- y bueno, así entré al mundo del narcotráfico, empecé a matar gente, pero ustedes ya todos conocen su historia, literalmente, y la gente siempre lo pinta como él malo, cosa que, si era, era egoísta y solo pensaba en él mismo, pero, siempre hay más de un malo ¿Cómo crees que consiguió tanto dinero? Él hacia tratos con extranjeros, con políticos colombianos que luego se pusieron en su contra, lo señalaron, todo lo malo en este país es de Pablo escobar, pero eso es muy incorrecto, el mal no solo es por una persona, ni en un solo país, el mal vive en todos y no solo está en hombre, colombianos, japoneses, alemanes o rusos, la maldad no discrimina y ataca a todos.

- pero ustedes son lo que matan los inocentes.

- más o menos, ya que nosotros somos lo que recibimos toda la culpa, toda, por actos que no hicimos y si quieren un monstruo, un monstruo tendrán, lo que ustedes no ven es el otro lado de la moneda, el nuestro, y al no hacerlo, lo intentamos cambiar, a las malas, Pablo Escobar era una mierda, pero hacía todo esto por su familia, al inicio, conseguía dinero solo por su familia.

- pero eso no excusa lo que hice – Walter y él estaban hablando, Pablo solo estaba callado y yo intentaba entrar a la conversación, pero no quería interrumpir, cada vez que decía algo, me interrumpían

- si nos referimos a matar a inocentes, no, no hay excusas, fue un acto de odio sin sentido, no quería cambiar nada, solo quería venganza.

- ¿Eso importa? – Rubén sonrió.

- claro, claro que sí, o ¿Acaso importa toda esa gente que maté? No, están muertas ¿Importa dónde las enteré? No ¡Ya están muertas! No se van a quejar, todo importa, todo – Walter quería pegarle un puño, lo vi en su cara, pero yo lo detuve agarrándolo de la mano y tirándolo para atrás – tienen que aprender, quiero que aprendan, ese es mi motivo, aprender de los errores del pasado para hacer un mundo mejor.

- ¿Crees que uniéndote a esa escoria podías hacer algo? – Walter intentaba soltarse de mi agarré, por suerte Pablo me ayudo a evitar que pelearan.

- sí, saqué dinero, pero tranquilos, que me alejé de eso y simplemente hice algo más simple y menos violento, mucho menos violento, no quería llenarme la sangre de un inocente por nada, no quería, así que pedía algo diferente, algo mejor, y eso fue lo que hicieron y en eso trabaje, pero antes, creo que voy antes de llegar a esa historia toca otra historia, que les gustará – Walter se enojó y dejo de hacer fuerza contra nosotros para golpearlo.

- eres asqueroso, justo lo que mato a tus padres.

- posiblemente, posiblemente, por eso no intentó escapara, quiero morir, merezco castigo, cosa que no hay aquí, quiero que me castiguen, quiero un mundo mejor – Rubén se levantó – y como ustedes lo hacen capturando a los asesinos y dejándolos vivos, yo intentó hacer lo mismo, pero a mi manera, ambos están correcto.

- no, claro que no.

- Colombia es una mezcla de farsante, violencia y sangre, si un político es corrupto, mentiroso, que hará, creará violencia, conflicto y echará la culpa a los otros, cubrirá sus actos, llenará las calles de sangre, de sangre inocente sin necesidad, solo por poder, por querer más, más poder, y si lo descubren, no se hará nada, yo lo sé, y la cárcel es un chiste para ellos, un chiste, el miedo es un arma que se debe utilizar para mejorar.

- eres un idiota.

- ¡Ya paren! No estamos llegando a ningún lado – yo mire a Walter - ¡Deja de caer en su juego tan fácil! No ves que esto solo es un juego para él, te quiere ver sufrir, cambia su forma simplemente para joderte y tú le sigues el juego – me volteé y miré a Rubén – y tú, para, no te creas superior, nosotros estamos en control de esta situación, podemos decidir si mandarte tu muerte, solo falta hablar y ya, te morirás el día de hoy, así que deja de jugar y danos la maldita información – la verdad es que ya me tenían artos.

- vaya – él agarró una lata de cerveza – alguien por fin entiende – él se devolvió y se sentó en el puesto de siempre – es un poco interesante – él tomo un poco de su cerveza – pero si ustedes quieren, les voy a contar algo importante, les contaré de mi utopía, un lugar mágico, mientras Pablo Escobar estaba en la mira de todos, yo solo me quedé viviendo ahí.

- ¿Te refieres a la ciudad que contenía droga? – Yo miré a Pablo – me acuerdo de eso, era algo impactante cuanta drogan creaban y lo peor de todo fue la llegada, ya que todas las personas inocentes defendieron ese lugar.

- lo que me dio tiempo de correr como perra cuando pude, sí, ese lugar y necesito decirles algo, algo curioso, demostrando que en Colombia lo que más importa eran las apariencias ¿Sabes cómo conseguimos esos laboratorios de droga? – yo estaba esperando una respuesta de Pablo, pero él se quedó callado.

- por lo que escuché, hacían tratos con grupos armados, les daban plata y ellos les daba espacio, así de simple, balanza.

- exacto Walter, eres un genio, pero había un problema, y es que la mayoría de los narcotraficantes solo querían una cosa, dinero, entonces cuando les tocaba cumplir la deuda que tenían con el grupo armado, no lo hacían, o pagaban menos, eran unos mentirosos, y eso causaba a veces peleas entre ellos, lo que causaba la muerte de algunos, algo curioso, pero a mí no me importaba eso, yo quería hacer una utopía, un lugar donde todo lo que tenía que hacer era mantener el orden.

- entonces tenías que pagarles a tus compañeros lo que debías, para mantener tu utopía.

- exactamente.

- pero, tenías que sacarles el dinero a ellos, para poder mostrarle a tus otros amigos narcotraficantes que estaban ganando más de lo normal.

- sí, algo así.

- ¿Cómo lo hiciste? Me parece algo imposible.

- no tanto, era bastante simple, primero tenía que decir una mentira, ya que en ese tiempo se pagaba por gramo de coca, yo lo que hice es bajar un poco los números para que no se dieran cuenta, números que no notaban, pero me ayudaban, pero eso no era suficiente, así que se me ocurrió algo, y es algo simple ¿Recuerdan al amigo que golpeé? Bueno, le dije que tenía una idea, hacer una empresa funeraria, aprovechando la guerra de Pablo con Colombia y eso, yo hice sus ataúdes, de todas esas personas, las sepulte y vaya que, si se paga bien, muy bien, así pude hacer para mantener las cosas.

- interesante, pero no creo que las cosas duraran mucho, ya que las personas siempre quieren más.

- es verdad Mario, en algún punto pidieron más, y yo los maté, eso para demostrar mi poder, mataba a esas personas que me amenazaban, que me miraban con odio, que se ponían chaleco antibalas para verme, ridículos, eso hice hacer un balance por un tiempo, un balance perfecto, pero lo mejor de todo, no tuve que matar un inocente, nadie sufrió por nada, era la utopía perfecta, hasta que obvio, la vieron y le dispararon, la quemaron, destruyeron, entonces empecé a hacer mi venganza – él sonrió – saben algo curioso, la mayoría de los ataúdes que enterraron nada, yo ganaba ese dinero – Rubén se río – era buen dinero, mataba a las personas cercanas a ellas y luego les succionaba el dinero.

- adivino que tumbaron las instalaciones después de que Pablo muriera – quería evitar ese comentario, no quería poner más pólvora a este barril.

- sí, después de eso se me ocurrió algo interesante, hacer lo que hice ahí, en Colombia, primero llegar al poder a punta de guerras, intentaba no meter civiles, pero era imposible, así que utilicé el miedo y empecé a matar inocentes, me dolía, pero sabía que era por un bien mejor, un mejor futuro.

- adivino que ahora sigue una historia de tus victimas – Rubén sonrió.

- sí, eso es lo que toca, un acto que no estoy orgulloso, pero era un futuro mejor, quería un futuro mejor para todo.

- ¿Qué te hace tan diferente a Pablo Escobar? – Rubén miró a Pablo y sonrió.

- es simple, por qué lo hacíamos, tu tocayo solo quería riquezas, poder, algo mejor para ellos, pero cuando lo sacaron de la política, eso lo enojó y quiso vengarse, lucho solo por rabia, para que lo dejaran de joder, yo, quería un mundo mejor para todos, no era egoísta, pensaba en el bien común, el bien común del futuro, hacer un mejor futuro para mis hijos, sus hijos, los hijos de todos, es así de simple.

- sabes, lo que hacías era engaño, violencia y sangre, bastante curioso – Walter sonrió.

- lo sé, a ese punto llegamos, donde uno para hacer lo mejor para todos, es haciendo un poco de mal, solo un poco de mal, por eso estoy aquí y no los he intentado matar en las miles ocasiones que he tenido.

- te convertiste en lo que odias.

- no, hice lo que odiaba, pero yo lo odiaba por la razón que lo hacían, no por sus actos, el motivo es lo que me daba asco, no lo que hacían, lo que hacían me daban asco por qué su razón es estúpida o egoístas.

- ¿Quién te crees para poder decidir eso? ¿Quién se castiga y quien no? ¿Te crees Dios? – Rubén sonrió.

- hay Walter, Walter, Walter, Dios nos hizo a su imagen, somos como Dios, tenemos su carácter, su forma, los fuertes gobiernan, los mentirosos gobiernan, he visto toda la escoria en la calle, se quien se merece ser castigada y quien no, Dios hizo lo mismo, castigo los humanos para que aprendan, les pego para que no cometan esos errores, les mete la patada para que la próxima vez la puedan esquivar, nos reinició una vez con el arca de Noé, yo hago lo mismo, los castigo para que puedan aprender y formar una nueva humanidad después del diluvio.