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10. agresor

La noche en la que atacó a Taehyung, Jimin se la pasó soñando con sus manos ensangrentadas y el sonido de su risa al ver la cara de terror de su hermanastro. Soñó con cosas atroces cometidas por él mismo, se vio pateando el cuerpo de Taehyung hasta la muerte en sueños. Eso causó que se despertara varias veces durante la madrugada, pero nunca fue capaz de sentirse mal consigo mismo o siquiera perturbado. No sentía nada más que indiferencia, le daba tan igual haberlo herido y en lo único que podía pensar era en su victoria. Ahora él iría a competir a California en lugar de Taehyung.

Cuando la mañana llegó, la sagrada rutina lo hizo con ella. Jimin se bebió un café, salió a estirar y trotar en la terraza. Jungkook se asomó por la ventana, se sonrieron agradablemente y luego Jimin entró a su habitación para finalmente cambiarse a sus mallas negras, tomarse una píldora para el dolor y meter cosas necesarias en el bolso de gimnasio que siempre llevaba consigo.

Pasó por la cocina y vio que Jisoo había dejado una taza de comida que tenía escrito "Jimin" en ella, pero simplemente la ignoró y siguió de largo hacia la salida. Él jamás desayunaba. Comía sólo cuando era necesario, pero el café de la mañana le daba energías.

En su camino a la academia conectó los audífonos a su teléfono y puso la música a todo volumen, ignorando su alrededor y el mundo en el que estaba viviendo por sólo un instante, porque había algo reconfortante en eso.

Al llegar vio que en el muro de anuncios habían muchos folletos que anunciaban una junta en el auditorio a primera hora, así que con su rostro inexpresivo de siempre y sin detenerse a saludar o siquiera mirar a alguien, se dirigió a los lockers para guardar sus cosas y luego irse al auditorio sin más.

Estando en el auditorio, buscó asiento en uno de los últimos puestos y aunque intentó cerrar los ojos y dormir un poco antes de que llegara la directora, por lo cansado que estaba al no dormir teniendo repetidos sueños con su hermanastro, no pudo pegar un ojo, porque sintió una intensa mirada encima suyo que no fue capaz de pasar por alto.

Giró su rostro hacia la izquierda y encontró a Kim Jennie, la novia de su hermanastro, sentada a unos cuantos asientos de distancia, pero mirando directamente al brillante anillo con una perla roja que se le había olvidado quitarse ese día y dejar en el locker para que no le molestara durante clases.

Jimin se confundió por la manera directa y cuidadosa en la que Jennie lo observaba, pero descuidado como cualquier humano lo es, no se le ocurrió poner su cabeza a pensar y sólo llegó a la conclusión de que a Jennie le había gustado su accesorio.

Mientras que Jennie estaba recordando vagamente, con memorias borrosas que llegaban como una punzada de dolor a su cabeza, que la persona que había golpeado a Taehyung lucía un anillo como ese en el exacto dedo anular donde lo llevaba Jimin.

Y entonces, Jennie alzó la mirada y encontró la de Jimin de manera abrupta, sin saber cómo reaccionar al darse cuenta de que el chico la había pillado observándolo. Se llenó de terror y tragó saliva con fuerza, siendo incapaz de quitarle la mirada de encima, pues estaba paralizada y Jimin tampoco parecía tener intención de dejar de sostenerle la mirada.

Entonces Jimin le sonrió y Jennie sólo pudo hacer una mueca en un intento de devolverle la sonrisa, sintiendo sus manos temblar, porque al tener los ojos de Jimin sobre ella, la imagen del momento en que el hombre que había golpeado a Taehyung se detuvo para mirarla, volvió a su cabeza de manera espeluznante.

No pudo soportarlo más, así que sólo apartó la mirada y agachó la cabeza lo más disimuladamente que pudo.

Jimin estaba adormilado, le importó una mierda y dejó escapar un bostezo, estirándose en su asiento de una manera que a cualquiera mataría de ternura. Claro que la ternura se iría si supieran que su cabeza estaba un poco jodida.

En cuanto la directora subió al escenario con un micrófono para pedirle a todos que guardaran silencio, en ese mismo instante Jimin vio a Jungkook entrar al lugar, tomándose un café helado para caminar a los asientos de más hacia adelante.

Jungkook no se fue a sentar con él, pero lo miró para sonreírle de manera tan bonita como lo hacía siempre. Sus miradas chocando y haciendo que quedara en evidencia aquella complicidad y ese vínculo que había entre ellos a pesar de lo poco que llevaban de conocerse.

Simplemente se sentía tan correcto y cómodo, quedarse mirando sólo por un momento y que todo se detuviera por ese solo momento y sólo se apreciaran el uno al otro con la mirada.

La magia de las miradas compartidas terminó cuando Jungkook fue a sentarse, y Jimin se sorprendió a sí mismo suspirando por lo bajo al repetir aquel intercambio de miradas en su mente.

Tuvo que pellizcarse a sí mismo, fuertemente hasta que en serio dolió, para así prestar atención a las palabras que la directora Jeon pronunciaba de manera seria y dura.

— Muy lamentablemente durante la noche de ayer, el doctor de nuestra academia decidió quitarse la vida, cometiendo suicidio a eso de las nueve cuando su familia seguía fuera del estado visitando a la madre de la esposa del doctor Jung, y cuando su esposa e hijos llegaron por la madrugada, lo encontraron sin vida acostado en su cama...

Al escuchar lo sucedido, Jimin simplemente alzó ambas cejas en una indescifrable expresión que si bien mostraba sorpresa, no era un tipo de sorpresa que se acercara a sentirse mal, dolido o en shock.

Simplemente como si le hubieran contado algo inesperado, pero que no tenía demasiada importancia.

Y Jennie, quién estaba observándolo a cada momento, se sintió asqueada al presenciar esto.

Entonces la directora continuó con los anuncios luego de hacer un momento de silencio por el doctor Jung.

— También de manera lamentable, nuestro bailarín Kim Taehyung ha sido hospitalizado al lastimarse ambas piernas gravemente. No tenemos todos los detalles, pero quiénes ganaron el segundo lugar son los que irán a competir a California, porque la pareja de Taehyung avisó que no se siente capaz de asistir a la competencia sin él. — la directora soltó la información tan esperada por Jimin.

Jennie, sin quitarle los ojos de encima, esperó que Jimin hiciera algún gesto que lo marcara como culpable, pero el rubio permaneció inexpresivo esta vez.

Lo que la chica no sabía, era que en ese momento Jungkook había volteado a ver a Jimin, con los ojos muy abiertos y sin aún procesar la noticia del suicidio del doctor Jung, por lo que Jimin intentó que no se pudiera leer en su rostro lo que realmente estaba sintiendo.

(...)

Cuando la reunión terminó, Jimin buscó a Jisoo entre toda la gente, pero no la encontró por ningún lado. No habían rastros de ella y como Jungkook no dejaba de mirarlo, cuando sus miradas se encontraron atentamente desde la lejanía, Jimin decidió dejar su conversación con Jisoo para después y le hizo señas a Jungkook para que lo siguiera, quién asintió dando una respuesta positiva. Así que Jimin se dio la vuelta y caminó en dirección a la salida, con la certeza de que Jungkook iría detrás.

En sólo minutos Jimin cruzaba los pasillos de los dormitorios sintiendo los pasos de Jungkook seguirle de cerca, y al llegar a la puerta que conducía a la azotea de la academia, la empujó para entrar por ella y dejarla abierta para Jungkook, que imitó su acción y pasó, sólo que él cerrando la puerta detrás suyo.

Al escuchar la puerta ser cerrada, Jimin se volteó para conectar su mirada a la de Jungkook fijamente.

Jungkook avanzó hacia Jimin en silencio, hasta que estuvieron frente a frente con las puntas de sus zapatos chocando.

— Antes que nada... Quiero decirte que la decisión que el doctor Jung tomó no es tu culpa, Jimin. No dejes que esto te afecte de ninguna manera, ¿sí? Tú no podrías haber tenido idea de la manera en la que él reaccionaría al hacer esa grabación ayer. Y de todos modos quién estuvo grabando todo fui yo, así que si existiera un culpable sería yo.

Jungkook le susurró pacientemente, con voz serena y suave.

Jimin sonrió levemente, extendiendo sus manos hacia Jungkook para invitarlo a tomarlas.

Jungkook dudó por un segundo, pero al final tomó las manos de Jimin en las suyas con delicadeza, sonrojándose de manera violenta.

— No me siento mal, Jungkook. Soy consciente de que no tengo nada que ver con lo que él haya decidido hacer. — le respondió Jimin para tranquilizarlo, al ver su rostro de preocupación —. Y si te soy sincero, aunque no quiero parecer insensible, no siento jodidamente nada ante su muerte... Nada. No siento nada. No soy capaz de hacerlo sabiendo lo que le hacía a mi mejor amiga. Sé que cualquier persona me juzgaría por ello, pero-

— Yo no, Jimin. Te entiendo perfectamente. Porque yo tampoco siento nada. — le confesó Jungkook.

Se apretaron las manos con fuerza y se quedaron observandose en silencio por un rato más. 

— ¿Habrá sufrido? — preguntó Jimin sin quitar la sonrisa, queriendo explorar a qué punto podía llegar la insensibilidad de Jungkook acerca de la muerte del doctor Jung.

— No lo sé. No tengo detalles de su muerte. ¿A ti te hubiese gustado que sufriera?

— ¿Te hubiese gustado a ti?

— Te lo diré si tú me dices. — fue lo que respondió Jungkook.

Entonces Jimin estalló en risas tiernamente, dispuesto a decir lo que de verdad pensaba.

Pero entonces escucharon la puerta ser abierta una vez más y estando tan distraídos en su burbuja, no le tomaron la importancia debida y sin soltarse las manos, giraron en dirección a la puerta para ver de qué se trataba, de manera relajada y casual.

Pero entonces vieron a la directora Jeon observarles desde el marco de la puerta, horrorizada al ver sus manos unidas.

Se alejaron velozmente, Jimin quejándose en voz baja y Jungkook llenándose de preocupación.

— ¡Mamá! — la llamó Jungkook, su voz llenándose de desesperación al ver cómo ella se daba la vuelta para desaparecer por la puerta totalmente escandalizada.

Jungkook corrió tras su madre, agitado. Jimin lo siguió sin dudarlo, decidido a apoyarlo si las cosas se ponían intensas, pues Jungkook lo había apoyado a él antes.

La mujer no se detuvo en ningún momento, ni siquiera cuando se adentraron a los pasillos donde estaban las puertas de los dormitorios, como si fuera perseguida por un asesino serial y detenerse significara morir.

Jungkook fue lo suficientemente rápido en adelantar sus pasos, y la tomó del hombro para hacerla detener.

— ¡No me toques! — le gruñó ella, soltándose del agarre de Jungkook bruscamente al voltearse a verlo con los ojos inyectados en furia.

Jimin se cruzó de brazos, apoyándose en la pared más cercana para observar la situación sin decir nada. Sin decir nada al menos de que sintiera que debía hacerlo.

— Mamá, yo...

— No puedes acercarte a los bailarines de esa manera, debes mantener una distancia debida con ellos fuera y dentro de la sala de prácticas. Pero sobre todo fuera. — lo regañó ella, mirándolo enfurecida —.¡Simplemente permanece alejado de ellos! ¿Es tan difícil? Te di una buena educación y luego este trabajo, ¿por qué me pagas así? ¿por qué haces la única cosa que te pedí que no hicieras?

Ella avanzó hacia Jungkook de manera amenazante, haciendo que el chico retrocediera negando con la cabeza, con el labio inferior y las manos temblando.

Jimin apretó la mandíbula al ver los ojos de Jungkook llenarse de lágrimas y la expresión de dolor en su rostro.

— No es lo que crees, yo nunca he querido hacer nada para decepcionarte...

— ¿En serio? Porque después de que acepté tenerte a mi lado a pesar de todo, terminas siendo igual a tu padre. — sentenció ella duramente.

Jungkook abrió sus ojos grandemente, sorprendido y herido.

— No me digas eso, mamá. No. Él no es mi padre. — Jungkook le contestó suplicante, con la voz rota —. No lo llames de esa manera, porque no es mi padre de ninguna manera. Te juro que no, lo juro.

— No me jures nada, Jungkook. Te vi tomándole las manos a tu bailarín, un chico que está bajo la responsabilidad de esta academia y tú... — llenándose de rabia, ella alzó la mano y golpeó la mejilla de Jungkook con la palma de su mano fuertemente, haciendo al chico cerrar sus ojos con fuerza para soportar el ardor —... Tú no tienes que estar teniendo la confianza de acercarte así a ningún chico ni chica de la academia.

Jungkook bajó la cabeza, dejando las lágrimas salir sin parar.

— Lo lamento, pero te juro que yo no...

— ¿Qué no eres un abusador como tu padre? — preguntó ella con una sonrisa burlona, soltando una risa seca y haciendo una mueca de asco.

Sin soportarlo un minuto más, Jimin se acercó hacia ellos en pasos lentos y teniendo el ceño fruncido, parándose junto a Jungkook para apoyar la mano en su hombro suavemente.

La directora Jeon relajó su expresión rabiosa al verlo, conectando miradas con él como a la espera de lo que sea que tuviera que decir.

— Conocí a Jungkook antes de la academia, directora. Somos vecinos y cuando descubrimos que él haría de mi coreógrafo nos sorprendimos muchísimo, pero no por eso dejamos de vernos, porque Jungkook ha sido un buen amigo para mí en este corto tiempo y agradecería que no le falte el respeto a su hijo sin tener idea de la gran persona que ha sido conmigo. Porque soy yo quién no se quiere mantener alejado de él y creo que soy lo suficientemente grande para elegir a quién quiero de amigo, ¿no? Así que no veo que haya ningún problema aquí. — fingiendo una sonrisa, Jimin rodeó el cuello de Jungkook con su brazo y lo acercó a su cuerpo amistosamente —. ¿Me va a cachetear a mí también al saber que fui yo quién le tomó las manos a su hijo o le va a pedir unas disculpas merecidas a Jungkook?

La señora Jeon miró el brazo de Jimin alrededor de su hijo, poniéndose tensa.

— Yo jamás me pasaría con Jimin, mamá. Juro que soy respetuoso, apenas estamos formando una amistad y- — intentó decir Jungkook, pero Jimin completó sus palabras al interrumpirlo.

— Él jamás me ha hecho daño ni se me ha acercado con dobles intenciones. ¿Es posible que con sólo un corto tiempo de conocerlo sepa más sobre él que usted? Porque le digo que Jungkook es un buen chico, incluso más de lo que yo soy. — soltando a Jungkook finalmente, Jimin ladeó una sonrisa llena de atrevimiento —. Ya que lo que usted no sabe es que si su hijo verdaderamente estuviera molestándome, no viviría para contarlo.

Dando una última mirada de despedida a Jungkook, Jimin pasó junto a la directora Jeon sin borrar su media sonrisa burlona, peinando sus cabellos hacia atrás para alejarse de la madre e hijo en conflictos.

Jungkook no quería dejarlo ir luego de que presenciara aquello, así que le dedicó una mirada de disculpa a su mamá para intentar irse tras él, pero la mujer lo tomó del brazo para que no se fuera.

Se miraron a los ojos, fijamente por un momento.

— Es mi mayor miedo, Jungkook. Lo lamento, pero no lo puedo evitar. — le susurró ella —. Me asusta que seas como él...

— Lo sé, lo siento. En serio lo siento. — le susurró de regreso Jungkook —. No es tu culpa... Yo lo siento...

— Es difícil...

— Lo sé. — asintió Jungkook.

Y por primera vez, su madre le dio un corto abrazo. Así que Jungkook quedó paralizado por un momento.

Pero en cuanto pudo recuperarse, le sonrió levemente a su madre en señal de adiós, luego yéndose a correr para alcanzar a Jimin.

¡Jimin! — lo llamó para que se detuviera.

Jimin detuvo sus pasos, girando para verle.

Sus miradas conectaron y Jungkook le sonrió cuando lo tuvo en frente, apenado.

— Lamento que vieras eso, Jimin...

— No es nada, Jungkook. He tenido momentos peores con mi padre. — Jimin le sonrió de manera agradable para tranquilizarlo —. Sólo espero que tú sepas que eres una buena persona y si necesitas hablar con alguien sobre cómo te sientes por lo ocurrido, estoy para ti.

— De todos modos lamento que hayas tenido que verlo todo... Y gracias por apoyarme, Jimin. Realmente lo aprecio. — Jungkook rió tímidamente —. ¡Oh, sí! Lo olvidaba. Con todo no tuve tiempo de felicitarte porque irás a competir a California.

— No en las circunstancias que esperaba... — Jimin fingió una mueca.

— Sí, de verdad me siento mal por Taehyung, pero sinceramente no puedo evitar estar feliz por ti. — sonriendo con culpabilidad, Jungkook admitió —. ¿Estoy loco por eso?

— No, sólo me quieres mucho y quieres que me vaya bien en el ballet. — le respondió Jimin, juguetón.

Jungkook no pudo evitar reír, sonrojándose.

— No sé si lo sabías, pero iré a California con ustedes... Soy el encargado de sus horarios y todo... — le contó Jungkook, sonriendo nervioso —. Así que vamos a viajar juntos.

Jimin lo miró con mucha sorpresa, pero terminó sonriendo gustoso.

— ¡¿De verdad?! ¡Eso me gusta! — respondió un emocionado Jimin.

Jungkook también se sintió feliz, y en cuanto Jimin se lanzó a abrazarlo, correspondió al abrazo fuertemente.

Se separaron con rapidez, pero se miraron a los ojos sonriendo.

— ¿Estás listo para California? — le preguntó Jungkook de manera cómplice.

— ¿Está California lista para mí? — bromeó Jimin, divertido.

La directora Jeon los observaba atentamente desde la lejanía.








(...)

si alguien lee esto, gracias. 🥺💗🐥💖

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