Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Confesión

Hoy, es un día soleado; un lindo día, por lo que quise venir a visitarte, justo como lo hago cada semana. Me gustan los días soleados, pues son tus preferidos, por lo que siempre me recuerdan a ti. Tras caminar durante un momento, llego adonde te encuentras tú. Me acerco, y te he traído un obsequio, como siempre que vengo; son flores, tus favoritas: Claveles rojos.

Tras saludar, me acerco un poco más para dejar aquellas flores delicadamente sobre el suelo, en frente de la lápida que anuncia tu fallecimiento.

 "Sebastián Ivanov"

Son las letras grabadas en aquella lápida, junto con las fechas en las que naciste y falleciste.

Observo aquella lápida, bajo la cual se encuentra tu cuerpo, el que hace tan sólo cinco años estuve abrazando. Aún no creo que hayan transcurrido ya cinco años desde tu muerte, pues el recuerdo de tu rostro, de tu voz, de tu actitud, todo sigue claramente en mi pensamiento. Bueno, ¿Cómo podría olvidarte?, después de todo, fuiste el amor de mi vida. Sé que te gustaría escuchar lo que pienso, por lo que me inclino, quedando casi a la altura de la lápida.

- Recuerdas cuando nos conocimos, ¿Verdad? -Digo con voz suave, un tanto nostálgica, mientras miro fijamente aquella piedra con tu nombre, como si realmente fueras tú el que se encontrara en frente mío. - Yo sí lo recuerdo... Fue la hermosa música que tocabas en ese piano la que me llevó hacia ti. Aún recuerdo el sonido producido por el piano en aquel momento; dulce y alegre, sí, así era la melodía que tocabas cuando te vi por primera vez, aunque me avergoncé cuando tú me viste, y aún más cuando comenzaste a hablarme, pero, después de todo, a pesar de mi timidez en esa ocasión, empezamos a ser amigos, y unos bastante unidos con el paso del tiempo... ¿Qué tal cuando dijiste que me amabas, lo recuerdas? - Vuelvo a hablar, sin dejar de mirarte, es decir, a aquella lápida. - Yo no podría olvidar eso... Luego de que lo confesaste, no supe en qué pensar... En un principio creí que era una broma, pero algo en mi corazón me dijo que no lo era... Por lo que me decidí, y te besé. -Sonrío distraídamente, mientras recuerdo ese tierno beso-  No sabes cuánto me alegre cuando correspondiste al beso, pues eso me aseguró de que era cierto lo que decías.

Bajo mi mirada, hasta mirar fijamente el suelo, para luego continuar hablando.

- Sé que recuerdas cuando estuve contigo por primera vez... –Aun cuando ha pasado tanto tiempo desde entonces, no puedo evitar que en mis mejillas aparezca aquel color rojizo; un sonrojo. Pues, ¿Cómo no avergonzarme de eso?, después de todo, fue la primera vez que le entregaba de esa manera mi cuerpo a alguien, aunque no me arrepiento ni un poco de haberlo hecho.- Recuerdas también nuestra discusión, ¿Verdad?... Aquella tonta discusión por la que casi nos separamos, y todo por mi culpa, por culpa de mi vergüenza... -Suspiro ante mis propias palabras, y luego regreso la mirada a tu lápida. - Aún recuerdo cuando te graduaste... Te veías tan feliz... Y más cuando te fijaste en que yo estaba allí, pues, ¿Cómo hubiera podido faltar a algo tan importante? En esa ocasión yo fui la única persona que te acompañó, pues no había ningún familiar tuyo, y cuando te pregunté al respecto, sólo me dijiste que yo era tu familia, mientras sonreías, lo cual me hizo sonreír también, y desde entonces me consideré realmente tu familia.

 Estiro uno de mis brazos, hasta que mi mano toca aquella fría lápida. Deslizo mi mano sobre ella, con lentitud y suavidad, como si acariciara tu rostro.

 - Si tan sólo supieras la verdad, esto no hubiese ocurrido... Y tú aún estarías conmigo...

Bajo la mirada, buscando en el suelo, ingenuamente, alguna señal de que me escuchas... Pero, lógicamente, no hay nada.

 - Todo esto es mi culpa... Por mi culpa ya no estás aquí, junto a mí... -Sin darme cuenta en qué momento, comencé a llorar, mientras mi mano aún permanece sobre aquella piedra. - No sabes cuánto deseo que estés ahora aquí... Sé que lo que hiciste fue por mi culpa, porque te diste cuenta de lo que hice con... Con él... -Suspiro mientras las lágrimas aún caen de mis ojos, pero no dejo de mirar esa lápida; tu nombre escrito en ella. - Quiero decirte la verdad, aunque no sé si me escuchas... Yo... Esa noche, cuando te dije que mi... Él se quedaría durante algunos días... Esa noche, él logró convencerme de beber... No sé por qué acepté. Sabes que no me gusta beber, pero, aun así, lo hice... No recuerdo cuánto bebí, pero de repente me sentí débil... Y fue cuando él comenzó a... A tocarme, a quitarme la ropa... -Sin poder evitarlo, mi llanto aumenta al recordar eso, pues... Sentí tanto miedo cuando eso ocurrió... Me sentí por completo indefenso, y sé que no fue sólo por haber bebido... Él sabía que yo estaría débil. - Yo... No pude evitar que eso ocurriera... No podía moverme... Yo... Yo... ¡Tuve que soportar que me violara durante toda la noche! -Tras decir aquello, cerré los ojos e incliné la cabeza; tenía vergüenza de verte, de ver aquella lápida que te representaba, de estar diciéndote esto... Pero, aun cuando han pasado ya cinco años desde tu muerte, nunca me atreví a confesar esto... Sólo hasta ahora, porque algo me dice que puedes escucharme... No, que quieres escucharme. - Luego de ese día, nunca pensé que te hubieses dado cuenta... Pero cuando comenzaste a comportarte así, tan distante, supe que debía decirte, pero te negabas a hablar conmigo... Y, aunque intenté ir a verte, nunca me dejaste hacerlo, pues, en más de una ocasión, estuve durante todo el día golpeando a tu puerta, rogando porque abrieras... Pero nunca lo hiciste, y fue cuando al fin contestaste una de mis llamadas... Pero escuchar tu voz me causó un gran dolor, pues tu voz en ese entonces sonaba... Quebrada... Realmente podía sentir el sufrimiento en tu voz, y no pude soportar oírte así, por lo que, llorando, te pedí incansablemente una explicación del porqué de tu actitud. Sabía que te comportabas así por lo que habías visto, pero, ¿Y si no era por eso?  Si yo te mencionaba algo sobre lo ocurrido con... Él... Te haría sentir peor... Entonces, sin darme oportunidad de nada más, te despediste de mí, en un tono de voz vacío, lleno de tristeza. Luego de que eso ocurrió, no volví a verte, ni a oírte. No supe nada más de ti desde entonces... -Respiro profundamente, tomando valor para hablar, pues a cada momento sentía que mi voz se apagaba, quizá por causa del llanto, o por la profunda tristeza que me produce decirte todo esto.

- Uno de aquellos días, intenté ir a buscarte a tu trabajo, ya que dudaba que pudieras faltar a éste, pues, desde que te conocí, supe que querías trabajar allí, por lo tanto, realmente creí que te encontraría en ese lugar, pero no fue así... Tras buscarte todo el día, en los lugares que, yo, sabía que te gustaban; el parque, la playa, hasta te busqué en la Universidad, pues lo que más deseaba era hablar contigo, o poder verte, y ver cómo te encontrabas. Cuando fui a tu departamento, extrañamente, se encontraba la puerta abierta, por lo que entré y te busqué, pero no estabas ahí, por lo que me preocupé aún más. ¿Recuerdas que me habías entregado la llave de tu departamento?, pues, las primeras ocasiones en que intenté entrar con ella a tu departamento, simplemente no pude. En serio no querías que nadie te viera, pues lo más probable es que hubieras movido algo pesado para cerrar la puerta, ya que, por mucho que intenté empujarla para abrir, esta nunca lo hizo, por lo que me di por vencido, y fue cuando empecé a suplicarte que me dejaras verte... Eso ocurrió antes de que hablara contigo por última vez... -Vuelvo a levantar mi mirada, para volver a observar la lápida, sobre la cual aún permanecía mi mano. - Luego de que no te encontré en tu departamento, algo me dijo que debía de ir a mi propio departamento, y, al pensarlo bien, ése era el único lugar al que no había ido, así que fui lo más rápido que pude hacia allí, esperanzado por encontrarte. Pero, al llegar, y luego de buscar por todo el lugar, mencionando algunas veces tu nombre en murmullos, no encontré nada... Sólo un par de hojas sobre mi cama, así que me acerqué a ella y tomé aquellas hojas, comenzando a leerlas, un tanto extrañado por haberlas encontrado ahí...

Justo cuando las lágrimas dejan de brotar de mis ojos, no tardo en volver a llorar, aunque esta vez me vi obligado a intentar secar las lágrimas con la manga de mi camisa, al recordar las palabras escritas en esa especie de carta. Con ella pude entender lo que sentías, y, además, en ésta me confesaste que habías estado con Carol, pero eso no me interesó, pues yo ya lo sabía, está de más decir que casi toda la Universidad sabía eso, pero aun así, nunca te dije nada al respecto, pues creí que era mejor para ambos no hacerlo.

- Cuando leí aquellas hojas, con cada palabra, mi corazón sentía una terrible punzada, y, nuevamente, estaba llorando. Me era imposible no hacerlo. Las dudas que tenía desaparecían al leer aquello, pero eran reemplazadas por la gran angustia que sentí al leer lo que decían las hojas sobre tu muerte. -Vuelvo a respirar profundamente, para poder seguir hablando, pues ya me es algo difícil continuar debido a que la tristeza ya es demasiada. - Tras leer eso, sin dudar me dirigí con prisa a tu departamento, pues algo dentro de mí me decía que estarías allí... Sin importarme que estuviera lloviendo, fui allí tan rápido como pude... Pero… Estando cerca de allí... A penas a una calle, me detuve, mientras veía fijamente la calle en frente del edificio... Con terror, miedo... No sabría ni decirte cómo me sentí en ese momento... Al verte a ti en... En un charco de agua mezclada con sangre... Podía notar la sangre que salía de tu boca... Temblando y lleno de pánico, me acerqué a ti... Es decir, a tu cuerpo... Me sentí tan vacío, tan triste, al ver tu cuerpo por completo inmóvil... Ya no respirabas... - El llanto nuevamente me hace callar, mientras mi mano pasa con suavidad sobre tu nombre grabado en aquella piedra- Entonces, me arrodillé a tu lado... Y con la mano temblorosa toqué tu rostro. Estabas helado. Deslicé la mano por tu mejilla... Sí, ya no respirabas... Ya... Ya habías muerto... Siento que ya no puedo más, esto es demasiado, pero continuaré por ti, tú, a pesar de tu sufrimiento, me hiciste saber de lo que sentías, y eso también haré yo, lo haré por ti. - En un inútil intento para hacerme creer a mí mismo que Aún estabas vivo; te abracé, colocando tu cuerpo sobre mis rodillas, y así conseguí ver mejor tu rostro. Me sentí destrozado al verte así. Pase nuevamente mi mano por tu mejilla, sintiendo tu fría y húmeda piel.

 En ese momento, sentí que mi vida se terminaba, porque ya no estabas tú. Entonces, quise besarte por última vez, y lo hice; junté mis labios con los tuyos, mientras mis propias lágrimas caían sobre tu rostro, al igual que las gotas de lluvia... Miro fijamente tu tumba, el lugar en el que estás ahora... No, tu cuerpo está ahí, tú estás conmigo, lo estás todo el tiempo, como me lo prometiste. - Sentí tanto dolor... Viéndote muerto... Teniendo tu cuerpo entre mis brazos... Y luego tu funeral... Yo... En ese entonces me negaba a creer que habías muerto... Pero así era... -De nuevo limpio mis lágrimas, pues estas comienzan a nublarme demasiado la vista, y quiero verte mientras te digo esto, ver tu nombre en esa lápida, así conseguiré creer que ya no estás aquí, pues aún no lo creo... - No sabes lo difícil que fue para mí continuar viviendo solo... Hasta... Hasta pensé en hacer lo mismo que tú... Quería ir contigo, a tu lado... Pero sé que tú sufrirías si yo hiciera eso. Quieres verme vivir, ¿Verdad? -No puedo evitar sonreír, pero es una sonrisa nostálgica. No te gusta verme sonreír así, lo sé, pero, ¿Cómo podría evitarlo?... Te extraño... Te extraño tanto... - Aun así, algún día nos veremos nuevamente... Y podré besarte una vez más... Podré abrazarte y nunca más soltarte... Espero con ansias ese día, pero por ahora, viviré por ti, porque sé que es lo que quieres... - Me acerco un poco más a la lápida, hasta dejar mi frente sobre esta, sobre tu nombre.

- Ya debo irme, amor, pero volveré en unos días, ¿Lo sabes, no? -Sonrío, pero esta vez con menos tristeza. - Te amo, y siempre lo haré... Tras decir esto, doy un suave beso sobre tu nombre, para luego levantarme, dando una última mirada a tu tumba antes de comenzar a alejarme de allí. Ahora que no puedo verte, me he sentido muy solo, pues, aunque ahora tengo empleo, no suelo hablar con nadie. Sabes que soy tímido. Antes no era muy distinto, pero ahora, que siento que no tengo familia, al igual que tú, ¿Recuerdas?, tú eras mi única familia, pues... El que solía llamar "Hermano", desde lo que ocurrió contigo jamás regresó, no lo volví a ver... Y eso me alivia mucho, pero aun así, en ocasiones me he sentido por completo solo... Y en esos momentos temo que te hayas ido... Tú no me dejarás, ¿Verdad?, porque te necesito, jamás me sentiré solo si estás conmigo. Al llegar a casa, en esta sólo hay un gran silencio, pero no es tan solitaria como parece, pues encontré a alguien que puede hacerme compañía... A ti y a mí... ¿Recuerdas que siempre quise un gato? En ese momento, justamente un pequeño gato se acerca caminando hacia mí, por lo que lo tomo en mis brazos. Sólo espero que no te moleste que le haya puesto tu nombre, pero no puede evitarlo, se parece a ti. Es precioso.

Ahora que sabes cómo me siento, estoy seguro de que estarás conmigo todo el tiempo, ¿Verdad? Algo me dice que así será. No tienes que tener miedo, yo no te reemplazaría por nadie, aunque eso sea lo que quieres, pues tú eres el dueño de mi corazón, ya que te lo llevaste cuando te fuiste, pero ahora que siento que estás aquí, no dudo en que mi corazón volverá a latir, porque tú eres el único por el que latiría.

 No sabes lo bien que me siento luego de decirte la verdad, ahora podré seguir viviendo como antes... No importa si no puedo verte, sólo sentirte y saber que estás aquí, a mi lado, es mejor que nada. Ahora sólo deseo que permanezcas a mi lado, hasta que yo pueda ir contigo... Desde ahora, sólo viviré por ti, hasta que llegue el momento de juntarnos nuevamente... Cuando eso pase, prometo no volver a separarme nunca más de ti. Mi amor, te prometo que volveremos a encontrarnos algún día.

''Fin''

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro