Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 22

— ¡No, no, no! ¡Váyanse!

Mía se acerca a su hermano, muy molesta. Puedo ver cómo Kate es levantada en los brazos de Elliot, quién camina hacia acá, con Ethan detrás de ellos.

— ¿Qué hace Ethan aquí? – pregunto pero no me contestan.

— ¡Ana! ¡Ana! ¡Dile que me baje!

Kate patalea en el hombro del rubio con el ceño fruncido. Estamos en un extremo de la barra, lejos de los demás que puedan escuchar nuestra conversación.

— Elliot, ¡Bájala! Tú, Christian y todos los demás pueden irse.

— Mierda, Mía, no me voy sin Kate.

— ¿Ahora si quieres estar conmigo? ¡Eres un idiota Elliot!

— Pues si, ¡Lo soy! Pero así me amas.

Mi amiga deja de moverse para que su aún novio la baje. Cuando lo hace, se miran fijamente con grandes sonrisas en sus caras.

— Es cierto, baby, yo te amo.

— Y yo a ti, mandona.

— ¡No! ¡Arruinan mi día de alberca! – grita Mía – ¡Todos fuera!

— No nos vamos – gruñe Christian – No voy a dejar a mi esposa sola, para que sea abordada por estos jodidos idiotas.

— ¡Claro! – Elliot concuerda – ¡Aquí el único jodido idiota que puede rondarla es Christian!

Mi esposo frunce el ceño cuando gira para ver a su hermano. El rubio sonríe divertido por hacerlo enojar y Ethan se ríe de ambos.

— Mía, ¿Nos vamos?

— Ethan – susurra mi cuñada – No intentes convencerme, esta es nuestra oportunidad de celebrar como ustedes lo hicieron ayer.

Los tres hombres junto a nosotras lucen expresiones culpables, pero no dicen nada más. Del otro lado de la alberca, puedo ver a Gail de brazos cruzados y Jason en la silla junto a ella. Pareciera que le ruega.

— ¡Lo ven! Taylor está disculpándose – lo señalo. Todos se giran para verlo.

— ¡Hey Tay! ¿Qué haces hermano? ¡Nos haces quedar mal! – Elliot le grita.

Taylor sonríe avergonzado y es entonces que Gail se acerca para besarlo. ¡Oh! Son tan lindos juntos.

Kate se acerca a mi y luego Mía, al parecer hay cambio de planes.

— Ella ya lo perdonó – Se queja Kate.

— Eso parece, aunque no lo merecen – les digo.

— ¿Una semana sin sexo? ¿Te parece suficiente castigo? – Kate insiste.

— ¿Solo una semana? ¿Por qué no un mes? – sugiere Mía.

— ¿Un mes? Eso es mucho – Me quejo – Y eso te incluye a ti con Ethan.

— Agh, eso no quería saberlo. Gracias Ana – chilla Kate.

— ¿Entonces?

— Una semana me parece bien – dice mi amiga.

— Bien, nos vamos bola de chillones – se burla Mía – Su nuevo castigo es una semana sin sexo.

— ¿Qué? ¿Qué dijeron? – Elliot abre mucho los ojos por la sorpresa.

— Mierda – gruñe Christian – Nena, ¿Segura?

— Si – miento.

Elliot se gira para pasar sus brazos por los hombros de Christian y Ethan. Genial. Ahora ellos discuten sus planes. Después del cuchicheo, nos miran serios.

— Bien. Ustedes ganan – habla Elliot – Estaremos en aquella mesa, vigilando. Vuelvan a la piscina.

— ¿Seguros? – dice Kate conteniendo la risa.

— Por supuesto. Y el próximo fin de semana estaremos casados.

— Si insistes – dice mi amiga.

Mía les señala la mesa más alejada del área de la alberca para que se alejen. Los hermanos Grey bufan antes de girarse para caminar al lugar que señala su hermana.

— ¡Y nada de bebidas alcohólicas para ustedes! – advierte Mía – Vean todo el lío que han ocasionado.

— ¿De verdad solo van a sentarse a mirar? – me dice Kate.

— Eso parece, aunque creo que nadie va a acercarse después del golpe que se llevó George.

— ¿Quién?

— El chico que estaba hablando conmigo.

— Querida, tu esposo es un idiota celoso.

— Lo sé. Y lo amo así como es.

— ¡Dios! – Mía rueda los ojos cuando pasa junto a mi – ¡Son unas blandas! Se supone que los haríamos sufrir... ¡Llorarían sangre antes de suplicar!

— Qué dramática – Señala Kate – Ella ya no lo recuerda.

Señala al otro extremo de la alberca, dónde Gail y Jason comparten un apasionado beso. Lejos del exterior duro y serio de Taylor, es tan dócil en las manos de mi ama de llaves.

— Tratemos de disfrutar, chicas. Después de todo, es a lo que vinimos.

— Bien, entonces lanzaré a Ethan al agua.

Mía sonríe de forma maliciosa antes de correr hasta el hermano de Kate. Lo toma del brazo para llevarlo a estirones por la orilla de la alberca para lanzarlo.

— Yo voy a... Hablar, con Elliot... De algo – balbucea Kate antes de alejarse.

— Sin sexo, Kavanagh – le gruño.

Pero ella ya va corriendo hacia donde se encuentra mi cuñado, le dice algo al oído y él se levanta como si hubieran puesto un resorte en su silla. Gracias por el apoyo, Kate.

Sin Kate, sin Mía, sin Gail y sin venganza, vuelvo a la barra para pedir otra piña colada. Pido una bebida para mí esposo, y voy hacia él, que se ha quedado solo en la mesa.

— Aquí tienes.

— ¿Quieres que beba? – pregunta con los ojos entrecerrados.

— No tiene alcohol – señalo su bebida – Creí que podíamos hacernos compañía ya que todos se fueron.

— ¿Dónde está Mía? No la veo.

— En la alberca, con Ethan...

Señalo, pero ellos no están. Mierda. Kate y Elliot también desaparecieron, y Gail y Jason siguen en la mesa platicando y sonriendo.

— ¿Con Kavanagh? ¿Mía y él?

— Tu hermana no es una niña, tiene mi edad. Puede hacer lo que ella quiera.

— Oh no, no puede.

Busca en el bolsillo del pantalón su teléfono móvil, aunque no sé a quien quiere llamar. Tengo que actuar rápido si quiero salvar a mi cuñada, así que hago lo único que se me ocurre. Sentarme en su regazo.

— Espera nena, estoy llamando a Elliot.

— Christian – me inclino para susurrar en su oído – Quiero ir a casa, ahora.

Muerdo el lóbulo de su oreja antes de apartarme y mirarlo a los ojos. Si nos vamos ahora tendremos sexo. Me ayuda a levantarme de la silla para que él también lo haga y hace una seña.

Taylor aparece junto a él, con Gail de la mano.

— Vamos a Escala, ¿Vienen con nosotros o se quedan un rato más?

— Nos vamos – carraspea Jason – Vamos con ustedes, señor Grey.

Gail me da una mirada divertida antes de caminar junto a Jason. Recojo mi bolso para ir con mi esposo a casa, mi lugar favorito en el mundo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro