Así que caminando hacia la cafetería, comenzó q hablarme de lo que había sucedido en ese mes que estuve ausente, conocieron a muchos otros usuarios stand, aquel pueblo estaba repleto de ellos.
Para todos los que habíamos crecido con uno, tener a varias personas que presentaran una habilidad stand era como un regalo y a la vez no.

—Bien, ¿Dónde están los muchachos?- pregunté a Josuke.

—Bueno, seríamos solo nosotros, _____, lo siento, es que, leí aquel libro que me diste de física, y no entendí nada, quería que tú me lo explicaras, sin ninguna distracción.- sonrió.

—Ya veo, está bien, comeinza a decirme tus dudas, Josuke.-

El sonrió y comenzó a decirme todas las páginas que había marcado dónde tenía duda, en realidad, habían sido muchas, lo entendí, era un libro bastante avanzado que me había costado aprender a mí también.
Aunque, a mitad de sus dudas, comencé a disvariar, voltee a otro lugar, dónde estaban una bola de jóvenes, parecían de nuestra edad, entre chicos y chicas, apreciaba cómo se divertían.

Josuke me sacó de todos mis pensamientos invasivos cuando miró hacía atrás de él y vio a los chicos.

—¿Qué estás haciendo?- preguntó enojado.

—Bueno, veía a aquellos chicos, son guapos y las chicas muy lindas, como para tí.- mi sarcasmo nunca me dejará en paz.

—¿Prefieres hablar de un tema como cualquier otro adolescente que hablar de algo que te interesa?- decía enojado. - No lo puedo creer, leí este libro para parecerte interesante- farfullaba.

Claro que escuché eso, sin embargo no quería hablar sobre ese tema.

—Escucha, Josuke, lo siento, pero al estar dormida ahí y al despertar darme cuenta que en cualquier momento podía morir por una estupidez, yo...- traté de esquivar su mirada. —Yo no he vivido.-

No pude ver a Kosuke a la cara, sin embargo, solo sentí como su mano se posó sobre la mía, lo que me hizo mirarlo.

—Lo siento, ______, no entiendo cómo te sientes, pero puedo entenderlo si me dejas ayudarte.- me sonrió, como siempre con esa linda cara y esos cálidos ojos.

Esto me sentaba mal, no quería pensar en esas cursilerías, sé definitivamente que Josuke se estaba volviendo alguien demasiado importante para mí y como todo en mi vida, en algún momento iba a salir mal.

—En todo caso, ¿Por qué leíste el libro, si no entiendes nada?- pregunté.

—Porque me importas.-

Dios mío, este hombre me iba a hacer sonrojarme en cualquier momento, el sabía cómo llegar al corazón de una chica, sin embargo, si sabía hacerlo, ¿Por qué no tenía una novia?
Una chica bonita, el estereotipo de América eran bajitas, y buenas curvas, no podía faltar.

Eso me hizo tener más dudas, ¿Cómo le gustaban las chicas a Josuke?... ¿Y a Rohan?...

En fin, fuera de todos esos pensamientos que no deberían de servirme para nada en ese momento, le expliqué todo lo que pude a detalle de aquel libro, me alegró que alguien se interesara por algo que a mí me apasionara, como la física, era grandioso.

En todo ese rato, comenzó a darme algo de hambre, así que opté por pedir un pastel de queso y fresas, y Josuke solo pidió una soda, mientras el tomaba un sorbo de su bebida, me quedé mirándolo y analizando un poco todo de él.
No podía negar que era demasiado apuesto, además su peinado le quedaba demasiado bien.

Ugh, de nuevo estaba admirandolo, esto comienza a ser molesto para mi subconsciente y para mí en general.

Josuke estaba tranquilo, completamente calmado, así que le hice una pregunta, volviendo al tema de vivir libremente.

—Oye, ¿Te puedo hacer una pregunta?- lo miré precargado mi cara en mi mano.

—Ya la hiciste.- rió.

—Ya veo... ¿Tres preguntas?- le sonreí.

—Claro que sí.- volvió a reír y tomó otro sorbo de su gaseosa.

—¿Haz tenido sexo?- pregunté sin rodeos.

Josuke escupió su sorbo y parecía comenzar a ahogarse con esta misma, además se comenzaba a poner todo rojo, como un tomate.

El tosió y preguntó. —QUÉ, ¡¿por qué me preguntas eso?!- gritó lleno de pena.

—Bueno, es solo curiosidad, no pensé que te afectaría tanto, lo siento...- miré hacía otro lugar con tal de esquivar su mirada.

—Tú?- preguntó.

—Oh vamos, estás de broma cierto? Era una reclusa social, como querías que hiciera eso, nisiquiera he dado mi primer beso- me crucé de brazos.

—Claro...-

Ambos nos quedamos en silencio, para mí parecía un silencio normal, sin embargo, creo que yo que para él era uno incómodo, no me contestó la pregunta, pero tampoco iba a presionarlo para que me respondiera en ese momento, o en cualquier otro.

—Desde hace un rato miras mi rebanada de pastel, ¿Quieres un poco?- tomé mi cubierto para tomar un pequeño trozo y acercarlo a él.

—Está bien, un poco.- Josuke me miró y se sonrojó un poco, miró a otro lugar y abrió la boca.

Yo me metí el trozo de pastel a la boca y comencé a masticar, mientras que josuke se veía con un claro malestar, le dije.

—Vamos, toma un cubierto y come, no eres un bebé para que te dé de comer en la boca.- sonreí burlona.

Josuke solo tomó un tenedor de la mesa de mala gana y comenzó a comer.

Cuando terminamos de comer, pagamos lo que se debía y nos pusimos en marcha hacia casa de Rohan, sin embargo la mayor parte del tiempo fue en silencio, algo incómodo a mi parecer, sobre todo para Higashikata, yo solo veía el pueblo mientras caminaba, siguiendo a Josuke.

Casi llegando a nuestro destino, Josuke paró, volteó hacia mí y me miró.

—Mañana pasaré por tí, en este punto te encontraré, no quiero ver al idiota de Rohan.- señaló tras de él.

—Uh, está bien te veré aquí mañana entonces.-

El comenzó a caminar en dirección contraria a casa de Rohan y se despedía con la mano únicamente.

—Gracias por leer el libro aunque no lo entendieras, Josuke. Nos vemos mañana.- tomé mi camino hacia casa.

Traté de tomar aire en ese pequeño tramo, para poder aguantar los gritos de Rohan y sus rabietas infantiles, así que cuando abrí la puerta, ahí estaba, en el comedor.

—Que hay?- quise pasar de largo el sillón de la recepción.

—No deberías de irte con malas influencias, ______.- lo dijo con un claro tono de voz molesta.

—Que mal, vivo con un psicópata, muy tarde.- hice una mueca y levanté mis hombros.

Subí a mi habitación, me encerré y me tiré en mi cama, no sabía que hacer, me sentía un poco mal por lo que había ocurrido hoy, molesté a Rohan y pude incómodo a Josuke, definitivamente no sabía tratar a los chicos.

Pero nada está perdido, cierto? El día siguiente me pasaría a buscar Josuke para ir a la escuela, tal vez me pueda ayudar a conquistar a algún chico, o una chica...

En menos de lo que me dí cuenta, caí dormida y comencé a tener sueños, bastante raros, solo veía formas y colores, no podía distinguir nada, mucho menos leer si sostenía o veía algo.

Cuando de repente a los lejos si pude ver algo, una figura familiar, muy imponente, eso me ponía los pelos de punta, me sentía de nuevo como una niña pequeña, indefensa, temblaba de miedo y de un salto, por fin desperté.

Cuando me quedé dormida eran las 4:30 de la tarde, en ese momento que desperté era la 1:16 de la madrugada.

Desperté sudada y asustada, aún tenía puesta la ropa de salida y ni siquiera estaba la persiana de mi habitación cerrada, así que me levanté a cerrarla y cambiarme de ropa, para poder bajar a buscar algo de comer y volver a dormir un rato más, hasta pensé,
“¿Por qué no dormir con el uniforme puesto?, Me ahorraría mucho tiempo en la mañana.”

Decidí salir de mi habitación, al final del pasillo la puerta de Rohan se encontraba cerrada, así que me metí a dar una ducha sin hacer mucho ruido, o al menos todo lo posible que pude, una vez que salí del baño, bajé a la cocina donde había un plato y una nota.

"Deberías de comer algo cuando despiertes"
—Claro que lo haré señor Kishibe, comeré todo su congelador si no se cuida de mí, JAJA.- comí lo que había dejado en la mesa y regresé a mi habitación.

De nuevo me quedé dormida, sentí tan poco el tiempo de dormir, cuando ya estaba ala Liz del sol pegando en mi cara, que molesto.

Eran las 6:30 de la mañana de un Martes, así que me alisté y bajé a desayunar, no había nadie en la cocina ni comedor, supuse que Rohan seguiría dormido, así que tomé un poco de leche y salí de la casa.

Y en aquel punto no muy lejos de casa, estaba Josuke esperando por mí, no pensé que fuera a ir por mi a esa hora de la mañana, ya que solía ser muy flojo, pero en fin, me acerqué a él y lo saludé.

—¿Qué hay, Y Okuyasu?- le dí una palmada en el hombro.

—Oh, hola ______, se quedó abajo en la avenida, quería comprar un poco de comida, vamos a alcanzarlo- me señaló calle abajo.

Lo seguí hasta la tienda en dónde estaba Okuyasu, comencé a platicar con él de algunas cosas insignificantes.

—Que onda! Es bueno volver a verte de pie ______!- sonrió Okuyasu muy feliz y me dió un gran abrazo.

—Muchas gracias, también es bueno verte.- sonreí.

En el trayecto a la escuela ví a lo lejos a Yukako, pero venía con Koichi, tomados de la mano.

"Ugh, genial, hora están saliendo" mi cara fue de disgusto, sin embargo Yukako se veía bastante feliz, así que eso me hacía sentir igual de feliz.

Que ya no tuviera cántaros de lágrimas en la cara por su cabello y ese enano me daba tranquilidad, que envidia.
Yukako se lanzó a abrazarme y darme algunos besos en las mejillas.

—Me da tanto gusto verte de pie ______- sonreía con lágrimas de felicidad en los ojos, mientras acariciaba la herida que tenía en mi labio del lado derecho, producto de la explosión.

Me sonroje un poco por su acción, de verdad estaba feliz que me diera ese tipo de caricias y me abrazara muy fuerte.

Caminamos todos juntos a la escuela, Yukako Okuyasu y yo platicamos por todo el camino detrás de Josuke y Koichi, ellos hablaban de otro tema.

—Ahora que has vuelto deberíamos planear algo, una salida, o algo por estilo- dijo Okuyasu feliz.

Yukako asintió ante la propuesta de Oku.

—Una fiesta no estaría nada mal- sonreí maliciosamente.

—Las fiestas son muy aburridas.- se nos unió a la plática Josuke.

—Huh? Que dices, entonces nunca haz ido a alguna? Son de los mejor cuando todos están fuera de sus sentidos, pasan cosas graciosas.- reí mientras palmeba la espalda de Josuke.

—Las famosas fiestas americanas? Dicen que son bastante locas- mencionó Koichi.

—Te quedas corto también, las fiestas del otro lado de la reja son mucho mejores, o eso me han contado.- todos soltamos a reír.

Al fin llegamos a la preparatoria, Okuyasu y Yukako iban en la misma aula, así que se iban juntos, Koichi también se adelantó con ellos.

—Bueno... ¿Te dejo en tu salón?- miraba Josuke hacía otro lado, evitando mi mirada.

—Si tú quieres llevarme, yo puedo ir sola.- sonreí y le dí una palmada en el hombro.

—B-bien, como quieras, vamos.- me extendió la mano.

Un gesto algo inesperado, sin embargo, esto comenzaba a oler a algo que no debía ser, a mi parecer, sin embargo, creo que ignorar ese presentimiento fue la mejor decisión.

Lo tomé de la mano y caminamos juntos hacia el edificio, en ese momento me sentí mucho más superior de lo que ya era, veía las miradas de odio de muchas viendo hacia ambos, pero a la única que querían asesinar, con obvia razón, era a mí.

—Tu estás en el primer piso, déjalo, te veré en el almuerzo Josuke.- me despedí de él dando un golpe pequeño en el pecho.

Subí hacia mi salón de clases ignorando a las personas, como de costumbre, cuando llegué a mi sitio, a un lado mío había una chica, mi compañera de clases, llamada Au Ayaka, una chica de rasgos finos, ojos grandes y rasgados, bajita y pelo largo algo ondulado, de vez en cuando cruzaba unas cuentas palabras con ella.

—Hey, Brando, toma los apuntes de las semanas de ausencia.- sonrió.

—Que amable, muchas gracias, te los devolveré mañana.-

—Sin problemas.-

Había algo extraño, como si pudiera ver un pequeño stand a lo lejos, esto me inquietaba bastante, así que debía decirle a los demás de este hallazgo.

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Me tardé un montón, pero tuve unos problemas en diciembre y está semana, cuando quería subir el capítulo me marcaba error y después no tuve Internet, lamento haberme tardado, el 22 de este mes subo otra actualización como compensación por la tardanza y para febrero de nuevo regresamos a la normalidad todos los 18, si me retraso sería por la facultad, pero procuraré ser puntual 🤧
Muchas gracias