Mientras Monchi corría a toda prisa hacia la playa donde se estaba llevando a cabo el enfrentamiento entre "Los crystal gems" y la nave en forma de mano gigante, Jorge sacó su teléfono de su bolsillo y marcó el numero de la casa de Hashi para advertirle de aquella amenaza que ahora se estaba presentando, sin tener conocimiento de que de echo él y sus padres ya habían evacuado.

Monchi dio un rugido potente y estridente que creo uno de sus típicos portales rosados que transportaron inmediatamente a Jorge y a él mismo hasta la playa donde el equipo se encontraba luchando.

Por su parte Marco y Tadashi se hallaban fusionados y apuntando su arco hacia la gigantesca mano esperando ordenes de Kuban para disparar la flecha de luz que se había formado en su arco.

- ¡Fuego! - ordenó Kuban a Marcashi quien inmediatamente lanzó la flecha en dirección a la gigantesca nave del enemigo para dividirse en el camino en flechas mucho más pequeñas que impactaron contra la superficie externa de la nave, cosa que no logró hacerle ni un rasguño.

- Quédate aquí, si algo me sucede papá necesitara un hijo nuevo - comentó el pequeño Jorge mientras corría en dirección a sus amigos.
Por su lado la nave de mano gigante comenzaba a acelerar su marcha.

- Al menos Jorge esta a salvo - comentó con cierto pesar la gema de tres ojos a sus compañeros fusionados.

- ¡Hola chicos! - saludo el pequeño Jorge, interrumpiendo la poca paz que se había alojado en sus amigos.

- ¡Jorge! - exclamó alarmado Kuban mientras Marcashi se separaba, revelando a un Perla y un Amatista angustiados.

- ¡Regresaste! - expresó preocupado Marco.

- ¡¿Qué estas haciendo?! ¡Vete de aquí - exclamó Tadashi alterado y un poco molesto.

- Pero... - quiso contradecir el menor.

- ¡Es muy tarde! ¡Mantente detrás! - ordeno Kuban a Jorge mientras los tres gemas a parte de Jorge se ponían en su pose de combate, esperando lo peor.

Finalmente la nave tocó o casi toco la superficie de la tierra volteandose y abriéndose de palma completa para dejar mostrase una pequeña cápsula verdosa de la que surgió la imagen de una peridoto bastante molesta, la denominada Karmi.

- Ahí están, son los que han estado destruyendo mis máquinas - informó con molestia Karmi a una robusta figura detrás de si.

- ¿Eso es todo? - habló con desprecio aquella gema de cabello blanco y alta.

- ¡Jaspe, han estado interrumpiendo mi trabajo! - protestó la pequeña peridoto a su escolta.

- Ugh...a mi me parece otra perdida de mi tiempo - se volvió a expresar con desprecio aquella gema - ¡Oye ven acá! - reclamó la gema a un muchachito de cabello azul y rasgos asiáticos, quien de inmediato se zafó del agarre que la gema había creado sobre su muñeca.

El chico a quien Jorge había bautizado con el nombre de Kyle se sorprendió y horrorizó al ver a Jorge ahí en la playa y por lo tanto en su punto de encuentro.

- Kyle - habló Jorge con temor y confusión.

- ¿Esta es su base? - preguntó la gema fornida al chico de cabellos azules.

- Si... - respondió en un tono de voz bajo el chico gema del agua.

- Deben irse, inmediatamente - ordenó Kuban en un tono firme y amenazante.

- ¡Si, larguense! - exclamó con molestia el chico amatista.

- Este no es un planeta controlado por gemas - advirtió Tadashi con una voz que intentaba sonar amenazante.

- ¿Alguno a visto a Hiro Hamada?, oh que lastima, deseaba poder verla, moría de ansias por aplastarlo hasta hacerlo polvo - respondió la gema con un claro tono algo sádico y siniestro.

- ¿Esto es lo que queda de su ejercito?, un deslucido y parlanchín perla, un diminuto bocón y esta ridícula cosa -  preguntó incrédulo aquel chico gema viendo a Tadashi, Marco y Kuban respectivamente - ¿qué es eso? - preguntó el gema en cuanto vio a Jorge, cosa que provocó que los gems se pusieran más alerta.

- Se hace llamar, él Jorge - contestó Karmi con neutralidad.

- ¡Es un humano, no es una amenaza! - expresó Kyle alterado, tratando de abogar por la seguridad de Jorge.

- Yo se lo que es un humano, no me necesitan para esto, solo derribarlos con la nave - sentencio la corpulenta gema.

- Agh, esta bien... - asintió Karmi mientras preparaba el cañón láser de su nave...

Continuara...
Mañana porque hoy ya no puedo.
Esperemos que se salven nuestros queridos gemos favoritos.