La maestra Liseth venía con unos mapas y dibujos del municipio con su gran sonrisa como siempre, pero al vernos, fuera del salón y escuchar a mis compañeros decir que no volviéramos con aquella maestra. La maestra Liseth soltó lo que tenía en mano y su sonrisa se borró, ella corrió hacia mí y me preguntó qué había pasado, pero no pude responder, ya que mis compañeros lo hicieron por mí. Ella pidió que le levantasen los mapas que dejó caer y que nos dejaran un momento a solas. Todos obedecieron y ella me empezó a hablar

-Maukari, perdóname, esto es mi culpa, no las debí dejarlas solas en ese salón, pero quiero que entiendas de que te necesito. Nuestro salón debe defender algo o por lo menos uno de ustedes, sé que las otras no lo harán, pero eres la más fuerte e inteligente de las tres, por eso te necesito-

-Yo no lo haré, no pisaré ese salón de nuevo. La fantasma quiere matarnos así que no volveré, sin importar cuanto me alabe yo no iré, además sé que no es verdad, solo lo dice para que vuelva- le respondí entre sollozos y molestia

-Tú eres cristiana y una de las cosas que ustedes siempre dicen es que no debemos tener miedo porque Dios está con nosotros, que no tienen un espíritu de cobardía sino de domino propio, así que vamos- me dijo ella de forma suave, dulce y reconfortándome un poco

-Aish, está bien, pero prométame que no le volveré a ver la cara al fantasma, solo deme lo que me voy a estudiar y presentar. Después ese día me dicen que es lo que voy a explicar y detrás de quien voy- le dije un poco convencida, cruzándome de brazos y haciendo pucheros, ya que no podía discutir con lo que me acababa de decir

-Por hoy no lo harás, pero pasado mañana, nos reuniremos con ella para que ensayemos y depende de cómo salgan en los ensayos, nos tardaremos, pero te prometo que no te dejaré sola-

-Gracias... Maestra ¿Cómo sabía que los cristianos decimos eso?- le dije dándole un abrazo al cual me respondió

-Mi tío es cristiano- me dijo ella con una sonrisa, ayudándome a pararme del suelo y regresando al salón

Ese día salimos temprano por lo que mi madre me fue a buscar y cuando llegó, la maestra habló con ella, contándole un poco lo ocurrido. Cuando salimos del salón, yo le conté todo con detalles

-...Por eso es una completa bruja, no, una bruja no un fantasma, ya que los fantasmas son los que mandan en las brujas, ella es un fantasma horripilante, no quiero verla de nuevo y voy a tener que hacerlo yo...- le venía diciendo a mi madre, mientras caminábamos, bajábamos las escaleras, mi madre venía sorprendida de la manera en que yo me expresaba de aquella maestra, pero no pude terminar de hablar cuando la susodicha venía subiendo las escaleras, yo me paralicé y me asusté aún más cuando aquella mujer me sonrió de manera malévola

-Ay ¿usted es la mamá?- dijo aquella maestra

-Sí, yo soy su mamá- dijo mi madre molesta y fulminándola con la mirada a tal grado que bajó la cabeza de golpe y siguió caminando. Mi madre era mi heroína, no la cambiaría por nada, podría pegarme o castigarme muy seguido con o sin razón, pero a la hora de defenderme siempre sería la mejor

-Mami, no te dejaré sola ¿entendiste? Voy a resolver esto lo más pronto posible- me dijo mi madre colocándose en cuclillas, tomándome por los hombros y luego abrazándome para que yo me sintiera más segura y así fue, sus palabras y abrazo me relajaron

Llegamos a casa con mi hermano y le conté a mi padre, él se molestó con la mujer, pero luego conmigo por haber aceptado seguir, así que tuve que pensar lo que diría y hablar para defenderme

-Tengo que enfrentarla, porque si no lo hago, entonces haré lo que ella quiere y Dios nos dice que debemos confiar en él, así que tranquilo, estaré bien. Además mi mamá y la maestra no me dejaran sola con la fantasma ¿verdad?- le dije a mi padre para luego referirme a mi madre

-Si es cierto, papi no la voy a dejar y menos después de saber lo que hizo- le dijo mi madre convenciéndolo

-De acuerdo, pero tengan mucho cuidado- dijo él aun preocupado

-Está bien- le dije abrazándolo, besando su mejilla y con una sonrisa

Al día siguiente, la maestra Liseth me entregó la hoja que me estudiaría y mi madre dejó por una hora su trabajo para estar con nosotras. Empecé a practicar tranquilamente. Me gustaba el proyecto "Conociendo Nuestro Municipio Baralt", pues a pesar de que vivía allí, no lo conocía, si acaso sabía que estudiaba en la parroquia Pueblo Nuevo y vivía en la parroquia Libertador. Esa semana fue de completa tranquilidad, pues la fantasma no apareció en los ensayos, pero si sus estudiantes a los cuales me caían bien, claro eran muy callados y cerrados, a excepción de Adrián, él era el más abierto, le gustaba hablar bastante, en especial conmigo, exponía muy bien y le encantaba cantar, parecía como si estar bajo el dominio de la fantasma no le afectaba en lo absoluto de alguna manera, el hablar con él me dio paz, fue como si Dios lo hubiese mandado para que yo confiara más en él y me olvidara de que la fantasma existía.

Ya estábamos todos listos, era el día de las Experiencias Significativas y yo estaba muy tranquila. Vi como mi madre entró a la oficina de la directora y me dejó con la maestra Liseth, por lo que todos subimos, ensayamos una vez más para presentar, pero algo le faltaba a la exposición y es que alguien hablase de los sitios turísticos. La maestra estaba preocupada, porque no sabía cómo los jueces se lo tomarían, ya que el proyecto se llamaba "Conociendo Nuestro Municipio Baralt" y nadie sabía los sitios turísticos del mismo.

A la hora llegó mi madre y nos dijo que ensayáramos una vez más, nosotros obedecimos su orden, pero la misma observación que hizo la maestra la hizo mi madre. Nosotros nos sentamos, esperando que pasara esa media hora para que empezara la actividad y que los jueces decidieran que hacer con nosotros.

Adrián se sentó a mi lado y comenzó a hablarme de muchas cosas y en eso entró en el tema de la música

-¿Sabes que hubiera sido fantástico?- me preguntó

-¿Qué?-

-Que cantáramos una gaita como toque final- me dijo entusiasmado

-Eso sería genial. Como es la música tradicional del municipio, creo que sería increíble- le respondí con una sonrisa

-Creo que lo haré. Cantaré una gaita al finalizar nuestra presentación-

-Bien dile a la maestra, ella no lo va a rechazar. A demás es una idea genial-

En ese momento llegó Elí. Todos nos sorprendimos de verlo allí, ya que no había venido en casi dos meses y de pronto aparece sin previo aviso con una gran sonrisa que se borra cuando me ve con Adrián a mi lado, pero no le hice caso a su cambio de humor y lo saludé y los demás hicieron lo mismo

-Elí ¿Cuáles son los sitios turísticos del municipio Baralt?- le preguntó mi madre esperando una buena respuesta y haciendo que él voltee a verla un poco confundido

-Ceuta y San Timoteo con los palafitos, el cerro La Estrella con el Pozo Zumaque 1 y la Plaza Bolívar- dijo él de forma obvia

-Perfecto, estás dentro. Hablarás después de Adrián- le dijo la maestra con emoción, pues nuestro problema había sido resuelto

-Muy bien escuchen todos, faltan 15 minutos para que inicie la actividad, así que todos vamos a bajar con las cosas y estén pendientes para cuando sea llamados- dijo la maestra con tono nervioso

Adrián y yo nos levantamos de nuestros asientos y él iba a mi lado, cuando Elí se le acercó, colocó su brazo por los hombros de Adrián, separándolo un poco de mi lado

-Adrián, tanto tiempo sin vernos- dijo Elí con ironía que Adrián no notó

-Sí, desde que dejaste de venir a la escuela ¿por qué faltaste tanto?- respondió él

-Porque salí de viaje con mis padres y ¿Qué vas a hacer en la exposición?-

-Hablaré de la historia del municipio-

-Que bien-

En ese momento me recordé de la conversación que tuve con Adrián antes de salir del salón. Retrocedí un poco el paso

-Adrián ¿ya le dijiste a la maestra?- le pregunté con una sonrisa

-Aun no. Voy a preguntarle- dijo él muy alegre y corriendo a donde la maestra para hablarle, mientras yo me daba vuelta para ir con mi madre, pero Elí me detuvo

-Maukari ¿de qué vas hablar?-

-Sobre las parroquias. Voy con mi mamá- le dije al ver a mi mamá llamándome

Ella me fue a comprar el desayuno y por alguna razón se me vino algo en la mente que no lo pensaba desde hacía un buen tiempo

-Mami ¿y si la fantasma aparece?-

-Tranquila, que si viene, no la miras y ya. Además, la maestra dijo que se había ido de viaje para Caracas y no regresará hasta dentro de un mes- me respondió ella de forma tranquila y dándome alivio

Yo me sentía en paz, confiada, ni siquiera tenía nervios. Yo disfrutaba mi pastel de jamón con queso y mi jugo de manzanas, cuando a lo lejos vi una mujer de piel pálida y blanca, cabellos amarillo, alta, vestida de maestra. Me asusté, sabía que era la fantasma. Ella pasó por al frente nuestro y nos saludó. Cuando lo hizo se me olvidó todo lo que iba a decir, perdí el hambre

-Mami viste, me mintieron. Dijeron que no vendría pero me mintieron. Se me acaba de olvidar todo. Me quiero ir mami- dije entrando en pánico

-Maukari. Escúchame. Olvídate de que esa maestra está aquí y piensa en Jesús, piensa en Dios y verás como todo va salir bien- me dijo ella mirándome a los ojos y haciendo que yo me relajara un poco, pero aun sentía como mi corazón latía tan fuerte y rápido, queriendo salir al igual que yo

Comenzaron las Experiencias Significativas y yo no comí nada, deje mi pastel y jugo de lado, estaba muy asustada. Todos los grados y secciones pasaron. Cuando estaban llamando a las primeras secciones de 5° grado, la presión en mi pecho aumentaba, pero Elí se sentó a mi lado

-Esto va a ser fácil, sé que ganaremos y más con nosotros- dijo él bastante confiado e hizo que sus palabras me tranquilizaran un poco

Cuando nos llamaron mis nervios aumentaron, mis piernas temblaban, mi corazón latía muy fuerte, mi estómago me dolía y en mi mente solo quería correr para que la fantasma no me viera

-Tranquila. Ahora nos paramos allí y verás cómo se te quita. A mí me ha pasado cuando voy a cantar- me dijo Adrián mientras caminábamos al escenario y de alguna forma hizo que todo lo que sentía se me quitara

Pasamos y cada uno expuso la parte que le correspondía. Los jueces nos observaban y tomaban nota de todo lo que hacíamos en el escenario. Expuso Adrián, explicado toda la historia del municipio, luego pasó Elí y era mi turno de exponer. Respiré profundo, cerré los ojos y luego los volví abrir con mi vista fija en los jueces y el público. Dejé que las palabras fluyeran de mi ser y al terminar, suspiré y le di el turno a Adrián para su canción. Él cantaba excelente y la gaita que cantó era muy hermosa, la letra era increíble. Cuando terminamos todos nos tomamos de las manos agradecimos, nos soltamos y cuando íbamos saliendo del escenario, vi a la fantasma saludando a sus estudiante. Sentí como mi estómago volvió a doler, mi corazón volvía a latir, por lo que corrí lejos de allí y abracé a mi maestra, Elí me siguió y ella nos felicitó. Regresé con mi madre y observamos las demás presentaciones. Luego de quince minutos de descanso, la profesora que dirigía la actividad habló

-El jurado ya ha votado y tomado la decisión-

Cuando pronunciaba cada palabra mis nervios me comían por dentro, una parte de mí quería ganar, pero la otra quería perder, ya que no quería volver a ver el rostro de la fantasma

-La sección y grado ganador es...-

"El temor del hombre pondrá lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado"

La Biblia: Proverbio 29:25