía hacer yo, después fui a la puerta de salida y me dirigí lo más pronto posible a la estación de tren más cercana y me fui a mi casa.

"Si que fue un día largo" pensé.
Ahora tenía muchas dudas sobre quién era ______, y entre más pensaba, recordaba que Angelo había dicho algo sobre un tal DIO Brando y justo se apellidaba como ella, obviamente tenían algo que ver e iba a averiguar quienes eran y como se enparentaban con el viejo, Jotaro y yo.

De regreso a casa había mucha gente, por lo tanto, mucho tráfico, llegué a casa muy tarde y mi mamá casi me rompe un sartén en la cabeza por llegar casi a la media noche...

[Tú]

Al día siguiente pasé mi día normal en la escuela, haciendo absolutamente nada, dormir en clase, comer, leer y ya, a la salida me encontré con Higashigata como acordamos.

Casi todo el camino hacia el hotel del Señor Joestar y de Kujo fue en silencio, pero ya casi al llegar, Josuke sacó plática.

—Yyy, ¿Tú como te consideras como persona?- me miró.

—¿En que sentido?- dije sin hacer mucho caso.

—Umm, personalidad?-

—Egocentrista.- respondí así.

—Eww, como Rohan, bleh- sacó la lengua.

—Con el joven Kishibe?, Ese tipo está loco sabes?, Chupó una araña solo para poder dibujarla.- dije asqueada.

Ambos reímos y después nos callamos.

—Pero aunque parezca un psicópata es guapo, eso ni dudarlo.- dije levantando una ceja y sonríendo.

—Ewww! No me jodas que te gusta Rohan!- gritó.

—¡No imbécil!, Solo dije que es apuesto, además, eso en qué te afecta a a ti?- pregunté enojada.

—A.. a mí en nada, claro que no, bleh, como? Noo- dijo e inmediatamente se volteó para que yo no le viera la cara.

Solo voltee con los ojos a otro lugar y seguimos caminando hasta llegar al hotel, entramos y Higashikata me dijo que espera fuera un momento en lo que el explicaba la situación.

No sabía si dejarlo o no, si decía algo mal o lo que fuera me odiarían más y con entendibles razones.
Pasó un rato antes de que me dijera que entrara.

Kujo me veía con mala cara, pero el señor Joestar no, simplemente me miraba tranquilo.

—Ya sabíamos que eras la hija de DIO, desde que ví tus ojos, quería decir que era una coincidencia, pero no fue así, ahora habla.- decía serio y con una voz amenazante Jotaro.

—Lo siento, mi padre me mandó a matarlos si el fallaba, no lo iba a hacer, de hecho, por muchos años lo olvidé y vivía feliz en Estados Unidos, hasta que un viejo amigo de mi padre nos mandó hacia acá.- expliqué.

—¿Cuál es su nombre?- preguntó Kujo.

Me quedé callada, mi madre sabía su nombre, yo no, así que no podía responder.

—Yo no sé su nombre, es más, nunca lo he visto, siempre que hablaba con mamá ella me mandaba a otro lado para no verlo- le dije algo nerviosa.

—No mientas, por qué lo proteges?-

—Yo no lo protejo, lo juro.- empezaba a ponerme nerviosa, no sabía quién era o como era, no podía responderles, pero si no lo hacía sentí que me golpearía.

—No creo que ella sepa nada, es una niña.- me defendió el Señor Joestar.

Me quedé asombrada, después de que casi los mato me ayudó a no ser más golpeada por Kujo.

—G..Gracias Señor Joestar...- solo me sonrió.

Después de eso nos fuimos.

—Que te parece si vamos a comer ______?- Dijo Josuke.

—Mmm, no puedo, debo volver a casa temprano, tal vez otro día, nos vemos, Josuke.- le dí una pequeña palmada en el brazo y tomé mi camino.

—Te caemos mal?, Por eso nunca quieres hablar o venir con nosotros?- preguntó algo triste y enojado.

—Para nada, solo que yo nunca había tenido amigos... Nos vemos mañana Josuke- me despedí de nuevo.

Pero esta vez el me sonreía y se despedía a lo lejos.

Tal vez debí pedirle que me llevará a la estación, o que me diera instrucciones, así ese día no me hubiera perdido.










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Hola, dos meses sin publicar, una disculpa de antemano, me ocurrieron cosas muy desagradables en diciembre, y la verdad no tenía nada de ganas de publicar, so, una disculpa, nuevamente, se normaliza la subida de capítulos, se suben en la madrugada como siempre y pues ya casi lo termino de arreglar, gracias por leer, a quienes lo siguen leyendo y me esperaron
Se que no tengo la mejor dicción, pero es trabajo honesto xD.


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