Capítulo 53
— ¿Habías hecho eso antes? — dice con el ceño fruncido.
— ¿Qué? ¿Eso? — Señalo su pantalón y levanto mi ceja — No, no tengo tanta experiencia.
— ¿Cuánta experiencia tienes, en realidad?
Abre la puerta de la habitación y salimos hacia el pasillo. Toma mi mano esperando una respuesta.
— Solo tuve un novio, no entiendo exactamente qué quieres saber — digo avergonzada.
— ¿Como se llama? — se detiene para mirarme.
— ¿Quién?
— Tu ex novio, ¿cómo se llama?
Aprieto mis labios tratando de no reír, pero la seriedad en su voz me dice que no bromea.
— ¿Para qué quieres saber?
— ¿Fue a la universidad contigo? ¿Aún vive en Portland?
— ¿Qué? ¡No lo sé! ¿Para qué quieres saberlo?
Me mira serio y creo que por seguridad, mía y de Jase, voy a quedarme callada. Ni siquiera creo que mencionarle el nombre "Jasón" sea una opción segura.
Me giro para continuar por el pasillo hacia las escaleras. Mierda, Taylor está parado al pie de ellas y podría jurar que sonríe.
— Taylor — dice Christian cuando pasamos junto a él.
Taylor asiente en silencio y caminamos de vuelta al comedor pero ya hoy hay nadie. Vamos a la sala donde la familia de Christian platica. Aún puedo ver la figura de la bruja Lincoln rondándonos.
— Ella no me agrada — le digo al oído.
— Lo sé — sonríe — yo no la invité.
— Tu madre debió hacerlo — veo a Elena acercarse a Grace.
— ¡Christian! — Lo llama su padre — ¿Qué tal estuvo la excursión?
Christian camina hacia su padre para conversar, Mía y Kate platican en el sofá. Elliot aparece junto a mí con una copa.
— Dicen que por las noches atraviesa todo Seattle en su escoba — dice riendo.
Señala con la cabeza en dirección a Elena y yo sonrío. Si Elliot puede notarlo, ¿por qué los demás no?
— Dicen que lo suyo son las manzanas envenenadas — arqueo la ceja.
Elliot tose fuerte mientras escupe el contenido de su copa. Todos nos miran sorprendidos mientras él apoya su mano en mi hombro tratando de respirar.
— Mierda, pequeña, me comí dos de una cesta en la cocina — se ríe — voy a morir joven y sexy.
— ¿No tienes algo más que hacer? — Christian retira la mano de Elliot de mi hombro.
Está parado detrás de mí y pasa sus brazos por mi cintura. Cuando percibo su calor y su aroma me recargo en su pecho.
— Vámonos, quiero volver a Escala ahora.
Christian se despide de todos rápidamente, sin alejarse de mí. Grace se acerca a abrazarlo, pero cuando Elena lo hace prácticamente me arrastra hacia la puerta.
El camino de vuelta a Escala es rápido. Tan pronto como subimos al ascensor siento mi respiración agitarse con anticipación. Sus ojos grises se oscurecen cuando el ascensor se abre.
Supuse que iríamos a la habitación, pero en lugar de eso me deja ahí parada en medio de la sala y va a la cocina por un vaso de agua. Se quita el saco cuando se acerca.
— Ven aquí, apóyate en el sillón — me señala un lugar frente a él.
— ¿Aquí? — apoyo mis rodillas en el asiento y recargo mi pecho sobre el respaldo.
— Voy a tomarte aquí, y agradece que no lo hice en el auto.
— ¡¿Qué?! — digo con la voz cortada por la sorpresa.
Christian se para detrás de mí, recorriendo mis piernas con sus manos, levantando mi vestido a su paso. Jadeo bajito cuando sus manos bajan mi ropa interior.
— Estuve imaginándome esto toda la noche — susurra en mi oído.
Su mano derecha acaricia mi vientre y baja hasta en medio de mis piernas, presionando y girando lentamente.
Estiro mis brazos para levantarme y recargarse en su pecho, pero me da una nalgada y hace que me incline de nuevo. Me estremezco con su toque y mi respiración se agita mucho más.
Exhala ruidosamente cuando baja el cierre de su pantalón. Me sostiene firmemente de la cadera y entra en mí en un solo movimiento.
Y no es lento, ni suave. Es fuerte, rápido, apretando mi cadera con fuerza. Mi cara irradia calor cuando siento mis piernas temblar.
Pero no se detiene, sigue sus movimientos hasta que su respiración se vuelve entrecortada y leves gemidos salen de su boca.
Gruñe mi nombre y entonces me enderezo para que no deje de moverse. Me pego a su pecho, mientras acaricia mis senos por encima de la tela del vestido. Su mano baja a mi centro hasta que me estremezco completamente y el placer me invade.
Cuando soy capaz de sostenerme por mí misma, baja el cierre de mi vestido y lo dejo caer junto con la ropa interior de encaje.
— Corre a la ducha antes de que te alcance — sonríe y me alejo.
Despierto en la mañana y como de costumbre Christian no está. Creo que se volvió nuestra pequeña rutina y ahora caigo en cuenta que he pasado muchos fines de semana con él.
Quiero ir a la cocina a preparar waffles, fruta y jugo de naranja antes de que llegue de correr, me muero de hambre.
Salgo de la habitación y camino por la sala cuando el timbre del ascensor me sorprende. ¿Christian volvió tan pronto?
Pero en lugar de verlo, me encuentro con otra persona: una chica muy parecida a mí sale del ascensor. Es alta, muy delgada, con cabello castaño y muy largo. Piel pálida como la mía, pero enormes ojos marrones.
— ¿El señor Grey? — pregunta.
— Christian no está — respondo rápido.
Antes de que pueda preguntar algo más, Taylor aparece rápidamente por el pasillo.
— Señorita Steele — me toma del brazo y me empuja a la habitación.
— Pero... ¿qué? Taylor, ¿qué está pasando?
— Cierre la puerta y no salga hasta que se lo indique — cierra la puerta de la habitación.
Como buena chica curiosa, me pego a la puerta tratando de escuchar algo de lo que dice Taylor o la chica. ¿Es alguna ex de Christian? ¿Qué hace aquí?
El ascensor timbra de nuevo y yo espero que sea la chica esa yéndose de ático, pero la voz de Taylor me saca de mi error.
— Señor Grey — lo escucho decir.
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Cap. Nuevo!!!
Mañana otro! No olviden dejarme sus comentarios 😄
Les recuerdo pasar por mi otra historia, Someone like you, disponible en mi perfil 😉
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