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Capítulo 40

Kate baja de la SUV para abrir la puerta del departamento, mientras yo intento bajar a Christian y Taylor a Elliot. Supongo que empieza el malestar, porque Christian camina con los ojos cerrados y lo llevo hasta el sillón.

Regreso a la puerta para ver cómo Taylor y Kate forcejean con Elliot para que camine. Elliot es más alto que Christian y por lo tanto más corpulento, su cabello rubio y largo está alborotado y sigue riendo a carcajadas.

— ¿Crees que el café ayude? — le digo con duda.

— No, yo creo que será mejor una ducha muy fría — dice Kate sentando a Elliot junto a la puerta.

— Iré a Escala a conseguir un cambio para cada uno — dice serio Taylor.

— No será necesario, ¿o sí? — Dice mi amiga con una sonrisa — ¡oh vamos Ana! quita esa cara que Taylor y yo sabemos que has estado jugando con la joya de la familia.

— ¡Kate! — me sonrojo. Sé que lo saben, pero no hace falta gritarlo.

— Entonces traeré los cambios mañana en la mañana — dice Taylor disimulando su risa.

— ¿Puedes con Grey tú sola? — dice mi amiga.

— Claro que sí, Christian es más... dócil.

Giro para verlo pero no está en el sillón donde lo dejé. Más bien camina por la cocina con una copa en la mano, bebiéndose el poco vino que Kate y yo dejamos en su fase depresiva.

— Bien, entonces me llevo a Elliot — dice Kate jalándolo del brazo.

Elliot no se mueve, pero Kate le susurra algo al oído que lo hace gatear por el pasillo hasta la habitación. Suspiro, es mi turno.

— Deja de beber, es hora de la ducha — le digo quitándole la copa de las manos.

— Ahora si estamos hablando — me dice con una amplia sonrisa.

— Camine señor Grey.

Lo sujeto por la cintura de nuevo para llevarlo a mi cuarto. Se queda de pie junto a la cama y sonríe de esa forma sexy y divertida que me hace reír también.

— Vamos Christian, quítate la ropa y entra a la ducha — le entrego una toalla.

— ¿No vas a ayudarme? — frunce el ceño.

— Confío en que ya lo has hecho antes — le sonrío.

— Quiero que tú lo hagas — me dice serio.

¿Está jugando? Le quito la toalla de la mano y la lanzo a la cama. Me acerco despacio pero sigue serio, ¿se le habrá pasado ya la borrachera? Tomo el extremo de su camiseta y la levanto para sacarla por su cabeza, puedo ver su piel erizada por el frío.

Se quita los tenis y se sienta en la cama para quitar los calcetines. Se pone de pie de nuevo. Pongo las manos en su cinturón para desabrocharlo y su pantalón cae al piso.

Cuando levanto la vista, él sonríe de nuevo divertido. Estúpido y adorable Grey borracho.

— Está borracho, no sabe lo que hace... Está borracho, no sabe lo que hace... — me repito bajito como si fuera un mantra.

Entro al baño para poner la ducha en tibio y lo empujo para que entre al baño sólo en bóxers. Le pido que se los quite y los deje en la repisa y regreso a recoger sus cosas del piso.

Saco la camiseta blanca que aún conservo de la primera vez que me quedé en su departamento. Yo también había tomado y él me vistió. Bueno, ahora estaremos a mano.

Saco de su pantalón la cartera y el móvil para dejarlos en mi pequeño escritorio. Aún escucho la ducha, por lo que no debe tardar en salir.

— Tenía curiosidad por tu olor a frutas, ahora sé que es por el shampoo... ¿Sabe tan rico como huele?

— ¡Christian! — Entro rápido al baño — ¡deja de jugar con mi shampoo!

— Tengo que decirle a Gail que lo compre — dice mirando fijamente la botella.

— Dámelo ya, ¿te lavaste el cabello? — le digo corriendo a un lado la cortina.

— Si — sonríe y me mira. ¡Mierda! Olvidé que estaba desnudo — Ven aquí.

— ¡No! — me jala de la mano y me mete a la ducha con él.

Me pega a su cuerpo para que el agua también me caiga encima, pero yo estaba vestida y ahora mi ropa y tenis se mojan.

— Está borracho, no sabe lo que hace... Está borracho, no sabe lo que hace... — repito no tan bajito como antes.

Respiro hondo y me aparto de él para salir del baño. Mi conciencia me dice que no me deje llevar por sus insinuaciones, ha bebido en exceso y no quiero que piense que me aproveché de él.

Le señalo la toalla y le pido que se ponga los bóxers antes de salir. Me pongo mi pijama muy rápido y recojo mi cabello, me daré una ducha cuando sepa qué hacer con el chico de ojos grises en mi cuarto.

Christian sale del baño con la toalla en la cintura. Lo miro con la boca abierta y rogándole a Dios que se haya puesto los bóxers para que yo solo tenga que ponerle la camiseta.

— Aquí está — dice frente a la mesita de mis cremas — ¿por eso hueles a rosas?

— Si — le digo sentada en la cama — ¿También vas a comprarte una?

— Tal vez si — se gira y camina hacia mi — aunque me gusta más como huelen en ti.

Antes de que pueda moverme, Christian ya está sentado sobre mí. Toma mi cara con ambas manos y pasa su nariz para olerme. Intento patalear para quitarlo de encima pero solo provoco que la toalla caiga de su cintura.

Intento soltarme de su agarre pero toma mis manos y las junta por sobre mi cabeza. Empieza a dar besos en mi mandíbula y mi cuello, causando un escalofrío y cosquillas.

Aún percibo el alcohol en su aliento, pero los besos que deja en mi cuello empiezan a nublar mi mente. ¡Mierda! ¡Los condones!

— Christian, detente — le digo pero no responde.

— Detente por favor — ahora gruñe.

— ¡Basta! ¡No tenemos protección! — le digo cuando acaricia mi pecho sobre la camiseta — ¡Christian!

Suelta mis manos pero no se mueve. Afuera de mi habitación se escuchan gritos. De Kate. Pongo los ojos en blanco, no quiero ni imaginar a Elliot corriendo desnudo por la sala.

— ¡Christian! — intento moverlo — ¿Christian?

Su cálida respiración en mi cuello me hace cosquillas otra vez. Me enderezo un poco y no pone resistencia, su rostro esta relajado... ¡Se quedó dormido!

Me recuesto otra vez y suspiro. Me encanta la presión de su cuerpo sobre el mío y el calor que desprende me hace sentir cómoda. Sin duda aquí quiero estar.

Me incorporo otra vez, lo ruedo para acomodarlo en la cama y quitar la toalla húmeda. Va a dormir solo en bóxers. Extiendo la cobija sobre él y alboroto un poco su suave cabello cobrizo.

Me obligo a levantarme de la cama y entrar a la ducha,me baño rápido con la firme intención de acurrucarme junto a mi querido OjosGrises.

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