— Mía, ¿de verdad tenemos que hacer una fiesta?

— ¡Claro que sí Ana! Tu última noche como una mujer libre — me señala un lugar junto a ella — No le tengo miedo a Christian, ya le dije que estoy planeado una... — la interrumpo.

— No quiero una gran fiesta, después de todo no tengo muchas amigas. Lo único que quiero es salir a bailar con ustedes y regresar a Escala.

— ¿Segura?

— Totalmente, eso es lo que yo quiero hacer.

— Como quieras, pero yo creo que deberíamos contratar Strippers solo para molestar a mi hermano.

— Mmm no — digo con una mueca — el único hombre que quiero mirar lo tengo en casa.

— Agh — rueda los ojos — bien, será como tú digas. Entonces saldremos a bailar, ¿qué te parece el club de la otra vez? Lava Club.

— Claro, ¿por qué no? Será divertido. Después de todo no podemos beber demasiado o desvelarnos, no quiero tener enormes ojeras el día de mi boda.

— Kate y yo conseguimos vestidos del mismo color y me gustaría llevarte a una sesión de Spa el jueves. Por cierto, no me has dicho a dónde van de luna de miel.

— A ningún lado. Tengo poco tiempo de ser nombrada editora y no quisiera pedir vacaciones tan pronto. Acordamos posponerlo unos meses.

— Yo no veo el problema Ana, si Christian es el dueño de la editorial puedes tomar todo el tiempo que quieras.

— Lo sé, pero prefiero esperar. Bajemos ahora, quiero estar con mi papá.

Grace, Carrick, Ray y Christian ya están sentados a la mesa para la comida. Creí que Kate y Elliot estarían aquí, pero al parecer tuvieron una reunión en casa de los Kavanagh.

Empiezo a sentirme muy ansiosa. Pensé que al tener una ceremonia pequeña podría evitar todo el estrés que veo en Kate, a final de cuentas lo único que quiero es estar con Christian.

Por eso el lunes, después de ir al hospital a que tomaran la muestra de sangre, voy a la editorial para envolverme completamente en el trabajo. Tanto que Maddie tiene que recordarme la hora de almorzar.

— Maddie, ¿el viernes quieres ir conmigo y mis amigas a bailar?

— Oh, ¿en serio? ¡Me encantaría! Espera, ¿es tu cumpleaños?

— No, realmente es mi despedida de soltera — sonrío — me voy a casar.

— ¡Ay por Dios! ¡Ana! ¿Con el señor Grey? Agh, ¡por supuesto que con el señor Grey Madeleine! — se dice a sí misma.

— Pero, es algo que estamos manteniendo como secreto. Así que... ¿Irás?

— ¡No voy a faltar! ¡Qué emoción!

Dixon viene por mí a las 5 pero tengo que llevarme dos manuscritos para poder revisarlos en el departamento. En este momento, solo la lectura me ayuda a calmar la ansiedad por la boda.

Incluso Christian ha estado trabajando hasta tarde, por eso no me sorprendo cuando el martes me avisa que no lo espere. Taylor me aseguró que estaba en Bellevue viendo los pendientes de la boda con su madre.

Pero no lo creí cuando llegó de madrugada y muy ebrio. ¿Christian Grey bebiendo entre semana? ¿Con Elliot? ¿Y faltando al trabajo al día siguiente?

— ¿Sabes algo de eso, Kate? — la llamo desde la editorial.

— No he visto a Elliot últimamente, no viene al departamento desde que Ethan está aquí. Pero ayer lo llamé para saber si salíamos a cenar y dijo que estaba en Bellevue con sus padres y Christian.

— Entonces es cierto, estaban juntos y terminaron borrachos. Lo que no entiendo es por qué sus padres lo permitieron.

— No lo sé Ana, pero voy a llamar a Elliot más tarde para saber qué ocurre. ¿Sigue en pie nuestro día de Spa para mañana?

— Si... tú, Mía, Grace y yo. Nos vemos a la hora del almuerzo. ¡Adiós Kate!

— ¡Adiós Ana!

Dejo mi móvil sobre el escritorio y reviso de nuevo los correos electrónicos con los nuevos diseños de las portadas para los libros electrónicos.

— ¿Ana? Te buscan — dice Maddie desde la puerta.

— Ajá — digo sin dejar de ver la pantalla — ¿quién?

— El jefe de tu jefe — dice con su voz ronca.

— ¿Christian? — Entra en la oficina y mi amiga cierra la puerta — ¿Qué tal la resaca?

— Nada que los analgésicos no puedan controlar.

— ¿Vas a Grey House? — me pongo de pie.

— Sí, tengo algunos asuntos pendientes en la oficina, pero antes de eso quiero hablarte de algo importante.

— ¿Es sobre la despedida de soltera? Porque ya hice que Mía... — me interrumpe.

— Estás embarazada.

— ¿Qué? Claro que no Christian, ¡¿cómo se te ocurre?!

— No estoy preguntando Ana, te estoy diciendo que sí estás embarazada.

— ¿Pero cómo? Bueno, no cómo... Porque si sé... — balbuceo sorprendida — Pero me refiero a que no puede ser porque me puse la inyección y aún no es tiempo de la nueva dosis.

— Lo sé, lo anoté en mi agenda cuando lo mencionaste. Le dije a mi madre que necesitabas algunas vitaminas para el cansancio y ella se tomó la libertad de hacerte un examen de sangre con la muestra que dejaste el lunes. Así que...

— Ay mierda... No, esto no puede ser cierto, ¡es muy pronto! ¡Es muy pronto Christian!

— Lo sé — sigue con expresión seria.

— ¿Estás enojado?

— Si — dice rápido — pero no contigo, estoy pensando en demandar a la jodida compañía farmacéutica.

— ¿Qué vamos a hacer? — susurro bajito para mí.

— Tengo que irme, hablaremos esta noche Ana.

Christian sale de mi oficina tan rápido como llegó. ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! ¿Embarazada? ¡No puede ser cierto!

Tengo que admitir que no estaba en mis planes, creí que podría dedicarme plenamente a mi trabajo por un tiempo antes de establecerme, ¿pero ahora? Estoy a tres días de casarme ¿y ya estoy embarazada?

Ylo peor de todo es que estaba tan sorprendida por la noticia que no me percatéde la reacción de Christian. ¿Quiere al bebé? Digo, no es que esté pensando endeshacerme de él pero ¿esta noticia cambiará su decisión de casarse conmigo?¿Está listo para ser padre? ¿Lo estoy yo?