Capítulo 43
— Sí sabes que retener a alguien contra su voluntad se llama secuestro, ¿no?
Sonríe arrogante mientras estaciona en el garaje de Escala. Estúpido y sexy Grey.
— Bueno, te gusta provocarme y termino haciendo las cosas de la forma difícil— dice arqueando una ceja.
— Yo creo que eso te gusta... Que te provoque y te rete — yo también arqueo una ceja.
— Entonces somos tal para cual — dice cuando subimos al ascensor.
Lo miro con los ojos entrecerrados. ¿Está bromeando? ¿El Christian divertido regresó?
— Solo una cosa Ana, y no estoy jugando — se gira para tomar mi rostro con sus manos — Eres mía, solo mía.
Lo miro sin saber qué decir, hasta que el timbre del ascensor lo hace girar y salir. Lo sigo en silencio.
— ¿Esto es por el chico del cine? ¡Tú no quisiste ir conmigo! — alzo la voz.
— Es sobre ti, hablando con chicos que quieren ser más que solo amables — me dice serio.
— ¿Entonces no puedo hablar con nadie? — Me acerco a él — Que hable con un chico no significa que esté interesada en él.
No dice más, permanece en silencio y apoya su mano en su barbilla. Tengo miedo de preguntar qué pasa por su controladora mente.
— Bien, entonces serás mi novia y nadie podrá acercarse a ti — suelta de pronto.
— ¿Me preguntas o me ordenas? Porque eso, señor Grey, sonó a orden y no me gusta que me den órdenes.
Christian sonríe y mete las manos a sus bolsillos.
— No puedes hacer que algo sea fácil, ¿cierto?
— No sería divertido — le sonrío burlona.
— Señorita Steele — se acerca con paso seductor — ¿Quisiera usted ser mi novia?
— Eso depende señor Grey, ¿lo hace para controlarme? — aunque creo que es obvio.
— Le aseguro, Señorita Steele, que le gustará ser controlada — me da su media sonrisa sexy.
— No sé si quiera... Pero suena divertido — le sonrío — es usted un romántico Señor Grey.
De pronto palidece. Este hombre pasa de 100 a 0 más rápido que su R8. ¿Qué parte de lo que dije lo dejó muerto de miedo?
— Ven, vamos a cenar. Gail dejó la cena preparada — da la vuelta y camina.
Lo sigo en silencio y se acerca al horno para sacar una charola. Huele a papas horneadas y pimientos.
— ¿Mucho trabajo en la oficina? — le digo para cambiar el tema.
— Un poco. ¿Mucho trabajo en la editorial?
— ¡Oh sí! Tengo que ponerme al corriente con todo lo que la ex asistente dejó.
— ¿Has tratado con Jack Hyde? Hay algo en su expediente que no me gusta. Recursos humanos está haciendo auditoría de todo el personal.
— No mucho — encojo mis hombros — no habla mucho, solo me habla para darme órdenes.
Christian me mira y arquea la ceja.
— Ja-Ja — digo con sarcasmo — es mi jefe.
— Yo también soy tu jefe, el jefe del jefe de tu jefe — sonríe.
Pongo los ojos en blanco. Sirvo en los platos mientras sirve el vino en las copas. Me encanta la comida de la señora Jones.
Después de cenar y recoger los platos, vamos a sentarnos en la sala frente a la chimenea.
Pone mi copa y la suya en la mesita, para acercarse a mí y besarme. Lo atraigo más hacia mí, pasando mis brazos por su cuello.
Sus manos bajan de mi rostro a mi cintura, metiendo las manos por debajo de mi camiseta. La levanta poco a poco hasta sacarla por mi cabeza.
Yo hago lo mismo con la suya, la lanzo al otro sillón mientras busca el broche de mi sostén.
— ¡Espera, espera! ¿Y Taylor? — frunce el ceño.
— ¿Qué con Taylor? — dice molesto.
— Estamos en medio de la sala, ¿no está por aquí verdad? — me cubro el pecho con los brazos.
— ¿Crees que dejaría que te viera así? — Suspira — No está, le di la noche libre.
Le sonrío pero él me empuja para que me levante del sillón. Me pone frente a él para desabrochar mi pantalón y bajarlo junto con mi ropa interior.
Siento mi cara sonrojarse, aún no me acostumbro a estar así con él. Cuando lo quita, estira mi brazo para que me siente sobre su regazo, con las piernas a los lados.
Besa mi cuello, mis hombros y pechos. Acaricia mi espalda mientras yo recorro sus brazos y hombros con mis manos. Vuelve a besarme hasta quedarnos sin aliento.
— No es justo, tu aún llevas el pantalón — le susurro al oído.
— Eso tiene solución.
Me aparta un poco para desabrocharlo, pasa un brazo por mi cintura para sostenerme y se levanta conmigo en brazos.
Cuando creo que va a llevarnos a la habitación, baja su pantalón con su mano libre y vuelve a sentarse en el sillón.
Me entrega un paquetito metálico que supongo traía en el pantalón.
— Vas por ahí con condones en el bolsillo... ¿Por si las dudas? — arqueo una ceja.
Sonríe divertido mientras lo saco y le ayudo a colocarlo. Bajo lentamente hasta sentirlo dentro de mí.
— Muévete — me susurra.
— ¿Es una orden señor Grey? — me burlo.
Me da una nalgada muy fuerte y se ríe. Me acerca de nuevo para besarme mientras me muevo sobre él.
Pongo de nuevo mis manos en sus hombros para sostenerme. Mis gemidos y sus jadeos hacen que mi piel se erice. Su nombre sale de mis labios más como un grito que como un susurro.
Me estremecí completamente y su respiración agitada mezclada con sus gruñidos me indican que él está cerca. Finalmente prieta su agarre de mi cintura y deja caer su cabeza en mi hombro.
Nos quedamos en silencio mientras recuperamos el aliento. No quiero moverme, estoy muy cómoda en sus brazos.
Me sujeta nuevamente por la cintura, pero no me muevo.Se levanta conmigo en brazos y nos lleva a ambos a la ducha.
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
Hola! Gracias por votar y dejar sus comentarios, por supuesto que los tomo en cuenta.
También aprovecho para pedirles que lean mi otra historia, disponible en mi perfil. Ojalá puedan leerla y darme sus opiniones... Saluditos!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro