Capítulo 1: El Pozo
Una ventana se habré y revela un muñeco de un niño con un traje antiguo de pueblerino de cabello castaño y tez morena con un pañuelo blanco en la cabeza.
El muñeco es tomado por unas manos huesudas que rápidamente descosen el muñeco dejándolo tan solo con la pura piel sin relleno.
Las manos proceden a rellenarlo nuevamente con arena y a cocer le la boca.
Una de las manos habré un cajón lleno de botones de varios colores y tamaños, las manos proceden entonces a cocer los botones en el muñeco y después de agregar cabello corto color café oscuro hecho de estambre, las manos entonces comienzan a fabricar unos pantalones de mezclilla y una camiseta de color azul.
El muñeco al fin está terminado y la ventana se habré nuevamente para dejar salir la figura de un niño pequeño de unos 12 años.
*Mientras tanto en un pueblo del estado mexicano de Puebla*
Un camión de mudanzas esta estacionado afuera de una casona con un portón de madera enorme de donde entran y salen trabajadores con muebles y cosas.
Los trabajadores terminan con su deber y reciben una propina de una mano que se asoma fuera de la puerta pequeña del portón de la casona.
En otro lugar del pueblo un niño pequeño vaga solo por unas calles cercanas a una Iglesia y en la parte trasera de esta se pone a juguetear en un jardín lleno de flores, sin darse cuenta de que unos ojos curiosos lo miraban desde unos matorrales.
De repente este se percata de un movimiento entre los arbustos.
¿Hola?- pregunta el niño con cierta duda.
Al no obtener respuesta, este toma una piedra pequeña y la lanza hacia los arbustos.
De pronto se oye el maullido ligero de un gato que fue golpeado por la piedra.
Asustado, el niño corre hacia el patio de la Iglesia y luego de detenerse a observar a su alrededor, el animal que la venía siguiendo volvió a maullar de la misma forma en que lo había hecho antes.
- Ahhh - grito el niño - casi me matas del susto animal sarnoso, estoy buscando un pozo antiguo ¿lo conoces? - El gato asintió con la cabeza, pero el niño no habìa entendido - No contestas ¿uh? - comento el niño molesto - Varita de Saori, varita de Saori, muéstrame el pozo - exclamo en voz alta al cielo apuntando con una rama que había recogido del jardín de la Iglesia y de pronto un chico enmascarado montado en una bicicleta sonó una trompetilla de su manubrio y pedaleo en dirección al niño - Ahhh - grito mientras trataba de herir al extraño con su vara - ¡aléjate de mí! - dijo con voz temerosa.
El chico de la bicicleta logró arrebatarle la rama de la mano haciéndolo caer y después de revisarlo por un rato con la mirada el joven se quitó la máscara y dejo ver un rostro moreno con cabello castaño claro medio largo y lacio, con un atuendo oscuro de pantalones color café y una camisa negra arremangada hasta los codos con las manos enguantadas con guantes de color negro cortados de los dedos y un pañuelo rojo atado al cuello.
- Uh, no me digas vienes de Sonora o Chihuahua, un clima árido y seco ¿verdad? - el niño lo miraba con una cara de desprecio - había oído hablar del rastreo de agua, pero no tiene mucha lógica, hablo de que esto es solo una rama - dijo el moreno observando la vara que le quito al niño.
-¡Es una varita de Saori! - grito el niño enfadado mientras golpeaba al chico en el hombro y le quitaba la rama - ¡Y no me gusta ser espiado, ni por tontos locos ni sus gatos! - comentó con enfado el pequeño.
- Ah, en realidad no es mi gato, él es silvestre casi salvaje, claro que lo alimento cada noche, aveces va a mi ventana y me da las criaturas que caza - contestó el moreno.
- Agh, escucha, soy de San Fransokyo -.
-¿Uh?-.
-¿Japón?, y si fuera un brujo Saori ¿en dónde está el pozo secreto?-.
- Eeeh, si pisas con fuerza caerás en él - contestó el desconocido.
-¡Ay! - grito el chico dando un pequeño salto rápido hacia atrás apartándose del lugar en el que está parado hace unos momentos.
El chico se acercó y tras escarbar un poco en el lodo descubrió una tapa de madera con dos pequeños hoyos.
-¿Ves? - comentó - Se supone que es tan profundo que si ves desde el fondo hacia arriba verás un cielo estrellado en pleno día - dijo el niño mientras destapaba el pozo haciendo palanca con una rama grande.
- Ja - dijo Tadashi sorprendido.
- Que raro que se hayan mudado, mis padres son los dueños de la Casona de Fray Godofredo y no le renta a personas ni familias, mucho menos con niños - dijo con curiosidad nuestro amigo.
- ¿De qué hablas? - pregunto el mestizo con desconcierto.
- Ehhhhh, se supone que no debo comentarlo, me llamo Nando, Nando San Juan -.
-¿Nando?-.
- Si es por Fernando, yo no escogí mi nombre, obvio no, lo escogió mi padre, en memoria de su hermano...y ammm, ¿cuál fue tu castigo? -.
- Yo no fui castigado con nada, soy Héctor Tadashi -.
-¿Taco qué?-.
- Tadashi, Héctor Tadashi Rivera Hamada -.
- Vaya nombre, como de telenovela -.
De pronto se escuchó una voz a lo lejos gritando el nombre de Nando.
-Creo que te están llamando Fernando -.
-¿Qué?, yo no oí nada -.
- Oye, de verdad oí que te llamaron, niño entrometido -.
- Papá ... - dijo Nando con mirada y expresión asustada - bueno, fue un placer brujo de Japón Saori - se despidió recogiendo su bicicleta mientras el niño amenazaba con pegarle con el palo - pero yo usaría mis guantes -.
-¿Por qué?-.
- Porque esa varita que tienes, es venenosa -.
-¡Ay!- exclamo Tadashi mientras soltaba la rama y Nando se iba en su bicicleta.
Tadashi le saco la lengua y volteo a ver al gato que tan solo lo vio de reojo para sonreír de forma socarrona y negar con la cabeza.
Tadashi volvió su mirada hacia el pozo y tuvo una idea para comprobar que tan profundo era, tiro por uno de los hoyos una piedra pequeña y pego el oído a la madera, pero no escuchó nada hasta que al inclinarse más oyó como la piedra tocaba fondo al mismo tiempo que unas gotas de agua caían del cielo; estaba comenzando a llover.
Ya en su casa, Tadashi acomodaba unas semillas de vegetales en el borde de una ventana mientras se rascaba la palma de una de sus manos a causa de un salpullido por la rama venenosa.
- Casi me caigo en un pozo ayer papá -.
- Aja - contesto Hiro sin levantar la vista de su computadora.
- Casi muero ahí - proclamo con tono sarcástico.
- Excelente -.
-Entonces..., ¿puedo salir? el clima es perfecto para la jardinería.
- No Tadashi, la lluvia hace barro el barro ensucia - le dijo su padre con tono serio.
- Papá, quiero vegetación aquí al menos hasta que volvamos a casa, ¿no es eso por lo que ustedes están luchando? - le pregunto Tadashi con tono de decepción.
- Algo por el estilo, pero luego tu padre tuvo el accidente -.
- No fue mi culpa que se callera -.
- No dije que lo fuera -.
Miguel había estado terminando una gira nacional en favor de la ecología, además que Hiro estaba desarrollando una nueva tecnología anti contaminante para venderla a empresas mexicanas del gobierno *en este universo el gobierno mexicano si es chido*, y el último concierto de Miguel se iba a dar en Puebla pero se tuvo que posponer debido a que durante un concierto en Guadalajara se cayó del escenario como Juan Gabriel y a pesar de que no se fracturo ningún hueso si se lastimo y tardaría como 2 semana en recuperarse según lo que diagnosticaron los médicos).
- Es increíble, a ti te pagan por hacer tecnología para el cuidado del medio ambiente, pero odias la tierra - dijo Tadashi rascándose la palma de la mano.
- Yo no odio la tierra Tadashi, solo no quiero que te resfríes estando afuera bajo el frío y la lluvia, además aun tienes cosas que desempacar, necesito que desempaques - comento su padre con tono molesto.
- Huy eso suena alucinante - respondió Tadashi con voz sarcástica.
- Ah, un muchacho te dejo esto en la puerta - Tadashi tomo algo que parecía un paquete envuelto en periódico con una nota pegada en él.
La nota decía lo siguiente:
¡Hey! Rivera, mira lo que encontré en el baúl de papá ¿te recuerda a alguien?
Atte. Nando.
En cuanto Tadashi leyó de quien venia tan solo suspiro con fastidió.
Al abrir el paquete, encontró un muñeco de trapo idéntico a él, solo que con ojos de botón.
- Soy yo en pequeño, que extraño -.
- ¿Y cómo se llama ese niño? - pregunto Hiro.
- Nando, y estoy muy grande para muñecos - comento Tadashi fastidiado pero ciertamente fascinado con el inusual obsequio.
Continuara
Pues bien, después de todo un corte escolar intenso por fin subo capítulo pero no de mi primera historia, para los que la siguen tranquilos, si la voy a continuar y si pienso terminarla, las demás ya nos continuare y hasta las borré.
Perdón por no subir capítulos.
La escuela fue el principal problema, pero ya estoy de vacaciones así que ya me voy a estabilizar.
Ahora, esta y otras historias Hiroguel se vienen, por si alguien gusta leerlas.
Hasta aquí su amigo(a) Fiebredesábado se despide.
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