Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 29

Ya estamos listos para regresar a Seattle. Aún no acaba el día y ya estoy agotada. Christian y Ray están afuera, mientras termino de recoger mis cosas.

Salgo de la casa y veo a Christian subir a su auto. Ray se acerca a mí y me abraza.

— Annie, estoy muy contento de que vinieras a verme.

— Yo también Papá, cuídate mucho — me mira con el ceño fruncido.

— Hija... ¿"Es solo un auto"? — dice repitiendo el tono de voz y palabras de Christian.

— Eso — suspiro — Es que Christian tiene dinero, mucho dinero. Kate dice que es millonario.

— ¿Y él te compra... Cosas? — Frunce el ceño — ¿regalos?

— ¡Dios, no! Papá, no necesito nada de Christian. Hemos salido a cenar en algunas ocasiones, pero no quiere decir que pueda darme un auto. Me enseñaste a ser feliz con lo que tengo — le doy un beso en la mejilla.

— Bien, aunque tal vez solo deba advertirle algunas cosas — contengo mi risa.

— Tal vez después papá, espero de verdad que vayas a visitarme y prometo venir pronto a verte — vuelve a abrazarme.

Caminamos hacia el auto de Christian y Ray abre la puerta para que suba. Se acerca a la ventanilla de mi lado.

— Vayan con cuidado chicos.

— No se preocupe señor Steele.

— ¡Adiós papá! — agito mi mano en señal de despedida.

Christian pone en marcha el auto y rápidamente se incorpora a la Olympic Highway. El viaje en auto será más rápido, una hora y medio a lo mucho.

— Tu papá es agradable — él sonríe.

— Si, lo es — sonrío con orgullo — gracias por...

Me quedo en silencio. ¿Gracias por venir? Yo no le pedí que viniera, ni lo invité, y ahora que lo recuerdo, ¿a qué vino? Me dijo cómo me encontró y supuse muchas cosas después de eso.

Ahora estoy confundida. Estoy muy contenta de que Christian estuviera aquí, y que conociera a Ray. Pero también estoy molesta porque no tenía razón para seguirme. No es como si yo fuera a desaparecer; sabe donde trabajo y vivo.

— ¿Qué? — me mira impaciente.

— Eres extraño — me encojo de hombros.

Me mira y vuelve su vista a la carretera. Se teléfono suena y lo acerca a una base junto al volante. Contesta y le indica a la persona en la línea que se encuentra manejando y puso la llamada en altavoz.

— Ros, habla — dice serio.

— Christian, tengo a Barney en espera. Voy a poner la llamada en conferencia. Es sobre Darfur.

Él no responde y se escucha otra voz en la línea. Christian tiene una expresión seria y creo que ha entrado en modo CEO Grey.

Me mira rápidamente y se dirige a Ros y a ese tal Barney. Busco en mi mochila mi teléfono, quiero distraerme para no prestar atención a su conversación.

A falta de juegos en mi teléfono, saco mi manuscrito del hombre lobo Aiden para seguir leyendo. Christian sigue en su llamada y parece molesto... ¡Por Dios! ¿Es que alguna vez descansa del trabajo?

Leo muy entretenida, esto parece una comedia romántica. ¡Ja! Si esta chica cree que su novio/hombre lobo es celoso ¡no conoce a Christian Grey!

Me río muy fuerte. Christian voltea a verme y frunce el ceño. Muerdo mi labio para contener mi risa. Continúo con mi lectura.

— Guarda eso ya, no leas cuando estás conmigo — dice intentando quitarme mi manuscrito.

— ¡Oye! Tú estabas hablando por teléfono, solo te daba privacidad.

— Ya no estoy en el teléfono, deja tu libro — parece un niño cuando hace eso.

— ¿Estás necesitado de atención? ¿Es eso? — me burlo.

— ¿Qué? No, yo... No, claro que no — balbucea.

— Bueno, bueno, ya lo guardé Grey, ¿ahora qué? — pongo mi mochila en el asiento de atrás.

— El próximo sábado hay un evento de la fundación de mis padres, en su casa en Bellevue. Tengo que ir...

— ¿Y necesitas mi bendición? — me burlo un poco más. Me mira irritado.

— Quiero que vayas conmigo Ana.

— ¿Ok-ey? ¡Pero espera! ¿Es un evento formal, de vestido largo y esas cosas?

— Si, es una gala. Yo te compraré un vestido y lo que sea necesario.

— No, espera. Solo dime qué tipo de vestido y yo lo compro. ¿No debe ser tan difícil, cierto?

— No insistas, en la semana te buscaré e iremos por el vestido y mi traje.

— Le puedo pedir ayuda a Kate, ella debe saber de esas cosas — replico.

— Ya dije que no, yo te llevaré. No seas necia Anastasia.

— Mandón — digo para mí misma.

Afortunadamente estamos llegando a mi departamento, así que tomo mi mochila del asiento trasero.

— Gracias por traerme — le sonrío.

— Gracias por no traer ese cacharro viejo — sonríe.

— ¡Oye! Ese cacharro es mi queridísima Wanda... Y estará mejor con Ray — quiero olvidar este tema del auto de una vez.

— Adiós Ana.

Me da un beso rápido en los labios y bajo de su auto. Seguramente estoy sonrojada y tengo mi sonrisa de boba. Christian me guiña un ojo y se pone en marcha.

Entro al departamento y no hay señales de Kate.Supongo que está con Elliot. Le mando un texto para avisarles a Ray y Kate quellegué.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro