El portal reflejaba una luz de color azul que rodeaba una alta figura, aquella figura no era otra que la de Kuban, quien regresaba de una misión de atrapar una gema. Ya estaba a punto de ir a dejar la gema en su habitación del templo cuando de pronto una pequeña risilla de un niño travieso se hizo presente en el ambiente, haciendo sonreír a la gema.

~ Jorge, se que estas ahí ~ comentó en tono juguetón la alta gema mientras buscaba al chico con la vista y este solo intentaba contener la risa que le provocaba su broma - sal ya, sabes que puedo sentirte... -.

- ¡La bomba Jorge, bum bao! - la frase de Kuban fue interrumpida por aquel travieso niño quien sorprendió a la gema desde el techo y cayo encima de su cabeza sin llegar a dañarse a si mismo o a la gema - te atrapé - proclamo victorioso el menor viendo a la gema con alegría.

- Me atrapaste - afirmo el chico con una gran sonrisa.

- Y ahora no puedes ver - expresó el pequeño Jorge mientras le tapaba sus tres ojos a la gema con sus manos.

- Manos pequeñas, mi única debilidad - comentó Kuban mientras bajaba al pequeño Jorge de su cabeza y le cargaba como a un peluche.

Mientras tanto la gema que Kuban había recolectado se encontraba flotando en una burbuja al rededor de la pareja y pasando en frente de los ojos del chico, quien se sintió maravillado.

- Vaya, ¿Qué estuviste haciendo? - preguntó el menor con una sonrisa curiosa y unas ganas enormes por saber.

- Dime tu lo que crees que hice - contestó el chico de tres ojos con una sonrisa.

Los ojos de Jorge reflejaron unas hermosas estrellas mientras comenzaba a contarle a su gema favorita lo que creía que estaba haciendo antes de llegar...

Y aquí surge la pregunta más importante.

¿Quisieran ver a Kuban sin peluca?