Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

17. Me quedas tú

Había pasado un mes. El mundo se derrumbaba para Adrien Agreste. La desaparición de su madre le había caído pesada en aquel entonces, ahora mismo la muerte de su padre le resultaba un desierto en el que se hundía cada vez más y le impedía respirar.

Nathalie le había dicho que se trató de un asalto mal ejecutado, pero poco le creía, su padre era demasiado inteligente y astuto como para morir por algo de ese estilo.

Las palabras de Ladybug aquella noche resonaban en su cabeza y ciertamente, se sentía a punto de ser la siguiente presa en una cacería. Todos los ojos estaban puestos sobre el ahora huérfano Adrien, quién sea el nuevo villano podía observarlo con mayor facilidad.

No sabía si concentrarse en su dolor y pérdida o en continuar vivo y a salvo del bastardo que lo acechaba entre las sombras, quería llorar pero el mismo temor se lo impedía. Quizás sólo se estaba volviendo paranoico.

—El sol está demasiado fuerte hoy, Adrikins, te vas a terminar quemando.— sintió de repente a alguien cubriéndolo con una sombrilla mientras él continuaba de cuclillas viendo la tumba de su progenitor. Él regresó a verla con una ligera sonrisa.

—No me pasará nada, Chloe. Sólo exageras.— la rubia rodó los ojos.

—Siempre has sido tan descuidado.— tiró con algo de capricho.— Deberías agradecerme de que siempre estoy aquí para cuidarte.— Adrien sólo suspiró con pesar.

—Gracias Chloe.— dijo con un suave tono de voz. La fémina asintió algo convencido y se dedicó un pequeño rato a ver la cripta de quien llegó a considerar como un tío para ella.

—¿Está todo bien, Adrien? No has llorado, sólo has venido toda la semana a ver esto y ya.— enunció preocupada. Él negó.

—No, yo sí he llorado, sólo que no aquí.— dijo sin despegar su mirada de la cripta de su padre.—he llorado más de lo que crees pero...— deslizó sus dedos por la inscripción.— me parece demasiado irreal su muerte, como si esto sólo fuera un comienzo. Cuando me despego de aquí me siento como una persona de luto normal, sin embargo cuando estoy aquí siento como si mi padre me estuviera intentando decir algo ¿Patético, no?

Chloe respiró con profundidad. No, para nada ese chico era patético; simplemente era de las personas que siempre tenían una perspectiva distinta de las cosas. Quizás por eso mismo era de las pocas personas que se atrevían a entablar una amistad con ella.

—¿Patético? Adrien, nada de lo que te está pasando es patético. Sólo tú sabes cómo te sientes, cómo fue la...— lo vio levantarse de repente, sin saber si había prestado atención a sus palabras o no.— ¿A-Adrien?— preguntó al verlo en tal posición.

Y sin verlo venir, el rubio se volteó hacia ella y la abrazó con fuerza. El corazón de Chloe se empezó a acelerar, hacia años que no tenía a su amigo así. Meses atrás hubiera saltado de alegría, incluso tal vez se hubiese aprovechado de la situación para robarle un beso.

Pero ahora no, sólo sentía el inmenso dolor y miedo por los que Adrien estaba pasando.

—¿Recuerdas cuando éramos niños?— preguntó Adrien aún abrazado a ella, se notaba su nudo en la garganta.— Nuestras familias salían juntas de vacaciones. Siempre éramos nosotros seis y en mi mundo, sólo existía mi mamá, mi papá y tú.— se alejó un poco de ella para verla a los ojos, su mirada verde se encontraba cristalizada. Suspiró profundo.— Ahora únicamente me quedas tú.— esto no sonaba hermoso, sonaba tremendamente mal. Le asustaba saber que eso era lo que sentía Adrien.— Prométeme que no morirás.— Chloe empezó a parpadear incrédula.

—¿Qué cosas dices, Adrien?—  cuestionó asustada.— Tú... ya no soy sólo yo, Adrikins. Tienes amigos ¿Que hay de Nino, de...?— suspiró con pesar.— Sí, admito que no me cae bien Marinette pero ella también es tu amiga.— dijo resignada.— La tienes a ella también.

Adrien negó con profundidad.

—Los quiero, Chloe; pero desde que se fue Alya ya no son los mismos...

—¡Justo lo que quería escuchar!— exclamó una voz con severo enojo interrumpiendo a Adrien. Era Nino, acompañado por Luka. La cara del moreno no expresaba ningún gesto amistoso, sino una combinación de decepción y amargura.— ¡¿Nada más para eso me llamaste, Chloe?!— señaló con enfado.— ¿Para hacerme saber que yo, su supuesto mejor amigo, le valgo un bledo?— se le intentó acercar amenazante a la rubia, sin embargo se vio detenido por el brazo de Luka. Chloe regresó a mirarlo, él desvió la mirada con disimulo.

—Yo... t-tú sabes que esa no fue mi intención.— soltó con algo de temor la fémina. Nino rió.

—Por supuesto.— soltó con sarcasmo.— "Acompáñame al cementerio, Adrien necesita ayuda".— soltó con tono burlón.— Debí saber que era para esto. Felicidades, Chloe; ahora nos damos cuenta que ambos millonarios son el uno para el otro, como pensé en un inicio.

Calmantes, Luka; después de esto tomarás tus calmantes.

—¡Chloe no tiene nada que ver en esto!— le respondió Adrien, sintiéndose harto de que hablara así de su amiga de la infancia.— Ella jamás se hubiera imaginado que yo iba a decir algo así, fueron pensamientos que siempre guardé para mí.— Nino suspiró, intentando en el fondo comprender lo mal que se sentía, después de todo acaba de perder a su padre, pero...

—¡Tú no eres el único que tiene problemas, Adrien! ¿Cuando te vas a dar cuenta?— respondió sintiendo que su pecho comenzaba a doler. El rubio rió un poco.

—Claro, como si romper con tu novia fuera un problema más grave que perder a tu padre.— negó divertido, sintiendo que la cara le ardía del coraje. Nino lo veía indignado.

—Tú sabes que no significa sólo eso, de hecho, tú sabes todo lo que me pasa, siempre te lo hago saber.— enunciaba sintiendo que el alma se le destruía.— ¿Y sabes por qué? Porque se supone que eres mi mejor amigo y confío en ti más que nadie; pero al parecer para ti no soy ni una piedra en tu zapato porque no "sufro" ni la mitad de los problemas que tienes. ¡Felicidades, Adrien! Puedes agregarle a tu lista de pesares el hecho de perder a tu mejor amigo, si es que realmente te resulta un pesar.— respondió con veneno.

Adrien sentía su corazón desmoronarse, su amigo hablaba con demasiado odio, por supuesto que sabía que él también sufría; pero el dolor que justo en este momento sentía era el que siempre se apoderaba de sus palabras.

—¿Mejores amigos? ¿En serio, Nino?— pronunció con severidad.— Tienes todavía el cinismo de reclamarme una amistad leal.— una lagrima escurrió por su mejilla.— A penas y me ha pasado algo y tú ya me has cambiado.— señaló a Luka con despreció.— por un completo desconocido, por alguien en el que no se debe de confiar y tú lo sabes...— la mirada que le sostenía Luka en ese momento era indescifrable.— en vez de apoyarme, como se supone que "los mejores amigos" como tú tanto dices, permanecen a lado del otro en tiempos difíciles. Yo te ayude cuando Alya se fue, no él.

—¡Tú huiste, Agreste!— reclamó con enojo.— A penas y pasaron dos semanas y tú te fuiste, no presenciaste todas las humillaciones que pasé; él, en cambio...— respiró profundo, apresto sus labios para después tomar aire.— Mi novia me abandonó, mi mejor amigo me abandonó ¿Te has preguntado cómo está Marinette al respecto? En el recreo era yo sólo, tú y ella me abandonaron con tal de no tener que "lidiar con su vida de famoso" en la escuela, poco les importe yo. El hecho de que ahora confíe en Luka...— apoyó su mano en el hombro del mencionado.— es porque él no se fue.— Adrien se sentía cada vez más destrozado. Tenía que hacer algo.

—¿Estás bromeando?— lo empujó ligeramente atrás para que se alejara del Couffaine.— N-Nino, é-él no es tu mejor amigo, no puede serlo. Tú sabes bien que...

—¡Deja de ser tan paranoico!— lo empujó de vuelta. Adrien sintió como su pulso paró un segundo.— Él hizo lo que los amigos hacen, Adrien ¡Él no me abandonó!— reprochó, aún tenía mucho dolor almacenado en su pecho. El rubio regresó a ver con odio a Luka.

Le había permitido jugar con Ladybug, con Marinette ¿Ahora con su mejor amigo? No, ya no lo iba a permitir. Ese sujeto estaba planeando algo en su contra, lo sentía en cada una de sus venas.

Se encaminó a él con coraje.

—¡¿Qué estás planeando, Couffaine?!— le reclamó poniéndose frente a frente. El sujeto no gesticulaba ninguna emoción. Mierda.— ¡Dilo!— exigió empuñando su mano. Chloe lo vio como una señal de amenaza.— ¡Maldita se...

Justo cuando le iba a lanzar el puño contra su cara por la exasperación, Chloe lo jaló del brazo interrumpiendo así el golpe.

—Basta. Él no tiene la culpa de esta discusión.— mencionó, si bien no lo gritó su voz dejó un eco en el ambiente. Adrien la regresó a ver atónito.

¿Ella también lo estaba defendiendo?

—¿C-Chloe?— ahora sí, el oxígeno se había vuelto nulo para él.

—Me oíste, Adrien.— respondió algo apenada.— Él no tiene la culpa de que Nino quiera estar con él.— lo regresó a ver. Luka lo veía sorprendido, su mirada delataba ¿tristeza?— Tú abandonaste a Nino mucho antes de que todo esto pasara. Tú...

—Entiendo.— respondió a secas, agachando la cabeza para que no vieran lo derrotado que estaba. Él sólo hecho del alzar la vista y encontrarse a su amiga de la infancia y su mejor amigo del lado de ese sujeto que ni un gramo de buena espina le daba, lo carcomía de sentimientos negativos. Lo admitía, él los había perdido; pero una persona mala los acaba de ganar. Lucharía por ellos pero...

Estaba frente a la tumba de su padre, estaba demasiado derrotado tras cada palabra dicha, se sentía tan solo, simplemente no tenía energías para luchar.

—Hasta luego.— se acomodó su saco sobre su hombro y empezó a tomar rumbo directo a la salida del cementerio. Chloe intentó seguirlo, pero se vio detenida por Nino.

—Él necesita tiempo consigo mismo, Chloe.— comentó Nino con tristeza viendo cómo se alejaba. Ella regresó la vista hacia Nino con molestia.

—No te hubiese llamado de saber que esto iba a pasar.— se encaminó nuevamente a la tumba de Agreste y ahí permaneció un rato.

Se sumergió en sus pensamientos ¿Acaso había hecho lo correcto? ¿Por qué Luka ni siquiera se defendió? ¿Por qué había permanecido tan distante este último mes? ¿Estaba mal sentir que todas las cosas que había dicho Adrien sobre él en parte eran ciertas? ¿Y si, ciertamente la muerte de Gabriel Agreste era a penas el augurio de algo peor? Se sentían aires pesados, venir.

Cuando se levantó, Nino ya se había ido. Luka, sin embargo, se alejaba a un punto donde a penas era visible en la ya noche parisina. Chloe no pudo evitar correr hacia él, tenía tantas preguntas que hacerle.

—Luka.— sostuvo su mano en cuanto la alcanzó. Sintió algo raro en ella que la paralizó. Luka se zafó de su agarre en seguida.

—¿Y tú dedo meñique?— preguntó sintiendo la piel helada. Él sólo dibujó su sonrisa típica despreocupada.

—En algún bote de basura, no te preocupes.— prendió su teléfono y fingió ver un mensaje en él.— Ya me tengo que ir, te veo luego.

Sin beso, ni siquiera un apretón de manos, se alejó sin más como si fueran a penas unos conocidos. Después de tanto tiempo,  pensó que él ansiaba su reencuentro tanto como ella. Chloe intentaba no sentirse mal.

No hizo más preguntas, poco a poco empezaba a entender que amar a Luka Couffaine era la más estúpida de las misiones.

—Como quieras, adiós.— contestó caminando a lado opuesto.

Uno de ellos lloró esa noche, el otro no pudo dormir por un insomnio provocado por el recuerdo de sus besos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro