18
Bang Chan estaba sorprendido por las repentinas palabras del menor y éste no podía evitar sentirse más ansioso por el silencio del castaño, ¿Habrá sido muy pronto? No, es decir... Bueno, tal vez, pero... ¿Era malo? Que estúpido, tal vez debió esperar para pedirlo.
— Quería pedírtelo desde que te conocí pero no sabía si era muy pronto.
Soltó de pronto el mayor haciendo que Minho soltara una carcajada por lo ocurrente que solía ser. A veces el chico decía cosas tan raras o sin sentido en momentos tensos que evitaban fuese incómodo y apreciaba eso, como la vez que Minho le mostró un meme de la tercera guerra mundial, a lo que Chan solo atinó a mostrarse afligido diciendo "no otra vez, por favor" que hizo que se riera como en ese momento, adoraba esas bromas suyas incluso si no eran las mejores, eran las que lo hacían reír y con eso bastaba.
— Eres tan curioso —mencionó Minho—. Pero eso no responde a mi pregunta.
— ¡Claro que quiero! La pregunta sobra —respondió Bang mientras se acercaba a tomar las mejillas del menor, acariciando estas con sus pulgares sin dejar de mirarlo a los ojos que reflejaban todo el amor profundo que sentía—. Te haré muy feliz, no te arrepentirás.
— Sé que no lo haré, no puedo explicar cómo pero sé que es así, siento tanta seguridad cuando te veo y tanta confianza.
Murmuró, Minho se sentía tan extrañamente embriagado con la cercanía de Chan, podía sentir la respiración del mayor chocando contra su rostro y sus caricias causaban un agradable hormigueo en su cuerpo, tan placentero y relajante que no pudo evitar cerrar sus ojos. El castaño observó al menor con atención, deleitándose con la suavidad de su piel, estaba tan cerca que podía darse cuenta de cada detalle en el rostro de Minho, desde sus bonitas pestañas y el lunar en su nariz hasta lo rosa pálido de sus labios, Dios, sus labios, sentía tantas ganas de besarlos y cuando el chico cerró sus ojos solo lo sintió como una invitación, una indecente invitación a apoderarse de sus labios y de ser posible, del mismo por completo.
Pero Minho era alguien que aún no sabía lo que quería.
No quería que se sintiera presionado así que desvió su rostro hasta acercarse a depositar un beso en la frente del menor antes de abrazarlo dejando que éste se hundiera en su cuello con algo de diversión pues seguro estaba apenado. Minho empezaba a sentirse querido y Chan estaba encargándose de llenarlo de amor, ¿Por qué no besarlo? Bueno, él quería que su primer beso luego de tanto tiempo fuera especial y no dudaba que en ese instante pudo serlo, pero Minho estaba necesitado de amor, no iba a besarlo cuando sabía que sentiría ese beso como lo mejor por carencia de afecto, quería que lo sintiera como lo mejor porque lo quería tanto como él. Fue así como dio inicio una larga historia de amor, por segunda vez.
Chan dejó un beso en la cabeza de Minho, quien rápidamente se apartó diciendo que le hablara del libro que le regaló. El castaño sonrió y tomó asiento subiendo sus pies a la cama, Minho se acomodó entre sus piernas pegando su espalda al pecho del mayor mientras abría el libro escuchando la sinopsis que le contaba y sintiendo ahora más curiosidad se puso más cómodo mientras Bang rodeaba su cintura con sus brazos diciéndole que leyera el primer capítulo en voz alta para ambos.
❀・°・❀
— Jisung, te contaré algo pero debes ser muy discreto, ¿De acuerdo? —susurró Minho mientras mantenía su mirada atento al libro pues estaban en clases repasando antes de un examen mientras el maestro preparaba unos trabajos en su computadora. El chico era su mejor amigo y quería contarle a alguien lo bien que se sentía con Chan, claro, omitiendo el nombre de su maestro.
— Puedes confiar en mi discreción —se jactó Jisung respondiendo en voz baja fingiendo subrayar el libro de textos al cual solo atinaba a pasar el marcador por palabras al azar que luego haría pasar por palabras clave.
— Estoy saliendo con alguien y la ver-
— ¡Esoooo mamóooon! —gritó Jisung soltando el marcador.
Todos voltearon a verlos, incluyendo el maestro Kang y Minho sintió que iba a morir en ese momento, claro, después de matar a Jisung.
— Joven Han, joven Lee, ¿Ocurre algo que quieran compartir a la clase?
— No, maestro Kang, lo sentimos —respondió rápidamente Jisung mientras negaba con las palmas de sus manos.
El adulto solo suspiró mientras regresaba a sus actividades, no se tomaría muchas molestias, sabía cómo era Jisung y empezar a hablar con él acabaría en ejemplos salidos de historias raras sobre chicos lobo o algo peor. Alguien debía hablar con él.
Minho le dedicó una molesta mirada a su amigo antes de echarse a reír con el mismo lo más silencioso posible. Bien, Han podía llegar a ser molesto e incluso una sorpresa para todo aquel que lo conozca, pero era tan transparente y expresivo que Minho no podía enojarse con él por ser tan... Tan él, tan auténtico y agradable.
— Te odio —murmuró Lee regresando su mirada al libro.
— Me amas —presumió el chico antes de recobrar su marcador para volver a fingir que hacía algo.
La conversación no había llegado a más y en parte Lee lo agradecía pues quería que al decir todas sus emociones felices se supiera con exactitud el nombre de quien las generaba, y no estaba seguro del cómo Jisung se tomaría el que saliera con el maestro. Tal vez debería hablarlo con Hyunjin, después de todo conocía más a Chan.
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Quiero aprovechar en decirles que me gusta mucho Glee, nada que ver pero ando nuevamente viciosa con las canciones últimamente, haha. Me hace muy feliz escribir Hiraeth y me hace aún más feliz ver todo el apoyo que recibe. Recuerden siempre que no merecen menos que una relación sana que les haga sentir total felicidad.
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