Shinra soltó un sonoro gemido en cuanto se sintió llegar al orgasmo y seguido de él, el nudo de Obi se acrecentaba en su entrada.

Cuando la nube de excitación desapareció, Shinra cayó en cuenta de lo que estaba sucediendo. Era la primera vez que Obi anidaba en él y aunque lo habían decidido ambos (en el calor del momento), ahora se preguntaba si realmente había sido una buena idea.

—Creo que nos dejamos llevar—dijo Shinra, calmando su agitada respiración—¿Y ahora?

—Solo queda esperar.

—Ya, lo sé... Solo espero que nadie venga.

—¿O te verán sentado en el trono?—bromeó Obi, soltando una carcajada al ver la expresión de Shinra.

—Cállate—le dijo, ganándose otra carcajada por parte del alfa.

—Por mi parte, disfrutaré de la vista.

Shinra bufó divertido.

—Ya, en eso te daré la razón—y trató de acomodarse mejor, para que la próxima media hora en la misma posición no le pasara la cuenta.