Cambio De Pensar
Los rayos del sol iluminaban un nuevo día en la ajetreada ciudad de Japón, más específicamente iluminaban la habitación de nuestro protagonista, descansando en su desordenada cama se encontraba Hiroki. La luz que entraban por las rendijas de su ventana iluminaban de forma tenue el cuarto y chocaban con sus ojos cerrados.
Normalmente lo veríamos preparándose para otro día de secundaria, pero este soleado martes era un feriado, Por lo que no había necesidad de levantarse temprano. Alrededor de las diez y veinte, el rubio abriría lentamente sus ojos, sintiendo un gran peso en sus pestañas debido al cansancio que tenia. De forma perezosa y lenta se sentaría en el lugar estirándose y bostezando, al estirar sus músculos sentiría un dolor punzante en ellos, soltando unos quejidos de dolor que serían ahogados por su boca cerrada.
-Sabia que doleria mañana...- pensó Hiroki mientras se giraba apoyando sus pies en el suelo.
Hiroki se pasaría una mano por el cuello queriendo calmar el dolor, Pasarían unos minutos mirando a la nada y odiando todo el mundo debido al típico mal humor que tiene cuando recien se levanta. Después de unos minutos se levantaría de la cama y saldría de su cuarto en dirección al baño.
Llegaría a dicho lugar y comenzaría su típica rutina, después de una ducha con agua tibia, el rubio se estaría cepillando los dientes mientras acomodaba sus revueltos cabellos con su otra mano, mirándose al espejo tomaría una gran bocanada de agua y escupió toda la pasta de dientes. Luego se volvería a ver al espejo, se tomaría un tiempo observando las distintas heridas provocadas por la pelea de ayer, las cuales ya habían cicatrizado con éxito, aún que su cuerpo de por sí ya estaba lleno cicatrices viejas, así que obviamente al chico no le importaba tener un par más.
Hiroki salió del baño y vio a su hermana Kanoko, la cual solo llevaba un camisón morada dejando ver su ropa interior. Ella paso a su lado para entrar al baño.
-Mmh buenos días.- Dijo Kanoko en un bostezo.
-Hola hermana. - saludo Hiroki con un tono bajo.
Seguramente, si hubiera visto de esa forma a su hermana a los 12 o 13 se habría sentido incomodo y avergonzado, pero con el tiempo se acostumbro a que su hermana lo molestara de esa forma, realmente ya no le importaba.
El menor de los Mori bajo las escaleras en dirección a la cocina, encontrándose con su madre.
-Hijo, buen día, ¿dormiste bien?- pregunto amablemente la mujer mayor, mientras colocaba dos panes en la tostadora.
-Si ma, buenos días- dijo el rubio a Kaede, mientras mientras se sentaba en la mesa, sacando su celular y comenzando a mirarlo.
Pasaron unos 14 minutos en los que Kaede preparaba el desayuno mientras Hiroki miraba cosas en su celular, en un silencio cómodo para ambos. Kanoko bajaría por las escaleras vistiendo con su ropa, se sentaría a al lado del rubio mientras la Mayor de ellos dejaría dos platos con el desayuno al frente de los dos hermanos y uno para ella.
-Hey Hiro, ¿vas a hacer algo hoy?- pregunto Kanoko viendo a su hermano mientras se llevaba un trozo de huevos revueltos a la boca.
-Uhm?- Hiroki miraría a su hermana con la mitad de una tostada en la boca.
-¡Hiroki! no hables con la boca llena.- diría Kaede con un tono de reproche.
Hiroki se comería la parte de la tostada y dejaría la otra mitad en el plato. -Quizás salga a caminar un rato en la tarde, o valla a la tienda de manga ¿por que preguntas?-
-¿Cómo que por que preguntó? Soy tu hermana mayor y tengo que saber a donde vas.- Diría Kanoko provocando que Hiroki ruede los ojos. -Y además, hace mucho no pasamos tiempo juntos.-
-Si bueno, podemos ir a hacer algo por ahí, si quieres.- Dijo el rubio mientras volteaba a ver a su hermana con una sonrisa.
-Ejem- Kaede simuló toser, llamando la atención de los dos restantes. -¿Quien les dio permiso para salir?-
Hiroki y Kanoko se mirarían algo avergonzados al dejar de lado la presencia de su Madre. Kaede sonreirá divertida por sus reacciones.
-Solo estoy jugando, pero no vuelvan tarde, si? Acuérdense que tendremos visitas- Los dos adolescentes asintieron como respuesta.
Despues la familia comenzaría a hablar de distintos temas, terminando su desayuno. Hiroki se quedaría solo en la cocina lavando los platos debido a que le tocaba a el ese día, mientras su hermana y madre saldrían a comprar la despensa.
Después de terminar su aburrida tarea, el rubio se dirigía al sillón de la sala, se sentaría en el sillón en frente de la TV mientras pensaba en lo ocurrido el día anterior, todavía no podía evitar recordar la mirada de esa chica, ¿como se llamaba? Noa? cuál sea su nombre, algo en ella no le agradaba. Se supone que tendría que ayudar a su disque novio, ese tal Kokujin, no por el tipo que lo golpeo...
-Agh, algo me dice que eso me va a traer muchos problemas...- Dijo Hiroki en voz alta para si mismo.
☆☆☆☆☆☆
En una casa de cierto lujo, una Chica de coletas y un buso negro que le llegaba asta los muslos, se encontraba en frente de su computadora con unas leves ojeras debajo de sus grandes ojos castaños. ¿Que estaba haciendo para estar así? Fácil, había pasado prácticamente toda la noche buscando en cada red social que ella tenía, el nombre de cierto peli-pinchos que había ocupado su mente desde que lo conoció.
Como se imaginarán, una misión que no logro, aparentemente la persona que estaba buscando no tenía ninguna cuenta, tampoco tenía su número de Imail y ninguna de sus amigas las cuales hiban a su mismo colegio conocían de lo más mínimo ni tenían contacto con el rubio que buscaba. Algo bastante extraño, pero no sorprendía tanto, después de todo se notaba que no era un chico no muy sociable y mucho menos popular en el colegio.
-Hiroki...- Nao dejo caer la cabeza en su teclado mientras susurraba ese nombre con frustración.
Escucho como su celular sonaba, lo tomo y vio un mensaje de Kokujin, Nao suspiro y se dirigió a su armario para cambiarse, como ese día no tenían nada que hacer entonces ambos lo Pasarían juntos en la casa del Moreno, para hacer cosas no muy santas.
En el comienzo de su relación todo era increíble, ella era nueva en eso y le encantaba como Kokujin la trataba cuando tenían relaciones. Pero con el tiempo simplemente ya no era suficiente, no había amor, no había salidas casuales ni siquiera besos con cariño. Y para rematar Kokujin tenía relaciones con otras mujeres sin siquiera saber si a Nao le importaba o no, pero ella pensaba que estaba bien, que el al ser un Hombre superior tenía el derecho de salir con cualquier chica, pero muy en el fondo no le gustaba eso.
Seguramente su yo de doce vería con desaprobación su cambio de pensar. si, comenzo a salir con Kokujin teniendo ella doce y el dieciséis casi diecisiete, puesto que a ella no le importaba eso. No asta hora, cuando vio al Moreno en el suelo y la forma tan salvaje en la peleaba rubio, sólo pudo pensar lo patético que se veía Kokujin ante Hiroki. Pero, ¿en serio hiba a dejar a la pareja con la que estuvo tres años por alguien que apenas si sabía su nombre?
Nao pensaba esas cosas mientras se cambiaba de ropa para ir a la casa de su "Amado"
☆☆☆☆☆☆
En una tienda de cómic y manga se encontraban dos hermanos, la bronceada caminaba junto al pelirubio, el cual vestía con un buso rojo con las mangas arremangadas, una chaqueta negra junto unos pantalones y zapatillas del mismo color el cual veía los distintos mangas que se encontraban en la tienda, decidiendo cuál hiba a comprar.
-No entiendo por que te gustan tantos estos dibujitos.- Dijo Kanoko mientras Hiroki observaba con atención las distintas opciones.
-No son solo "dibujitos", si les dieras una oportunidad lo entenderías.- Dijo el rubio mientras agarraba los cómics que hiba a leer.
Kanoko decidió mirar un rato las distintas opciones, más que nada por aburrimiento que por interés genuino. Asta que su vista se poso en algo especifico. Se acercaría a uno de los estantes y tomaría el manga que capto su atención.
-¿Jujutsu Kaisen? Mmmh se ve interesante, supongo.- Dijo Kanoko mientras junto con su hermano se dirigía a la caja para pagar.
Ambos hermanos saldrían del local hablando de lo que habían comprado, pero ambos escucharon un grito cerca de ahí, se mirarían breve mente antes de que Hiroki se mueva primero, corriendo a donde escucho el grito, siendo seguido por su hermana.
Al llegar verían como tres chicos que se notaban eran mayores, molestando a uno más bajo, aparentemente lo habían empujado haciéndolo caer y provocando que gritara. Hiroki dejo la bolsa con sus cómics en el suelo y cuando estaba por correr a detener la situación, fue detenido por la mano de la bronceada en su hombro.
-No es nuestro problema, ellos son tres, estamos en desventaja.- Dijo la chica con tono y una mirada seria, aún que en el fondo estaba preocupada por su hermano.
Hiroki se quedó quieto unos segundos antes de voltear a verla.
-Que bueno que puedas quedarte de brazos cruzados, yo no puedo.- Dijo el rubio mientras apartaba la mano de Kanoko y retomaba su camino a paso firme.
Kanoko se vio sorprendida por esto, para luego soltar un suspiro viendo la espalda del rubio alejarse.
-Esa actitud heroica solo te traerá problemas...- Susurro Kanoko, siendo oída por Hiroki el cual no se detuvo ni a verla.
_________________________________________
Holap, espero que les halla gustado el cap aún que sea medio corto, dejen su estrellita y comentenme que les pareció.
Chau.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro