CAPITULO 1: EL MENSAJE DE LAS ESTRELLAS
Hoy estoy en mi habitación mirando el techo, el ventilador lentamente deja correr un aire ligeramente fresco, los calores comienzan dando el inicio de la estación de verano, y a pesar de tener muchos amigos, no he salido a jugar con ellos... ¿porque? quieren saber... yo sé que no, pero aun así se los diré, es un secreto así que guárdenlo, no le digan a nadie... no sé que puedan hacer conmigo si se enteran de lo que me está pasando...
El último día de clases en mi escuela, me quede solo hasta el atardecer, porque me toco aseo con otros 3 más, pero ellos me dejaron solo, yo digo que porque soy bueno y no importa quedarme solo, aunque ellos me gritaron "luser" al cruzar la puerta principal entre risas y de un salto bajar los 5 escalones que tiene para partir al disfrute de sus vacaciones.
Cuando termine de limpiar y acomodar, solo me faltaba llevar las bolsas de basura al contenedor de la parte de atrás de la escuela, al salir, vi una estrella en el cielo, la primera estrella de las noches de verano, pero esta era diferente, la estrella se hacía más y más grande mientras se venía hacia donde estaba... una combustión por la fricción de la velocidad con la gravedad desprendía al alrededor de la roca uniforme, una capa de fuego, combinación de 3 llamas diferentes, el rojo, con detalles naranjas y amarillas. El meteorito cayó metros atrás de la escuela, un pequeño grupo de árboles cubría su impacto en la tierra...
El meteorito a lo mucho sería un metro de largo a mi parecer, me adentre al lugar para encontrarme con un objeto ovalado de aleación metálica y oscura, era muy pesado para mover lo a simple vista, y el calor del fuego aún no se apagaba por completo, al enfriarse un poco intente mover aunque sea un poco el extraño objeto que vino del espacio, pero como había pensado era muy pesado y al caer sentado por mi inútil esfuerzo, se rompió a la mitad dejando salir una pelota gelatinosa de ectoplasma color verde, una combinación de moco y musgo fosforescente, si mis compañeros la hubieran visto, dirían que de eso hacen la gelatina en la cafetería de la escuela, algo simplemente asqueroso con la pura vista.
Al querer tocar esa cosa, algo tonto ahora que lo pienso, pero vamos, todo niño muere por tocar algo asqueroso alguna vez en su vida, La mucosa verde salto a mi cuerpo, el susto me llevo a caer de nuevo al piso y cubrirme con una mano del ataque de la gelatina, y como si tuviera dientes filosos empezó a morderme, el dolor fue insoportable, mis gritos eran un chillido que juraría que se escucharía hasta mi casa, intente quitármelo con mi mano libre, el asco era grande pero más grande mi deseo por tener mi mano libre y lejos de esos dientes que no podía ver. Pero el ser gelatinoso además de eso era pegajoso, donde lo tocara para quitármelo era resbaloso, a duras penas logre quitarlo de mi y lo aventé contra un árbol, esa cosa chillo al impacto contra el árbol mostrando desde el centro de su gelatinoso cuerpo una pequeña boca con una hilera de 6 dientes en círculo, se enderezo o eso quiero pensar, y de un salto se fue entre la maleza, y yo, al sentirme más seguro, los niveles de la adrenalina en mi cuerpo empezaron a disminuir, me sentí pesado, mi brazo se había entumecido y caí inconsciente...
Al despertar a la mañana siguiente me encontré rodeado de policías, doctores, mis padres y mis maestros más uno que otro compañero de mi escuela o de mi salón que vivía cercas, me enderece percatándome que dos para-médicos checaban mis signos vitales, mientras cercas de una patrulla de policía mis padres eran interrogados por un oficial y el otro a un par de maestros, un poco más a lo lejos compañeros míos observaban curiosos junto a uno que otro adulto el suceso cometido detrás de la escuela del condado.
Al ver que había recobrado el conocimiento mis padres se aproximaron a mí aun en sus trajes para dormir y con los brazos cruzados, casi ignorando al oficial que solo viro la cabeza para ver la escena con sus lentes color negro opaco, típico de los policías de la zona. -¿qué paso? ¿Porque no llegaste a casa?- preguntaban mis padres mas no podía distinguir si sus semblantes eran de coraje o tristeza, lo que si sabía es que les había preocupado y el encontrarme ya era un alivio para ellos.
- señores déjenlo un poco, acaba de recobrar el conocimiento...chico, soy el oficial Max Denner... – El oficial aparto con una mano a mis padres para que me concentrara en él, dijo llamarse oficial, pero su vestimenta no era de la policía, vestía traje de negro con camisa blanca, el oficial de piel clara y lentes negros continua diciendo - ¿puedes decirme que paso?... ¿qué fue lo que te sucedió?
Rápidamente recordé todo lo de esa noche pero voltee a ver dónde estaba el meteorito y no había rastro, ni un solo rastro de la roca o de que algo allá caído esa noche, mire mi brazo, toque mi cabeza varias veces, el oficial y todos los presente me dieron su atención, eso me basto para idear algo que decir y con voz tierna y aniñada indique- ...me duele la cabeza, algo me golpeo, pero no recuerdo... – Si, había mentido, pero no quería que me tomaran como loco si decía que un alienígena me ataco esa noche, con doctores presentes pude haber sido considerado con un problema de trastorno mental, además de que mis maestros ya habían sido interrogados, si les dijeron de algún problema mío escolar, se sabría que me aparto del salón tanto en actividades como en el receso. Después de esa mentira en parte de mi dolor de cabeza y el no recordar absolutamente nada, mire a mi madre quien me veía conteniendo sus sentimientos – mama perdóname por no llegar a casa... – esas palabras soltaron el nudo de mi madre quien empezó a llorar de alivio mientras sus brazos me rodearon en un abrazo maternal, diciéndome lo preocupada que estaba desde que había oscurecido el día de ayer, volvió a abrasarme mientras sus lágrimas tocaban mi hombro y palabras de amor se introducían en mi oreja derecha.
-pudo ser una pelota o una rama del árbol - Decían los oficiales mientras se disponían a partir de la escena a su recorrido habitual, si marcaban más de las nueve, era obvio que sería a la tienda de rosquillas. – Bien, señores nada que ver, regresen a sus casas. Los oficiales alejaban a los curiosos mientras ellos partían en su patrulla con la torreta activada.
Al poco rato, partió el auto negro conducido por el oficial Max, y al término del chequeo médico, la patrulla partió a su base nuevamente. Los doctores no encontraron nada malo en mi cuerpo, tampoco les dije lo que había pasado, ese día me dejaron ir a casa con mis padres y en la noche...ocurrió algo.
Tuve un sueño... hay un planeta de seres con forma de cuerpo de gorila su rostro es cubierto por una máscara, llevan exterminando planetas y sus habitantes, otros seres con capacidad de volar, levitar, leer mentes o con tecnología mucho más avanzada a la nuestra, esos gorilas alienígenas pueden obtener los poderes de los demás... después matan a todos y explotan el planeta al terminar con los recursos que hay en él. En pocas palabras. Son colonizadores. En mi sueño uno se quitó su máscara, llevó una mano de 4 dedos gruesos a su rostro para quitarse la máscara de su rostro, dejando ver que tienen 2 bocas y 6 ojos, con una nariz chata por la que dan fuertes respiraciones, el gorila alzo su vista y después miro al frente como si yo estuviera presente y el pudiera verme, de sus dos bocas salió un rugido agudo y corrió hacia mí, el susto despertó un impulso en mí que me hizo levantar de golpe en mi cama, con mi cuerpo bañado en sudor y mis palpitaciones fuertemente aceleradas. Me conforto saber que fue solo un sueño, pero había sido tan real...a la mañana siguiente mi cuerpo se seguía sintiendo adormilado y cada vez que cerraba mis ojos, lograba ver un poco mas del lugar que creo mi mente como pesadilla. O eso me hubiera gustado que fuera. Una simple pesadilla.
En el último planeta que colonizaron, los gorilas usaban armas futuristas que disparaban laser a los Nacgromianos, el nombre que tenían los habitantes de ese lugar, ese planeta fue el de la criatura que me mordió... el logro escapar en una nave, pero en el camino su motor fue averiado teniendo que desviarse a nuestro planeta sin otro lugar al cual caer, pero nuestros niveles de vida no eran aptos para que su cuerpo lo soportara, al no quedarle mucho tiempo de vida en un momento desesperado me paso sus poderes por medio de la transferencia de ADN, el mío fue impregnado con el suyo y mi sistema nervioso encefálico adopto un poder del alienígena, mas yo no sé qué hacer, la criatura se me apareció en un sueño y a pesar de que me hablaba en su idioma yo pude entenderle... les cuento esto para que me ayuden, si otros planetas con mayor y mejor tecnología o forma de vida no pudieron con ellos, cuando lleguen al nuestro, será nuestro fin... el fin de la humanidad.
[: Cuenta regresiva para el día de la invasión... 6 días, 8 horas, 26 minutos:]
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