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Amistad vacía


1

Dos días han pasado desde aquel descubrimiento, el chico nuevo no ha vuelto a hablar con él, tenía miedo cada vez que se acercaba, quería salir corriendo y gritar, pero no lo hacía, se quedaba callado y evitaba mirarlo, lo evitaba a toda costa. Todo fue normal, o lo más normal que puede ser. Pero todo esto cambio un día, un día Mark se acercó a él, de manera amigable, pero él tenía miedo, no huyo, pero tampoco lo miró a los ojos, simplemente espero, estaba esperando un golpe o algo así, pero no fue así.

- hola Max ¿Cómo estás? – el chico nuevo subió la mirada por unos segundos y vio a Mark feliz, contento, una sonrisa calmada y no forzada, algo que le sorprendió.

- bien, creo – dijo nervioso, demasiado nervioso.

- bueno, lo que paso es que escuché que vino tú padre y nunca hablas de él, así que tengo curiosidad ¿Cómo es él? – el chico nuevo se sorprendió ante esa pregunta, él jamás habría hablado de él en el colegio ¿Quién se lo dijo?

- pues mi padre, de él nací, es hombre y tiene dos ojos – Mark puso una cara de sorprendido y luego se río.

- ¿No me digas? Supongo que también tiene dos orejas y una nariz – Mark hizo un suspiro hondo, como si hubiera descubierto el mayor secreto de la vida.

- es alto, viaja mucho, no está mucho en casa por su trabajo, amable y ya, no sé, es como tú padre – Mark se río, pero se notaba triste, pero solo un poco.

- no lo creo, ojalá fuera así, ojalá que alguien se apiade y me haga un padre igual que al tuyo – el chico nuevo lo vio a los ojos, se veía triste, pero no lo suficiente, como si fueran falsas.

- no sé qué decir, la verdad, yo... - él iba a decir algo, pero escuchó un grito.

- ¡Maldita mujer! ¡¿Acaso no sabes hacer algo bien?! ¡Seguramente eres lesbiana! – los dos chicos voltearon para atrás y vieron como un chico alto, con el pelo café, levantaba a una chica del buso y le iba a pegar.

- y si le gusta las mujeres ¿Qué pasa? ¿Acaso es una enfermedad? Y si lo es ¿Tienes la cura? – el chico nuevo se alejó de Mark, ya sabía lo que iba a pasar, pero no tenía el valor para detenerlo.

- claro que sí es una enfermedad, y tengo la cura perfecta cura para eso – ese chico le pego en la cara a esa mujer – lo que pasa es que una mujer le gusta las mujeres hasta que conoce un buen pene para chupar – Mark se río, se veía confiado, muy confiado, demasiado confiado.

- ¿Crees que tú penes es bueno para chupar? – ese chico se molestó – o mejor aún, tú dices que las mujeres tienen a gustarle las mujeres hasta que chupan un pene, debería pasar lo mismo con los hombre ¿No crees? – Mark sonrió – así que, ven y chúpamela, a ver si te gusta.

El otro chico se acercó enojado, con ganas de pegarle, de romperle la boca, se puso enfrente de él y mandó el primer golpe, pero Mark lo esquivó fácilmente y le pego en las costillas, le agarró del pelo y lo tiró para atrás, le pego en el cuello y lo tiró hacía unos pupitres, luego se hizo arriba de él y le pego en la cara una y otra vez, lo dejó hecho mierda, estaba sangrando, lo más seguro es que le había rompido la cara, o por lo menos eso creo yo, no soy medico así que no sé si estoy diciendo bien las palabras; recuerdo ese día con claridad, sobre todo la cara de este pobre sujeto, quizás se lo merecía, quizás no, eso ya lo juzgan ustedes.

- la próxima vez que intentes tocar a alguien por sus gustos, te mato – Mark le pego otro puño en la cara – te lo prometo y yo siempre cumplo mis promesas.

Mark se separó de él y salió del salón, él chico nuevo se quedó quieto, sin moverse, solo se quedó viendo fijamente a la persona, estaba inconsciente, pero no muerto, por suerte no estaba muerto. Luego de un tiempo, volvió Mark y le puso un brazo alrededor del cuello, un acto de amistad, como si no hubiera pasado nada, como si no acabara de dejar inconsciente a un chico; el chico nuevo reacciono y lo miro confundido, tenía miedo, pero estaba procesando todo, así que no se notaba el miedo que él tenía.

- veo que esto te afecto mucho, lo siento, no quería que vieras todo esto – ese lo siento era verdadero, él realmente no quería que su amigo, entre comillas, viera todo eso – pero era necesario poner a esa escoria en su lugar.

- te pasaste, no me recia todo esto.

- te equivocas, sí es necesario, ya que, la maldad es un parasito, se tiene que eliminar, para que se deje de reproducirse, detenerlo, antes que la infección se vuelve peor.

- yo creo que se va a salir del colegio.

- quizás, pero por lo menos no va a seguir tratando a las mujeres como basura – Mark lo despeluco con cariño.

- por cierto ¿Por qué le dijo eso a la mujer? ¿Cuál es la razón? – Mark se quedó en silencio, no lo sabía – adivino que no lo sabes.

- y no importa por qué lo hacía, realmente solo impacto el acto, le pego una mujer y no en defensa propia, tampoco creo que lo haya insultado, la conozco a ella y es muy sumisa, no se defiende y mucho menos insulta a alguien por qué quiere, por qué se le salió de la punta de la cola, así que realmente no estuvo bien.

- tú tampoco lo hiciste bien – el chico nuevo se alejó un poco – lo podrías matar.

- no exageres, no soy capaz de eso, y no es por qué quiera, es por qué no lo resistiría, mis nudillos no son tan fuertes para eso, y con lo otro, que lo que hice no estuvo nada bien, obviamente, pero es un mal necesario, es un mal necesario para mejorar este mundo.

- no todo se soluciona a golpes.

- y no todo se soluciona hablando – por un momento, el chico nuevo miro sus manos y vio que tenía una pequeña venda en la mano que le cubría los nudillos y Mark se dio cuenta de lo que estaba viendo – tengo un botiquín escondido en el colegio, si algo pasa, por ejemplo, pegarle en la cara a un alumno hasta lastimarme, aprendí un poco de esto por mi tío.

- ¿Cuánto tiempo crees que la profe venga y vea todo esto? – tenían clase libre y era por culpa de la profesora, se había enfermado y estaba en cama, les dieron clase libre a ellos.

- unos minutos, estoy seguro que en este momento un profesor viene enojado, estoy seguro que alguien les dijo y ya vienen para acá, pero no soy el único que van a regañar, la mayoría de nuestro salón se fue.

- ¿Sabes a donde se fueron? – eran casi cuarenta estudiantes, o así lo recuerdo yo, y veinticinco estudiantes se habían salido del salón.

- besándose con su pareja, fumando en el baño, comiendo por ahí, llorando, molestar a alguien, no lo sé, pueden hacer lo que sea, pero lo que importa es que no están aquí.

- sabes que te mereces el castigo.

- claro que lo sé, me lo merezco, lo correcto es que yo también recibiera castigo, así sería justo – en ese mismo momento, un profesor abrió la puerta, se acercó rápidamente a ver como estaba el niño, se arrodilló y le tomo el pulso.

- ¿Quién hizo todo esto? – todos lo que estaban allí presente miraron a Mark.

- yo profesor, yo lo hice – él profesor rápidamente se levantó y lo agarró de la mano.

- no me sorprende, obviamente tú eras el culpable – el profesor empezó a caminar y obligaba a Mark hacer lo mismo – vamos a hablar con el director.

Ambos se fueron y el salón se quedó en silencio por varios segundos, el chico nuevo miró alrededor y vieron como todos estaban quietos mirando a otra parte, no querían ver a nadie, como si estuvieran evitando lo que estaba pasando.

2

Nadie se movió, nadie dijo nada, era un silencio horrible, hasta que unos segundos después, segundos que había parecido años, la chica del pelo blanco entro sin decir nada, y nadie le dijo nada. Ella camino lentamente hacia el chico nuevo, el reacciono y se movió un poco hacia atrás, con miedo, ella solo sonrió un poco y le puso lentamente una mano en el hombro en señal de confianza y que no le iba a hacer daño.

- ¿Qué quieres? – dijo el chico asustado o enojado, quizás ambos.

- tranquila fiera, solo vengo a hablar de lo que paso, ya que vi a mi amigo ir a dirección ¿Tienes algo que ver? – el chico nuevo miro para otro lado, aunque la verdad es que no tenía nada que ver en eso.

- no, se peleó solo con un chico ahí, de hecho, la persona sigue ahí tirada por si no me crees – ella se asomó y vio el cuerpo.

- te creo, pero bueno, en realidad no me preocupa mi amigo, el siempre se va a salir con la suya, aunque yo no quiera.

- ¿No eran amigos? – ella sonrió un poco.

- claro que sí, aunque, es por obligación, además él es muy molesto y normalmente me jode con algo muy privado – el chico nuevo se acercó a su oreja y le susurro.

- es el hecho que seas mujer – ella se ruborizo y le pego una pequeña cachetada.

- idiota, no lo digas aquí, te pueden escuchar – dijo susurrando.

- tranquilo, tu secreto está protegido conmigo – ella miro para otro lado avergonzada.

- la verdad es que no confió en él, es un bocazas y habla demás, no sé cómo la gente no sé da cuenta.

- pero eso no cambia nada de lo que me hiciste, yo, te tengo miedo, así que, aléjate, por favor – ella miró hacia abajo.

- lo siento, sí eso sirve de algo, lo siento de verdad, yo no quería hacerlo – ella se quedó callada y sonrió – bueno, sí quería hacerlo, pero no contra tu voluntad – el chico nuevo se puso rojo como un tomate, esto era normal en él, cada vez que decían algo bonito, se le subían los colores al rostro.

- ¿Por qué lo hiciste? – ella lo miró a los ojos.

- él me obligo, él quería acercarte a ti, para ver si eras lo suficientemente bueno para nosotros, lastimosamente, sí lo fuiste y te nos uniste, y te digo algo, si no lo haces por las buenas, lo harás por las malas, pero sí o sí te vas a unir, eso no hay opción, sí o sí te unes, él te dejará sin opción.

- él te obligo a quedarte con ellos, a hacer parte de ellos, te dejaron sin escapatoria – ella se quedó callada por unos minutos, miró alrededor suyo.

- sí, eso es lo que hace y siempre utiliza lo mismo, dice que sí lo desobedezco, va a decir la verdad, toda la verdad y bueno, quien me va amar como soy.

- estoy seguro que hay alguien que te va a amar tal y como eres – ella sube la mirada y sonríe.

- ¿Esa persona eres tú? – él se puso más rojo, no era capaz de controlar eso.

- no, no soy yo, tú y yo únicamente somos amigos, nada más, ni si quiera somos amigos, solo conocidos – ella se río.

- tranquilo te tomo del pelo – nadie dijo nada por unos minutos.

- ¿Qué va a pasar con Mark? – ella miró hacia atrás, en dirección a la puerta.

- nada, no va a pasar nada, como siempre, es menor de edad y este colegio no hay castigo, así que no va a pasar nada, como mucho, lo van a dejar una semana alejados de nosotros, sin nada que decir ni hacer, aunque no lo creo, siempre se salva de eso y poca veces ha pasado eso.

Unos segundos después de esta maravillosa conversación, vino el profesor de música, conocido por poner a jugar futbol a sus alumnos, agarró a su alumno y lo llevó lejos del salón, lo más posible era que iba a ir a la enfermería a curar sus heridas, pero, había algo que le causaba miedo al chico nuevo, y era lo que le dijo su conocida, ya que no quería llamarle amiga, por qué no confiaba en ella.

3

La chica con el pelo blanco se equivocó, si habían obligado a Mark a estar afuera del grupo por una semana completa, comía aparte, tenía clases apartes y no socializaba con nadie, esto alivió un poco al chico nuevo, pero, aun tenía problemas, y todo esto era por culpa de los amigos de Mark, no lo tocaban, pero lo vigilaba, veían cada movimiento que hacían, pero sin tocarlo, casi nada interesante paso. Excepto por una cosa, además que su padre estaba en casa y todavía no había viajado para hacer un trabajo; esto era que él y la chica del pelo blanco se empezaron a juntar, empezaron a charlar como dos amigos, con algunos chistes y alguna vez la chica hacía sonrojar al chico, era una relación bastante bonita y hermosa; pero, la semana se acabó rápidamente y Mark volvió a unirse al grupo, a tomar clases a lado de sus compañeros, pero eso no era lo peor de todo, lo peor de todo, es que la paciencia de Mark se le estaba acabando, quería que el chico nuevo se uniera, pero no quiso por las buenas, y la única manera que él conocía, era por las malas, la mayoría de sus amigos eran por miedo a él, por qué Mark sabía cómo lastimar a los demás. Un día, si no estoy mal, fue un martes, el chico nuevo estaba caminando con miedo, sabía que Mark estaba libre y eso lo aterraba, no quería verlo, pero no tenía otra opción; el chico nuevo había llegado temprano, como unos cinco o seis minutos, esto para evitar a Mark, si es que se podía evitar, tampoco es que pueda llegar tarde, ya que hace unos días él vio a algunos de los amigos de Mark cerca de su casa, por la noche, vigilando, lo más posible es que pasen por ahí, para asegurarse que él vaya al colegio, y si se queda en casa mucho tiempo, su padre o madre lo iba a sacar sí o sí. Él iba caminando por los pasillos lentamente, con algo de temor, hasta que llego al salón, pero cuando abrió su salón, encontró a su amiga amarrada en su pupitre de las manos; él se acercó rápidamente hacia ella, le tocó la cara, no hay explicación, tenía miedo y fue lo primero que se le ocurrió hacer. Notó que respiraba y que se veía bien, no le habían hecho tanto daño. Pero de repente, se escuchó como abrían la puerta, el giro feliz, pero cuando vio que era Mark, su sonrisa había desaparecido.

- hola Max ¿Cómo estás? – el chico nuevo se alejó de él.

- ¿Qué le hiciste? – Mark sonrió.

- primero, dime ¿Te nos unirás? Es lo único que quiero saber.

- claro que sí – él no tenía más opción que aceptar.

- me alegra escuchar eso – él le pego a su amiga en la cara.

- ¡¿Qué te pasa?! Ya acepté – Mark lo empujó un poco, para que se alejará de ella.

- bueno, eres mi presa, solo yo podía ser tú amigo, por lo menos en mi grupo, pero ella no se supo contener y te hablo, solo es una pequeña lección – Mark le pego a la chica en las costillas.

- eres un bastardo.

- quieres saber algo interesante, nosotros siempre tenemos un pacto, un acto de iniciación – Mark silbó y todos sus amigos entraron.

- ¿Qué me van a hacer?

- enseñarte, te voy a enseñar tú lugar, en este mundo solo puedes ser el cocinero o la comida, estás arriba o abajo, te pisan o eres el pisoteado – dos personas lo agarraron de los brazo y no lo soltaron, lo retuvieron – y nadie es como parece, nadie es tan bueno como se muestra, los humanos somo egoístas por naturaleza, pero te prometo que lo cambiaré.

El chico nuevo recibió una golpiza, una muy grande, una dolorosa golpiza, obviamente no dijo nada, primero, no quería que su padre lo descubriera, pero lo peor no iba a ser eso, esa chica iba a ser lastimada si abre la boca, tiene que quedarse callado y solucionar todo esto sin que los profesores se den cuenta.

4

Las horas pasaron volando, nadie se dio cuenta de que lo habían golpeado, y si lo hubieran hecho, nadie hizo nada, nadie dijo nada, solo observaron, pero el chico nuevo no los culpaba, no podían hacer nada, tenían mucho miedo para hacer algo. El chico nuevo salió del colegio caminando muy adolorido y para su casa, pero antes de que llegaran, Mark se acercó a él.

- hola amigo ¿Cómo estás? – el chico nuevo lo miró con odio.

- ¿Tú que crees? – Mark se río.

- oye, tranquilo – Mark puso un brazo en su hombro – era necesario, yo soy alguien justo, hice todo esto a los demás, tú no puedes ser la excepción.

- sí, ahora te puedes largar, quiero descansar – él se intentó liberar, pero Mark no lo dejo.

- aun no, eso no, aun te vas a quedar.

- déjame por favor, quiero descansar.

- aún no, aún no, quiero ver tú sinceridad, ese es mi poder, puedo ver el interior de las personas y darles lo que quieren, controlarlos, veo el mundo como es, no con un filtro de machismo, donde el hombre es mejor, tampoco un filtro de rosa, donde todo es perfecto, la vida se va a la mierda cada vez más, pobre la siguiente generación, si nosotros la tenemos difícil, no me imagino como serán la siguientes generaciones.

- suéltame.

- no, aún no, ve lo que yo veo, ve el desbalance en el mundo y ya, solo velo.

- déjame, no puedes obligarme a nada – Mark lo soltó.

- no debería, pero lo hago, por qué soy mejor, soy más fuerte, hábil y mejor que tú, tengo el control sobre ti, lo mejor es acercarte a mí, ser amigos y ya, nada malo pasara – una teoría retorcida, pero algo cierta, por lo menos en ese punto de vista, ya que no era capaz de hacer nada, y nada podía hacerlo.

- quizás tengas razón, pero ya te lo dije, voy a ser tú amigo, pero déjame descansar, por favor, me duele todo, y cuando digo todo, es todo – Mark sonrió.

- claro, ve, ve con cuidado, te recomiendo que no le digas a tú padre, ya que no vamos a salir bien, ni para ti, ni para tú padre, así que no se lo digas.

El chico nuevo entro a su casa y caminó hasta su cuarto, su padre lo saludo, él levantó la mano con dificultad y sonrió, luego se fue y entró a su cuarto y se quedó quieto, sin hacer nada, hasta que su padre abrió la puerta, él se giró asusto y sonrió; su padre iba a decir algo, pero no lo hizo, solo cerró la puerta y se fue. Esto a él le pareció muy extraño, pero no hizo nada, le dolía tanto el cuerpo, que no se movió y al final se quedó dormido, pero lo que él no sabía, era que acaba de cometer un gran error, un error que se arrepentirá.

5

El padre de Max salió de su casa, pero antes obviamente había dicho a su querida esposa a donde iba a ir y ella lo dejo ir. Él llego al colegio que estudiaba su hijo, parqueó su carro, le hecho seguro y entró al colegio, camino por los pasillos algo perdido, ya que no había entrado al colegio ni una sola vez, así que le fue muy difícil ubicarse, pero al final encontró la habitación del director. Él toco la puerta y espero un momento, hasta que el director le dijo que pasara, él entro y sonrió.

- hola Paul ¿Cuánto tiempo? – el director sonrió.

- mucho, mucho tiempo Hugo.

- en que te puedo ayudar, adivino que es algo del colegio, ya que estás aquí y no en mi casa, además no traes cerveza – ambos rieron.

- lastimosamente si es por algo del colegio, ojalá fuera por otra cosa – Hugo dejo de escribir en unos papeles que había ahí.

- claro, dime, soy todos oídos – Paul se sentó en las sillas que estaban ahí.

- lo que pasa, es que creo que alguien golpeó a mi hijo – Hugo puso el lapicero en que estaba escribiendo y se lo puso en la boca.

- interesante ¿Sabes quién es? Para castigarlo.

- creo, creo que fue Mark, aunque no sé, solo es una teoría – Hugo sonrió.

- no lo sé, pero voy a ver que hacer, lo mantendré vigilado, a tú hijo y a Mark.

- sabes lo que pienso, quizás tengamos que llevar a ese tal Mark a un reformatorio, si se descubre que es culpable – Hugo dejo de sonreír.

- eso es muy difícil, pero lo intentaré, pero únicamente si de verdad es culpable y hay pruebas, lo enviaré.

- claro, me va a comer la conciencia si eso pasa, tú sabes como soy.

- es verdad – Hugo sonrió – eres un buen chico.

- y tú eres un gran amigo.

- amistad, es un tema muy interesante y misterioso.

- ¿Por qué lo dices? – Paul estaba confundido por eso comentario, salió de la nada.

- bueno, una amistad es preciosa, hermosa, son como familia.

- claro, como tú y yo, somos como hermanos – Hugo sonrió.

- somos más que eso – Hugo hizo unos segundos de silencio – pero ¿Qué pesa más? ¿La amistad o la familia?

- pues, depende de cómo lo veas, ya que hay personas muy malas en el mundo, y puedes tener la mala suerte que una de esas personas sea tú familia.

- bueno, yo tuve un padre borracho, aunque fuera la, pero persona que conociera, aún la quería, la amaba, aunque era un bastardo.

- entonces, la familia está primero – Hugo miro a los ojos a Paul – como nosotros, somos amigos que ahora es familia.

- lástima que no tengas hijos, así podríamos hacer que ellos dos se unan y sean grandes amigos.

- cómo tú y yo – Hugo sonrió.

- claro, somos los mejores amigos, para siempre y por siempre – Paul se levantó y empezó a caminar hasta llegar a la puerta.

- espera – Paul se detuvo y se giró - ¿Te vas a ir sin despedirte de tú mejor amigo? – Hugo soltó una pequeña lagrima, cosa que era muy raro de ver, ya que él nunca lloraba.

- claro amigo, eres lo más importante en mi vida – Paul abrazo a Hugo.

- no es verdad, es más importante la familia – y así es como todo se escureció de repente.

Eso fue lo último que vio y escucho Paul, antes de caer muerto en los brazos de su amigo. Lo que paso fue que cuando menciono el nombre de Mark y lo que iba a pasar, le dio miedo, mucho miedo, él sabía lo que había hecho Mark y tenía varias pruebas, desde persona que lo vieron, testigos, él iba a ser el fosforo que haría explotar todo, sería lo que haría tirar todos los actos de Mark que él había intentado ocultar; agarró una pistola que tenía su escritorio y cuando su amigo lo abrazó, él aprovechó para dispararle. Hugo se sintió un poco culpable, pero no demasiado, ya que su mejor amigo indirectamente, aunque no lo sepan y no lo vean, el disparo fue un acto de amor, y de dolor, pero fue como su amigo dijo, está encima la familia que la amistad, pase lo que pase, había que estar unidas, no importan que tan mala gente sean. Hugo no iba a dejar que se llevaran a su nieto lejos de él, no después de todo lo que ha pasado, no después de prometerle a su hermano que lo cuidaría y que jamás se iban a llevar, pase lo que pase, tenía que cuidar a Mark.

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