Christian toma mi mano y caminamos por el pasillo que había señalado antes. Me muestra un recibidor con una sala y una pantalla, la puerta de enseguida tiene una cocina y un comedor, y más puertas cerradas.

— Estas son las habitaciones de ellos – me señala dos puertas – y al fondo se encuentra la lavandería.

— Wow... esto es más grande que mi antiguo departamento – digo asombrada. Christian nos gira y abre una puerta.

— Esta es la oficina de Taylor – observo un escritorio y al lado un televisor muy grande con pantalla dividida.

— ¿Qué es eso? ¿Tienes cámaras aquí? – señalo la pantalla.

— Si, las cámaras muestran los accesos al departamento y el garaje, Taylor controla todo desde aquí.

— ¿Taylor esta por aquí? ¿Nos observa?

— No hay cámaras en el interior del departamento – frunce el ceño – y Taylor tiene la noche libre... andando...

Salimos del pasillo y caminamos de nuevo por la sala y el salón con el piano.

— Esto ya lo conoces, por ahí está la cocina y el comedor – me estira de nuevo por otro pasillo – por aquí está mi estudio.

Abre una puerta y entramos. Este lugar también es enorme, tiene una sala pequeña y una mesita, junto a ella está su escritorio con su laptop y una enorme silla ejecutiva. Muchas carpetas ordenadas perfectamente en el escritorio y documentos apilados a su derecha, que casi puedo jurar que están alineados milimétricamente con el borde.

— ¿Desde aquí lo controlas todo? – me burlo un poco de él.

— Por supuesto, este estudio y mi oficina en Grey House son mis centros de mando – sonríe.

— ¿Como si fueras el amo y señor de todo? – frunzo el ceño por su tono arrogante.

— Así es – dice serio pero sé que esta conteniendo una sonrisa.

— Con razón te gusta que todos te llamen "Señor Grey" – muerdo mis labios para no reírme de él.

— Tú me llamas Christian... nadie más a excepción de mi familia me llama por mi nombre.

— ¿Y eso te molesta? No lo sabía... — le digo mirándolo.

— No me molesta, solo me sorprende que lo hagas... la mayoría de las personas me encuentran intimidante.

— Eres mandón y obviamente tienes un problema con el control... ¿pero intimidante? – le digo fingiendo sorpresa.

— ¿Estas jugando conmigo Señorita Steele? – dice arqueando una ceja.

— No me atrevería Señor Grey – pongo cara de niña buena.

Salimos de su estudio y caminamos un poco hasta que abre otra puerta: es una amplia habitación con aparatos de ejercicio.

— Bueno, tengo que decir que no estoy sorprendida – lo miro de reojo.

— ¿Por qué? – se recarga en la puerta, atrás de mi.

— Porque es obvio que te ejercitas... aunque pensé que ibas a un gimnasio súper exclusivo o algo así – se ríe.

— Has pensado mucho en mí – arquea una ceja y sonríe. Me sonrojo.

— Eh, no, mm, sí, bueno, me refiero a que, no pareces el tipo de persona que pasa todo el día sentado... eres muy activo... supongo...

— Mucho – me mira fijamente – todas las mañanas salgo a correr por la bahía y por las tardes entreno kickboxing.

— ¿Tienes tiempo para todo eso? ¿Es que acaso no duermes? – me río.

— Esas son las ventajas de ser el Jefe Señorita Steele, dispongo de mi propio tiempo.

No digo nada, en eso tiene razón. Según Kate, este hombre es tan rico que podría dejar de trabajar y vivir de los ingresos que generan todas sus empresas.

Christian toma mi mano de nuevo y salimos de ahí. Regresamos al salón y subimos por las escaleras. La primera puerta de la izquierda se abre y puedo ver una acogedora sala con sofás reclinables frente a una gran pantalla y juegos de video. Al fondo se ve un pequeño refrigerador, un gabinete con botellas de destilados y otro con vasos. ¡Es como un mini bar!

— Cuando mi idiota hermano dice que viene a visitarme, quiere decir que quiere jugar y beberse mi cerveza – señala los sillones frente a la pantalla.

— ¡Que divertido! – Miro curiosa a todos lados – amo los videojuegos.

— ¿Tu juegas? – dice sorprendido.

— Claro que sí, me encantan los juegos de autos de carreras... soy genial.

— Me resulta difícil de creer cuando no tienes un auto de verdad – me dice burlándose de mí.

— ¡Si lo tengo! – Mierda, debo llamar a Ray para preguntarle por mi Wanda – solo que estaba en reparación, pero no te confundas... podría manejar sin problema tu deportivo.

— No... — Suelta de repente – mi auto podría ser demasiado para ti... pero siempre puedes venir a jugar – se ríe.

Lo miro con el ceño fruncido, pero me estoy aguantando una risa. Salimos de la habitación y nos paramos frente a la siguiente puerta de la izquierda.

— Creo que este lugar te gustará más – abre la puerta y me deja pasar.

Estoy totalmente asombrada, es tan grande que parecen dos habitaciones juntas. En la primera, la pieza central es una gran mesa de billar. Pero cuando camino un poco más, veo un sofá con una lámpara de pié junto a una ventana. Casi tres paredes de la habitación están cubiertas por estantes y libros, muchos libros.

Tomo un libro y veo que dice "Moby Dick" y es una primera edición. Tomo otro libro al azar y leo: "Corazón delator", primera edición. No puedo salir del asombro. Otro libro llama mi atención, lo saco y dice "Orgullo y Prejuicio"... ¡primera edición!

— ¿Tanto te gusta este lugar? – Se para junto a mi – estás tan emocionada que te quedaste callada.

— ¡Me fascina! – Miro el libro en mis manos – podría vivir justo aquí en esta habitación y ser completamente feliz.

— Eso me encantaría – me sonríe – pero me preocupa ser acusado de secuestro. Aunque podría pensar en algo...

— Este lugar es asombroso – miro alrededor una vez más y salimos de la biblioteca.

- - - - - - - - - - - - - - - - - 

Hola, hola! Gracias por leer... espero saber si les está gustando hasta ahora.

Me gustaría escribir un episodio POV Christian, pero no me decido sobre cuál parte. Acepto opiniones y sugerencias!! Saluditos...