- DECIMO PRIMER CAPITULO -

El Final - Parte 2 de 3

Escuche la puerta de la habitación, pero no podía voltear, Daniel tenía su mano en mi cara, presionando fuertemente.Era Alejandro, no puedo explicar la furia con la que miro a Daniel todo fue tan rápido, lo golpeo en la cara y lo quito de encima de mí, rápido me cubrí con las cobijas, y me puse en la orilla, no paraba de llorar, y gritar, me sentía muy mal, comencé a sentirme débil y mareada, en verdad estaba asustada, no quería que le pasara nada a mi bebé, Daniel y Alejandro, peleaban, cuando entro su Mamá, y empezó a gritar como loca.-¿Qué pasa?, paren por favor, paren.En seguida entro Elena, con una bata y una cara de angustia, entre las dos separaron a Daniel y Alejandro, su Mamá lloraba, y decía.-Seguramente están peleando por esta desgraciada, que solo se apareció en sus vidas, para estropearlas.-Usted no sabe nada, le grite.Alejandro soltó a Daniel, y se acerco a mí.-¿Estas bien amor?.El me abrazo y limpio las lagrimas de mi cara.-No, me siento muy mal.-Perdóname amor, yo tengo la culpa por dejarte sola, no me imagine que Daniel llegara a esto.-¡Quiero a esa mujer, fuera de esta casa!, grito La Mamá de Alejandro.-no sabes nada, ¿no entiendes?, Daniel intento abusar de Sofía.-No digas estupideces, tu hermano sería incapaz.-Es un asco de persona, y lárguense de aquí, ahora mismo nos iremos, pero a la policía, ese infeliz tiene que estar en la cárcel.-¡CALLATE!, no hables así de tu hermano, desde que conociste a esa niña, algo te dio, que ya no eres el mismo.-No ya no soy el mismo Alejandro Mamá, y si cambié pero para bien, es algo que no has visto. Dijo Alejandro. Ahora salgan de la habitación.Elena ayudo a levantarse a Daniel, que se hallaba en el suelo, golpeado de la cara y el solo agachó la mirada como un cobarde.La única que quedo en la habitación fue la Mamá, que solo siguió humillándome.-Eres una descarada, maldita la hora en que mis hijos te conocieron, ojala no te vuelva a ver en la vida, ni a ti Alejandro, desde ahora dejas de ser parte de esta familia.No me dolió lo que me dijo a mí, me dolió mucho más lo que le dijo a Alejandro, todo era por mi culpa, su mamá salió de la habitación y azotó la puerta.-ahorita mismo te llevo al hospital, para que te revise.-No me alcanzo, hacer nada, solo me toco, aun que me lastimo un poco.-Ese maldito, no puedo creer lo que te hizo Sofía.Alejandro empezó a vestirme, y me cargo hacía la salida, yo cada vez me sentía peor, talvez fue por el susto pero sentía que todo me daba vueltas, sentía que me iba a desmayar, bajo rápidamente las escaleras conmigo en brazos, pasamos por la sala, y no había nadie, me subió al Auto y me puso el cinturón, rápido subió el al auto, lo encendió, y se puso a llorar.-Tranquilo le dije en voz baja, entonces comencé a temblar sin parar, y enseguida vomite.-Todo esto es mi culpa, jamás me perdonare a verte dejado sola, no puedo creerlo.-No te preocupes, no tienes la culpa, de lo miserable que se porto esta noche tú hermano conmigo, pero ahora llévame al doctor, me siento muy mal.El encendió el auto, y yo sentí como me mojaba de sangre, el pantalón del pijama.-Alejandro, estoy perdiendo sangre, quería esperar a un momento lindo y apropiado para decirte que estoy esperando un bebé tuyo, llévame al hospital, por favor.-¿Qué?, es enserió, porque no me dijiste antes amor, tranquila nuestro bebé estará bien.El comenzó a conducir demasiado rápido, se pasaba los altos y salían tantas lágrimas de sus ojos, yo apenas podía mirar el camino, estaba mareada, demasiado mareada.Entonces grite, no pude evitarlo, sentí un dolor horrible en mi vientre, como si me apuñalaran por dentro, no podía resistir, Alejandro se asusto y me volteo a ver, lo último que escuche fue:* ya casi llegamos amor, no recuerdo la fuerza del impacto, que nos dio un auto, cuando volví a abrir los ojos, nuestro carro estaba volteado, mire a Alejandro, estaba lleno de sangre de la cara.-¡Amooor!, abre los ojos. Le grite desesperada.-Sofía, Sofía, ¿estás bien?.-Si, amor, estoy bien.Yo no sentía mis piernas, pero él se veía bastante mal, en ese momento ya no sentía dolor alguno.-Dame tu mano Sofía.Lo tome de la mano, y él me apretó demasiado fuerte, comenzó a llorar como loca, a lo lejos escuchaba voces de personas, que se habían acercado a tratar de auxiliarnos.-Estaremos bien Alejandro, no me sueltes por favor.-Se que estaremos bien, tenemos que estar bien, por nuestro bebé, los amo a los dos, DIJO ALEJANDROYo sentía que me desvanecía y le apretaba cada vez más la mano a Alejandro, como para saber que él seguía ahí...

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Bueno bueno, alli vere si subo el ultimo capitulo o lo subo despues.
Gracias por leer, comentar y votar Las amo lectoras :3

3/3