Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 34

Christian toma mi cara con sus manos y me besa. Se acerca más a mí y baja sus manos hasta mis hombros, para deslizar los pequeños tirantes de mi vestido. Jalo de su saco para acercarlo más a mí y se detiene antes de dejar al descubierto mis senos. Su boca pasa a mi cuello dando besos suaves, su nariz me hace cosquillas.

Desliza sus manos por mi espalda desnuda y siento un escalofrío que me eriza la piel. Ahora yo tomo su rostro en mis manos para besarlo. ¡Mierda! Debemos parar antes de que algo más pase.

— Emm... ¿hermano? — se escucha la voz detrás de la puerta.

— Lárgate Elliot — dice Christian bajando sus manos hasta mi trasero.

— Me encantaría, no quiero ser el aguafiestas, pero papá, mamá y casi todos en la fiesta te vieron salir con Ana.

Christian se separa un poco de mí y me mira. Estoy sonrojada de pensar que sus padres han presenciado la escena.

— Mamá me ha pedido que venga por ustedes.

— No es asunto tuyo Elliot, ¡vete!

— ¡Vamos Bro! No me hagas esto... no quiero hacer enojar a mamá — permanece en silencio — Pequeña, ¿estás bien?

— Elliot, ¡trae refuerzos! Es una situación de rehenes... — le digo alto para que me escuche.

— ¿Rehenes? No te quejaste antes de la interrupción — Christian me mira divertido.

— Tal vez tenga síndrome de Estocolmo — le sonrío.

— ¡Bien! Llamaré a Kate... ella seguro derriba la puerta — afirma Elliot.

Christian sonríe. Se aparta un poco y yo vuelvo a acomodar mi vestido.

— ¡Cancela los refuerzos! Hemos negociado mi liberación.

— Bien, entonces me voy... los espero afuera, ya van a servir la cena — dice Elliot.

— Dame un momento — dice bajito — espérame en la cocina, ya voy.

Le sonrío una vez más antes de salir del despacho. Reviso mi peinado en el espejo del pasillo y camino hasta la cocina. Cuando Christian aparece, toma mi mano y vamos de regreso a la carpa.

— Ni creas que vas a separarte de mí en lo que resta de la noche.

Nos sentamos a la mesa y todos nos miran. Grace y Carrick miran con el ceño fruncido a Christian. Elliot sonríe burlón y Mía niega con la cabeza. Kate parece no entender qué pasó. Afortunadamente, sirven la cena.

Después de la cena, Mía insiste en presentarme a sus amigas. Me toma del brazo y me lleva con ella, con Christian siguiendo nuestros pasos. Lo mismo ocurrió cuando Kate y yo fuimos al bar por otro trago.

Christian me sujeta por la cintura cuando nos topamos con un señor que lo saluda, yo pongo atención cuando le pregunta si hay novedades y luego me miran. Dice algo sobre hablarlo en la consulta.

Ocurre de nuevo cuando Grace se acerca para hablarme de su fundación. ¿Podría ser más vergonzoso? Christian pegado a mi cintura como si fuera un niño sosteniendo su juguete nuevo.

— ¡Christian, para! — le digo bajito pero molesta — tengo que ir al baño y no vas a seguirme.

— Bueno, te espero afuera.

— ¡No! ¡Los baños están justo ahí! No voy a perderme, solo dame 5 minutos a solas.

Me mira pero no dice nada. ¡Gracias a Dios! Camino hacia los baños y él no me sigue. Entro rápidamente y cuando salgo veo a Christian hablando con Grace. Empiezo a caminar pero una persona me detiene.

— No te había visto, ¿eres nueva?

— ¿Disculpe? — volteo a verla

— ¿Quien te recomendó? ¿Susana? ¿Leila?

— No sé a qué se refiere.

Una mujer rubia me habla, le calculo unos 40 años, delgada y alta, con un entallado vestido negro.

— Christian no suele traerlas a éste tipo de eventos, ¿cambiaron las cláusulas?

— ¿Cláusulas? No le entiendo señora.

Miro de nuevo en dirección a Christian, está de espaldas a mí, por lo que no se ha percatado de nada. Pero Grace sonríe, ¿a mí o a ella? La rubia me mira de arriba abajo y se encamina hacia ellos.

Cuando se acerca, pasa su brazo por los hombros de Christian y lo besa en la mejilla. Veo a Elliot parado junto a nuestra mesa y me acerco a él.

— ¿La conoces? — le digo directo.

— ¿A quién? — Señalo con la cabeza — ¿a Elena Lincoln? Es amiga de mi madre.

— ¿Y también te abraza y te besa así? — le digo sin dejar de mirarla.

— Eww no — dice con cara de asco — creo que solo mi hermano le cae bien.

— Si, parecen conocerse bien — aparto mi vista de ellos.

— Vamos pequeña, ella no es rival para ti — me mira divertido — tengo una idea, ven conmigo.

— ¿A dónde? — toma mi mano y me lleva a la pista.

— A hacer enojar a mi hermanito, ¡no puedo dejar pasar la oportunidad!

Una canción lenta empieza y Elliot nos sitúa en medio de la pista. Éste chico no tiene problemas con ser el centro de atención. Me pide que pase mis brazos por su cuello y pone ambas manos en mi espalda. Nos reímos divertidos.

— Si no vivo después de esto, quiero decirte que me caes muy bien.

— ¡Oh vamos! Christian no va a golpearte, ¿o sí?

— Ese idiota golpea duro, ¿te dijo que entrena kickboxing?

— Sí, creo que lo había mencionado, pero no va a golpearte en público... ¡en todo caso cuídate de Taylor!

— Tienes razón — se ríe a carcajadas — quiero que sepas que acaba de vernos y se le salen los ojos.

— ¿A quién? ¿A Taylor?

— ¡A Christian! Así que prepárate por que viene para acá — lo veo de reojo cuando se acerca.

— ¡Elliot! ¡Quita tus manos de ella ahora! — dice apretando los dientes.

— Hermano, ¡hola! ¿Dónde estabas? Me encontré a esta linda señorita muy sola y me ofrecí a hacerle compañía — Elliot finge sorpresa.

— Suéltala ya, imbécil — lo mira fijamente — dame a mi chica.

— Esta bien, está bien... — besa mi mejilla antes de soltarme — pequeña, cuando gustes...

— ¿Cuando guste, qué? — le dice aún molesto.

Me río mientras Elliot se aleja. Vaya que sabe cómo llamar la atención de su hermano. Christian se acerca y pasa sus manos por mi cintura.

— ¿Ahora qué? — le digo mirándolo a los ojos.

— Debiste haber bailado conmigo primero — pongo mismanos sobre sus brazos — pero no te preocupes, no dejaré que bailes con nadiemás.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro