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27. La venganza hiere

RELATO POR BJÖRN:

La noche se adueñó del bosque de los lobos negros y reinó con sus sombras. La pandilla de locos descarriados, rechazados y rebeldes que reclutó Damian se escondía en la parte más alta del terreno. Debíamos cruzar las entrañas de ese sombrío lugar.

Avanzamos con la ventaja de que Jamal conocía perfectamente el lugar con su equipo de gammas y mi manada acompañaba con los mejores rastreadores y cazadores divididos en dos grupos. El plan era rodear la colina más alta, donde habían muchos lugares en los cuales se podría ocultar ese perro rabioso.

Adam y yo coordinábamos desde atrás, si algo sabía de mi padre, era que le gustaba los ataques sorpresas y aprovechaba cualquier descuido para obtener ventaja. La nuestra era que al tener que enfrentar un grupo de marginados e indisciplinados sus ataques serían poco coordinados y debía utilizar todo su poderío, ya que sabía que al reagruparlos para defenderse perderían su efectividad.

Mientras más nos adentrábamos a las entrañas del bosque la luz nos abandonaba a nuestra suerte. De pronto entre las sombras comenzamos a rastrear las primeras pistas y los primeros grupos de secuaces de Damian.

Todas nos conducían a un lago, detrás de las colina que era nuestro objetivo.

En mi opinión: olía a trampa y matanza.

-¿Qué tan estúpidos estamos siendo en este momento?- preguntó Adam, mientras acomodaba su espada de plata en su vaina y no soltaba la mano de Kim, caminando sin mucha paciencia a mi lado. Llevaba su ostentoso equipo de combate negro, con la insignia de su clan en el hombro y en la pierna derecha, además de una máscara de metal por ser parte del Concilio.

– Adam, deja de ser quisquilloso. No parece que has luchado durante siglos. – protestó Kim mientras dejaba por el camino marcas con hechizos para una posible huida rápida.

- Estamos siguiendo los rastros que plantaron para despistarnos a propósito, nos dirigimos a un lago en el bosque donde pueden rodearnos y Damian utilizará cualquier truco como ventaja- respondí sin titubear. Sabía claramente como era su estilo de combate.

– Genial, estamos siendo muy estúpidos, como lo cree tu padre. – rio irónicamente y trató de desviar un codazo de Kim, quién ya estaba hartándose de sus bromas y quejas. Me admiraba cómo era posible que se llevaran bien, siendo tan diferentes uno del otro.

Por otro lado con el vínculo mental con Aarón y Laura estaba a la par de los resultados del conflicto frente a la Mansión y como era de esperarse, el líder de los Anarquistas no se presentó, sino que dejó a un impostor. ¿Querrá saber qué tan fuertes eran nuestras defensas? ¿estaba buscando saber algo de sus cómplices, Zahid y Génesis? ¿fue sólo una distracción para que Damian obtuviera algo de ventaja?

Kim también lo sabía, ya que Laura informaba constantemente de su condición mediante su conexión. Ahora debía resguardarse en la Mansión y esperar que consiguiéramos algo más con Damian.

En el encuentro con Génesis de esta mañana, Laura consiguió ver que fue mi padre quién entregó la daga a la bruja.

De repente Adam se detuvo y olfateó algo a su derecha.

¿Qué es lo único que un Vampiro puede detectar a cientos de metros con precisión? Sangre.

– Creo que nuestra voluntad de parecer estúpidos surtió su efecto, Björn. – y señaló algo a su derecha. – Alguien nos sigue hace un par de minutos. – agregó desenvainando lentamente su espada, mientras la luz de la luna reflejaba el brillo de la plata pura de su filo.

– ¿Lobo o Vampiro? – preguntó Kim, quien sacaba de su mochila algún tipo de brebaje y lo bebía apresuradamente.

– ¿Alguien más en tu familia es Híbrido, Björn?. – y asumió su postura de guarda, mientras trataba de resguardar a Kim a sus espaldas y ella luchaba por zafar de su agarre.

– Mi familia es tan disfuncional que todo es posible, Adam. ¿Por qué?– respondí luego de concentrarme en averiguar quién  habían tratado de perseguir los rastreadores a nuestra derecha. Pero nadie vio nada, por lo cual este espía viene del combate de la Mansión contra los Vampiros.

– Sólo estaba tratando de diversificar los temas de conversación, lobo gris. Además ya está cerca de nosotros, es inútil avisar a tus lobos. Viene trepándose por los árboles, como una serpiente. –

– ¿Lobo o Vampiro, Adam? – insistió Kim, quien se conformó en permanecer a espaldas de Adam, ya que éste no le permitía avanzar.

– Es un vampiro. Recién se ha alimentado de un par de lobos, está aquí. – miró hacia arriba, entre las ramas de los inmensos árboles que estaban renovando su follaje por la cercana llegada de la primavera. Por lo cual, ese desafortunado espía tenía una buena guarida, si no fuera por nuestro agudo olfato y la visión nocturna de Adam.

En pocos segundos Kim y yo nos transformamos en nuestros lobos y tratamos de olfatear quién nos acompañaba desde las sombras que brindaba la noche. El rey de los vampiros tenía razón, nuestro acompañante inesperado apestaba a muerte y sangre.

Adam en un acto reflejo esquivó un par de dagas que se dispararon como proyectiles desde las hojas y trepó con sus garras por el tronco del árbol más cercano que crujía a su avance. De repente oímos cómo los filos de las espadas se chocaban en la oscuridad y pocos segundos después ambos cayeron a nuestros pies.

Un par de gammas y deltas de mi manada llegaban en el momento preciso que nuestro espía amenazaba con una daga contra el cuello de Adam y éste, que estaba sobre el, tenía clavada su espada en su hombro derecho.

- Siempre descuidas tu derecha, ya te lo dije. – recriminó Adam, en seguida se levantó, pero no sacó su espada que hería a su contrincante, sino que comenzó a presionar cada vez más. Produciendo que este chillara de dolor en el suelo.

- Adam, basta. Parecen dos niños.- dijo Kim, mientras volvía a su forma humana y se colocaba su ropa detrás de un árbol.

El Rey de los Vampiro al escucharla y controlar de reojo quién observaba a su Bruja vistiéndose, sacó su espada rápidamente y la limpió en la ropa del que seguía en el suelo, ahora riéndose como un demente. Luego me miro y dijo:

– No eres el único que convive con una familia disfuncional, Alfa Björn. – y estiró su mano para que su contrincante se levantara del suelo. – Apuntas nuevamente tu daga a mi cuello y la próxima pierdes tus colmillos, Giacomo. – lo amenazó y empujó contra el tronco de un árbol, para que éste reemplazara sus carcajadas por quejidos.

– También te extrañé, hermano. – dijo alzando sus manos en señal de rendición. Su herida provocaba que a su alrededor comenzara a crecer un charco de sangre, pero en su cara seguía manteniendo una mirada desafiante ante Adam, que a cada instante maldecía su vínculo familiar.

– ¿Por qué él está aquí? – indagó Kim, quien ya estaba nuevamente vestida y visiblemente confundida con la llegada de otro vampiro del Clan de los Monte D'Vitale.

- El esta aquí porque perdió el factor sorpresa en la estampida de rebeldes que atacó la Mansión. Esta aquí porque necesita la ayuda de su Clan para que no lo atrapen. Esta aquí porque es un imbécil.- respondió Adam.

- Sólo vine a ver la fiesta. No todos las noches tenemos lucha de Manadas de Lobos.- se burló Giacomo, sacando gruñidos de todos mis  guerreros.

De repente este Clan, más allá de su fama sanguinaria y su ambición por poder, me estaba resultando sospechosamente involucrado con los ataques de esta noche. ¿Acaso estaban intentando traicionar a Laura?

– Estabas huyendo de lobos, ¿no es así? Tengo el presentimiento que estabas con la horda de rebeldes que atacó del otro lado, Giacomo. – acusó Adam y sus colmillos resplandecieron al igual que sus ojos rojos por la furia. Amenazó con desenvainar su espada nuevamente cuando su hermano tomó su tiempo para responder. 

– ¿Con los Anarquistas? ¿Cómo puedes pensar que me juntaría con esa escoria? Sólo vine a divertirme.–

-¿Quieres que los lobos te encierren en sus calabozos? ¿Por qué? ¿Buscas a alguien por allí? ¿o sólo quieres pudrirte en una celda por toda tu no vida, hermanito? – insistió Adam.

- Piensa lo que quieras, de igual forma tu no saldrás de este Bosque para seguir luciendo tu corona, alteza.- provocó Giacomo. Pero ahora quién reía era Adam.

-Entonces tienes todo mi permiso y autorización para enfrentarte a quién has venido a buscar. Y créeme que será muy divertido.- rebatió el Rey de los Vampiros y con una señal entregó a Giacomo como rehén.

Por un breve momento me alegré que no era el único que se preguntaba a cada instante el porqué ser parte de una familia más que inusual, sino completamente enfermiza.

Sin embargo, los aullidos de los lobos a cargo de Jamal y Daniel anunciaron que la confrontación había comenzado a unos cientos de metros.

En la base de la colina más alta, donde la Luna llena inundaba con su luz los picos más altos de los árboles, allí estaba Damian. Tal como lo habíamos previsto.

Hice una señal a Adam, para confirmar lo que habíamos hablado mientras con mis lobos nos uniríamos a la contienda, desde las laderas de la colina, buscando encerrar a los rebeldes en la parte más alta y dejarlos sin escape.

El aire del bosque de los Lobos negros comenzó a ponerse denso, por los aullidos, gruñidos, la sangre y la furia de un combate violento.

Parker corría entre los árboles acompañado por los lobos grises, mis mejores guerreros y más fieles compañeros. Por su pelaje sentía la fricción del viento a medida que aumentaba su velocidad, con sus patas sentían la tierra, las hojas secas y los arbustos que esquivaba mientras se dirigía hasta donde nos habían informado que estaba mi padre. 

Todos sus músculos se tensionaban para acortar la distancia con el destino que la Diosa Luna había reservado para nosotros esta noche. 

Era hora de resolver nuestras diferencias con Damian.

Esta noche sólo uno de los dos podrá ver el amanecer. 

Por el vínculo me comuniqué con la única persona a la que quería oír antes de llegar a las primeras filas de la contienda. 

RELATO POR LAURA: 

La batalla había dejado algunos heridos y muy pocas bajas en la Manada de Los Lobos Negros. Todos eran atendidos en el gimnasio de entrenamiento que estaba dentro de las instalaciones de la Mansión. Las brujas se ocupaban de los casos más urgentes, y los demás por otros deltas que se dedicaban a asistirlos.

Pero nosotros habíamos dejado en las mazmorras al impostor que trataba de pasarse por Gianlucca. Lorenzo lo había interrogado a su manera, causándole alucinaciones y llevándole al límite de la cordura hasta que logró entrar a su mente y ver quién estaba por detrás de las hordas rebeldes.

La verdad para mi no fue una gran sorpresa. Pero lamentaba por mi Clan y sobre todo Adam, para el cual seria toda una desilusión.

Desde la terraza de uno de las habitaciones de la Mansión, miraba hacia las Colinas del Bosque de los Lobos Negros. No podía sentarme ni estar quieta, caminaba de un lado al otro sin poder sacar mi vista de ese lugar. 

Aarón me acompañaba, en silencio, sentado sobre la baranda, cruzado de brazos. Sé que trataba de leer mis pensamientos a través de nuestro vínculo, pero dado mi buen entrenamiento con Adam y Lorenzo sabía cómo blindar mi mente.

-¿Sabes que no puedes estar así toda la noche, mi Luna? Debes guardar energía, las medicinas casi no logran ayudarte a recuperarte.- dijo tratando de convencerme que entrara a la habitación y me dedicara a dormir como una Luna obediente. 

- Sé de algunas cosas que debería hacer y no puedo, Aarón. Y de muchas otras que no quiero hacer en este preciso momento.- respondí mientras ajustaba las vendas en mi brazo, la herida aún no cicatrizaba y como luché con algunos vampiros, creo que nuevamente había sangrado. 

- ¿Por qué escondes tus pensamientos? Lorenzo puede saber hasta qué sueñas. Y no hablemos de Björn.- gruñó con tanta furia, que sus ojos reflejaron un destello rojo.  

-¿Quieres realmente hablar sobre eso?-traté de esconder mi risa, porque era la primera vez que Aarón admitía tener celos de su primo. 

-Bien, hablemos...-

Pero fuimos interrumpidos con los aullidos que provenían del Bosque. Eran los lobos grises, anunciaban que estaban a punto de combatir. 

Traté de concentrarme en el vínculo con Björn, las medicinas estaban debilitando mis destrezas y la naturaleza de Alana, pero aún era capaz de mantener la conexión con él.

 Apreté tan fuerte mis manos en la baranda que comenzaban a doler, sentí como Parker estaba corriendo por el Bosque. Podía oler la misma atmósfera densa que estaba esperando por él.

Hasta que al fin respondió a mi demanda.

-Damian está en la cima de la Colina, Laura. Prometo que traeré el antídoto o su cabeza.- respondió Björn.

-Promete que volverás, Björn.-

-Lo intentaré, Luna Laura.-

-Debes prometerlo, lobo gris.-

-Promete que estarás cumpliendo lo que hablamos.-

-Lo prometo.- 

-Entonces prometo que regresaré, Laura.- y cerró su conexión.

Logré respirar aliviada nuevamente y tenía una sonrisa en mi rostro. Pero cuando pretendía darme vuelta para seguir disfrutando de los celos de mi Lobo... el Bosque comenzó a arder en llamas.
Más precisamente la base de la Colina donde estaba Björn. 



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