Para disculparse por ser cómplice de Christian, Mía nos llevó a Kate y a mí a un salón de Spa el sábado en la mañana. Manicure, pedicure, masaje y baño al vapor para relajarnos antes del evento. Por la tarde, Kate me ayudó con el cabello y el maquillaje.

Cambié el sobrio y formal vestido rojo que había elegido en un principio. En mi primer arrebato de ira, tomé un vestido con un escote frontal de infarto. El problema vino cuando me lo puse y mi pequeño pecho le restó dramatismo. Si mis senos fueran tan grandes como los de Kate, el vestido habría sido perfecto.

Por lo que cambié mi estrategia y elegí un vestidoazul con la espalda totalmente descubierta, cuyo escote llegaba justo al iniciode mis nalgas. ¡Mi trasero se ve espectacular! Kate insistió en que deberíallevar un collar largo que acentuara mi espalda desnuda.

Recogí mi cabello en un elegante moño para que no le restara atención a mi escote y me puse un chal a juego para cubrir mi espalda. Apenas terminamos de arreglarnos cuando el timbre sonó. Al parecer Elliot había llegado por Kate y yo esperé unos minutos más por Christian.

Cuando abro la puerta, Christian lleva un elegante esmoquin negro, haciéndolo ver mucho más guapo. Me mira de arriba a abajo y luego frunce el ceño.

— Gracias por el vestido — le digo en tono amable.

— Me alegro que encontraras uno de tu agrado, te ves hermosa Anastasia.

Taylor abre la puerta para que yo suba y Christian sube por el otro lado. Después de unos minutos llegamos a Bellevue, la casa de los señores Grey es enorme, un vecindario bastante lujoso de hecho. Taylor para en un camino empedrado y Christian me ayuda a bajar.

En lugar de entrar a la casa, seguimos un camino de luces hasta una carpa enorme ubicada en lo que supongo es el patio trasero de los Grey. Muchas mesas, una gran pista de baile, una orquesta... ¡jamás había visto algo así!

— ¡Christian cariño! — se acerca una mujer a nosotros y besa la cara de Christian.

— Madre, ella es Anastasia Steele — dice cuando se aparte — Ana, ella es mi madre Grace Travelyan Grey.

— Mucho gusto señora Grey — estrecho su mano y ella sonríe.

— ¡Oh linda! La señora Grey era mi suegra, por favor dime Grace — un hombre rubio la abraza por la espalda — Que guapa eres cariño.

— Padre — dice Ojos Grises al hombre que acaba de llegar — Ella es Anastasia Steele, Ana, él es mi Padre Carrick Grey.

— Un gusto conocerlo señor Grey — también estrecho su mano — ¡Este lugar es impresionante!

— Gracias Anastasia — dice él aún abrazado a su esposa — Esta linda mujer se ha encargado de todo. Por favor, tomen asiento. Estarán en nuestra mesa, Mía y Elliot deben andar por ahí.

Busco con la mirada a Mía y la encuentro junto a la barra con otras tres chicas platicando animadamente. Kate se encuentra cerca de la pista de baile con Elliot y otro hombre con esmoquin que lleva un micrófono.

Seguimos caminando y yo voy del brazo de Christian. Él se detiene ocasionalmente a saludar a algunas personas y seguimos caminando hasta una mesa con un pequeño letrero que dice "Grey". Acomoda la silla para que me siente y se sienta junto a mí.

— ¿Quieres beber algo, Ana? — me dice bajito.

— Si por favor — le sonrío.

Le hace señas a un camarero, pero el chico parece no haberlo visto. Se acerca para decirme que va por las copas a la barra y se levanta. Lo miro acercarse y pedirlas. Cuando viene de regreso, dos hombres mayores lo interceptan para saludarlo. ¡Showtime!

Me levanto de la silla sin dejar de mirarlo. Sonrío divertida. Me giro para que pueda ver la parte más importante de mi vestido y volteo un poco para poder ver su expresión. Me mira con el ceño fruncido y yo le sonrío. A modo de striptease, bajo mi chal lentamente para que pueda ver mi espalda. Cuando el chal cae sobre la silla, Christian tiene los ojos muy abiertos.

¿Está enojado? ¿Está contento? Giro sobre mi propio eje para que pueda echarle otro vistazo a mi vestido. De pronto camina rápidamente hacia mí, dejando a sus acompañantes hablando solos y mirándolo. ¡Mierda! Parece molesto.

Giro cuando siento que alguien se para atrás de mi. El hombre del micrófono llama mi atención.

— Hermosa señorita, ¿sería usted tan amable de venir conmigo? — Lo miro sin saber qué decir — Ya va a empezar la subasta y necesitamos a todas las jóvenes lindas para participar.

— Yo... no... No entiendo, ¿subasta? — balbuceo sorprendida.

— Ella no va a participar — dice Christian con voz seria.

— Pero señor Grey, usted sabe que todas las jóvenes participan... — le contesta el hombre.

— ¡He dicho que no! — Dice de nuevo y toma mi mano — ven conmigo.

Mientras me lleva a rastras por entre las mesas, veo sobre el escenario a Kate, Mía y las amigas de Mía. Salimos de la carpa y él sigue sin hablarme. Me lleva por la puerta trasera y entramos a la casa, pasamos la cocina, el comedor y giramos por un pasillo hasta llegar un despacho. Supongo que es la oficina de su papá. Me empuja para que entre y cierra la puerta tras de él.

— ¿Qué mierdas estás haciendo? — me gruñe molesto.

— ¿De qué hablas? Pagaste una ridícula cantidad de dinero por este vestido, ¡así que lo justo es que lo luzca!

— ¿Lucirlo? ¡Te estás exhibiendo! — Me grita el idiota — ¿quieres que todos aquí te miren con lujuria?

— ¡Christian, por favor! — Le grito irritada — ¿Ya viste a las otras chicas? ¡Llevan vestidos entallados, grandes escotes, faldas cortas! ¿Y te molesta mi vestido?

— ¡No me importan cómo luzcan las otras chicas! ¡Me importas tú!

— Espero que lo recuerdes la próxima vez que quieras comprarme un vestido, ahora si me disculpas... — digo caminando hacia la puerta.

Christian se acerca a mí y me abraza por la cintura.Me gira para quedar frente a él y luego me empuja hasta que topo con elescritorio de su papá. Mueve una figura y un portarretrato para hacer espacio.Me toma por la cintura y me sienta sobre el escritorio.