Capítulo 58
Cuando termino de arreglarme salgo a buscarlo, seguramente está en su estudio. La puerta está entreabierta y me asomo un poco para verlo sentado en su escritorio con un vaso de Whisky en la mano.
Toco la puerta para avisarle que estoy ahí y entro sin esperar su respuesta. Me mira de arriba a abajo pero no dice nada. Llevo un vestido negro sin mangas, bastante sencillo para costar tanto.
— Estoy lista.
— Bien, vamos.
Se quita la corbata y abre la camisa blanca debajo de su traje gris, dándole un aspecto informal.
Salimos hacia el ascensor y bajamos hasta el garaje. Taylor me abre la puerta para que suba y Christian sube por el otro lado. Puedo ver las arrugas en su frente que me indican que sigue preocupado, aunque no lo diga.
— ¿A qué lugar vamos Taylor? — le pregunta serio.
— Es un club en Main Street, señor Grey.
Cuando llegamos al lugar, Christian baja y abre mi puerta mientras le dirige unas palabras a Taylor. Levanto mi cabeza para ver el nombre del club "Java" o "Lava", creo que en algún lado lo he escuchado.
Él toma mi mano y entramos al club, buscando con la mirada a Kate, Elliot o Mía.
— ¡Ana! ¡Ana! — escucho una voz chillona.
— Ahí — señalo a Mía — en aquella mesa.
Christian asiente y caminamos por un lado de la pista de baile hasta sus hermanos y mi amiga. Antes de que Kate se acerque, Mía corre a abrazarme.
— ¡Me alegro tanto verte! Estoy tan feliz por ustedes — me dice sin soltarme.
— Mía, nos vimos la semana pasada — le sonrío — ¿sabes lo de la mudanza?
— ¡Claro que sí! Elliot me lo contó.
— Oh, bien, entonces te dejo para que hables con tu hermano — le señalo a Christian.
Mía se lanza a los brazos de Christian y permanecen cerca mientras platican. Elliot le hace una seña a un mesero para encargarle más bebidas
— Elliot — toco su hombro para que me mire — ¿Pasa algo? ¿Hablaste con él?
— ¿De qué hablas pequeña?
— Algo le preocupa pero no me dice nada, pensé que te habría dicho algo a ti.
— No pequeña, no que yo sepa — dice nervioso — ¿qué quieres beber?
— Un cosmopolitan, gracias.
El mesero trae mi bebida y una botella de whisky. Miro con el ceño fruncido hacia Christian, ¿piensa beber toda la botella? Kate y Mía tienen bebidas como la mia y Elliot toma cerveza.
— No bebas demasiado, no podré aprovecharme de ti — le digo al oído.
— Un par de tragos para relajarme, a eso vinimos — sonríe levemente.
— Si y a bailar, quiero bailar contigo y no podrás si estás ebrio — digo tratando de sonar divertida.
— ¿Me está amenazando señorita Steele? — arquea la ceja.
— Es más una advertencia señor Grey, no quiero tener que buscar otra pareja para bailar — lo miro con los ojos entrecerrados.
— No lo harás, no lo permitiré — sonríe.
Le guiño un ojo para mantener el ambiente divertido, realmente no deseo que Christian beba hasta perder la conciencia, por más divertido que eso sea.
Mía toma mi mano y caminamos hacia la pista de baile, música electrónica suena mientras ella y yo bailamos. Un chico se acerca y toca su hombro, pero ella lo rechaza.
Seguimos bailando dos canciones más, y Kate y Elliot aparecen a nuestro lado bailando divertidos. Miro hacia nuestra mesa a Christian, aún sentado y bebiendo la botella de whisky que casi llega a la mitad.
— Voy por agua — le grito a Mía.
— Voy contigo — grita y se agarra de mi brazo.
Caminamos hacia la barra entre la gente y me apoyo en el mostrador para gritarle al bartender.
— Quiero dos botellas de agua.
— Y dos Cosmopolitan — dice Mía.
— Claro que sí señoritas — voltea el chico — ¿Ana?
— ¡Henry! — Grito — Oh por Dios, ¿éste es el lugar que me decías?
— Si, éste es — nos sonríe — bienvenidas a Lava Club.
— Hola guapo — Mía dice coqueta — ¿eres amigo de Ana?
— Si — le contesta y luego me mira — Oye, ya que estás aquí podría invitarte un trago.
— Gracias, pero no es necesario — hago una mueca para restarle importancia.
— Entonces baila conmigo — se apoya en el mostrador para acercarse — solo un baile, luego podría invitarte a salir.
— Si, no creo que eso sea... — Mía golpea mi hombro interrumpiendo.
— Ana, Ana... — repite bajito.
— ¿Qué? Mía — giro a verla pero ella no me mira.
— Creo que tu hermano está enojado — me dice Henry.
— ¿Quién? — señala algo detrás de mí. Mierda.
— No es su hermano, es el mío y viene por ella — susurra Mía.
— ¡Christian! — Me giro para topármelo de frente — Él es Henry... Henry, él es mi novio Christian.
Christian me mira y luego a Henry, no muy convencido de mis palabras, pero estrechan sus manos.
— Entonces Henry — sonríe Mía — claro que quiero ese trago.
Mía observa coqueta a Henry y le guiña un ojo. Yo suelto un suspiro de alivio, tomo las botellas de agua y la mano de Christian.
— Ya, ya, ¡váyanse! — Nos dice Mía — déjenme platicar un rato con mi amigo.
— ¿Todo bien? — dice cuando regresamos a nuestra mesa.
— Si, te traje un poco de agua — le entrego la botella — quiero bailar contigo ahora.
Me mira con una leve sonrisa y asiente con la cabeza. Caminamos hacia la pista tomados de la mano y me pego a su cuerpo, dejándome guiar por él.
Acerca su rostro a mí y su barba, ya bastante crecida me pica.
— ¿Que hay con la barba? — lo miro a los ojos.
— ¿No te gusta? — Dice sorprendido — pensé que a las mujeres les gustaba eso.
— No tan larga, te hace ver más grande de lo que eres — la acaricio con mi mano — además te ves demasiado sexy y me alborotas.
Le doy un beso rápido y bajo para morder su barbilla. Él se ríe y me abraza fuerte de la cintura mientras seguimos bailando.
— Nunca me habían acusado de ser demasiado sexy — sonríe y arquea la ceja.
— No en tu cara — le sonrío coqueta.
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