Estoy sentada en una silla mecedora sintiendo la brisa fresca y húmeda que llega hasta aquí. Pasto, flores y lo que parece ser un lago me hacen pensar que estoy en el patio trasero de los Grey.

El suéter holgado y las botas me mantienen calientita a pesar de que el atardecer empieza a caer. Tomo un botón de mi suéter para abrocharlo y acomodarlo sobre mi abdomen, pero éste no cede. Lo presiono de nuevo con mi dedo pero no retrocede, así que llevo mis manos hasta ahí tentando un muy abultado vientre bajo el suéter.

— ¡Kate! ¡Kate! — la llamo cuando aparece junto a mí.

Pero ella solo me mira y sonríe. Su novio aparece detrás de ella para abrazarla.

— Elliot — digo pero él no me mira — ¡Elliot!!

Quiero enseñarles lo que acabo de descubrir, ¿o ya lo saben?

— ¡Elliot! ¡Elliot! — insisto con más fuerza — ¿Donde está Christian? Elliot, ¡¿dónde está Christian?!

Me levanto sobresaltada de la barra de la cocina donde me quedé dormida. Tomo el teléfono y lo contesto sin siquiera ver quién es.

— Pequeña, lo encontré.

Despego el teléfono de mi oreja para ver la pantalla y asegurarme que es Elliot quien me llama y que esto no es un sueño.

— ¿Ana? ¿Hola? Ana, ¿estás ahí?

— Si, ¡Si! ¿Dónde está? ¡¿Está bien?! Elliot voy para allá, ¡dime dónde está Christian!

— Lo están llevando al hospital donde trabaja mamá, alcánzame ahí.

Salto de la silla y corro por el pasillo de servicio hasta la oficina de Taylor para buscar a Wayne.

— ¡Wayne! ¡Wayne! — Le grito — Llévame al hospital.

— ¿Que ocurre Ana? ¿Te sientes mal? — dice Gail saliendo de una habitación.

— No, es Christian, lo llevan al hospital — ella sonríe y sus ojos se llenan de lágrimas — Wayne, llévanos al hospital donde trabaja Grace.

Dixon se apresura a tomar las llaves y su móvil para caminar por el pasillo detrás de nosotras. Gail camina a mi lado hasta el ascensor, igual de ansiosa que yo.

— ¿Donde están los señores Grey?

— El señor Carrick salió poco después que Elliot y Taylor. La señora Grace y la señorita Mía salieron después, creo que la doctora Grey iba a tramitar el permiso para no presentarse.

— Oh bien, entonces vamos.

Wayne conduce el Audi hasta el hospital, dejándonos a Gail y a mí en la entrada para buscar a Elliot o pedir información de Christian. Apenas me he acercado al mostrador cuando escucho que me llaman.

— Pequeña, por aquí — señala un pasillo.

— ¿Está bien?

— Lo están valorando, Mamá estaba aquí cuando llegamos y ahora está adentro obteniendo información.

Caminamos hasta una sala de espera pequeña y lujosa, Carrick está sentado abrazando a Mía, Gail se sienta junto a Taylor y el chico de seguridad de ojos azules está recargado en la pared del otro extremo.

— ¿Qué pasó? ¿Dónde estaba?

— Encontramos su auto volcado en una zona de construcción, estaba inconsciente — gruñe con frustración — no quiero ni imaginarme cómo ha sobrevivido todas estas horas.

— Entonces no fue un secuestro — lo miro con los ojos entrecerrados — ¿fue un accidente?

— Yo no lo creo — él y Taylor se miran — un accidente provocado tal vez.

— ¿De qué hablas Elliot? Sé claro — Carrick se pone de pie.

— El auto tiene por lo menos tres impactos fuertes y nada de eso corresponde con la forma y el lugar en el que lo encontramos.

— El equipo se quedó en la zona buscando más información señor Grey, la policía tiene a su unidad de investigación ahí también.

— Por Dios — susurro para mí — ¡¿Querían matarlo?!

— Que lo dieran por muerto fue lo mejor que le pudo haber pasado — Elliot pasa saliva con dificultad — el auto fue arrastrado dentro de una zanja y el móvil de Christian no ha sido localizado.

— ¡Por Dios! — ahora grita Mía y comienza a llorar.

— Lo importante ahora es que él reciba la atención médica necesaria y puedan curar sus heridas — Carrick me mira antes de continuar — pasaron demasiadas horas, debemos esperar la valoración del doctor antes de poder movernos de aquí.

— ¿Familia de Christian Grey? — un hombre con bata blanca llama nuestra atención.

Grace aparece detrás de él sollozando y corre a los brazos de su esposo. Los que aún permanecían sentados se ponen de pie para acercarse al doctor.

— Soy el doctor Richards — dice con tranquilidad — el paciente ingresó con numerosas contusiones, la más significativa en la cabeza pero no hay hinchazón o hemorragia. Además tiene dos costillas rotas y el hombro izquierdo dislocado, pero el traumatólogo ya lo atendió.

— ¿Sigue inconsciente? — pregunta Elliot.

— Por el momento si, aunque probablemente es a causa del impacto y el dolor. Desafortunadamente no podemos administrar tranquilizantes para el dolor hasta que despierte y corroborar que no hay lesiones.

— Gracias doctor — habla Carrick.

— ¿Pudiste verlo mamá? — pregunta Mía.

— Si, brevemente antes de que lo llevaran a la sala de trauma. No tardan en pasarlo a una habitación y entonces podremos verlo.

Vuelvo a sentarme un poco más tranquila de que esté en observación. Taylor se acerca a hablar con el chico de los ojos azules y él se retira inmediatamente llevándose a Gail.

Casi una hora después, una enfermera se acerca a Grace para indicarle el número de habitación a la que llevaron a Christian. Ella asiente y se levanta tomando la mano de su esposo.

Después que ellos regresan, Elliot y Mía se acercan para decirme que entrarán a verlo y me dejarán estar con él lo que resta de la mañana.

Espero paciente a que ellos regresen hasta la sala, cuando un mensaje de Maddie llega a mi teléfono.

* ¡Ana! ¿Todo bien? *

* ¡Maddie! Lo siento que ya no te llamé, pero mi novio está en el hospital y no quiero dejarlo *

* ¡Oh! Espero que esté mejor, solo asegúrate de hablar con el Señor Roach, preguntó por ti *

¡Oh rayos! No quiero moverme de aquí hasta no ver a Christian pero si no justifico mi ausencia van a despedirme.

— Wayne, ¿podrías llevarme a SIP?

Él asiente y se pone de pie.

— ¿Sucede algo? — dice cuando se acerca.

— Tengo que ir si quiero conservar el empleo, necesito pedir un permiso.

— Bien, iré por el auto, te espero afuera.

Hace una seña a Taylor y se aleja por el pasillo. Yome acerco a avisarle a Grace que debo salir pero regresaré pronto... Con o sinel permiso del Señor Roach.