Capítulo 52
>>No leer si estás en una reunión familiar<< 😂😂😂
Me miro en el espejo de la habitación el vestido verde esmeralda que me queda a la medida, con mi cabello suelto y maquillaje ligero. Tomo el bolso a juego y zapatos de tacón alto.
Christian me espera en el salón, con su traje negro sin corbata. Pasa el abrigo blanco sobre mis hombros y salimos rumbo a Bellevue.
Pensé que sería una cena familiar, pero al ver la cantidad de autos empiezo a ponerme nerviosa. Christian toma mi mano y entramos a la casa.
Su madre lo abraza efusivamente, su padre palmea su hombro y Mía se cuelga de su cuello y besa sus mejillas. Reconozco a algunas personas presentes, pero mi vista se enfoca en la mujer que me mira con el ceño fruncido.
Elena Lincoln. Su vestido negro ajustado la hace lucir joven, pero cuando se acerca, las arrugas y algunas cirugías son evidentes.
— ¡Christian querido! — lo besa en ambas mejillas.
— Elena — dice serio.
— Eres como el buen vino — le sonríe — mejoras con la edad.
— Quisiera poder decirle lo mismo — digo para mí siendo sarcástica.
— ¿Que dices? — ahora sí gira para verme.
— Nada... Señora — le doy una sonrisa falsa.
— Christian, quiero hablarte de algo importante — ella sujeta el brazo de Christian rozándolo con sus senos.
Frunzo el ceño, no quiero parecer celosa pero esta mujer no me inspira confianza. Lo mira de una forma tan intensa que me da escalofríos, ¿acaso nadie más lo nota?
— ¡Ana! Me encanta tu vestido — dice Kate y Mía se acerca de nuevo.
— Parece que ya no necesitas mi ayuda — se burla Mía.
— Mi novio ha hecho un buen trabajo — le sonrío y Elena gira su cabeza para verme.
Le sonrío de nuevo. Si, querida... Dije NOVIO. Su vista pasa de nuevo a Christian y le susurra algo. Lo veo fruncir el ceño antes de acercarse a mí.
— Ven Ana, vamos por una copa — me toma de la mano y me lleva a la cocina.
Cuando regresamos a la sala, me siento con Kate y Mía. Christian permanece de pie con Elliot y un hombre moreno llamado Claude.
Grace plática con Elena, mientras ella sigue dándole miraditas a Christian. ¡Vieja bruja! Kate aprieta mi mano para llamar mi atención.
Elena Lincoln es incluso más irritante que la ama de llaves de los Grey. La chica rubia y de trenzas se mueve alrededor de Christian pestañeando exageradamente. ¡Rayos! Me estoy volviendo una loca celosa.
Cuando Grace nos llama a la mesa, puedo ver que el espacio ha sido modificado para que todos puedan sentarse.
Me siento junto a Christian y Mía está a mi derecha. Frente a nosotras, Elliot y Kate, pero frente a Christian... Elena.
Le sonríe y le pregunta sobre la empresa. Él la mira mientras platican y me siento un poco ignorada. Ella disfruta teniendo su atención y levanto la mirada cuando escucho algo sobre salones de belleza.
Todos están en sus asuntos mientras sirven la cena. Elena y Christian siguen platicando, así que discretamente apoyo mi mano en su rodilla.
Él voltea a verme, pero sigue hablando con ella. Subo más mi mano y aprieto un poco más fuerte su pierna. Me mira con el ceño fruncido y yo le doy una sonrisa inocente.
Elena llama su atención de nuevo, a lo que Christian responde. Bien, esto empieza a molestarme y ella lo disfruta por cómo me mira. Sintiéndome más audaz que ella, subo más mi mano hacia su muslo y vuelvo a apretarlo.
Christian se tensa y sujeta mi mano con la suya. No volteo a verlo para disimular lo que ocurre bajo la mesa, hasta que él mueve mi mano más arriba y mis dedos rozan su miembro.
Arqueo una ceja y le sonrío. Elena nos mira furiosa y sin dejar de verla deslizo mi mano completamente sobre él, que contiene la respiración.
Volteo a verlo cuando toma mi mano y me indica que me ponga de pie. Cuando lo hago, él se para detrás de mí y me sujeta por la cintura. Yo lo miro confundida.
— Ya venimos, Ana tiene que hacer una llamada — dice Christian cuando todos nos observan.
— Oye Papá, ¿dejaste cerrada la puerta de tu despacho? — escucho la voz de Elliot.
Y quiero lanzarle una mirada de "cierra el pico" pero Christian nos lleva fuera del comedor. Toma mi mano y camina hacia las escaleras sin soltarme.
— ¿A dónde vamos? — pregunto siguiéndole el paso.
— A mi habitación — dice cuando caminamos por el pasillo del segundo piso.
Apenas entramos y cierra la puerta. Se gira hacia mí con la respiración agitada y los ojos oscurecidos.
— Mira lo que provocas — señala su erección bastante visible en su pantalón.
— Lo siento, no quiera hacerlo pero no me dejaste otra opción, estabas ignorándome... — sujeta mi rostro y me besa.
Me besa con fuerza, muerde mis labios y trato de seguir su ritmo. Lo empujo hacia la puerta y mis manos bajan hasta el cinturón de su pantalón para desabrocharlo.
Me mira confundido mientras bajo el cierre y meto mi mano dentro de sus bóxers. Su respiración se agita, echando la cabeza hacia atrás sobre la puerta.
Sintiendo la adrenalina y la excitación del momento, caigo de rodillas a sus pies y levanto mi vista hacia él. Sus ojos se abren cuando un jadeo sale de sus labios.
¿Qué rayos hago? No tengo ni idea de cómo se hace esto... No puede ser tan difícil, ¿cierto?
Siento mis mejillas arder cuando tomo su miembro en mis manos. Sus gemidos son más fuertes cuando paso mi mano de arriba a abajo apretándolo.
Cuando su respiración se agita y se vuelve irregular, hago mi siguiente movimiento atrevido. Lo pongo en mi boca.
— Oh, mierda, Ana... — dice con la respiración entrecortada.
Empuja su cadera hacia mí y yo me sujeto de sus piernas para no perder el equilibrio. Se balancea hacia mí, pero lo sujeto de la base para aumentar la presión y su excitación.
Aprieta mi hombro repetidas veces y creo que entiendo lo que quiere decir, pero aumento el ritmo de mi mano y mi boca.
Gime tan fuerte que cualquiera en este piso nos habría oído. Se tensa levemente y se deja caer hacia atrás para apoyarse en la puerta mientras recupera su respiración.
Aún recargado en la puerta, estira su mano hacia mí para que me levante. Puedo ver sus ojos brillantes y su gran sonrisa.
— Mierda, voy a ignorarte más seguido — dice divertido.
— Lo próxima vez que lo hagas te muerdo — le guiño unojo y camino hasta el baño.
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SORPRESA!!! 😳😳🙊🙊😂😂
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