Cada tres años los reinos tenían una reunión a modo de banquete oficiado por alguno de los cuatro, de este modo, siempre se ponían al día con las cosas que sucedían en cada reino y llegaban a acuerdos en base a las nuevas demandas que solicitaban. Ese año era el turno del rey de Orsini. Los cuatro reinos tenían ya a sus herederos, los cuales se llevaban tan solo un año cada uno siendo Minos Lleyxà el menor de todos. Todos los herederos mantenían una relación agradable pues se conocían desde que eran niños y entre ellos había hermandad, o al menos eso creían.

El primer reino quedaría en manos de Lestat Évreux, era el reino líder pues habían sido bendecidos con tierra fértil y materiales valiosos. Lestat tenía 23 años y era la perfecta definición de gobernante nato, podrías enumerar sus virtudes y no encontrar un defecto, o al menos así lo veían todos.

El segundo reino sería de Minos Lleyxà, cuyo único defecto era ser muy necio, todos estaban seguros de que si no fuera por ello podría igualar o superar en fama a Lestat pero esa no era prioridad de Minos, su idea era huir a cierta edad con Chris para poder vivir su amor sin miedos. Lleyxà era la segunda tierra más fértil pero la primera en venta de alimentos y piel. Minos era el más joven con 20 años, pero su madurez podía igualar o superar a Lestat.

El tercer reino y el único que quedaría en manos de una mujer era el de Orsini. Ambos reyes no tuvieron la fortuna de concebir un heredero varón pero no era necesario pues Erzsbet había demostrado ser una digna heredera, ¿O era que su padre la amaba mucho como para no querer concebir otro hijo? Tal vez ambas. La chica de 21 años era audaz, intrépida e inteligente, desde joven se entrenó pensando ella misma en ser igual o mejor que el resto de los herederos pues al ser la única mujer no quería ser tomada como débil, y vaya que a peleas todos aprendieron a nunca subestimarla. Era el reino líder exportador de armería.

Finalmente, el cuarto reino pasaría a manos de Lucas Browning. Con 22 años Lucas solía tener una ambición muy grande pero su reino era el de menor poder. Browning tenía la peor ubicación geográfica, sus tierras tenían temporadas fértiles y el resto del año debían estar comprando carne y pieles pues los animales no sobrevivían bien al frío que se daba una cuarta parte del año.

Cada uno era tan diferentes y tan iguales al mismo tiempo que nunca esperaron lo que se aproximaba.

❀・°・❀

— ¡Minos!

La princesa olvidó sus clases de caminata al quitarse los zapatos en medio del salón para correr hasta el más joven de los herederos y así poder abrazarlo. Minos correspondió al abrazo con una sonrisa, dentro del lugar ya descansaban los príncipes de Browning y Évreux sentados en una mesa de la habitación donde en cada reunión se juntaban ellos a conversar. La mujer se apartó para tomar a Minos por las mejillas y así poder verlo, como si lo estuviera inspeccionando. Erzsbet era una chica hermosa a palabras de todos, su cabello largo y castaño era realmente brillante, sus ojos grandes y azules en contraste a su boca pequeña de labios rosados; una imagen heredada de su madre.

— Tu cambio no es notorio, me alegro —comentó con sinceridad dedicándole una sonrisa. Hablaba respecto al tema de la difunta reina de Lleyxà pues en Orsini existía la creencia de que un alma triste se reflejaba en persona.

— Y tú sigues siendo la misma niña hermosa que recuerdo.

Respondió el chico con una amplia sonrisa. Ambos se miraron con cariño, entre ellos existía una relación casi de hermanos pues sus reinos estaban más cercanos que al resto, así que solían verse más cuando eran niños en festejos. Cuando Erzsbet era tan solo una niña solía recibir burlas de otros niños diciendo que sus padres tendrían otro bebé porque ella "no servía", como era la creencia de tener un hijo varón para heredar, pero el tiempo y su perseverancia demostraron lo contrario, ella era una chica que nació para romper las tradiciones y Minos era su amigo que solía acompañarla en sus ideales.

— Dichoso el tiempo que nos reune, Minos —comentó Lestat. El más alto del grupo, su cabello era de un tono negro tan oscuro como la noche y sus ojos de un color miel claro—. Pensé que no asistirías.

— ¿Perderme el tiempo de verlos luego de tanto? No podría ser un digno heredero si no tuviera tiempo de ver a mis compañeros de vida.

Guiado por Erzsbet, Minos caminó seguido de Chris para poder sentarse en la mesa con cuatro sillas exactas para ellos. A espaldas de cada uno, una persona mano derecha que estaban siempre presentes con ellos, Chris hizo un movimiento de cabeza saludando al resto de los guardias quienes correspondieron al saludo de igual forma.

— Me llena de alegría ver que todos están bien —mencionó Minos.

— Ha sido mucho tiempo.

— Erzsbet, siempre es el mismo tiempo —respondió Lucas, el chico rubio de ojos verdes mientras comía una de las galletas del plato en el centro de la mesa.

— ¡Pero siento que esta vez fue más prolongado el tiempo de no vernos!

— Debe ser tu emoción por tener esta vez el control del banquete —comentó Lestat con una sonrisa—, será la primera vez que vas a oficiar el brindis, ¿Estoy en lo cierto?

— ¡Debes haber sido brujo en otra vida! —respondió la chica con asombro—. ¿Cómo te has enterado de eso?

— Tengo mis modos, no con brujería, claro.

— ¿Es cierto entonces? —preguntó Lucas.

— Es cierto.

— Eso significa...

— Que esta noche seré oficialmente reina de Orsini —completó orgullosa—. Pap... Quiero decir, el rey me ha dicho que puedo tomar el trono.

— ¿¡A esta edad?! —preguntaron los tres al mismo tiempo.

— No es mi culpa que sus padres crean que todavía deben madurar —se defendió la chica— El rey de Orsini quiere disfrutar lo que le resta de vida en paz, además de tener tiempo de asesorarme mis primeros años de reinado.

— ¡Me siento feliz por ti, Erzsbet! —comentó Minos.

— Un momento... —murmuró Lucas aún confundido—, ¿Vas a reinar sin estar comprometida?

— Bueno, con ustedes no hay mucha variedad si somos honestos —respondió la chica aparentando decepción— no me dejan más que reinar sola.

Lestat rió con gracia por la broma de la chica, aunque de igual forma sería raro un compromiso con cualquiera de ellos, todos habían crecido como hermanos.

— Disculpe, príncipe —Chris habló acercándose a la altura de Minos—, debo recordarle que es hor...

— ¿Disculpa? —interrumpió Lucas—. Minos, ¿Por qué tu guardia habla sin autorización previa?

Christopher retrocedió un paso sintiéndose extrañamente regañado, estaba tan acostumbrado a la intimidad con Minos que no se detuvo a pensar en el resto de los presentes y sus modales.

— Lucas, te pido de la manera más amable no interrumpir al joven Lowell, tiene la orden de recordarme cosas —habló Minos cambiando su postura a una más seria—. Si tuviera que recordarme el recordarle la autorización para que me recuerde, ¿No sería en vano?

— Minos tiene razón —mencionó Erzsbet—. Si es una tarea significa que Lowell no ha hecho nada malo.

— En todo caso —agregó Minos—, Christopher no solo es mi guardia, es mi amigo, deberían estar acostumbrados a eso, así que te pido respeto a su persona. ¿Debo recordarte quién decapitó a sus quince años al sujeto que te robó la gabardina cuando escapamos al pueblo sin autorización?

Lucas frunció sus labios sintiéndose ofendido, ¿Minos estaba defendiendo a un guardia por sobre su presencia real? Peor aún, ¿Estaba restregando un hecho del pasado? Un humillante suceso de cuando era un chico débil.

Pero aquello era solo el inicio del día que cambiaría todo.

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No, esta no es la razón por la que que hay diferencias entre los reinos, pero nos acercamos, estará dividido en unas tres partes. La canción no tiene nada que ver en el capítulo, es solo una recomendación para escuchar.♡ Me gusta mucho escribir del tiempo de Minos y Chris.