28
Cinco días antes de la caída de Lleyxà.
Minos observaba desde el balcón de su puerta a como el transporte con el resto de los herederos venía en dirección al castillo, no negaría que estaba nervioso, habían recibido una carta siete días atrás de que Lestat, Lucas y Erzsbet irían a Lleyxà sin más. Era bastante extraño, los reyes no salían de sus reinos y en príncipes era menor la posibilidad ya que debían mantenerse con cuidados para que hubiese un heredero al trono, no podrían permitirse morir en tierras extrañas.
— ¿Quieres que vaya contigo? —preguntó Chris.
— Siempre debes estar conmigo.
— Lo comento porque sabes lo explosivo que se vuelve todo cuando estoy cerca de Lucas, no quisiera arriesgarme a que la situación se vuelva más incómoda.
— Irás como guardia, Chris, esta vez debo pedirte que mantengas un perfil bajo incluso si las cosas se vuelven tensas para mí —respondió Minos—. Incluso si ves que te estoy suplicando con la mirada que me salves, no lo hagas. Es mi naturaleza buscar tu apoyo, pero es mi deber ser fuerte por mí mismo.
Christopher asintió y ambos bajaron en espera de que llegaran. El rey esperaba sentado en su trono mientras Minos discretamente jugaba con sus manitas al verse ansioso, nadie lo notó salvo su guardia pero obedeciendo a las órdenes del príncipe se mantuvo en su sitio. Solo confirmaron que algo iba mal cuando tras presentarse los príncipes, les secundó la reina con una mirada totalmente seria, no era aquella chica que ignorando toda ley corría descalza hacia Minos.
— Príncipe Browning, príncipe Évreux... Reina Erzsbet —Habló el rey—. ¿A qué se debe su visita? Nos honra tenerlos aquí, claro está.
— Hemos venido a tratar asuntos graves, rey Lleyxà —habló Lestat—. Hablaré por todos, hace varios meses que notamos hay material faltante en nuestras entregas. No solo en las últimas, sino en varias y es algo que aunque intentamos no darle mucho peso al pensar que podría ser un error, es mucho tiempo ya a tres reinos diferentes.
Minos sintió que su cuerpo pesaba más apenas escuchó eso, una alerta se encendió en Chris pero debía mantenerse quieto si no quería causarle problemas al menor. Así que a eso se debía la repentina visita, había material incompleto y claro estaba, culparían a Minos de eso.
— Consideramos que lo mejor sería hablarlo ya que debía ser un error —habló Erzsbet.
— Claro que debe ser un error —respondió el rey—, porque las últimas entregas desde el banquete las ha manejado Minos debido a mi nula visión.
Erzsbet cerró sus ojos entristecida de escuchar eso al igual que Lestat, temían que fuese Minos pues habían estado al tanto de un cambio pero no exactamente de cual, entonces una idea atravesó a Lestat.
— Incluso siendo el príncipe, al no avisarnos usted formalmente lo hace el responsable ante nuestros ojos, rey —dijo el chico—, fue su deber informarnos con una carta.
— Pensé que Minos lo haría, aunque me parece que uno de ustedes recibió una carta... Joven Lucas.
Todos voltearon en dirección al chico que permanecía de brazos cruzados mirando el lugar, al escuchar su nombre giró el dirección al rey, elevó su ceja izquierda con aparente confusión antes de chasquear su lengua.
— Yo no recibí nada —habló causando que al rey se le borrara la sonrisa del rostro.
— ¿Estás seguro, Lucas? —preguntó Lestat.
— Creo que sí... Pero era a nombre de Minos.
— Debió ser esa —intentó arreglar el rey.
— ¿A nombre de Minos? —preguntó con incredulidad Lucas—. La carta debió mandarla a su nombre, rey, con todo respeto. Sabe que Minos y yo tuvimos un inconveniente en el banquete, pensé que su carta era una de sus bobas disculpas casuales.
Comentó sin importancia mientras Minos fruncía el ceño, ¿Bobas disculpas? Debía reconsiderar el disculparse con Lucas tras un malentendido.
— Además, sabe que las cartas deben ser enviadas por usted —comentó Erzsbet—. Sea quien sea, cuando se ocupa un cambio de puesto para algo tan relevante debe ser informado por quien lleva el trabajo adjuntando el nombre de quien lo ocupará, es una ley, no puede ser solo quien ocupa el nuevo puesto.
El rey observó a Lucas fijamente, pudo notar la comisura de sus labios elevarse un poco en una sonrisa discreta y quiso desenfundar su espada para matarlo ahí mismo por traición.
— Ya que comentó que la carta fue enviada a Browning, nos haremos cargo —habló Lucas consiguiendo la sorpresa de todos—. Debe acompañarnos, rey Lleyxà.
Dos guardias de Browning ingresaron para escoltar al rey quien, para mantener su orgullo decidió acceder fingiendo querer cooperar con la situación. Erzsbet y Lestat no se opusieron, estaban tan sorprendidos al igual que Minos, ¿Cómo osaba tratar así a una autoridad tan grande como el rey?
— ¡Lucas! Yo puedo arreglar eso, deja a mi padre —habló Minos—. Él es viejo ya, no puede con la situación.
Lucas rió para sus adentros, una carcajada limpia que se esforzó en no externar, si tan solo lo supiera. Minos era tan inocente, tan puro, tan estúpido. Tal vez por eso sentía la necesidad de protegerlo, cuando eran niños jugaban mucho en los tiempos que se veían, ambos reinos estaban cercanos y Lucas conseguía escolta que lo llevara a Lleyxà, incluso en un bobo deseo infantil le prometió ser su guardia un día para protegerlo bien, un guardia príncipe, ahora sonaba tan estúpido. "Vivirás conmigo, Minos, ¡Estaremos juntos en Browning y podremos jugar a diario! No tendrás que seguir las reglas de tu padre", esa frase se sentía tan vívida en sus recuerdos y todo seguiría bien sino fuese por una persona, Christopher Lowell. ¿Imaginan su sorpresa? Minos era tan tímido y no se acercaba a nadie pero un día que fue a verlo aquel niñato flaco y sucio no se despegaba de él, pensó que sería pasajero pero de pronto resultó siendo su guardia.
— Es asunto entre el rey y nosotros, Minos —habló Lucas—, te he salvado de la presión de ser acusado de robo, ¿Así me pagas?
El menor negó manteniéndose firme en su posición, odiaba eso, odiaba que Minos lo viera como un rival en ese momento, ¿No veía que solo quería salvarlo? Nuevamente chasqueó su lengua y se dio la vuelta para irse, Erzsbet y Lestat se despidieron formalmente y secundaron al príncipe de Browning para poder ir a arreglar la situación.
Lucas creía que tenía al rey en la palma de su mano cuando en realidad, el rey lo tenía a él.
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Agradecida con el de arriba por quien hizo el edit de Minho y Chan. La imagen la saqué de "banginholix" pero me parece que no es autor del edit, si alguien sabe quien lo hizo le agradecería me lo comente. La pregunta de hoy es, ¿Han experimentado la famosa "parálisis del sueño"? ¿Cómo fue? Yo lo he pasado tres veces y por suerte nunca he visto nada pero generalmente escucho respiraciones agitadas, pasos de alguien corriendo en la habitación y como saltan al pie de mi cama. La primera vez sí me asusté feo, haha, pero ya luego aprendí a controlarlo porque mi padre es experto en la materia, solían darle mucho cuando era joven y me dijo cómo hacer que pase.
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