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Amigos para siempre

1

Pasaron las semanas, nada cambio, el chico nuevo no le dijo nada a sus padres, fue su pequeño secreto, según sus padres, él la pasaba bien con todos sus amigos y amigas, pero era mentira, por obvias razones. Todo iba regular, le seguían pegando y él no se podía defender, lo acorralaban y le pegaban, aunque era casi amigo de Mark, a veces no podía estar para él y ahí le pegaban, lo cogían entre varios por qué ya empezó a aprender a pelear, sabía pegar fuerte, pero no se sabía defenderse, además eran varios contra uno, no era justo, no podía hacer nada. Un día, de esa semana, Max se acercó a Mark para comer, le habían golpeado en el descanso y tenía morados en todo su cuerpo, golpes que él decidió no ocultar.

- veo que empiezas una buena mañana.

- por lo menos pude pegarles a dos personas – el chico nuevo sonrió.

- bien, únicamente pueden ganarte entre varias persona, eso significa que puedes defenderte sin mi ayuda.

- ni te creas mucho, aun me siguen golpeando entre dos, así que aún me queda.

- eres fuerte, es lo único que se.

- a veces hago gimnasia y a veces golpeaba un saco de pelea.

- que bien.

- por cierto ¿Dónde estabas? Se que me viste entrar con ellos, pero no hiciste nada.

- estaba con una amiga, una buena amiga – en ese momento paso la chica del pelo rosado le guiño el ojo, en ese momento él se hizo una idea de que fue lo que paso.

- ¿Te cogiste a ella? – Mark lo miro con susto.

- ¡No! – dijo impactado – digamos que hicimos un intercambio, yo le daba un beso y ella me daba algo que yo quería.

- ¿Eso es? – él se puso algo enojado.

- secretos, un gran secreto, que aún no te puedo contar, pero lo haré, te lo prometo – él sonrió.

- recuerda que mañana tenemos examen de matemáticas.

- me vas a ayudar ¿Cierto? – el chico nuevo quería que le dijera ese secreto, pero conociéndolo, jamás lo iba a hacer, y menos si lo amenazaba.

- claro que sí ¿Por eso somos amigos? – Mark sonrió.

- gracias, te prometo que la próxima vez te defenderé y te enseñaré la mejor forma para defenderse – era un trato justo, así que acepto, los dos ganaban algo.

Paso las clases, nada especial paso, nada importante, todo estuvo calmado, sus acosadores no le hacían nada, solo los miraba, ellos sabían que, si lo atacaban, Mark les iba a pegar, seguramente les iba a tirar lo diente, así que se quedaron viendo a lo lejos. El colegio se terminó y nada le paso a él, lo que iba a hacer era ir a su casa rápidamente, cambiarse su ropa e ir a la casa de Mark, nunca la había visto, pero se la podía imaginar, una casa pequeña, una casa de pobres para ser más exactos; pero cuando estaba saliendo del colegio, alguien lo agarró de la mano y lo detuvo. Él giró rápidamente e iba a lanzar un puño a esa persona, pero vio que era el chico con gafas y el pelo morado. Él se dejó llevar, tenía curiosidad saber por qué hacía esto, al final lo llevo a un salón vació, pero el chico nuevo no bajo la guardia, seguía, por cualquier movimiento brusco que haga o si se acerca mucho.

- veo que eres su nueva presa.

- ¿Te refieres a poste telefónico? – él se río.

- ojalá, ese solo es un tonto sin cabeza, él solo sigue ordenes, pero no es el titiritero, solo es alguien que ve todo desde las sombras.

- ¿A quién te refieres? – esto le empezó a dar mala espina al chico nuevo.

- es tu amigo, se supone, deberías ya saberlo.

- ¿Te refieres a Mark? Pero él nunca me ha hecho daño.

- es que a él le gusta hacerse la buena persona, pero es una mierda, él quiere dañarte, siendo tu amigo y apuñalarte por la espalda – el chico nuevo no lo creyó, se tapó los oídos.

- no, no es verdad, él es buena persona – él otro chico solo sonrió.

- luego lo veras, yo solo te voy a informar la verdad, la verdadera cara de él pronto se te mostrará, espero que no sea demasiado para él ¿Sabes quién era su otro amigo? – él no respondió, no lo sabía – no lo sabes, adivino, bueno, solo te digo que no salió bien, para él chico, no para tu amigo, al final tu amigo salió con la suya, como siempre, pero pregúntale, al final lo sabrás, como todos.

- estás mintiendo, él no es capaz de lastimarme, somos amigos.

- lo mismo dijo de mí y mírame, solo sin nadie, soy el que mejor salió de sus amigos, todos los demás quedaron peor, lo digo por experiencia.

- ¡No! ¡Él no es capaz de hacer eso! ¡Es mi amigo! – él otro chico se río, se río muy fuerte.

- está bien, veamos qué tan buen amigo es, pregúntale por sus anteriores amigos, y ahí veremos que dice.

- lo haré y demostraré que no es mala persona – aunque el chico nuevo no estaba seguro, quería creer que sí.

- buena suerte.

Él se fue enojado, no quería creer que su amigo era mala persona, esa persona que le ayudo a defenderse, que fue en realidad un buen amigo, no quería creerlo, así que simplemente lo ignoro y se fue enojado y resignado, era imposible que Mark fuera una mala persona, no era mala persona, pero tampoco era como ese chico raro lo pintaba, así que solo lo ignoro y se fue para su casa, se cambió la ropa y salió lo más rápido a la casa de Mark, su padre no estaba, seguramente estaba viajando, haciendo algo grandioso por ahí, aunque no lo podría saber con seguridad. Se despidió de su madre con un beso en la mejilla y se dirigió a la casa de Mark rápidamente, con una ropa cómoda y con la mochila con las cosas para estudiar.

2

La casa de Mark no estaba tan lejos, así que llego sin ningún problema caminando, se demoró medía hora para llegar, pero llego, y para su sorpresa, era una gran casa, una con dos pisos, no era muy lujosa y tampoco era mejor que la suya, pero era mucho mejor de lo que él pensaba. Toco la puerta y espero unos segundos, Mark le abrió con una sonrisa.

- Llegaste amigo – Mark lo abrazó.

- claro, no tengo nada mejor que hacer – ambos rieron.

- entra, primero hagamos la tarea y luego exploramos mi casa, que es algo grande.

- yo pensé que eras pobre – él lo miró algo ofendido – lo digo por lo que sabías y todo eso, te imagine de esas personas pobres, rudas, que el mundo lo trato como mierda y ahora son fuerte y hábiles.

- lo siento por decepcionarte, pero no soy como tú dices – él se río.

- no, no lo eres, eres mejor.

- bueno, ven, te mostraré mi cuarto.

Ambos chicos se fueron al cuarto de él, su casa era bastante bien, algo vieja y con algunos cuadros, pero nada del otro mundo, unas escaleras que hacían ruidos, con una pintada reciente, unas cuantas matas y muchos, muchos fotos de él de pequeño, lo más extraño quizás era que no había rastro de sus padres, él quería preguntar, pero le pareció de mala educación, así que solo se quedó callado y lo siguió a su habitación. La habitación Mark era grande, con una repisa con muchos juguetes, muchos, pero muchos juguetes, la mayoría era de superhéroes bastante bonitas y detalladas, también tenía un televiso, uno de blanco y negro, bastante agradable y novedoso para la época. Las horas pasaron, el chico nuevo le intento explicar de temas variados, pero Mark no entendía, se tardó demasiado en entender, pero al final pudo, y cuando acabo, el chico nuevo se aventuró a hacerle una pregunta.

- ¿Tú tenías amigos antes que yo? – Mark lo miro de reojo.

- claro, no toda la vida gira alrededor de ti – el chico nuevo se río, pero por compromiso, quería romper el hielo o para no crear un silencio mortal.

- sí, yo sé eso, pero, me puedes decir nombre y como se conocieron he historia o cosas así – Mark se puso algo nervioso.

- pues, no me acuerdo – al chico nuevo le parecía raro, aunque no quisiera.

- por favor, quiero saber quiénes son tus amigos.

- ¡No he tenido! Y si he tenido amigos ¡No me acuerdo quienes fueron! – él estaba enojado, sus ojos se podía ver el fuego en su interior - ¡¿Eso es lo que quieres saber?! ¡¿Quieres algo más?! – el chico nuevo estaba asustado, jamás había visto a su amigo así, tenía miedo de verdad.

- lo siento, es que un chico me había dicho algo, algo que me asusto, algo de ti – Mark lo miro más enojado, si es que se podía.

- ¿Quién te dijo esa mentira? – esto no le daba buena espina, había algo que le gritaba peligro, pero no podía hace nada.

- no lo sé, él chico de gafas, que parece mujer, no sé cómo se llama, él me lo dijo – se sentía mal delatar a su compañero, pero solo quería huir de ahí lo más rápido que pudiera.

- no le creas, es un mentiroso profesional, no le creas, él hace eso, inventa cosas para destrozar amigos, no le hagas caso – Mark soltó una pequeña sonrisa, pero aún le parecía todo esto muy raro.

- claro, yo confió en ti.

- que bien – él sonrió más, una sonrisa muy grande, sonrisa que le daba miedo al chico nuevo.

- ¿Quieres jugar? – él tenía miedo, no se iba a quedar, lastimosamente, su cara mostraba ese miedo que él tenía en ese momento.

- no, voy donde mis padres, quizás después – él agarró la mochila de él, pero antes de irse, Mark lo agarró de la mano.

- ¿Seguro? – él se asustó más, su cara de serió era verdaderamente aterradora, sentía la necesidad de salir huyendo de ahí.

- sí – él sonrió un poco, aunque era una sonrisa falsa.

- está bien – Mark lo soltó – nos veremos mañana amigo – Mark sonrió y él lo imitó.

- hasta mañana – él camino normal hasta la puerta de la casa, para no hacerle sospechar a Mark.

- ¡Hasta mañana! – él salió de la casa de Mark.

Él camino normal unas calles cerca de la casa de Mark, tenía el presentimiento de que alguien lo estaba viendo, disimulo un poco hasta estar lo suficientemente lejos de la casa de Mark y empezar a correr. El chico nuevo llego a su casa unos minutos después, no sabía cuánto, ya que, para él, el tiempo se detuvo, aunque él no supo por qué tenía tanto miedo, solo tenía miedo; pero luego de unos segundos después haber entrado a su casa, ya que su padre estaba en casa.

3

El chico nuevo corrió lo más rápido que pudo y lo abrazo, lo abrazo muy fuerte, hace tiempo que él no lo veía, ya que su padre tenía un trabajo de calificar hoteles, pasar tiempo en ellos, comer su comida y probar sus camas, normalmente duran una o dos semanas, y como ven, casi siempre estaba alejado de su hijo, pero en ese momento, ambos estaban juntos y nada más importaba.

- hola hijo ¿Cómo estás? – él lo abrazo fuerte.

- bien, muy bien ¿Cómo te fue? – él sonrió.

- bien, muy bien, ahora mejor ya que estás aquí.

- yo también te extrañe mi pequeñín – su padre le despeluco el cabello, un acto de amor entre ellos.

- ¿Cómo te fue en ese hotel? ¿Estuvo bien?

- es un redondo cuatro de cinco, no está nada mal y podría ir a pasar tiempo con mi familia ahí, lo mejor de todo es el precio, es muy barato, pero dan muchas cosas, fue bastante hermoso.

- me alegra que hayas disfrutado tú trabajo.

- sí, ahora cuéntame ¿Cómo fue tu colegió? – él no quería romperle los sentimientos de su padre, prefería mentirle antes de que eso pasara.

- bien, muy bien, lo he estado disfrutado, todos son muy amables, por ahora.

- hoy tú hijo fue a la casa de alguien – en ese preciso momento su corazón se detuvo.

- Aiden, fui a la casa de Aiden – quizás esto él iba a cobras después, pero era lo mejor que podía decir.

- me alegro, yo también tenía un amigo así, éramos mejores amigos por siempre – el chico nuevo se sorprendió, jamás había oído escuchar de esa persona.

- nunca me contaste ¿Quién es? – dijo emocionado e intrigado al mismo tiempo.

- tú ya lo conoces, es tú director, el director de la escuela – él sintió un frio en su espalda, eso lo aterraba, quizás él director y mejor amigo de su padre le iba a contar toda la verdad en cualquier momento – seguimos en contacto, pero poco, ya sabes que nosotros viajamos mucho.

- adivino que elegiste mi colegio por qué el director era tu padre – él sonrió.

- no, claro que no, lo elegí por qué tiene buenas opiniones, que son todos amables y estudiosos, aunque es mentira, pero la gran mayoría será así – era mentira, había muy poco así, la gran mayoría le hacía daño a los otros, se creían superiores a los demás y eran muy vagos – además mi amigo trabaja ahí, lo que significa que él siempre me va a decir la verdad y que nunca me mentirá, siempre me va a avisar cuando te portes mal y te metas en problemas – el padre le pego un pequeño codazo a él, era una broma, porque según él, su hijo es muy juicioso y jamás se metería en problemas, que equivocado estaba.

- tranquilo, sabes que nunca me meto en problemas – él sonrió, estaba cavando su propia tumba él solito.

- eso no pasa nada, mientras tu no seas el causante de eso, todo estará bien.

- ¿Me podrías contar un poco de la historia entre tú y tu mejor amigo? – él estaba intrigado, quería saber todo sobre su relación.

- es simple, nos conocimos en el colegio, nos pusieron juntos, él era él que más resaltaba, era carismático y amable y defendía a las personas que quería, también tenía una obsesión por cumplir la reglas y nada rompía esa excepción, nada, excepto ayudar una amigo, siempre ponía a su familia después de las reglas que él tanto adoraba.

- y ¿Tú que eras antes? – él sonrió, recordaba esos buenos momentos.

- él cerebrito, tenía el pelo un poco largo y era inteligente, era aceptable en los deportes y no ayudaba a nadie que no fuera mis amigos en las tareas o exámenes, excepto si me pagaban, ahí si les ayudaba.

- adivino que después de eso se hicieron grande amigos.

- los mejores amigos, para siempre y por siempre.

- me alegra escuchar eso – era una bonita historia de amistad, pero su padre no tenía tiempo en ese momento, quería descansar.

- ¿En esa época es donde encontraste a mama? – nunca había escuchado la historia, no le importaba mucho, lo único que sabía que era en el colegio y solo le importaba eso, no le importaba nada más.

- claro, tú madre era la chica más problemática del colegio y la más linda también, normalmente se metía en problemas por no llevar mini falda, o por llevarla muy corta, también se pintaba las uñas y peleaba con los profesores por eso, normalmente estaba aleada de nosotros, era un castigo de los profesores.

- a veces me pegaban, con reglas donde no se vieran, pero jamás me detuve y seguí así, hasta que me gradué y no me pudieron joder más, tengo varias experiencia del colegio así – ambos rieron.

- fueron buenos tiempos.

- para ti, yo no podía hacer nada, era mujer y no podía hablar sin el permiso de un hombre.

- pero eso no me detuvo.

- claro que sí lo hizo, muchas veces, no hice cosas como los demás, no me dejaron ser yo.

- pero seguiste igual, seguiste peleando – el padre lo abrazo y la beso, era un momento romántico.

- que bien, me alegra escuchar eso, ahora voy a ver un poco de televisión, adivino que vas a querer descansar papa o pasar tiempo con papa – él sonrió.

- me leíste la mente mi inteligente hijo, te amo.

- yo también, descansa papá.

El chico nuevo se fue a su habitación y cerró su habitación, prendió la televisión y se quedó viendo a la nada, sin moverse, estaba pensando, analizando toda la situación y todo lo que estaba pasando, por un lado estaba lo que paso con Mark, si ese chico decía la verdad, ambos estarían en problemas, él no quiere admitirlo, pero cómo Mark reacciono, le causo miedo y si eso era verdad, tenía miedo de ese chico que le había dicho, él lo soplo, le echó toda la culpa y si lo lastiman, será su culpa. Y por el otro lado estaba el director, que al parecer era el mejor amigo de su amigo, lo que significa que no puede dejarse ver por los profesores, si alguien los ve peleando y los lleva al director, él le dirá a su padre y la mentira caerá, estaba entre la espada y la pared y no sabía que iba a ser peor, cuál iba a ser la chispa que prenderá la pólvora.

4

Al día siguiente, él se levantó temprano y llego temprano al colegio, quería evitar a todos ellos, no verlos, quería esconderse de todos y solo verlos en la clase. Camino por los pasillos, faltaba aproximadamente veinte o quince minutos para que empezaran las clases, lo que significa que no iba a estar nadie, o eso pensaba él. De repente, se escuchó un grito, un pequeño y apenas audible grito, era como si alguien le tapará la boca para evitar sus gritos; el chico nuevo corrió lo más rápido que pudo hacia donde escuchaba esos gritos, eran dentro del baño. Él abrió la puerta lentamente y vio como varias personas le estaban pegando al chico del pelo largo y morado, pero lo que le sorprendió eran dos cosas, ver como estaba el chico, sangrando por la nariz, con una cinta en su boca, cinta que no le dejaban hablar, tenía un morado en el ojo bastante grande y estaba tirado en el suelo; lo otro era que su amigo Mark estaba ahí, con un bate de beisbol con un poco de sangre, con una sonrisa, viéndolo fijamente.

- hola mejor amigo ¿Cómo estás? – él no supo que responder, eso era mucho, estaban todos de la otra vez – te presento a mis amigos, aunque ya conoces a todos, no es la primera vez que los vez a todos en el baño, pero esta vez no te están golpeando.

- ¿Qué haces? – dijo el chico nuevo asustado.

- encargándome de un viejo amigo, un amigo que habla demasiado, tiene demasiado grande su boca – Mark le pego en las costillas, él chico en el suelo soltó un pequeño grito ahogado.

- eso está mal.

- no lo sé, quizás sí, quizás no, pero eso no importa, lo hecho, hecho esta – él estiró su mano.

- ¿Qué haces? – estaba asustado, eran varios contra uno, jamás le iba a ganar, no podía hacer nada y temía que todos fueran contra él.

- únete, únete a mí, únete a nosotros, seremos los mejores.

- ¿Quieres que te una a tú grupito qué les pegan a los estudiantes? – esto le parecía absurdo, nunca lo haría, jamás podría golpear a alguien inocente, alguien que no le había hecho daño a nadie.

- sí, eso es exactamente.

- no voy a lastimar a un inocente, a alguien que no ha hecho daño a nadie – él empezó a temblar de miedo, estaba pensando en lo peor, no sabía por qué temblaba más, solo temblaba.

- tranquilo, no lo tienes que hacer siempre, solo y únicamente cuando yo diga, después de eso, puedes hacer lo que quieras, pero cuando yo te pida que haga algos, lo haces – Mark sonrió, estaba seguro que iba a aceptar – he visto tu fuerza, te he entrenado para este momento, te entrene para ser como nosotros, nosotros te protegeremos, ya sabes que no somos los únicos que lastiman a la gente, lo viste el primer día de clases, viste como golpeaban a alguien, y no éramos nosotros, necesitas a alguien que te proteja.

- yo me puedo cuidar solo – dijo con miedo, mucho miedo.

- te daré tiempo para pensar, todos han dicho eso, pero mira, son mis amigos, todos están aquí, conmigo, así que te daré tiempo.

- yo... - él no sabía que decir, tantas palabras se le metían a la cabeza y no sabía que decir, apenas estaba procesándolo.

- no va a aceptar – Mark lo miró con odio.

- cállate pelo de menstruación, tú hiciste lo mismo, tardaste un mes en aceptar, incluso me plantaste cara, pero yo te reventé y luego aceptaste – sonó la campana, las clases van a empezar – el tiempo se nos acabó señores, todos vayámonos.

- ¿Qué le va a hacer a esa persona? – él señaló al peli morado.

- ellos lo van a llevar a la enfermería, lo curaran y ya, él no dirá nada, estoy seguro que eso, yo me encargaré de eso, dejará de ser una piedra en mi zapato.

- y ¿Qué pasa si te descubren? – Mark sonrió, una sonrisa confiada y burlesca.

- ¿Cómo lo harán? Solo tú lo sabes, y sé, como eres mi amigo, no dirás nada – Mark se río muy fuerte, no le temía a ser descubierto – y él no podrá decir nada, estoy seguro, tiene tanto miedo de mí, que no dirá nada a nadie, estoy seguro de eso, muy seguro, ahora salgamos – él se acercó al chico nuevo y le puso una mano a su hombro – vámonos amigo, hay muchas cosas que te tengo que mostrar.

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