Capítulo 86
— No Ana, no... No entres en pánico ahora. ¡Piensa! ¡Piensa!
Cuando fui a la clínica me dieron una tarjeta con la fecha de aplicación y la próxima inyección. Primero confirmaré las fechas y tal vez deba ir de una vez a la consulta para confirmar o descartar el embarazo.
En el fondo de mi cartera encuentro la tarjetita y busco rápido la fecha: sábado 11 de junio. ¡Lo que quiere decir que la próxima inyección debe aplicarse en septiembre! Por Dios...
Entonces no me queda de otra que regresar a la clínica a buscar a la ginecóloga para que confirme el embarazo. Y como eso es ahora una prioridad, le aviso a Maddie que tengo que salir.
— Wayne — le digo cuando aparece en el vestíbulo — necesito que me lleves a esta dirección.
Le entrego el papel de la clínica y asiente levemente. Camina hacia la puerta mientras habla por su micrófono. ¿Es que hay algo que no le digan a Taylor?
Me subo al auto y espero ansiosa a que Wayne me lleve, ¿debería llamar a Ray? No, no quiero preocuparlo aun. Dixon me mira nervioso por el espejo retrovisor pero no dice nada, no hasta que se detiene en otro lugar.
— ¿Por qué paraste aquí?
— Taylor me pidió que te trajera aquí, a esta clínica.
— Pero esta no es la clínica a la que quiero ir Wayne, llévame a... — me mira de nuevo por el espejo.
— Por favor Ana, esta es la indicación que me dieron.
Bajo del auto molesta. ¡Estúpido Taylor! No, mejor aún, ¡estúpido Grey! Seguro él dió la orden de traerme a alguna clínica abortiva.
El lugar luce bastante limpio y elegante, una clínica privada sin duda. Observo con cuidado el directorio de especialistas hasta que ubico a una ginecóloga, la doctora Greene. ¿Será ella quién va a atenderme?
— ¿Señorita? ¿Puedo ayudarla en algo? — me dice una chica desde el mostrador.
— Hum si, quisiera una cita con la doctora Greene. ¿Tiene alguna disponible?
— ¿A qué nombre le hago la cita?
— Anastasia Steele.
— ¡Oh! ¡Señorita Steele! La doctora Green la está esperando, ¡pase!
¿Qué? Ruedo los ojos. Esto tiene el nombre Grey por todos lados. Inmediatamente me lleva a un consultorio y me siento en la silla frente a la mujer.
— Señorita Steele, un gusto conocerla.
— El gusto es mío, doctora Greene.
— ¿En qué puedo ayudarla? — dice amable.
— Hace 5 semanas me puse la inyección anticonceptiva — le muestro la tarjeta de la otra clínica — pero me hice unos exámenes médicos este lunes y al parecer estoy embarazada.
Ella frunce levemente el ceño, pero sonríe. Me señala un pequeño cuarto en un extremo y me pide que me ponga la bata que tiene ahí colgada.
— Acérquese señorita Steele, vamos a hacer una ecografía. ¿Los exámenes que se practicó eran de sangre? — yo asiento.
Ella descubre mi vientre y yo enfoco mi vista en una pantalla frente a mí, todo es blanco y negro. Poco a poco visualiza un diminuto saquito negro, pero es todo lo que yo veo.
— Esto que ves aquí — señala el saquito — es lo que buscamos. ¿Cuando fue tu último periodo?
— No lo he tenido desde antes de la inyección, la enfermera dijo que era usual que el periodo se retrasara o se ausentara.
— Bueno, pues por la medida yo podría asegurar que tienes aproximadamente 4 semanas de embarazo.
— ¡¿4 semanas?! ¡¿Eso quiere decir que la inyección no funcionó?!
— Tal vez no es lo que quiera escuchar señorita Steele, pero ningún método es 100% confiable. Solo la abstinencia.
Sonríe ampliamente. ¡Agh! si, gracias por decirlo hasta ahora doctora Greene. Entonces... Estoy embarazada.
— Le prescribiré vitaminas prenatales y mi asistente le hará una cita para el próximo mes. Llevaremos el control de este bebé y seguramente en la próxima cita pueda apreciarlo mejor y escuchar su corazón.
— Gracias — digo en un susurro.
Voy de nuevo a vestirme y me siento a esperar que la doctora me entregue las recetas. ¿Ahora qué? ¿Enfrentar a Christian?
— Estoy lista — le digo a Dixon cuando salgo de la clínica.
— Bien Ana, vámonos.
— ¿A dónde? — pregunto cuando abre la puerta.
— ¿Cómo a dónde? — Dice confundido — a Escala.
¿Pero y si Christian ya no me quiere? ¿Si no quiere al bebé? ¿Si termina por cancelar la boda? Ahora siento una presión en el pecho.
Bueno, si eso pasa regresaré al apartamento con Kate. Podría dormir en el sofá hasta que ella se case con Elliot y pueda quedarme en la otra habitación, no creo que a Ethan le importe si me quedo. Trabajaré hasta el último día y durante la incapacidad conseguiré una guardería cercana a la editorial. Pero en caso de que Christian me despida de ahí, podría regresar a Montesano con Ray un tiempo y luego buscar un trabajo en Portland. Conseguir tal vez a alguien de confianza que se quede con el bebé cuando tenga que salir a trabajar y me ayude con...
— ¿Ana? Ya llegamos — dice Wayne — puedes bajar.
Volteo a verlo, mantiene mi puerta abierta y me mira confundido. ¡Es mi fin! ¡Estoy en Escala!
Subo en el ascensor con los nervios de punta. Cuando el ascensor se abre, Taylor y Sawyer me miran con lo que creo es preocupación. Mierda...
Gail sonríe desde la cocina y me ofrece un té, pero me niego. Debí preguntar si debo dejar el café. Me encamino hacia el estudio cual prisionero a la cámara de ejecución.
Toco en la puerta y espero a que me deje entrar. Christian está parado viendo por el ventanal, así que me acerco hasta su escritorio.
— ¿Qué te dijo la doctora?
— Que estoy embarazada.
Se gira para verme con esa expresión tan obstinada y poco razonable que tiene.
— ¿Qué más te dijo Ana?
— Básicamente que ningún método es totalmente seguro y que tengo cuatro semanas de embarazo, así que... — me acerco más para ver su reacción — ¡Feliz cumpleaños Señor Grey!
Porquesi, según mis cuentas, hace 4 semanas festejamos su cumpleaños. ¡Sorpresa!
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