Capítulo 28
— Ahora llévame de vuelta a la orilla Grey — le digo cuando nos separamos.
— ¿Ya vas a empezar a darme órdenes? — dice con el ceño fruncido.
— Anda, no seas dramático. Dijiste que ibas a pescar con mi papá.
— Bien, siéntate para que no te caigas. Y la próxima usa un chaleco salvavidas.
— Es un lago Christian — le digo poniendo los ojos en blanco — ¿a dónde me llevarían las olas?
Christian me mira irritado y sé que está mordiéndose la lengua para no contestarme. Arranca el motor y vamos de vuelta hacia mi papá.
— Bien chicos, suban al bote, es hora de pescar — Dice papá poniendo las cañas adentro.
— Yo estaré por ahí leyendo — le digo cuando bajo del bote.
— De hecho, Señor Steele, yo quiero quedarme aquí con Ana — dice José.
— ¡No! — Grita Christian — Ana, ven aquí, sube al bote.
— ¿Por qué? — Me acerco a él — A mi no me gusta pescar.
— No te vas a quedar sola con él — me dice en voz baja.
— ¡Pues llévenselo!
José y Christian se lanzan miradas desafiantes. ¡Estos dos son imposibles! No puedo con ellos, no al mismo tiempo. Miro a Ray buscando apoyo.
— ¡Papá! — le señalo con la cabeza hacia José.
— Chicos — Ray levanta la voz — suban los dos al bote en este instante o arrastro sus traseros a él.
Sonrío. ¡Gracias Papá! José me mira y camina hasta el bote. Christian camina de regreso y sube también. Papá me guiña un ojo.
— Papá — digo antes de que se vaya — por favor, siéntate en medio de ellos, me preocupa que Christian intente ahogar a José.
Ray se ríe y se rasca la nuca. Volteamos a verlos: José está en un extremo con los hombros caídos y Christian está en el otro extremo cruzado de brazos.
— Annie, si el barco se hunde ¿a quién debo salvar? — mi papá me pone a prueba.
— A José... — digo segura — Apuesto lo que quieras a que Christian saldría por su propio pie.
Ray asiente y da la vuelta. Veo a Christian ayudarle a empujar el bote dentro del lago y luego ambos suben. Yo regreso a sacar de la camioneta mi manuscrito y me siento a la sombra de un árbol.
Casi una hora después aún sostengo las páginas en mis manos. Escucho el ruido del motor muy cerca y los veo aproximarse a la orilla.
Ray y Christian bajan, y José salta cuando ya está en tierra firme. Los tres suben las cosas a la camioneta y luego ponen otra vez el bote en el remolque.
Puedo ver la hielera de mi papá con tres grandes peces. Me hace una seña con la cabeza y me subo de nuevo al asiento del copiloto. En minutos llegamos a la casa.
— ¿Tienes hambre Annie? — papá saca la parrilla de su taller para asar los pescados.
— Claro que sí papá, iré a preparar verduras con mantequilla — le digo entrando a la casa.
— Ana, ¿qué hace el Señor Grey aquí? — pregunta José acercándose.
— Se llama Christian y yo lo invité — Miento, esto no es asunto suyo.
— ¡¿Por qué?!
— Porque sabía que se llevaría bien con Ray, son muy parecidos — vuelvo a decir y eso es verdad.
— Pero Ana, él no te deja en paz, quiere apartarte de todos... De mí.
— José, yo no sé qué decirte. Eres mi amigo, confía en mí — lo miro fijamente.
— Él te gusta, ¿cierto? Es eso... Lo prefieres a él — yo suspiro.
— Si, él me gusta. Nos estamos conociendo y no sé que pueda pasar.
— Bien — tiene la mirada triste — No te hago perder más tu tiempo. Nos vemos Ana.
José sale rápidamente de la casa y yo lo sigo. Me detengo en la puerta mientras lo veo alejarse. Lo siento José, pero no voy a detenerte, no voy a darte falsas esperanzas.
Ray y Christian también lo miran alejarse. Voltean a verme y vuelvo a entrar a la casa.
— ¿Estás bien? — levanto la vista a sus ojos grises.
— Si, solo algo decepcionada — le digo con voz tranquila.
— ¿Por qué? ¿Querías que se quedara?
— No, porque a pesar de todo éramos amigos. Perdí su amistad porque él no quiso verme como una amiga.
Nos quedamos en silencio. Estoy aliviada porque se fue, ya no resistía la tensión entre ellos. Además, yo jamás podría corresponderle, y no tiene nada que ver con lo que siento por Christian.
— Annie — Ray entra a la cocina — ¿ya podemos servir la comida?
— Traeré los pescados — Christian sale de la casa.
— ¿Todo bien? — dice Ray.
— Sí, creo que sí. Lo único que puedo ofrecerle es mi amistad, la toma o la deja — digo encogiendo mis hombros.
— Estarás bien, le hará bien pensar las cosas... — se queda pensativo.
— Estabas harto de él, ¿no? — le digo burlándome.
— ¡No tienes idea! — Se ríe — Yo mismo iba a lanzarlo al río.
Reímos fuerte. Mi papá no es un hombre muy expresivo, pero es muy sincero. Tiene ideas firmes y claras. Creo que soy muy parecida a él.
Cuando Christian entra con el sartén, pongo los pescados y las verduras en cada plato y los llevo a la mesa. Papá trae cervezas del refrigerador y nos sentamos.
Papá le pregunta a Christian sobre su familia y los lugares a los que van a pescar. Christian lo invita a ir a Seattle y promete llevarlo a navegar en "The Grace".
Los observo mientras hablan y me encanta como Christian mantiene toda su atención en Ray. Su interés por conocer a mi papá es genuino y estoy segura que es mutuo.
Lavo los platos mientras ellos salen al taller. Voy ami habitación a guardar mis cosas. No quiero irme, pero estoy cansada y quierodormir. Doy por hecho que Christian me llevará de regreso.
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Ya casi es tiempo de un Bonus!
POV Christian o POV Ray?? 🙊
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