29. La venganza te destruye
RELATO POR LAURA:
Tomando las medicinas de Kim sentía que mi cuerpo obtenía cierta energía, pero al mismo tiempo perdía conexión con mi animal interno, pues oía la voz de Alana cada vez más alejada y sus habilidades se debilitaban. No obstante ella seguía caminando de un lado a otro ansiando unirse al resto de mi familia en la maldita colina.
Porque cuando se desata el implacable infierno, los que permanecen a tu lado, son tu familia.
Lo mismo ocurría con mis Disciplinas de mi parte vampirica, apenas lograba mantener mi Auspex alerta, tratando de percibir alguna conexión y blindar mis pensamientos.
Querido lector, ya sé que debería estar preservando cada gota de energía, pero me negaba a estar recostada en una cama compadeciéndome de mis penas y mi suerte con los intentos de quienes trataron de asesinarme en el último año, o tal vez los de toda mi vida. Aunque este parecía ser el más efectivo hasta el momento.
Por otro lado tenía en mi frente a Giacomo, ya casi recuperado de sus heridas y esperando que de alguna forma prestaran atención a sus mentiras y conspiraciones. Fue el único que sobrevivió luego del intento fallido de motín de los Lobos rojos.
Lorenzo usaba sus habilidades de controlar emociones para cegarlo con alucinaciones, pero mi tío había desarrollado cierta resistencia a dichos métodos, ya que su mente por si misma era un desequilibrio. ¿Cómo tambalear una mente que ya estaba perdida?
Como las mazmorras eran su lugar preferido para hacer alianzas y promover motines, lo teníamos en el despacho de Aarón, atado a una butaca y alucinando, pero ni así era posible borrar su sonrisa de satisfacción.
El condenado era tan férreo como repugnante.
A mi espaldas Aarón seguía coordinando por su vínculo mental con su manada para controlar el incendio mediante sus brujas y dar apoyo a Björn con informaciones obtenidas de algunos de los vampiros capturados.
Lorenzo seguía sentado en uno de los sillones mientras observaba el humo rodear a la Mansión.
Era cuestión de minutos para alcanzar a Damian en la cima y traer el antídoto.
Ese pensamiento no lo escondí, y la ratas huelen con precisión cuando tienen hambre de alimentarse de las desgracias.
- Mi sobrina preferida, ¿qué tantas esperanzas tienes en esperar que Damian te entregará el antídoto? ¿o que Björn lo logre? Ni hablemos de Adam y su Bruja. - preguntó mientras se volvía a acomodar en su silla, relamiéndose por comenzar con su banquete quebrando cualquier esperanza que albergara en mi interior.
Me acomodé en el asiento, tratando de hacer honor a mi Clan, trataría de ser arrogante y cínica mientras lo enfrentaba. Entonces crucé mis brazos y comencé a darle la atención que tanto necesitaba.
- Tal vez sean las mismas esperanzas que tenías por verme muerta, Giacomo. - rebatí su comentario luciendo una sonrisa para esconder mis mareos.
-Ingenua Laura, yo no soy tu enemigo.-
-Te recordamos que estas aquí por ser un príncipe de uno de los Clanes mas importantes de nuestra raza. Ahórrate las idioteces, Giacomo - replicó Lorenzo desde su asiento cerca del gran ventanal del despacho de Aarón.
- Lorenzo, compadezco tu mala fortuna de tener que asesinar a uno de los aliados de tu Clan. ¿Supongo que Zahid no te ha perdonado que al final te quedaste con su Luna?- provocó el cretino, ya sabía que había logrado lo que quería, sembrar la discordia.
-¿Zahid y Lorenzo eran amigos?- cuestionó Aarón.
-Vaya, que lo eran. Lorenzo prestó su departamento a Laura y Zahid una vez.- agregó Giacomo. Y mordió sus labios, para contener la risa. Luego agregó - Pero si hablamos de ironías del destino o de la Diosa Luna, ¿qué diría Aisha si supiera que su hija es la Luna de su ex prometido? ¿acaso la razón de declararla traidora no fue por el rechazo a su compromiso contigo?- provocó nuevamente mi tío, mientras los crujidos de los colmillos de Lorenzo resonaron en la habitación.
-Típico de los Lobos.- ironizó el vampiro cazador.
Para callarlo Aarón intentó lanzarse encima, pero aquel lo bloqueó.
Aquí comenzaba otra contienda entre ambos. De repente todos los muebles y objetos del despacho volaban en miles de pedazos al ritmo de los golpes y gruñidos de mis dos destinados.
Para detenerlos sólo me quedaba una última alternativa: Alana.
RELATO POR KIM:
El humo ya cubría casi todo el bosque y se elevaba para ofuscar el brillo de la Luna.
En mi frente quedaban pocos lobos y vampiros rebeldes que se atrevían a enfrentarnos. Estábamos casi en la cima, que era rocosa y no tenía ningún árbol o arbusto que pudiera quemar.
Estaba exhausta por lo que el enfrentamiento costó y necesitaba guardar algo de energía para la última contienda. Me arrodillé entre las hojas secas y traté de apoyar mi espalda en una de las rocas.
Observé a mi alrededor por un instante.
Adam seguía cegado por lucir su destrezas y mantener su fama de sanguinario. Su espada resplandecía y zumbaba. Si que eran ciertas las leyendas de cómo sonreía mientras lo rodeaban los cadáveres de sus enemigos.
Björn trataba de sacar de su camino a los lobos que se rendían o intentaban escaparse por el Bosque en llamas. Las fauces de Parker estaban manchadas por la sangre de todos sus oponentes, al igual que sus garras. Sus ojos brillaban al rojo vivo, tan abrasadoras como el incendio que nos rodeaba.
También Jamal y Daniel organizaban sus equipos, antes de avanzar y encontrar a quién tanto alboroto hizo por vernos aquí.
Pero mi atención fue hacia la sangre que escurría por las espadas de Gianlucca. Nunca vi a nadie como él cruzar el fuego sin ninguna quemadura, ni empuñar con tanta destreza dos espadas de plata sin que lograran herirlo o que lo detuvieran mientras avanzaba a su objetivo. Entendía porqué era tan temido, era muy ágil, elegante y no tenía un mínimo de compasión.
Su aura era tan densa y oscura como las sombras que nos amenazaban. Parecía que se alimentaba del alma de los muertos, no descansaba ni flaqueaba, aumentaba su ritmo a cada estocada y a cada grito de agonía.
Estaba claro cuál era su cometido allí.
Sin embargo un aullido lo hizo detenerse y a mi levantarme del lugar donde me había recostado.
Otra vez oímos el pedido de ayuda que provenía desde la base de la colina.
Ambos nos miramos incrédulos cuando reconocimos quién pedía paso entre las llamas para unirse al combate.
- Usa tu magia y abre su camino hacia aquí, Bruja. - dijo Gianlucca apuntándome con una de sus espadas ensangrentada a mi cuello. Su mirada me hizo retroceder unos pasos y tan pronto como pude busqué en mi bolsa el último brebaje que me quedaba.
Bebí hasta la última gota y así mi cuerpo comenzó a quemar tan dolorosamente mientras dejaba que Alana avanzara corriendo entre las llamas.
Sólo debía concentrarme en abrir un corredor entre la catástrofe que nos acorralaba en esta colina.
El conjuro salía de mis labios al ritmo de los latidos de mi corazón, que pulsaba acelerado en mi pecho y mis ojos se alzaban a la cortina de humo que ocultaba a la Luna.
Las visiones nunca me han fallado, ni en ese instante: Vi la muerte sonreír.
Caí al suelo cuando la sentí saltar sobre mi y seguir corriendo hasta la cima.
Alana de alguna forma había logrado tomar el control y huido de la Mansión. ¿Qué habría ocurrido con los dos destinados de Laura?
RELATO POR LORENZO:
Cuando desperté uno de mis terratenientes estaba discutiendo con uno de los Gammas de la Manada de Aarón. Debatían sobre rastrear y perseguir a quién había huido.
En seguida pensé que Giacomo logró aplicar alguna forma de control por el duro golpe que sentía en mi cabeza. Conocía los efectos secundarios de las técnicas de control y perturbación.
Pero ese cretino seguía sentado en un rincón de la habitación siendo atendido por un par de brujas, que trataban de aliviar sus gritos.
¿Entonces quién carajos había huido?
Traté de ponerme de pie, pero fue inútil con tantas voces alteradas y sintiendo un fuerte dolor en la parte trasera de mi cabeza.
- Laura no responde a mi conexión.- dijo Aarón, que también estaba a un lado, masajeando su cabeza y tratando de fijar su visión en algún punto del suelo.
Traté de concentrarme en recordar lo último que había sucedido. Pero los efectos del aturdimiento eran más fuertes, me sentía orgulloso de lo bien que ella había aprendido a efectuar esa técnica.
- Recuérdame no enseñarle más técnicas de aturdimiento y control, por favor.- resoplé, y otra vez intenté ponerme de pie. Esta vez atiné a apoyarme en lo que quedaba del escritorio del despacho, por lo que alguien acercó una silla para evitarme la desdicha de volver al piso.
Giacomo seguía retorciéndose con espasmos en el mismo rincón. Por lo cual ella no había ido tan lejos, o al menos eso presumía. Cuando un vampiro aplica su disciplina hay un radio de efecto, eso significaba que ella debía estar en la Mansión.
Hasta que Aarón me mostró un frasco de uno de los hechizos de la Bruja. Por lo tanto había un plan en el cual no estábamos incluidos.
- Maldito sea Adam.- dijo Aarón, tambaleándose hacia un sillón partido al medio.
- Dime que no es Laura que ha huido, por favor- lamenté mientras miraba al techo sin querer escuchar la respuesta.
Pero mi terrateniente y unos de los Gammas que habían detenido su discusión, confirmaron mi deducción. Aunque lo peor era lo que podía suceder.
-Hay que ir hacia la colina, detener el incendio y no dejar a Laura enfrentarse a Damian- exigió Aarón un poco menos aturdido. Aún era evidente que el hechizo solamente potenció la disciplina que aplicó Laura para dejarnos fuera de la contienda.
Y estaba de acuerdo con el lobo negro. Esto es una artimaña propia del Rey de los Vampiros. ¿Acaso estaba pensando en dejar a Laura luchar en esas condiciones con Damian?
¿Y por qué ella estuvo de acuerdo en dejarnos inconscientes y alejarnos del conflicto?
Mire hacia el ventanal que tenía partido el cristal, no tenía aún claro si fuimos nosotros o Laura los responsables, pero exigiendo mi visión ir más allá, vi que la Colina aún ardía en llamas, que las mismas ya estaban casi en la cima.
- Malditos sean Adam y Björn.- agregué a este último, porque era obvio que debía haber aceptado participar de esta locura. Ahora entendía porqué el alboroto del incendio y de que Giacomo fue apenas una distracción.
¿La fuga de los Calabozos también está incluido en el plan?
¿Qué tan descabellado era el plan de Adam y Björn para obligar a mi alma gemela a dejarnos inconscientes aquí?
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