6. el perfecto cisne negro es elegido
Otro día más recorriendo los pasillos de la academia, avanzando al mismo destino. ¿Acaso no es pesado? Eso se preguntarían las demás personas, hacer lo mismo una y otra vez. Pero Jimin no sobreviviría los días y semanas si no fuera por su sagrada rutina, realmente pensaba que no podría vivir alejándose de todas las cosas que hacía y veía cada día. Sin el dolor, el sudor, la sangre y las lágrimas, no le quedaría nada. Oh, ¿qué sería de Jimin sin todo ese sufrimiento? Era lo que le daba valor para no rendirse, era sus ganas de esforzarse hasta el final definitivo.
De todos modos tampoco era como si aquel día se sintiera como el anterior, porque al igual que los demás días con audiciones, la rivalidad se podía sentir en el aire.
No, definitivamente ese día no era del todo como los otros a pesar de que Jimin fuera a repetir lo mismo que hacía todos los días.
Algo se sentía diferente en Jimin, hasta él mismo podía notarlo.
En cuanto entraron a la sala de prácticas, Jisoo y él con sus brazos enredados juntos, la desafiante mirada de Taehyung le llegó a Jimin desde el otro lado de la sala.
— No le prestes atención. — le susurró Jisoo al sentir cómo se tensaba, acariciándole la nuca —. Hoy tenemos que concentrarnos, ¿sí? Es un día importante. Por primera vez en la historia de esta academia, los papeles para la obra del Lago de los cisnes, están abiertos para todos sin importar su género.
Al recordar eso, Jimin cortó el contacto visual con Taehyung y giró a mirar a Jisoo, sonriendo levemente. El comunicado se había emitido la noche del día anterior, agarrando por sorpresa a todos en la academia al leer aquel mensaje en sus correos. Era oficial. Jimin tenía oportunidad de ser el cisne negro.
— Es como si el universo escuchara mis deseos, ¿no es así? — habló Jimin con picardía. Un brillo intenso de maldad en su mirada.
— Tienes mucha suerte. Justo habíamos hablado de que serías el perfecto cisne negro. — Jisoo lo observó orgullosa —. Ahora sólo tienes que bailar mejor que todos, y eres bueno en eso.
— ¿Tienes idea de quiénes van a por el cisne negro además de mí? — indagó Jimin.
Jisoo abrió su boca para responder algo, pero entonces ambos sintieron cómo una mano se posaba en la espalda de cada uno, haciéndolos saltar lejos el uno del otro por la sorpresa.
Jimin giró rápidamente a ver de quién se trataba, y entonces sus ojos encontraron el rostro de Jungkook más cerca de lo que esperaba.
La diferencia de altura entre ambos era demasiado obvia, pues Jungkook inclinaba su rostro hacia abajo para conseguir más cercanía a Jimin y que sus miradas conectaran de manera totalmente directa y atenta. Pero aún así la altura del hombre no hacía sentir intimidado a Jimin, de hecho eso le fascinaba. Y además de que Jungkook le parecía encantador, él no era alguien que se sintiera intimidado por nadie.
Ninguno de los dos pudo evitar quedarse mirando fijamente sin importar que fueran demasiado obvios, olvidando cómo contar el tiempo que pasaba y sólo manteniendo sus ojos conectados.
— Señor Jeon... — la voz de Jisoo fue lo que los hizo darse cuenta de que, por incontable vez desde que se conocían, se quedaron mirándose como si quisieran saltar a besarse de manera salvaje.
— ¡Oh! — Jungkook se sorprendió él mismo al sentir sus mejillas calientes, jodidamente no quería sonrojarse —. Sólo venía a decirles que son los únicos que faltaban por llegar, así que sería muy bueno que tomen asiento junto a los demás de una vez y no se queden ahí parados.
— Sí... Lo sentimos. Sólo estudiábamos la competencia, señor Jeon. — bromeó Jisoo.
Jimin sólo continuó observando a Jeon en silencio, ahora ladeando una atrevida sonrisa.
— No me digas de esa manera, soy joven... — Jungkook acarició su nuca, bajando la mirada al no soportar que miraran su sonrojo —. No soy un señor.
Jimin rió sintiendo ternura. Su linda risa llamó la atención de los ojos de Jungkook una vez más, que se enfocaron en él de una manera especial.
— Nos iremos a sentar. — le dijo Jimin en voz baja al tener su atención —. No sería bueno hacerlo enojar ¿O acaso sí lo sería? — susurró sólo para Jeon, luego volteando a ver a Jisoo como si nada —. Vamos.
Jungkook vio cómo le sonreía a su amiga.
— Vamos. — Jisoo tomó el brazo de Jimin, mirando por encima de su hombro a Jungkook. El coreógrafo pudo notar que repentinamente la amiga del chico lo veía con una expresión diferente en el rostro, entrecerrando sus ojos.
De camino a sentarse con los demás, Jisoo le susurró algo a Jimin.
— No me gusta cómo te mira el nuevo coreógrafo. — comentó ella —. Es como si le gustaras.
— Bueno, soy muy lindo. — presumió Jimin.
— Eso no está bien, Jimin. — le recordó ella.
Pero Jimin la ignoró, apresurando el paso para irse a tumbar en el suelo. Jisoo suspiró, siguiéndolo para arrodillarse a su lado.
— Es nuestro nuevo vecino. — le contó finalmente Jimin, mirando cómo Jungkook leía en voz alta el orden que tendría la audición —. Lo conocí antes de saber que sería mi coreógrafo. Admitió que coqueteaba conmigo cuando nos veíamos en la residencia, pero que ya no lo hará ahora que sabe que soy su aprendiz, porque debemos ser profesionales por respeto a la academia.
Jisoo lo miró sin poder creerlo.
— ¿Qué le dijiste?
— Le dije que yo no me sentía atraído por él. — susurró Jimin, llevando sus ojos a los de Jungkook al sentir cómo este lo observaba a la distancia.
— ¿Y eso es cierto?
— No. — admitió Jimin —. Pero tenía miedo de decirle la verdad y que se alejara de mí para no causar problemas. Es mejor si no lo sabe.
Jisoo suspiró pesadamente, bajando la mirada sin añadir nada más.
Luego de eso ambos se dedicaron a mirar en silencio las audiciones de sus compañeros para el príncipe Sigfrido. Taehyung nuevamente estaba tomando la audición para ese papel, era el principal y por lo tanto siempre sería el que él querría, a pesar de que el coreógrafo no expresara mucha emoción al verlo bailar y desde un principio lo hubiera sacado del papel.
Cuando Jungkook acabó de ver las audiciones para Sigfrido, mandó a que pasaran al frente quiénes iban a audicionar para ser la princesa Odette. Esa fue la señal de Jisoo para levantarse y Jimin le dedicó una sonrisa, susurrándole palabras de apoyo al verla irse hacia el frente con una nerviosa sonrisa.
Jimin intentó despejar su mente y dejar de repasar en su cabeza los pasos del cisne negro de manera obsesiva, para así intentar enfocarse en el baile de su amiga.
Sabía que Jisoo también se había esforzado, en los últimos meses había mejorado mucho.
Y Jimin supo desde el primer giro que hizo, que Jisoo lo haría perfecto. Eso lo hizo sonreír orgulloso.
En cuanto la chica terminó su audición, salió corriendo directamente a Jimin para abrazarlo con fuerza.
— ¿Lo hice bien? — le preguntó con una gran sonrisa, estando sudada y agitada.
Jimin le acomodó los cabellos detrás de la oreja y asintió devolviéndole la sonrisa.
— El papel es tuyo. — le prometió Jimin.
Se quedaron abrazados viendo las siguientes audiciones, pero eso no duró mucho, pues en un abrir y cerrar de ojos llegó el turno de las audiciones para El cisne negro.
Jimin pasó adelante con determinación.
En su grupo habían tres chicas y el único chico además de él era uno llamado Kim Seokjin, a quién Jimin no conocía muy bien del todo, pues Jin era bastante callado siempre y no hacía muchos amigos.
Al segundo de tomar su posición, todo empezó a ser como si el mundo entero se apagara a su alrededor y sólo una sutil luz azul celestial pudiera alumbrar por encima de su cabeza. Todo desapareció para él, incluso los intensos ojos de Jungkook que parecían quedarse encima de él más tiempo que en quiénes bailaban a su lado. Nuevamente estaba ahí la sensación de sólo escuchar y sentir su corazón en su pecho, como si fuera el único que siguiera latiendo y mientras continuara bailando nunca se detendría, por lo que aunque todos murieran a su alrededor él sería inmortal.
Entonces sus movimientos eran elegantes, delicados y suaves. Daban la sensación de ser una sensible caricia y que no habían movimientos más sublimes en toda la historia humana. Pero en segundos se transformaban en algo fuerte y agresivo. Cálidos y luego fríos. Expresiones en su rostro que daban la sensación de llenar la habitación de colores alegres y después sólo dejarlo todo en gris.
Jisoo se encontró al borde de las lágrimas al ver cómo Jimin rompía la coreografía original y se dejaba llevar, empezando a improvisar con pasos más complicados que los originales, como si pudiera pasar toda su vida ahí hasta gastar su última gota de aliento.
Y Jungkook ni siquiera podía seguir fingiendo, no había manera de que le quitara los ojos de encima y la expresión en su rostro gritaba que se sentía fascinado.
Era como si no hubiera manera de escapar de la manera en la que Jimin estaba bailando, continuando al tiempo perfecto y sin cometer un sólo error, pero además de tener una grandiosa técnica, era su mirada y el oculto lenguaje que tenía su cuerpo para erizarte la piel que tenía a todos encantados en aquella sala de prácticas.
Todo iba bien, pero Jimin empezó a sentir que le faltaba el aire y su cabeza dolió de manera aguda. Tal vez era por el mal comer, pero aún así continuó acertando paso tras paso como lo haría incluso si sus huesos estuvieran cayendo en pedazos.
Lo resistió, en cuanto saltó en el aire con sus brazos perfectamente estirados hacia arriba y sus piernas extendidas a la perfección de la manera en la que estaba acostumbrado, fue como si pudiera volar y quedarse ahí por toda su vida. Como si el tiempo se moviera más lento.
Tuvo la sensación de que podía cumplir todos sus sueños.
Sus ojos encontraron los de Jungkook un momento al mismo tiempo que el repentino dolor en su cabeza deslizaba una involuntaria lágrima solitaria por su mejilla.
Entonces cayó en un penché, perfectamente en una sola punta, estirando hacia arriba su otra pierna a la altura perfecta, su torso acompañando también a la perfección la elevación de esta.
Eso fue todo. La música se detuvo, había logrado hacer la audición completa.
Escuchó aplausos a su alrededor y su visión fue borrosa por un segundo cuando salió de su pose terminal, sintiéndose mareado y con el cuerpo pesado.
Pero en cuanto pudo aclarar su visión, no pudo evitar sonreír al ver cómo Jungkook ya le estaba sonriendo desde la lejanía.
Fue entonces cuando se dio cuenta de la lágrima que había recorrido hasta su mentón, limpiándola rápidamente.
Y al sentir sus ojos picar, se los restregó con los dedos para calmarse. Estaba emocionado y ver aquel orgullo en el rostro de Jungkook lo hacía todo mucho mejor.
— Muy bien. Todos estuvieron genial. — les dijo Jungkook, compartiendo una mirada cómplice con Jimin —. Pueden sentarse. Es hora de que diga los resultados.
Jimin corrió de manera apresurada hacia Jisoo.
Su amiga lo miró incluso más emocionada de lo que estaba él, pero ambos evitaron hacer ruido alguno para no interrumpir a Jungkook mientras hablaba.
Se tomaron de las manos, mirando hacia su coreógrafo con los nervios al máximo.
Jimin ni siquiera se dio cuenta en qué momento llevó su mano libre a su nuca, empezando a jugar con los cabellos de ahí hasta subir un poco hacia arriba y tirar levemente de sus mechones de pelo.
— Muy bien, para los papeles principales... — comenzó Jungkook con una media sonrisa —. La princesa Odette es...
Jisoo apretó la mano de Jimin fuertemente.
— Tú, Jisoo. Al frente. — la llamó riendo suavemente.
Jisoo quedó paralizada por un instante, sin creer lo que había oído. Jimin tuvo que empujarla para que pasara al frente.
— Namjoon, eres el príncipe Sigfrido. Y a Taehyung le tocará ser el brujo Rothbart. — les hizo señas para que se pusieran de píe junto a Jisoo —. Finalmente, el cisne negro será Jimin.
En ese momento Jimin estaba comiendo una barrita energética que había encontrado en el bolso de Jisoo, y casi se ahoga con ella al escuchar su nombre junto al papel que tanto deseaba.
— Vamos. Ven aquí. — lo llamó Jungkook con voz dulce y una gran sonrisa al ver que Jimin se quedaba viéndolo con los ojos muy abiertos —. Felicidades, te lo mereces.
Jimin dejó la barrita energética a un lado y por impulso, cuando corrió hacia los demás, antes le dio un corto abrazo a Jungkook, riéndose felizmente.
Jungkook sólo le dio un golpecito en la espalda, no correspondiendo al abrazo por obvias razones y actuando casual luego de aquel momento. Se hizo el distraído y empezó a hablar sobre los detalles de la presentación, como si no le hubiera afectado que la primera reacción del momento por parte de Jimin fuera abrazarlo, cuando en realidad estaba perdiendo la cabeza.
Cuando el minuto final de la clase llegó, Jungkook les pidió que empezaran a tomar sus cosas.
— Quiero informarles que nuestra academia estará compitiendo contra otras academias en un evento en California en unos días, por lo tanto habrán audiciones en unas horas justo en el auditorio. Busquen una pareja en la que confíen y pasen por allá después de su sesión con el señor Kim. — alzó la voz Jeon para llamar la atención de todos nuevamente cuando estos empezaron a murmurar cosas sobre los papeles que habían obtenido —. Lo sé, una audición ya era total estrés y dos lo hace peor, pero piensen en que la competencia es una muy buena oportunidad para crecer como bailarines.
Todos empezaron a abandonar la sala de prácticas en muy poco tiempo, y entonces Jimin alcanzó a Jisoo antes de que se fuera.
— ¿Audicionamos juntos? — le preguntó esperanzado.
Y aunque Jisoo era bastante insegura la mayoría del tiempo y no se atrevía a participar en cosas extras con otras academias, ella aceptó al ver el brillo en los ojos de Jimin.
— Sí, claro. — ella sonrió —. ¿Vienes conmigo a comer algo?
— Quiero despedirme de Jungkook. — le pidió compresión con la mirada —. Luego te alcanzo.
Jisoo suspiró, no muy de acuerdo.
— Está bien. — asintió de todos modos —. Te esperaré.
Cuando Jisoo se marchó, Jimin fue hacia Jungkook y lo tomó suavemente del mentón, sonriendo divertido al ver cómo este lo miraba sorprendido para después sonrojarse.
Con sus ojos sobre los de Jimin, Jungkook creyó que podría desmayarse al ver cómo Jimin inclinaba el rostro cerca del suyo.
— ¿Q-Qué...?
Jimin besó la punta de la nariz de Jungkook, de manera tierna.
— No habría sido posible si no hubieras abierto las audiciones del Cisne negro tanto para chicas como chicos. — le susurró Jimin mirándolo agradecido —. Es lo más lindo que alguien ha hecho por mí en mi vida.
— Sólo me di cuenta de que tenías razón en lo que dijiste ayer. Me sentí inspirado a hacerlo. — confesó Jungkook.
Jimin amplió su sonrisa.
— ¿Serás parte del jurado en las audiciones del auditorio?
— No, pero voy a estar presente para supervisar. — le respondió Jungkook.
Jimin finalmente apartó su mano de Jungkook, retrocediendo un paso lejos a la vez que asentía.
— Nos vemos más tarde, Jungkook. — le guiñó un ojo, para después darse la vuelta dispuesto a irse.
Por un momento Jimin sintió algo más que dolor o ganas de bailar.
Se sintió bien de haber coincidido en esa vida con Jeon Jungkook.
(...)
si alguien lee esto, gracias. 🥺💖🐥
lo de jungkook y jimin avanzará lento pero seguro. <3
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