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Looking At Me - Sabrina Carpenter


Escrito por: DulcesLetras1255

Las botas negras resonaban sus paso sobre el piso del gimnasio, las pisadas se hacían escuchar, casi queriendo entonar una canción que anunciara su entrada.

Del otro lado, los tacones rojos atraían el sonido hacia ellos, solo para ellos. Las luces del Dj los hacían brillar con el resplandor de un arco iris y no los hacía pasar desapercibidos.

Al fin estaban frente a frente, al fin luego de varios meses de sonrisas orgullosas y miradas retadoras. Al fin estaban frente a frente.

Ashley y Devon... Dos personalidades tan diferentes como iguales estaban en presencia del otro. Dos personas que juntos alteraban su alrededor; como dos volcanes en erupción compitiendo por ver cuál de los dos causaba más destrucción.

Ashley ¿Cómo describirla? Fácil, intrépida y valiente, líder del equipo de ajedrez del Instituto.

Devon ¿Cómo describirlo? Súper fácil, galán y atrevido, líder del equipo de matemáticas del Instituto.

Ninguno de los dos se había confesado, pero de miles de maneras ambos lo sabían.
Ashley se dio cuenta el 15 de febrero — porque sí, había anotado la fecha en su calendario rosa — mientras estaba recostada en su cama y no podía dejar de pensar en lo maravilloso que era el cabello de Devon y lo estupendo que era oír su voz.

Devon se dio cuenta un poco antes que ella, en realidad él no tenía una forma "básica" o "normal" para describirlo. Pero de pronto Ashley ya no le resultaba tan irritante, sino más bien era como necesaria en su vida. Una necesidad enorme de que estuviera a su lado y de que ella y sus extrañas charlas sobre el ajedrez fueran solo para él.

La gente alrededor los observaba en silencio, casi todo el Instituto estaba aquí. Ya sea porque tenían curiosidad, porque no tenían nada mejor que hacer; quizás porque era el baile o porque querían ver el resultado de la loca competición entre estos dos.

La noticia se había expandido más rápido que mantequilla en sartén caliente. Y así, ahora Ashley y Devon estába frente a frente en busca de alguna manera que lograra que  uno de los dos saliera victorioso.

— No me vengas con esa actitud — fue Devon quien terminó con el silencio. Tenía una sonrisa orgullosa en su rostro y esa maldita sonrisa le causaba molestia a Ashley.

Ella sabía de que hablaba.

Los demás no tanto, pero tomaron esa oración como una declaración de guerra y comenzaron a escucharse en el aire: "Oooooooh" y "aaaaaaah" del público.

Ashley no pudo evitar poner sus ojos en blanco y cruzar sus brazos en jarra.

— No te preocupes por las miradas— dijo Ashley.

Devon sonrió — No me he preocupado.

Fue Ashley quien sonrió esta vez y avanzó unos cuantos pasos. Devon imitó su gesto y estuvieron otra vez a la misma distancia.

La competencia consistía en ver quien de los dos se rendía primero. ¿Rendirse en qué? Fácil... Quien de los dos admitía primero que estaba enamorado.

Los demás no lo sabían... Ellos sí.

— No te quedes ahí mirando, cariño. — Sugirió Ashley, quería provocarlo. Que lo dijera de una maldita vez, para así acabar con toda esta tontería de la "competencia" y pudieran por fin darse unos cuantos besos — Trata de mover tus pies.

Devon sonrió y se acercó, lo suficiente como para ignorar a los demás — que en realidad ya ni estaban, porque se habían aburrido o no entendían lo que pasaba — y que los dos pudieran sentir la respiración pesada del otro.

— Voy a tomar el mando, — afirmó Devon — espero no te moleste.

Ashley alzó una de sus cejas castañas y negó.

Las manos de Devon se almodaron a la cintura de Ashley. Las manos de Ashley se posaron sobre los hombros de Devon.

Se miraban fijamente, ninguno se movía, pero parecía que sí. Todo su entorno estaba bailando, dando vueltas y deslizándose suavemente entre ellos.

La música de fondo los invitaba a moverse, pero ninguno lo hacía. No querían admitir... Algo.

La atracción y el romance bailaban a su alrededor de una forma sensual. Meneaban sus caderas y agitaban su cabello. Los querían unir y hoy era el día.

No sentían a nadie a su alrededor, pero sí las miradas. Ashley no quería mirar para comprobarlo pero estaba algo nerviosa.

Devon se dio cuenta.

— Si crees que te están mirando; — comenzó a decir — lo siento. Me están mirando a mí.

Ashley aceptó el desafío y sonrió. En su interior le agradeció.

Con la gracia de una bailarina de flamenco, movió su pierna al ritmo de la canción. Continuó con su cadera y terminó con todo su cuerpo.

Estaba bailando... Quería que él también bailara. Devon aceptó la invitación que tanto tiempo había evitado en aceptar.

Comenzó a seguir sus pasos, se movían en sincronía y era demasiado para ambos. La temperatura subía pero ninguno de los admitía el calor que provenía de su interior.

Devon comenzó a ponerse nervioso, no por las miradas sino por Ashley... Él no sabía que ella se podía mover así y él tampoco sabía que la amaba a tal grado.

Ashley lo notó, sabía que no le incomodaba en lo absoluto el baile... Pero algo lo tenía distraído y nervioso. Decidió aplicarle lo mismo.

— Ni siquiera te están mirando, cariño. — dijo Ashley mientras acercaba sus labios a la oreja de Devon — Me están mirando a mí.

Un escalofrío recorrió la espalda de Devon y sonrió. Le había dado una cucharada de su propia medicina, aunque con más efecto.

La canción se acerba a su final y ninguno admitía nada.

Se siguieron moviendo al compás de la música. La atracción y el romance los observaban desde una esquina con miradas cómplices.

Estaban logrado su objetivo.

Al final ninguno dijo nada y ninguno admitió nada. Habían perdido la competencia ambos... Pero habían ganado mucho más.

— No nos están mirando cariño — dijo Ashley.

— No miran a nadie — terminó Devon.

Cuando la música frenó, la atracción se ubicó detrás de Ashley y el romance detrás de Devon. Se miraron por encima de los hombros de ambos y se guiñaron un ojo.

Cuando la música volvió a comenzar la atracción y el romance empujaron suavemente a los chicos. Se fueron de inmediato tomados de la mano, no querían que alguien las atrapara en sus travesuras.

Ashley y Devon no admitieron nada, porque todo estaba claro. No dijeron nada, porque todo estaba dicho.

Devon se aclaró la garganta, se le dificultaba respirar y no solo por tener a Ashley en frente de él... Sino porque cada facción de esta chica era perfecta ante sus ojos. Incluyendo sus labios que estaban bañados en un sensual color rojo que solo lo invitaba a besarlos.

Ashley notó la mirada de Devon sobre ella, eso le causó tranquilidad y sobretodo belleza. Devon era un chico guapo, no el más bello del mundo pero sí el más bello de SU mundo.

Ambos se acercaron con cuidado, temiendo destruir demasiado del otro.

El beso fue suave al principio y luego cobró intensidad. Ambos se querían y se molestaban mutuamente. Al final nadie los miraba.

La atracción caminaba de la mano junto al romance, la calle estaba silencio y la luna parecía sospechar de la travesura que acababan de cometer.

Comenzaron a tararear, para aligerar el ambiente y pensar en su próxima travesura.

"Porque he estado por aquí una o dos veces" cantó el romance.

El viento acompañó sus voces.

"Si crees que te están mirando, cariño... Me están mirando a mí" terminó la canción con un suave canto de la atracción.



¿Del 1 al 10 cuánto le dan?

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