III
—¿Se puede saber por qué el nuevo no corre con nosotros? -dijo Yoongi cabreado, corriendo sudoroso y enrojecido al lado de Jimin, en la clase de gimnasia, mientras Jungkook permanecía sentado en un banco, con su cabeza gacha, o de vez en cuando mirando a Jimin.
Al principio de la clase le había pedido al profesor hablar en privado, y en cuanto salieron del despacho, el profesor acarició uno de los hombros de su nuevo alumno y éste se sentó a observar.
Jimin evitaba mirarle, en cierto modo le producía...escalofríos.
—No lo sé Yoongi, pero si Don "Sois unos flojos" le deja no hacer nada, alguna buena razón tendrá,¿no... cre...es? -dijo con la voz entrecortada debido a la carrera.
Yoongi giró su cuello mientras corría en dirección a Jungkook, quien ese momento miraba a Jimin con esa expresión de miedo que parecía tener siempre. Enseguida apartó su mirada.
—Joder, estaba otra vez mirándote de ese modo. ¿Le has hecho algo o qué mierda le pasa contigo?
—No le he hecho nada, sólo le ayudé a orientarse en el centro, apenas no presentamos y ya está.
—Pues te mira como si fueses a pegarle de un momento a otro.
Jimin miró por el rabillo del ojo a Jungkook, quien efectivamente, parecía mirarle con cierto miedo.
Además, había otra cosa que incomodaba profundamente tanto a Jimin como a Yoongi, y era que, Jungkook siempre se veía como si estuviese a punto de decir algo, pero no tuviese el valor necesario para hacerlo.
Jimin y Yoongi siguieron corriendo, y el único sonido que emitían era el de sus respiraciones agitadas por el esfuerzo físico, hasta que Jimin habló.
—Es guapo, ¿verdad?
Yoongi tropezó con sus propios pies al oírle y cayó de bruces en el suelo.
Jimin paró y se agachó en seguida a ayudarle a levantarse.
—¿Pero qué haces, Yoongi?
Yoongi se lamió la sangre del labio, que se había mordido sin querer al caer, y se incorporó del suelo antes de que el profesor les echase alguna bronca, asi que ambos siguieron corriendo.
—Jimin, ¿acabas de oírte?
—¿A que te refieres?
—¡Descanso de cinco minutos! -se oyó gritar al profesor.
Todos pararon agradecidos y Yoongi miró fijamente a Jimin mientras intentaba recuperar el aliento.
—Es la primera vez desde...el suceso, en la que te fijas en un chico y muestras tu opinión.
Jimin se incomodó al instante.
—Bueno...pero lo es, ¿cierto? Es innegable, cualquiera lo ve, no soy sólo yo.
Yoongi miraba de un modo indescifrable a su amigo.
—A mi me parece alguien normal, Jimin.
Jimin miró a Jungkook, quien estaba distraído con su móvil, y luego regresó su vista a Yoongi.
—Es guapo. Simplemente admito un hecho, Yoongi. Sabes bien que mi corazón pertenecerá por siempre a Taehyung.
—Pero tendrás más parejas, Jimin, no puedes aislarte por siempre.
Respondió serio Yoongi.
Jimin se reafirmó.
—Mi corazón latía sólo por Taehyung, y ahora está parado por siempre -mintió- nadie más volverá a hacerlo latir.
Jimin miró de nuevo a Jungkook, quien ahora, sí que lo miraba fijamente.
Bum.
Bum bum.
Bum bum bum.
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