Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

5. Sinatra en las mañanas

¿Sabes cual fue el error entre los dos? Que tú no le encontrabas valor a las palabras y por eso mentías, y yo aún sabiendo esto adoraba escuchar tus mentiras y jamás te detuve.


—Luka ¿No has dormido otra vez? — preguntó Juleka preocupada mientras veía a su hermano somnoliento tomar su desayuno.

—¿Desde cuando dormir importa? — intentó sonar divertido sin embargo eso a su hermana no le convenció. — Ya, descuida. Aún no me acostumbro a vivir con ustedes, eso es todo.

Tomó su mochila y salió. Juleka se le quedó viendo con pesar. De por sí aconsejar jamás había sido su fuerte, ahora con su hermano le era aún más difícil. Desde el supuesto suicidio de su padre el chico se había vuelto más reservado aún. Parecía vivir en un mundo totalmente ajeno, caminando en otra realidad, una en donde tener emociones era algo mortal.

[—Padre. No es lo que crees.— tiró con lágrimas en sus ojos. El hombre le veía con despreció tomando una carta de forma brusca.— No es mi culpa que ella fuera una maldita loca.— trato de defenderse señalando con oido el escrito.

—¡Cállate, Luka!— gritó su padre rojo del enojo. Empezó a negar sin poder creer que esa carta fuera dedicada a su hijo.— No sabes con los ojos que me vieron sus padres.— sus ojos se cristalizaron.— Era..— intentó respirar. La migraña se hizo presente. Se recargó en su escritorio.— Su ultima carta fue para ti.— pronunció a penas. Los ojos de su hijo lo observaban confundido.— Esa chica te amaba.— el chico rió entre lágrimas.

—Es que no entiendes papá. El amor es imaginario.]

Alya estaba centrada escribiendo un artículo para el periódico escolar mientras estaba con sus audífonos. Ya había dejado algo descuidado esa cosa desde que creó el Ladyblog. El frío mañanero de la ciudad francesa se sentía cada vez más y sin embargo era algo que disfrutaba.

—Te recomiendo que uses unos guantes. A veces sentimos mucho frío con tan sólo tenerlo en las manos.— alzó la mirada hacia donde provenía esa voz. Suspiró con una sonrisa. Era Couffaine.— ¿Puedo?— solicitó para sentarse a su lado. La morena asintió. El chico se sentó y sin su permiso tomó uno de sus audífonos.— No pareces una chica que le guste Sinatra.— exclamó. Alya rió.

— Soy fan de él desde muy chica. No hay nada como un café y jazz en las mañanas frías.— inhalo profundo como si estuviera evocando el olor de aquella bebida.

—Ay, que hipster eres.— tiró divertido.

—¿Hipster?— fingió indignación.— Por favor, tengo un estilo propio.— señaló con orgullo. Luka rodó sus ojos.

—Nadie lo tiene. Todos somos copias de otros involuntariamente.—tiró empezando a disfrutar de los ritmos de Sinatra.

—¿Hasta tú?— cuestionó la fémina.

—¿No me ves? Soy el típico chico dark que alimenta su bajo intelecto con frases de Desmotivaciones.es para parecer cool cuando hablo. Ya sabes ¿Por qué crees que uso suéter siempre?— preguntó despreocupado.

—¿Para ocultar tu dolor?— alzó una ceja intrigada.

—Exacto.— se bajo las mangas y en vez de hallarse con alguna marca suicida, se halló con unos brazos normales con algo de vello.

—Yo no veo "dolor" en tus brazos.— tiró expectante.

—¿Qué? ¿Es que no ves? Estos brazos flacuchos a falta de dinero para el gym. Soy un enclenque ¿Acaso no es eso doloroso?— tiró con ironía. La morena empezó a reír.

—Eres un tonto.— dijo divertida.— Me asustaste.— soltaba aún entre risas. Luka sonrió, esa chica era agradable.

—¡Couffaine! ¡Nos vemos de nuevo!— gritó Nino acercándose al par que estaba sentado en la banca.— Espero que no te la andes ligando.— tiró bromista sentándose junto a Alya. — ¿Qué escuchan?

—Sinatra.— le respondió Alya. En seguida, ambos se sumergieron en una conversación acerca del cantante. Luka para no hacer mal tercio, se levantó dispuesto a irse.

—Hey ¿A donde vas?— le cuestionó el moreno al verlo empezar alejándose. Agitó un poco su mano para llamar su atención.

Y lo había hecho, o al menos al principio de buena manera. Ahora mismo, la atención se centraba en la pulsera del chico con un adorno verde. Entrecerró un poco los ojos para divisarlo bien. Admitía que esta semana la había gastado en búsqueda de Carapace, pero había tantos chicos morenos y con esa complexión que en un momento le resultó frustrante.

Sonrió con ironía. Empezaba a comparar ciertos rasgos de la cara. Ahora parecía demasiado obvio.

Inevitablemente empezó a reír en medio del patio.

Y pensar que por un momento imaginó que el amor que tanto le mencionaba su padre era cierto ¡Que ese par era la muestra viviente de ello!

Por supuesto que no. Lo veía en los ojos ilusos de esa morena, ella no sabía del alter-ego de su novio. Una relación sin confianza, no es una relación. Un noviazgo con secretos, es delicado.

Como un vaso de vidrio al borde de la mesa. Empújalo un poco y caerá a su destrucción.

Ya sabía quien sería el primero del que conseguiría su Miraculous. El primero en caer en la desesperación.

—Lo siento, me acorde de un chiste.— se excusó. —Tengo que hablar por teléfono con un amigo.

De ahí se alejó hasta la parte más recóndita de la escuela. Tenía que hablar con Gabriel. Ya tenía cuatro de los súper héroes con sus identidades de civiles. También quizás sí decidía apresurar el plan tendría un Miraculous para el sábado del fin de mes. No entendía como a un hombre como Gabriel se le había dificultado tanto.

Estuvo a punto de llamarle. A punto...

[—Dime hijo. Dime si hice algo mal para que tuvieras esos pensamientos.— lloraba su padre viéndolo. Todo por esa maldita carta asquerosa. Una chica que ni siquiera se acordaba haber conocido. Negó apretando los puños.

—No. no lo hiciste. Tampoco tengo la culpa ¡No le dije que se matara!— gritó. La decepción de su padre empezaba a arder como arsénico en su pecho.

—¡Lo sé! ¡No te culpo por ello!— le contesto.— Sólo ¡Estoy harto! ¡Estoy harto de tu repudio al amor y como te hace actuar! A veces pareces un ser sin corazón.]

"A veces pareces un ser sin corazón..." sacó la carta de su bolsillo. Mierda. Maldita carta. Estúpida chica. Sino diablos tenía corazón ¡¿Como carajo le dolían endemoniadamente esas palabras de su propio padre?! Todo en esa carta eran calumnias. Todo.

Había sido una tonta chica, de seguro. Una bendita chica que nos entendió que el amor no siempre es correspondido. Una idiota, debilucha, cobarde que se decidió matar y arruinarle su vida porque no le pudo hacer de príncipe azul.

¡¿Acaso era justo?!

Y todo después de esa carta fue evolucionando. A tal punto que cuando murió su...

No pudo más cuando las lágrimas comenzaron a salir. Las heridas aún estaban a muy abiertas. No tenía ni tres meses de todo eso. Demonios. No, su padre estaba en un error y ahora más que nunca lo confirmaba.

No tenía porqué creer en el amor ni porqué sentirlo.

—Por los cielos, sí que son patéticos los Couffaine.— alzó la mirada, se encontró con la recta postura de Chloe Bourgeois observándolo con brazos cruzados.— Deja de llorar sí, me hartan los quejidos por la mañana.

Claro que no era así. Sin embargo, llanto y dolor significaban una akumatización. Ella debía evitarlo si era posible.

—Para eso vine a mi rincón emo. Déjame en paz.— le dijo tratando de no soñar tan mal sin embargo aún sentía sus labios temblar.

—A ver.— hizo una pose diva para lucirse.— Te dije claramente que no llamarás la atención y mírate, chillando para que cuando salgas de tu rincón emo todo mundo vea tus ojos llorosos.— tomó aire con asco.— Por dios, te creía más listo ¿No se te ocurrió algo mejor? Es más...— sacó un pañuelo amarillo de su bolso y se lo entregó.— Ten. Límpiate. Lo menos que quiero es que ahora las chicas quieran consolarte. El chico guapo con problemas es mi Adrikins, no tú ¿Me entendiste?

Luka lo recibió y se secó las lágrimas un poco.

—Ni que quisiera ser como el hijito de papi.— señaló ya sintiéndose algo mejor.

—Y aunque quisieras preciosura, no le llegarías ni a los talones.— contestó la rubia con algo de molestia. El castaño ladeó su mirada divertido.

—Vaya, como si me importara eso.— la rubia rodó los ojos y siguió avanzando. El castaño inevitablemente empezó a avanzar con ella, quería molestarla un poco más.

—¿Acaso algo en esta vida te importa?— le cuestionó. El castaño se detuvo. Odiaba no saber como responder a esa pregunta.

—Juleka. Mi hermanita.— dijo seguro de sí mismo. La rubia puso sus ojos en blanco.

—Dios, que genérico eres. Bueno, te dejo; mis clases ya casi empiezan y tengo que verme con Sabrina. Bye, Couffaine.— la dejó avanzar un poco sola.

Esa chica era súper rara. Era buena persona, eso era claro; pero no le interesaba aparentarlo en lo más mínimo. Sólo se divertía, vivía y ya.

—¡Rubia!— le gritó para llamar su atención. Chloe volteó.— Gracias.— le dijo con una débil sonrisa. Ella suspiró; no podía negar que se veía lindo con ese gesto. Le contestó con una sonrisa igual y después siguió su camino.

<<—Tu madre pagará por todas las peleas que pasaron tu padre y tú. Ya veras.>>

Últimamente están pasando muchas cosas raras en mi cabeza y me desahogo más fácil escribiendo sobre Luka ¿Pueden creerlo? Por eso la actualizo más seguido.

¿Qué les pareció?

¿Hay más probabilidades de que Luka sea bueno o malo?

Jazmín Valero

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro